@Retiario estudió biología pero siempre quiso aprender y contar historias reales. En tiempos remotos fue paleontólogo, pero desde hace décadas es periodista y profesor de periodismo. Cree en la ciencia, la tecnología y el poder de la humanidad para cambiar las cosas para bien, si se aplica. Pasa la mayor parte de su tiempo en Internet y es un firme defensor de la pluma (y la red) frente a la espada.
La curiosa relación entre la religión y la localización de ciertos tumores cerebrales
A veces las enfermedades pueden causar efectos inesperados, sobre todo cuando se asientan en el cerebro. Se conocen casos por ejemplo de personas que tienen crisis religiosas a causa de tumores cerebrales cuando estos tumores está localizados en determinadas áreas del encéfalopersonas que tienen crisis religiosas a causa de tumores cerebrales, y no en otras.
Es una indicación de que la religiosidad tiene su origen en el propio encéfalo y que las enfermedades de nuestro órgano de percibir la realidad pueden influir en nuestra experiencia del Universo.
En 2015 una mujer suiza acabó en urgencias en Berna con una serie de cortes autoinfligidos que, explicó, se había hecho siguiendo instrucciones de dios que le hablaba a través de una voz interior.
Una vez analizada resultó que tenía un tumor de crecimiento muy lento en un área cerebral vital para la interpretación del sonido.
Esto hacía que esta mujer escuchara voces que le daban instrucciones, incluyendo la de autolesionarse, aunque para ella la voz era agradable y la situación mágica y en absoluto angustiosa.
De hecho se estima que entre el 5 y el 20% de las personas en algún momento de sus vidas ‘oyen voces’, aunque la mayoría no necesitan tratamiento.
Aquí en España, en un hospital de Murcia, se conoce el caso de otra mujer que experimentaba crisis hiperreligiosas a causa de un tumor en la región temporal derecha, área asociada en otros estudios con este tipo de sensaciones.
Al igual que con la ingestión de determinadas drogas ciertas lesiones en el cerebro provocan alteraciones de la percepción de la realidad que el sujeto puede interpretar como intervenciones de origen divino; cuando el que está enfermo es el órgano de sentir la realidad misma puede modificarse. Al menos para nosotros.
Imagen de Fyodor Bronnikov, (1827—1902), Dominio Público.
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@Retiario estudió biología pero siempre quiso aprender y contar historias reales. En tiempos remotos fue paleontólogo, pero desde hace décadas es periodista y profesor de periodismo. Cree en la ciencia, la tecnología y el poder de la humanidad para cambiar las cosas para bien, si se aplica. Pasa la mayor parte de su tiempo en Internet y es un firme defensor de la pluma (y la red) frente a la espada.