Seguro que recordáis el caso de Jomian Leonel, al cual La Junta de Castilla-La Mancha, que presidía María Dolores de Cospedal, denegó la prestación económica en el entorno familiar, a pesar de presentar un demoledor cuadro clínico y una dependencia del 100%. Jomian murió a los 13 años, mientras esperaba las ayudas que le correspondían. El pequeño tenía un cuadro de parálisis cerebral y le faltaba un pulmón. A la familia le escatimaban las ayudas cuando dependían del sueldo de una madre que sostenía además a varios hijos.
En cientos de casos como este la Junta solía retirar la ayuda económica y daban servicio de una hora a domicilio a dependientes que necesitaban 24 horas de cuidados constantes. De esta forma, estadísticamente aparecía como servicio aunque en la práctica no daba ningún resultado al dependiente, según ha denunciado la Plataforma en Defensa de la Ley de Dependencia en varias ocasiones. Como se ha visto en los últimos años, los recortes en dependencia matan, y provocan situaciones dramáticas en personas que están al límite de sus necesidades, mientras sus familias, en mayor parte mujeres, se dedican en cuerpo y alma en atenderles, dejando atrás sus trabajos anteriores.
La gran dependencia de Leonel y una situación de precariedad en el entorno familiar le llevó al trágico final. La Consejería se justificaba diciendo que la ayuda económica llegara directamente al dependiente y no en diferido como están acostumbrados a hacer ellos mismos. Lanzaron la sospecha del fraude sobre la madre de Leonel, mientras ellos se lo gastaban en sobresueldos o recibían y aparecían en papeles de tesorerías.
Los recortes del PP y en este caso de Cospedal terminaron con la vida de Leonel y otras tantas. En tan sólo cuatro años del mandato de Cospedal 2.400 personas dependientes fallecieron en Castilla-La Mancha antes de recibir la prestación que les correspondía. Es crudo decirlo y ahora que lo escribo me resulta tan doloroso que apenas puedo seguir tecleando, pero me niego a silenciar tanta injusticia.
Mientras tanto, los suyos le apoyan. Vicente Tirado, secretario general del PP en Castilla-La Mancha ha asegurado que “lo mejor para el futuro de España es que una castellano-manchega y la mejor presidenta de Castilla-La Mancha esté al frente del Ministerio de Defensa de todos los españoles”. Sinceramente no sé de qué ni quiénes tienen que defendernos si no nos defienden de ellos mismos y sus tropelías, tramas y corrupción de cada día.
Ahora que nos llenamos la boca hablando ética y moral, de ser perfectos en nuestras obligaciones y exigimos a unos que den ejemplo, mientras otros campan a sus anchas, me gustaría saber si la señora María Dolores de Cospedal llegó a pensar en este niño, si dio explicaciones o llegó a ponerse en contacto con la familia más allá de contactar para pedirle los 2.700 euros que costó la incineración del pequeño. Por aclarar, su madre recibió esa ayuda para una silla moldeable que necesitaba el niño, pero la ayuda llegó tarde y la gastó para pagar la incineración del mismo.
María Dolores de Cospedal es ahora ministra de Defensa. Pues bien, yo no quiero que me defienda una señora que por otro lado dejó ir bajo su mandato a miles de personas que necesitaban de su ética, decencia y obligación en esos momentos.
Seguro que recordáis el caso de Jomian Leonel, al cual La Junta de Castilla-La Mancha, que presidía María Dolores de Cospedal, denegó la prestación económica en el entorno familiar, a pesar de presentar un demoledor cuadro clínico y una dependencia del 100%. Jomian murió a los 13 años, mientras esperaba las ayudas que le correspondían. El pequeño tenía un cuadro de parálisis cerebral y le faltaba un pulmón. A la familia le escatimaban las ayudas cuando dependían del sueldo de una madre que sostenía además a varios hijos.
En cientos de casos como este la Junta solía retirar la ayuda económica y daban servicio de una hora a domicilio a dependientes que necesitaban 24 horas de cuidados constantes. De esta forma, estadísticamente aparecía como servicio aunque en la práctica no daba ningún resultado al dependiente, según ha denunciado la Plataforma en Defensa de la Ley de Dependencia en varias ocasiones. Como se ha visto en los últimos años, los recortes en dependencia matan, y provocan situaciones dramáticas en personas que están al límite de sus necesidades, mientras sus familias, en mayor parte mujeres, se dedican en cuerpo y alma en atenderles, dejando atrás sus trabajos anteriores.