<![CDATA[ElDiario.es - COP26]]> 10 <![CDATA[David Lizoain, economista: “No descarto que veamos unos juicios de Núremberg climáticos”]]> David Lizoain, economista: “No descarto que veamos unos juicios de Núremberg climáticos”

El economista y exasesor de los presidentes del Gobierno y la Generalitat Pedro Sánchez y José Montilla publica 'Crimen Climático', un análisis sobre las consecuencias y las causas de la crisis ambiental

El mapa del calor récord en España: compara la temperatura de cada día con la media histórica de tu provincia

David Lizoain (Toronto, Canadá, 1982) se formó como economista en Harvard y en la London School of Economics para, después, establecerse en Barcelona. En la capital catalana fue asesor del expresident de la Generalitat José Montilla. Y, de ahí, voló a Madrid para asesorar en La Moncloa a Pedro Sánchez. Ahora ha dado un vuelco a su área de estudio y acaba de publicar 'Crimen Climático' (Debate, 2023), un ensayo en el que habla sin tapujos de las consecuencias que las decisiones de empresas y gobiernos pueden tener, causando millones de muertes que, según Lizoain pueden llegar a ser equiparables a los crímenes de guerra.

El libro se titula 'Crimen Climático', pero en sus páginas habla de genocidio. ¿Por qué?

Creo que es más adecuado. Opté por un lenguaje impactante, pero considero que es más descriptivo que provocativo. Cuantas más emisiones de CO2, mayores son las consecuencias negativas que, en última instancia, provocan más muertes. Si seguimos por esta senda, a sabiendas de las consecuencias, va a haber millones de muertes. Así que, si tenemos en cuenta que el cambio climático es provocado por acciones humanas, en este caso intencionadas, el término más apropiado es el de genocidio.

¿Cree que es posible que se llegue a juzgar este genocidio climático?

No descartaría que veamos unos Juicios de Núremberg climáticos. La tendencia va hacia un sistema jurídico que cada vez tiene más en cuenta este tema y que reconoce que el cambio climático se traduce en una violación de los derechos humanos y de las posibilidades de las generaciones futuras. Y que estas consecuencias están ligadas a comportamientos criminales. La justicia suele ser conservadora, pero responde, en diferido, al sentir mayoritario. Así que, si yo fuera directivo de una gran empresa fósil, me empezaría a preocupar.  

Dice que, para los nacidos después del 2000, la crisis climática es una preocupación con la que nacen. ¿Por qué no nos hemos preocupado antes, teniendo en cuenta que la comunidad científica viene avisando desde los 80?

1982 fue el último año en que la temperatura anual no superó la media de la época preindustrial. Ese fue un punto de inflexión. Las personas nacidas entre los 80 y los 2000 viven la crisis climática como una amenaza que siempre estaba a punto de llegar. Se instaló la idea de que había tiempo para actuar, así que nunca se hizo nada. De tanto esperar, el problema ya nos supera y el tiempo se ha agotado.

Lo vamos a ver este verano: el año pasado tuvimos olas de calor impresionantes, con muchas muertes, y fue en el contexto de La Niña [ciclo natural-global climático de entre cinco y siete años que coincide con una fase fría y que viene seguida de El Niño, la fase caliente]. Este año estamos en el ciclo de El Niño y ya estamos viendo anomalías térmicas que van a traer un verano muy caluroso. Y los siguientes serán peores, encadenados hasta que frenemos esto.

Se lo preguntaba en un artículo reciente, si abril es julio, ¿cómo será julio?

La cuestión es que para mucha gente un verano más caluroso será horrible, pero para otra mucha puede ser mortal. El cambio climático afecta de manera desigual. A las personas mayores, a los niños, a la gente pobre. No atender a las consecuencias es desproteger a las personas más vulnerables.

En el libro habla de los paliativos que tienen las clases dirigentes. ¿Qué consecuencias tiene que quienes toman las decisiones no sufran el cambio climático?

Soy optimista porque, de alguna manera, las clases dirigentes se están enterando de la emergencia gracias a la gran concienciación cívica. La reacción todavía es insuficiente y se debe acelerar, pero están habiendo cambios. En nuestro país, por ejemplo, estamos en plena revolución de las energías renovables. Es una señal de que el sistema no es impermeable a las necesidades de cambio que la emergencia climática está despertando en la sociedad.

Que la COP se vaya a celebrar en Dubái, que es la máxima expresión de la distopía climática, supondrá que haya más lobistas de las energías fósiles que activistas

Pero todavía encontramos grandes ejemplos de blanqueamiento o 'greenwashing'. ¿Qué le parece que la próxima COP se vaya a celebrar en Dubái, una ciudad que define como “el paradigma del absurdo en la era de los combustibles fósiles. Un escaparate para exhibir riqueza y, por tanto, despilfarro”?

Hay ejemplos alarmantes y este es uno. Que la COP se vaya a celebrar en Dubái, que es la máxima expresión de la distopía climática, supondrá que haya más lobistas de las energías fósiles que activistas. Es un ejemplo de que no podemos dar ningún avance por hecho y de que debemos seguir luchando, apretando, movilizándonos y organizándonos porque, ante cualquier despiste, las empresas y regímenes van a remitir al statu quo. Es decir: tratar de maximizar sus beneficios sin preocuparse por el impacto sobre el planeta o, lo que es lo mismo, el impacto sobre los seres humanos.

Los genocidios se dirigen hacia un segmento de población o etnia. En su caso, apunta que las victimas serán las poblaciones vulnerables. ¿Qué dimensiones puede tener este genocidio?

Vayamos de la micro escala a la macro. En nuestro país, no es lo mismo tener un chalet con aire acondicionado y posibilidades de irte de vacaciones, que vivir de alquiler, sin aire acondicionado y sin poder salir de tu ciudad en verano. Para estos últimos, las olas de calor pueden suponer condiciones inasumibles y un claro riesgo para su salud y su vida. Si ampliamos el foco, vemos cosechas que no se dan, sequías, hambrunas y millones de personas obligadas a migrar. Los fenómenos climáticos extremos no sólo generan desigualdades económicas, sino desigualdades en la esperanza de vida.

Es un ejercicio un poco macabro, pero hace poco un informe de la ONU hablaba de que, en el peor de sus escenarios, habría 100 millones de muertes extra en 2100. No creo que sean tantas, porque aunque vamos tarde ya estamos actuando. Pero lo que nos dice este informe es que es casi igual de malo no actuar que actuar mal. Hablamos de 100 millones de personas cuyas vidas serán imposibles y que, en el mejor de los casos, deberán migrar.

David Lizoain, durante la entrevista

Los peores efectos del cambio climático se registran en el hemisferio sur. ¿Qué relación tiene esta crisis con el colonialismo?

Están íntimamente relacionados. Los máximos responsables son quienes menos sufren sus consecuencias. Y los menos responsables, los que más padecen. Esto está muy ligado con el colonialismo porque son las grandes potencias coloniales las que se han beneficiado de la extracción de recursos del sur global, mientras esta zona se ha ido empobreciendo por el colonialismo, el neocolonialismo, las políticas de ajuste estructural, la dependencia de la deuda y, ahora, por la explotación de la contaminación de parte del norte global. Es imposible hablar de cambio climático sin hablar de justicia global.

Dice en el libro que un futuro descarbonizado será más democrático. Pero también cuenta que en los campos de trabajo de población uigur en China se fabrican placas solares y relaciona el abaratamiento de la energía solar con la esclavitud moderna. ¿Qué tiene eso de democracia?

Hay un libro muy bueno, 'Carbon Democracy', de Timothy Mitchell, que vincula el sistema energético y las relaciones de clase con sus consecuencias políticas. Sostiene que, como la extracción del carbón es intensiva en mano de obra, supone que haya muchos mineros y, en todas partes, están a la vanguardia de la sindicación y la lucha por la democracia. Y los mineros de Asturias son un gran ejemplo. En cambio, el petróleo, es intensivo en capital, no en mano de obra. Por eso, los oleoductos se prestan más a sistemas autoritarios y antidemocráticos, porque solo requieren unos pocos trabajadores, bajo control casi militar.

En esta línea, aunque las energías renovables y la extracción de los recursos naturales necesarios plantean una lucha para evitar caer en lógicas extractivas y explotativas, el riesgo es más bajo. Se trata de un sector más competitivo y descentralizado y, por tanto, habrá menos oligopolios.

Pero tampoco se pueden negar las consecuencias negativas de la industria de las renovables. Las baterías de los coches eléctricos requieren litio y ya se están viendo minas en Extremadura, por ejemplo. ¿Seguirán siendo las comunidades más vulnerables, las que necesitan empleos, las que sufran los efectos negativos de la transición energética?

La descarbonización tendrá sus luchas y contradicciones, por supuesto. No conllevará automáticamente más democracia, pero sí más condiciones democráticas. No se trata sólo de acabar con los combustibles fósiles, sino con el contrato social que comportan.

No se trata sólo de acabar con los combustibles fósiles, sino con el contrato social que comportan

Dice que la crisis climática puede ayudar a hacer crecer a los extremismos. ¿Qué es el ecofascismo?

Es una manera de señalar que la derecha radical puede usar la crisis climática para fortalecerse, alentando, por un lado, el miedo a la migración, porque sabemos que la emergencia climática genera más tensiones migratorias. Y, por otro, elogiando una serie de conductas vitales íntimamente ligadas a agravar la crisis climática, que sabemos que tendrían que cambiar.

¿Por ejemplo?

Los debates sobre la alimentación, tal como vimos con la polémica sobre el chuletón. Son cosas desde lo cotidiano, reivindicando la libertad individual a la hora de alimentarse, consumir o moverse, hasta preocupaciones más abstractas como el proteccionismo o el nacionalismo. Ahora que tenemos la enésima tragedia en el Mediterráneo, veremos que algunos gobiernos estarán tentados a cerrar fronteras para quedarse con sus propios recursos e impedir la llegada de personas de fuera. Pero las fronteras no estarán en el Mediterráneo, sino directamente en el Sahel o más allá, en connivencia con regímenes autoritarios.

Para explicar las muertes por el cambio climático habla del concepto de 'matar a distancia' y de la dificultad que implica encontrar culpables cuando no hay nadie que apriete el gatillo. ¿Cómo identificar a los responsables?

Uso la taxonomía del filósofo alemán Karl Jaspers para diferenciar entre responsabilidad política, moral y criminal. En la criminal hablamos de grandes empresas de combustibles fósiles y de instituciones financieras y representantes políticos que les permiten seguir desplegando sus negocios. Es importante diferenciar entre gente con gran poder, cuyas decisiones contribuyen directamente al calentamiento, y la responsabilidad de personas individuales, que existe pero es menor. Está bien reciclar o consumir de forma más ética, pero no tiene nada que ver con abrir un nuevo gaseoducto. Los ciudadanos tienen la responsabilidad de actuar colectivamente para generar cambios políticos.

La cuestión ecologista no ha sido un gran tema en las pasadas elecciones y parece que no lo va a ser tampoco en las generales. ¿Puede tener que ver con el hecho de que el segmento de población más concienciada es muy joven y, en parte, todavía no tiene derecho a voto?

Sin duda, la generación que viene está más concienciada porque les va la vida. No es lo mismo tener un horizonte en 2080 en que las opciones son quedarnos como estamos o Mad Max, que mirar a 2040. Pero entre los jóvenes, no todos son ecologistas, también hay hueco para la extrema derecha. Además, la pirámide demográfica se ha invertido, así que no podemos confiar sólo en una solución generacional, pero sí creo que los jóvenes van a ir convenciendo a sus padres y abuelos. Hay motivos para la esperanza. De momento hay más conciencia que acción, pero esta conciencia, unida a la organización, se va a traducir en cambio.

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<![CDATA[Los países vuelven a discutir sobre el clima mientras el calor extremo atenaza el planeta]]> Los países vuelven a discutir sobre el clima mientras el calor extremo atenaza el planeta

La COP27 comienza en Egipto después de que Europa haya atravesado el verano más cálido registrado cuajado de olas de calor, se derrumbara un glaciar derretido en los Alpes y la temporada de incendios marcara una devastación récord

Temperaturas extremas, incendios, glaciares derretidos: Europa se recalienta

Unos 200 países acuden a Egipto para la Cumbre del Clima COP27. Llegan tras un año en el que el planeta ha avisado de que se recalienta a ritmo acelerado. Olas de calor históricas, récords de temperatura, incendios y sequías recuerdan a los gobiernos que sus planes mejorados para contener el cambio climático no son suficientes.

España ha atravesado seis meses de calor extraordinario rematado por el octubre más cálido jamás registrado. Pero eso solo ha sido la imagen cercana de un curso en el que el Norte global y en especial Europa se han asfixiado. Este 2022 ha dejado el segundo verano más caluroso en todo el hemisferio, pero el número uno en Europa. Acaba de saberse que el continente se calienta el doble que la media planetaria.

Evidentemente, los impactos del cambio climático no se limitan a la mitad meridional. De hecho, en el sur del planeta se ha alcanzado la temperatura máxima medida (en Australia) y en un solo mes –enero– Suramérica encadenó dos olas de calor calificadas como “históricas”.

El derrumbamiento del glaciar de la Marmolada (Italia) el 3 de julio supuso una resonancia de alto impacto: el efecto extremo del calentamiento en el corazón de los Alpes. Más tarde, el reciente huracán Ian, que devastó la costa de EEUU, descargó un 10% más de lluvias debido a la alteración del clima.

Un helicóptero sobrevuela el glaciar derrumbado en la montaña Marmolada en los Dolomitas (Alpes italianos).

Hace un año, en la COP26 de Glasgow, los mismos países que hoy acuden a Sharm el Sheikh firmaron un Pacto que subrayaba “la urgencia por mejorar la ambición en la mitigación” del cambio climático. Mitigación significa, grosso modo, recortar emisiones de CO2. Esas emisiones que, a la postre, atrapan el calor que eleva la temperatura global.

Este año, ya en junio, las olas de calor de récord se iban solapando. En China, Japón, India y luego media Europa, EEUU, o Canadá reportaron periodos prolongados de temperaturas extremas. “Las olas en muchas regiones están ligadas al calentamiento causado por los humanos”, ha analizado la investigadora de la Universidad Estatal de Washington Deepti Singh.

Desde luego, ninguna de las naciones que negociarán estos días en la COP27 se libra. “Nadie está a salvo”, ha avisado el Panel Internacional de Expertos de la ONU (IPCC). Los episodios meteorológicos extremos “no tienen precedente”.

Las conclusiones de estos científicos se han plasmado así en la vida diaria de las poblaciones: este año, se han atribuido al exceso de calor unas 4.700 muertes en España y mas de 53.000 en toda Europa.

Si en 2021, las inundaciones en Europa central causaron más de 200 muertos, hace algo más de un mes, en Pakistán, la inundación de un área más grande que Gran Bretaña ha dejado mil fallecidos. “Es el desastre climático de la década”, lo ha calificado el Gobierno del país.

Las altas temperaturas “exacerbadas por el cambio climático han hecho las sequías de 2022 en el hemisferio norte veinte veces más probables”, concluyeron los científicos del Centro de Atribución Meteorológica. Francia, Alemania o España –además de China– han visto escasez grave de lluvias.

No se ha establecido ningún camino creíble para cumplir el objetivo de 1,5ºC de calentamiento máximo

Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente

Sin embargo, a pesar de aprobar un pacto hace 12 meses que reconocía que “es preciso una acción acelerada durante esta década” y que “hace falta recortar las emisiones de CO2 un 45% en 2030”, los compromisos reforzados que han presentado algunos estados –no todos– apenas quitan un 1% de CO2 respecto a las anteriores versiones, según el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente. “No se ha establecido ningún camino creíble para cumplir el objetivo de 1,5ºC de calentamiento máximo”.

La Organización Internacional de la Energía prevé que las emisiones subirán un 1% este 2022 respecto a 2021 –que marcó el récord histórico– y que solo empezarán a remitir en 2025. La Organización de Países Exportadores de Petróleo ha calculado que las emisiones para obtener energía van a continuar creciendo hasta 2030.

El responsable de cambio climático en Ecologistas en Acción, Javier Andaluz, afea que “los países no hayan respondido al llamamiento que se hizo en Glasgow para hacer una mejora significativa” . El presidente de aquella cumbre, el británico Alok Sharma, repetía que su objetivo era “mantener el 1,5ºC vivo”.

Pero “el incremento de los compromisos no ha sucedido. Esperamos que esta cumbre haga una reflexión para indicar que nos están condenando a un calentamiento muy superior a los 2,5ºC”, añade Andaluz.

La mayoría de los incendios ocurrieron en lugares donde el clima alterado ha aumentado la inflamabilidad de la vegetación, como en el sureste de Europa

Y el calentamiento se ha dejado notar con fuerza. “La ola de calor de agosto se ha combinado con unas condiciones secas prolongadas que han acabado en un incremento de la actividad e intensidad de los incendios forestales en Europa”, informa el sistema de observación por satélite Copernicus de la Unión Europea. Los incendios en UE y Gran Bretaña hasta septiembre quemaron 750.000 ha, casi el triple del promedio de la década. Fueron 508.000 solo en el verano, cuyos fuegos emitieron 6,4 megatoneladas de CO2, la cifra más alta desde 2007.

“La mayoría de los incendios ocurrieron en lugares donde el clima alterado ha aumentado la inflamabilidad de la vegetación como en el sureste de Europa”, reflexionan en Copernicus. España ha sido la más castigada este 2022.

Mientras, la Amazonia ha padecido en agosto y septiembre pasado la peor temporada de fuegos de la década.

El encargado de la campaña sobre cambio climático de Greenpeace, Pedro Zorilla, coincide en que “por supuesto que habría que avanzar en la ambición para aumentar los compromisos de reducción de emisiones y parar desde ya toda la financiación de nuevas infraestructuras fósiles porque, con las existentes, ya sobrepasaríamos las emisiones para contener el calentamiento en 1,5ºC”.

Aunque choque, la primera vez que un borrador de acuerdo de una cumbre climática pidió acabar con las subvenciones públicas a combustibles fósiles fue en 2021. No salió adelante como tal y fue muy matizada con un plante a última hora de India.

“Un punto clave sería que se vinculara todos los mecanismos de revisión de planes climáticos a la realidad científica de que es necesario reducir las emisiones a la mitad en 2030”, aporta Javier Andaluz. “Esta COP es algo más transitoria porque no se espera que se cierren nuevos documentos”, remata el ecologista.

Inundaciones ocurridas el pasado verano en Pakistán

Una conferencia sobre el dinero

La Cumbre de Egipto va a estar bastante centrada en el dinero. En los fondos para que los países empobrecidos –que son los menos responsables del cambio climático (apenas han emitido CO2 en comparación), pero las principales víctimas– puedan renunciar a los combustibles fósiles sin quedarse depauperados y adaptarse a los golpes de la crisis climática. “Salvarse de la carnicería climática”, lo llamó el pasado jueves el secretario general de la ONU, Antonio Guterres.

¿Quién lo paga? El Acuerdo de París prevé que la financiación la aporten los estados que se han hecho ricos a base de utilizar carbón, petróleo y gas y a costa de generar el cambio climático: Gran Bretaña, EEUU, la Unión Europea, los productores de crudo....

“Hace falta un gran acelerón”, ha pedido la ONU. Los países desarrollados se quedaron, al menos, 17.000 millones de dólares cortos para cumplir con su compromiso de aportar 100.000 millones al año a ese fondo a partir de 2020.

“El objetivo clave es la justicia climática”, subraya Zorilla, de Greenpeace. “Es una cumbre marcada por la necesidad de financiación para países del sur global y los fondos que compensen las pérdidas y daños que la crisis ya les ha causado”, coincide Andaluz. “Los países [ricos] tienen que ver cómo cumplen su promesa de Glasgow de duplicar los fondos”.  

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<![CDATA[Lo que no consiguió y lo que nunca iba a conseguir la Cumbre del Clima]]> Lo que no consiguió y lo que nunca iba a conseguir la Cumbre del Clima

Glasgow ilustra los límites de una COP: las decisiones no implican una obligación y la necesidad de consenso permite presiones hasta el último momento como la de India sobre el carbón

El acuerdo de Glasgow pide a los países que rehagan sus planes para escapar de un calentamiento desastroso, pero rebaja el el fin de las ayudas a los combustibles fósiles

El activista y escritor británico George Monbiot comparó el Pacto Climático de Glasgow con un “patético trapo”. Con estas palabras lanzadas poco después de que el presidente de la COP26, Alok Sharma, diera el martillazo final de la Cumbre del Clima el pasado sábado, describía la decepción de muchos tras el subidón de que la conferencia escocesa señalara por primera vez como problema crucial algo que era tabú: los combustibles fósiles.

El acuerdo del sábado pasado ha solicitado a los países que rehagan los planes nacionales para conseguir, de verdad, contener el calentamiento global en los límites marcados por el Acuerdo de París. El texto acabó pidiendo que se reduzcan progresivamente los subsidios fósiles “ineficientes” y el uso del carbón. Menciones y solicitudes que han llegado tras las alertas científicas cada vez más aceleradas desde 2018.

Porque el Panel de Expertos de la ONU ya dijo hace tres años que hacían falta medidas extraordinarias para limitar en 1,5ºC el calor extra de la Tierra y salvar así los efectos más devastadores. Al año siguiente se le puso cifra: rebajar a la mitad las emisiones de CO2 en 2030.


Cuánto representan las emisiones de cada país sobre el total

Evolución del porcentaje de emisiones de dióxido de carbono de cada país desde 1960 hasta la actualidad

Fuente: GCP (Global Carbon Project)


“Hemos acelerado la acción, la COP ha respondido al llamamiento para cerrar la brecha hacia el 1,5, y el carbón está en el texto. Pero aún queda mucho por hacer”, ha analizado la directora general de la Fundación Europea por el Clima, Laurence Tubiana. Pero el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, no ha puesto matices diplomáticos: “Reafirmo mi convicción en que debemos acabar con los subsidios a combustibles fósiles y abandonar definitivamente el carbón”.

Mencionar los combustibles fósiles, pero poco

El final de la COP26 en Glasgow ofreció un espectáculo nunca visto: India forzaba al máximo para introducir una enmienda de ultimísima hora que suavizara todo lo posible la demanda común para desengancharse del uso de carbón y de las ayudas públicas a los combustibles fósiles. India puso la voz, pero el camino se lo había preparado China y tenía el respaldo del grupo de países árabes –desde Arabia Saudí a Argelia, Marruecos o Egipto–, Suráfrica, Nigeria o Irán.

La enmienda pasó y dejó una clara sensación de que los combustibles fósiles habían sobrevivido, ya que la primerísima versión de esta cláusula decía: abandonar el carbón y los subsidios, sin más. El propio presidente de la conferencia, Alok Sharma, tuvo que pedir perdón por consentir este movimiento con la idea de preservar el resto del documento y no verse implicado en un bloqueo durante su guardia de las negociaciones climáticas.

Con todo, la vicepresidenta tercera española, Teresa Ribera, ha visto en el Pacto Climático de Glasgow un acuerdo que “da los pasos para empezar a desterrar definitivamente el carbón y pone fin a los subsidios a los combustibles fósiles”.

Mohamed Adow, director del thinktank Power Shift Africa, considera que “por primera vez tenemos una decisión de la COP en la que se pide que se hagan esfuerzos para reducir gradualmente las subvenciones al carbón y a los combustibles fósiles. Se trata de un progreso bienvenido, pero se necesita más, incluyendo la eliminación progresiva del petróleo y el gas”.

Es cierto que el artículo 2 del Protocolo de Kioto decía que los firmantes reducirían progresivamente los incentivos y exenciones fiscales de “todos los sectores que emiten gases de efecto invernadero”, pero aquel tratado para rebajar las emisiones globales de CO2 no contenía las palabras “combustibles fósiles”. No mencionaba la causa del problema que, decía, trataba de solucionar. “Se ha mencionado por fin a los combustibles fósiles en el acuerdo final después de años de rechazo a pesar de que China e India lo hayan debilitado en el último momento”, concede el observador en la cumbre de Los Verdes Europeos, Florent Marcellesi.

Las COP no obligan a nadie

La jugada final de India, además de acaparar la atención, ha ilustrado el procedimiento de las COP. El sistema que ha adoptado la ONU para celebrar sus conferencias climáticas implica que no se obliga a nadie a nada porque, al final, no habrá manera de pedir cuentas a quien no cumpla. No se votan decisiones y el objetivo es que los acuerdos se hagan por consenso. Con esos mimbres, “la clave está en los verbos que se acaban utilizando para expresar los puntos del acuerdo”, explica la analista legal de Ecologistas en Acción durante la cumbre de Glasgow, Irene Rubiera.

La jurista cuenta que “cuando se aplica un verbo como 'deberá', eso genera cierta obligación legal, pero, en derecho internacional público, no hay una fuerza coercitiva que fuerce a los Estados. En el Acuerdo de París sí aparece varias veces esa fórmula. En Glasgow no se utiliza nunca esa versión, por lo que los puntos terminan siendo una especie de principios orientadores, inspiradores, que pueden aplicarse a la legislación nacional de los países”.

Este fue uno de los problemas que dinamitó el Protocolo de Kioto de 1997. Era vinculante y decía que los países industrializados debían hacer diferentes cosas para que las emisiones de gases de efecto invernadero cayeran. Había incluso una lista de Estados con el porcentaje de emisiones que podían lanzar. Kioto no entró en vigor hasta 2005 porque no lo ratificaban suficientes países. EEUU, a pesar de firmarlo, no lo ratificó. Canadá se salió y China estaba incluida entre los países no industrializados.

En este contexto, el Acuerdo de París cambio el sistema. Los países son los que, motu proprio, explican qué están dispuestos a hacer para conseguir el objetivo común de limitar el recalentamiento global de la Tierra “muy por debajo de los 2ºC” y hacer todo lo posible para que sea 1,5ºC. El esquema deja a la vista sus debilidades: todos los planes recientemente entregados suponen, en su conjunto, un aumento de emisiones en 2030. Imposible así cumplir los límites del Acuerdo de París. Esa es la brecha que pretendían reducir los dirigentes en Glasgow.

Revisen sus planes climáticos... por favor

Con esa evidencia científica en las manos y la gramática ONU, el Pacto de Glasgow “solicita” a los países que revisiten y refuercen los objetivos de sus planes de acción que abarcan hasta el final de la década. También que los tengan terminados “a finales de 2022” para ver si esta vez sí consiguen que la Tierra no sobrepase esos umbrales de temperatura extra. “Es la primera vez que se introduce en el sistema de la ONU la necesidad de recortar las emisiones un 45% para 2030”, decían fuentes de las negociaciones en Glasgow antes de acabar la cumbre.

Lo que ocurre es que también la ONU ha certificado que los países productores de petróleo, gas y carbón tienen planes de aquí a 2030 que, en conjunto, provocan un incremento en la fabricación de estos combustibles. Si se extraen, refinan y ponen en circulación es con la idea de utilizarse, de quemarse, y, en consecuencia, provocar emisiones de CO2. De ahí gran parte de la fricción en torno a los subsidios y el fin del carbón que ha rodeado esta cumbre.

“Incluso si los líderes se ciñeran a las promesas que han hecho aquí en Glasgow, no se evitaría la destrucción de comunidades como la mía”, comentaba al acabar la COP26 Vanessa Nakate, una activista de Fridays for Future que llegaba desde Uganda.

¿Dónde está el dinero?

Esas comunidades a las que se refería Nakate son las que viven en las zonas más vulnerables a la crisis climática. “1,5ºC global significa 3ºC para África”, recordaba el delegado keniata durante una de las sesiones plenarias. No todo el planeta se recalienta por igual. De Glasgow no ha salido la financiación completa que falta para cumplir el compromiso de 100.000 millones de dólares anuales que los países ricos dijeron que pondrían a partir de 2020 a disposición de los empobrecidos para hacer su transición energética.

El pacto dice que los Estados desarrollados van a doblar los fondos que aportarán para que las zonas del planeta que reciben los peores impactos de un problema que apenas han generado puedan adaptarse: que los huracanes no devasten totalmente el territorio, que la población no deba huir por las sequías que impiden las cosechas o amortiguar las inundaciones.

El enviado especial de EEUU, John Kerry, subrayó que se ha puesto encima de la mesa cómo asistir a estos países una vez que, incluso tras intentar adaptarse, se ven perjudicados por el cambio climático. Los países empobrecidos querían un sistema de ayudas, pero había “mucho retraso acumulado” en esta agenda, han reconocido fuentes diplomáticas. Muchos Estados en esas circunstancias tomaron la palabra en Glasgow para decir que necesitaban más ayuda, pero que daban el visto bueno en aras de sacar el consenso adelante. Luego llegó el episodio de India.

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<![CDATA[Fósiles]]> Fósiles

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<![CDATA[El acuerdo de Glasgow rebaja al mínimo la llamada a frenar el petróleo y el carbón]]> El acuerdo de Glasgow rebaja al mínimo la llamada a frenar el petróleo y el carbón

Los países han acordado rehacer sus planes para poder escapar de un calentamiento desastroso

Las trampas de los países al contar sus emisiones de CO2 meten presión a las negociaciones de la cumbre de Glasgow

En un acelerón final, la cumbre del clima de Glasgow ha cerrado por fin un acuerdo que pide a los países que revisen y refuercen sus planes y objetivos de reducción de emisiones para 2030 para cumplir el Acuerdo de París contra el cambio climático que todos firmaron y los vuelvan a someter a evaluación el año que viene. Los planes que han ido presentándose hasta ahora no sirven para contener el recalentamiento de la Tierra en 1,5ºC.

Sin embargo, el acuerdo sale de la ciudad escocesa con la solicitud para acabar con las ayudas al petróleo, el gas y el carbón suavizada al máximo al incorporar India una enmienda cuando ya estaba en marcha el pleno final. De viva voz, India ha propuesto que se pasara del término “abandonar” a “reducir” los subsidios. Se han levantado varias manos para afear este movimiento de última hora que no ha pasado por revisión alguna, pero nadie se ha atrevido a bloquear la cumbre.

El Pacto Climático de Glasgow, como han llamado a la decisión final, ha mantenido el texto que dice que si se quiere conseguir este límite de temperatura extra, es necesario recortar las emisiones gases de efecto invernadero un 45% respecto a 2010 al llegar a 2030. Los objetivos nacionales para el fin de esta década es lo que se ha pedido que se revise, siempre en la fórmula voluntaria de Naciones Unidas que no impone la medida. Las delegaciones han llamado a esto mantener el 1,º5ºC al alcance.

El análisis de síntesis que ha realizado este año la ONU sobre todos los compromisos nacionales anunciados ha indicado que las emisiones crecerán un 13% para 2030, totalmente al contrario de lo que se expresa en este acuerdo. Con el ritmo actual de emisiones, la cantidad carbono que puede lanzarse a la atmósfera compatible con detener el calentamiento en los márgenes de seguridad se agotaría en 11 años. “Notamos con profunda preocupación”, incluye el texto, los resultados de esta evaluación y “enfatizamos la urgente necesidad” de que los países “incrementen sus esfuerzos”. De Glasgow sale una petición a la ONU para que haga un examen de los planes nacionales todos los años –no solo cuando se presenten–.

El borrador de acuerdo ya había rebajado la ambición sobre el fin de los subsidios a los combustibles fósiles al admitir que lo que se debía ir terminando eran las ayudas públicas “ineficientes” al petróleo, el gas y el carbón. El mandato había sido aguado al introducir estos matices para intentar contentar a los países productores como Arabia Saudí y el Grupo Árabe de naciones. “Se ha usado el lenguaje introducido por el G20 que era difícilmente rechazable y, a la larga, no hay mucha diferencia”, dicen desde dentro de la negociación. “Manda un mensaje nítido de que por ahí no va el futuro”.

Pleno turbulento por el carbón

Con todo, India ha presionado hasta el final e introducido el cambio de viva voz para que la cláusula se transformara desde el “abandonar” al “reducir progresivamente” esas ayudas. Le han contestado Suiza expresando enfado y la Unión Europea ha dicho que era un mensaje erróneo y ha expresado “decepción”, aunque sin que eso supusiera una bloqueo.

México y las Islas Marshall han tomado la palabra para mostrar también el enfado por que se haya permitido usar la reunión de aprobación para rebajar la fuerza de la petición en el último minuto y sin pasar por consultas.

“Estos cambios no son nuestra opción preferida. Creemos que debemos abandonar, no reducir, el carbón”, ha dicho la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera. A pesar de esto, Ribera piensa que el acuerdo de Glasgow “es un paso adelante y confiamos que esta senda pueda reforzarse con rapidez con el resto de compromisos para reducir las emisiones un 45%”.


Cuánto representan las emisiones de cada país sobre el total

Evolución del porcentaje de emisiones de dióxido de carbono de cada país desde 1960 hasta la actualidad

Fuente: GCP (Global Carbon Project)


Es cierto que es la primera vez –desde una mención indirecta en Kioto– que se apunta directamente a la causa que ha provocado la crisis climática: la quema masiva de combustibles fósiles por parte de los humanos. La idea de ir acabando con los subsidios ha hecho que India protestara este mismo sábado: ha asegurado que necesitan esas ayudas para dar “apoyo y seguridad” a su población. Luego ha intervenido cuando los países habían sido llamados para dar el visto bueno definitivo para cambiar la clausula.

“Este acuerdo estanca la lucha contra la crisis climática”, opina el responsable de cambio climático en Ecologistas en Acción, Javier Andaluz. “No da respuestas a las consecuencias del calentamiento global que ya están sufriendo millones de personas”. La directora ejecutiva de Greenpeace, Jennifer Morgan, también ha salido decepcionada: “Glasgow debía cumplir con el objetivo de cerrar la brecha a 1,5 ºC y eso no ha sucedido, pero en 2022 las naciones tendrán que volver con objetivos más fuertes”. Las organizaciones ambientalistas han salido contrariadas con el final abrupto de la COP26. David Howell, de SEO-Birdlife, cree que “el resultado es insuficiente porque hemos dado pequeños pasos y hace falta pasos de gigante”.

La cumbre se había atorado. El presidente de la COP26, Alok Sharma, ha tenido que convocar una ronda de toma de posiciones para tratar de desatascar un acuerdo después de pasar buen parte de la madrugada negociando. Su propuesta ha obligado a llamar a consultas. En el salón del pleno se ha podido ver al enviado especial de EEUU, John Kerry, en actividad constante ya metidos los delegados en la sala. Kerry ha mantenido conversaciones cara a cara con el enviado de China, Xie Zhenhua (que fue negociador jefe del país en Copenhague y París). Luego pasaba a hablar con el jefe de la delegación de la Unión Europea, Frans Timmermans. Después se acercaba un rato a Alok Sharma para regresar con el chino Zhenhua.

No aparecieron los millones del fondo climático

Este paquete no ha conseguido que se materialicen los millones de dólares comprometidos hace diez años para ayudar a los estados empobrecidos a mitigar el cambio climático. “Notamos con gran pesar”, escribe, que no se ha conseguido ese objetivo que debía juntar 100.000 millones de dólares anuales a partir de 2020. Más adelante que sean capaces de movilizar ese dinero. “Urgimos a los países desarrollados a que consigan completar ese objetivo para 2025”.

En este sentido, Andaluz subraya que “la falta de compromisos claros de los países del Norte global sobre la financiación, la transferencia de tecnologías y capacidades entre países deja en grave riesgo a millones de personas”.

Esta decisión pide a las partes ricas que doblen su provisión conjunta para el apoyo a la adaptación de los más vulnerables al nuevo contexto que les ha impuesto la crisis climática. Sitúa el punto de partida en lo que se aportó en 2019 y se pone el límite para conseguirlo en 2025.

Los estados empobrecidos querían un plan para que existiera un mecanismo financiero que les ayudara a compensar las pérdidas y daños que el cambio climático ya les produce (y que ellos apenas han provocado). “Había mucho retraso acumulado en esta tarea”, han comentado las delegaciones. Las pérdidas y daños son los impactos que los países no pueden evitar aunque hagan esfuerzos para adaptar sus territorios a las nuevas circunstancias climática. Se le da una patada hacia adelante y será un punto estrella en la cumbre de 2022 en Egipto.

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<![CDATA[Glasgow]]> Glasgow

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<![CDATA[La COP26 y la "infantilización" de la crisis climática]]> La COP26 y la "infantilización" de la crisis climática

Cuando hablamos de "infantilizar" en un sentido peyorativo realmente nos estamos olvidando de lo que son en verdad los niños, auténticos sujetos de derechos y agentes de cambio. Hemos ignorado que pueden cuestionarlo todo, incluso su seguridad medioambiental

Se realizó hasta el 12 de noviembre la Conferencia de Naciones Unidas sobre el cambio climático –COP26- que en esta ocasión se llevó a cabo en Glasgow (Escocia). Es la reunión más importante de líderes del mundo hablando sobre el futuro climático del planeta, ya lo habrán visto en las noticias, en las redes sociales. En fin, no vengo a hablarles de los señores allá reunidos, sino más bien de lo que pasa y viene pasando desde hace algunos años fuera de esas grandes cumbres y de los despachos de esos líderes mundiales. 

Dentro de los niños y niñas que están abanderando la causa ambientalista en el mundo y que se encuentran movilizándose por cambios reales en la COP26, está Francisco Javier Vera Manzanares, de 12 años, fundador de un movimiento integrado por niños, niñas y jóvenes llamado “Guardianes Por la Vida” mediante el cual realizan actividades de concienciación y divulgación sobre la causa ambientalista en Colombia. Creció en un entorno rural rodeado de animales y el verde del campo y eso le llevó primero a ser animalista y luego a ser ambientalista, a entender como él lo dice que “la naturaleza no nos pertenece a nosotros, nosotros le pertenecemos a ella.” 

La elocuencia, fluidez y coherencia de su discurso es impresionante y su perspectiva del problema de la crisis medioambiental y climática en el mundo tiene unas dimensiones que no tiene nada que envidiar a cualquier experto en el tema. En 2019 cuando tenía 10 años, Francisco realizó una intervención en el Congreso de la República de Colombia pidiéndole a los congresistas que legislaran para la vida y que esto se traducía en políticas públicas contra el fracking, el testeo animal, los plásticos de un solo uso y el maltrato animal.

Eso catapultó su visibilidad y le ha llevado incluso a recibir amenazas de muerte en febrero pasado por pedir al gobierno nacional que garantizara la conectividad en todos los territorios del país a las niñas y niños para poder volver a clases. Según la ONG Global Witness Colombia es el país del mundo en el que más se asesinan activistas medioambientales y defensores de derechos humanos; así que la tarea que realiza Francisco no es nada fácil y mucho menos, segura. 

Fue designado por su trabajo como Embajador de buena voluntad por la Unión Europea y eso ha permitido que esté ahora en la COP26, allí se ha encontrado con Greta Thunberg quien le ha dicho que lo admira, que es una inspiración para ella, que nunca se detenga y que cuenta con todo su apoyo, lo cual ha sido un momento muy especial para él quien en diversas ocasiones había manifestado su admiración por ella.  

Esos niños y niñas que hoy hacen frente al problema de la crisis medioambiental y climática en el mundo han reforzado mi cuestionamiento sobre el adultocentrismo, sobre esa superioridad a todos los niveles que las personas adultas experimentamos frente a la infancia. Cuando no les creemos capaces y asumimos que son dependientes siempre, que no pueden ni siquiera tener un juicio crítico por sí solos. Cuando hablamos de “infantilizar” en un sentido peyorativo realmente estamos proyectando eso a lo que nosotros hemos reducido a la infancia, no lo que en verdad son, auténticos sujetos de derechos y agentes de cambio. Hemos ignorado que pueden cuestionarlo todo, incluso su seguridad medioambiental. 

Francisco se encarga de recordar esto cuando cuestiona la actitud que la sociedad mantiene hacia los niños impidiéndoles opinar y ser agentes directos de sus derechos, así por ejemplo en una entrevista que le concedió a la cadena alemana DW en su versión en español: “algo que no me gustaría volver a escuchar es que no opine, que le digan a los niños que no opinen (..) realmente es que es un derecho y yo creo que la garantía de los derechos humanos es algo sumamente importante y por lo cual me movilizo (…)el concepto del niño no solo se reduce a juego o a estudio, creo que un niño es un sujeto que hace lo que le apasiona, lo que le hace feliz”

Francisco y Greta son apenas dos de las miles de niñas, niños y jóvenes que hacen activismo en el mundo por la defensa del medio ambiente (y otras muchas causas sociales), que desde su ciudadanía activa recuerdan a los Estados sus responsabilidades, que no callan y que no se detienen. Recordemos esto cuando volvamos a hablar de “infantilizar”, cuando en nuestra vida cotidiana interactuemos con niñas y niños, con esa infancia que lucha, que cuestiona, que se moviliza y que hoy nos está confrontando con el planeta que estamos dejando. Qué manera más valiente, libre y trasgresora de infantilizar una causa.

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<![CDATA[La presión de los productores para mantener las ayudas al petróleo obliga a prorrogar la cumbre de Glasgow]]> La presión de los productores para mantener las ayudas al petróleo obliga a prorrogar la cumbre de Glasgow

El cambio en el borrador del acuerdo para suavizar la petición de acabar con los subsidios que sustentan el petróleo, el carbón y el gas desata una lluvia de críticas: "Esos subsidios tienen que acabarse", dice el enviado de EEUU, John Kerry

Los países líderes en combustibles fósiles cuelan una trampa en Glasgow para seguir ayudando al petróleo, gas y carbón

La Cumbre del Clima de Glasgow se va a la prórroga encallada en las subvenciones a los combustibles fósiles, la financiación para los países empobrecidos y los mercados de carbono. El texto propuesto por el presidente de la COP26, Alok Sharma, ha sido vapuleado por las delegaciones por lo que, a las pocas horas de haber nacido, ya estaba claro que no servía: se había aguado la desescalada de los subsidios al petróleo, el carbón y el gas y se “lamentaba profundamente” que no se hayan completado los fondos prometidos hace diez años para los estados vulnerables, pero sin que el dinero se ponga en la mesa.

“Esos subsidios tienen que acabarse, ¿cómo se le puede hacer un lavado de cara a esto?”, ha dicho el enviado especial de EEUU, John Kerry. “Nosotros somos de los mayores productores de combustibles fósiles y de sus subsidios, pero tenemos que eliminarlos y lo vamos a hacer”.

Este ha sido uno de los nudos que han enredado la COP26. ¿Cómo no pedir en un foro que trata de atajar el cambio climático que miles de millones de euros públicos dejen de sostener el uso de la principal fuente de CO2? Arabia Saudí ha dado la respuesta: “Nadie está en desacuerdo con que hay que conseguir el límite de un incremento máximo de temperaturas de 1,5ºC, pero debemos encontrar un terreno común en el cómo. No puede aparecer nada que rompa el equilibrio”, ha espetado su delegado frente a los demás.

El Grupo Árabe

Detrás de los saudíes se ha parapetado todo el Grupo Árabe que incluye 22 estados como Egipto, Emiratos Árabes, Irak, Kuwait, Libia o Jordania. Rusia no ha concretado nada en un circunloquio público y Australia ha callado.

El intento de Sharma de crear un consenso sobre este asunto al matizar la primera versión del borrador del acuerdo que enviaba un mandato simple para ir acabando con los subsidios no ha convencido a los que han empujado en esa dirección. No solo EEUU, sino que la Unión Europea se ha negado a admitir esta redacción para incorporar a los 'países fósiles' a la declaración definitiva. “Los expertos han dicho que no hay subsidios eficientes en este campo, así que no tiene sentido incorporarlos”, ha analizado la vicepresidenta tercera Teresa Ribera.

Imagen del enviado especial del presidente Biden para el clima durante una de las sesiones de la COP26 en Glasgow, el pasado día 8 de noviembre. EFE/EPA/ROBERT PERRY

Las intervenciones oficiales de disgusto sobre este aspecto han ido sucediéndose –y eso que se trata de una petición, no una obligación–. “Los combustibles fósiles son un dolor y nuestra destrucción”, ha ilustrado el representante de las Islas Marshall. Los Pequeños Estados Insulares, 38 países especialmente vulnerables al cambio climático como Granada, Puerto Rico, Samoa, Micronesia o Seychelles, clamaban: “Solo pedimos que no se paguen”. La sucesión de críticas se ha alargado más de dos horas.

No es extraño que las conferencias climáticas de la ONU se alarguen, pero sí que, tras repetir la Presidencia en cada aparición que planeaba acabar el viernes por la tarde, una sesión plenaria esté jalonada de tantas intervenciones de disgusto como la de este viernes.

“Lloramos y sangramos”

“Para Kenya, para África, el calentamiento de 1,5ºC de todo el planeta significa 3 ºC” –no todo el globo se recalienta homogéneamente–, ha subrayado el delegado keniata. “Por eso lloramos y sangramos con las sequías y las lluvias torrenciales”.

El país africano ponía palabras al malestar que se ha ido gestando en los países empobrecidos por ver ignorada su necesidad de financiación: “Una excusa tras otra para no completar el fondo de 100.000 millones de dólares que se acordó hace más de diez años para 2020. Pero ahora... nos dicen que igual será en 2023. Nuestra confianza se hace pedazos”.

Así que en este otro punto de la agenda también se ha creado resistencia. El cierto que el discurso en torno a la COP suele focalizarse en la reducción de emisiones, el calentamiento acelerado del planeta por parte de las delegaciones de los países desarrollados, pero, para los estados vulnerables –que padecen más el cambio climático habiendo lanzado poco CO2– los recursos para acceder a tecnología de energía verde, adaptar su territorio a los efectos de la crisis y compensar los daños y pérdidas que ya están teniendo son casi una línea roja.

La coda final está en el mercado de emisiones. Se está convirtiendo en un escollo recurrente desde que se introdujera este mecanismo en el artículo 6 del Acuerdo de París. La Unión Europea está preocupada por que sirva para hacer más trampas que beneficiar mientras la voz cantante que quiere tener manos muy libres con este asunto es Brasil para aprovechar su bosque y el carbono que los árboles tienen capturado desde hace años –un carbono que, antes o después volverá a la atmósfera pues los árboles mueren–. 

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<![CDATA[Los países líderes en combustibles fósiles cuelan una trampa en Glasgow para seguir ayudando al petróleo, gas y carbón]]> Los países líderes en combustibles fósiles cuelan una trampa en Glasgow para seguir ayudando al petróleo, gas y carbón

Arabia Saudí, Rusia o Australia sacan las uñas y aguan en el último borrador la petición directa de acabar con el apoyo público a energías contaminantes: "Casi nadie entiende ya que se invierta dinero en financiar este gran problema que tenemos", ha afirmado la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera

El texto clave de la COP26 pide por primera vez que se terminen las ayudas públicas al petróleo, el gas y el carbón

Dejar de alimentar la costra de gases invernadero a base de quemar combustibles fósiles es, según los científicos, la única manera de aplacar la crisis climática. Pero la inclusión de una línea en el borrador de acuerdo de la COP26 de Glasgow para abandonar las ayudas de dinero público al carbón, el petróleo o el gas ha provocado una reacción inmediata... para que se borre.

Arabia Saudí, pero no son los únicos, ha aglutinado esta postura para “descartar” cualquier mención a los combustibles fósiles en la decisión final. No es la única. A Rusia no le gusta que se utilice ese lenguaje, según van desgranando sus delegaciones. Sus peticiones han conseguido, de momento, tamizar esa petición directa: las negociaciones han admitido incorporar al texto que se diga que ese abandono de subvenciones se haga sobre las “ayudas ineficientes”, dando por entendido que las hay eficientes. Además, le han añadido que se buscará acelerar el desarrollo de “tecnologías” que permitan, dicen, “transitar a sistemas energéticos de bajas emisiones [de CO2].

En el otro lado del cuadrilátero, también se “está haciendo una presión grandísima para que no caiga esa mención”, según cuenta la vicepresidenta tercera del Gobierno, Teresa Ribera. La petición incluida por el presidente de la cumbre, Alok Sharma, fue de lo mejor recibido por los grupos ambientalistas desplazados a Glasgow. Incluso los más críticos con su borrador vieron con buenos ojos esta mención específica de acabar con el apoyo público al fósil.

En 2021 se ha certificado un rebote de las emisiones de CO2 provocadas por la obtención de energía. Se calcula que el total esté en 33 gigatoneladas, solo un poco por debajo de las 33,4 de 2019, justo antes del parón por la pandemia de COVID-19, según cálculos de la Organización Mundial de la Energía. Para contextualizar: en 2019, la parte de energía lanzó 33 de las 36 gigatoneladas de CO2 del mundo y en 2020 fueron 31 de las 34 gigatoneladas globales.

El análisis de esta organización de 2021 cuenta que el carbón va a generar este año 640 millones de toneladas más de CO2 que en 2020 para llegar a las 14,8 gigatoneladas. Con el gas se prevé llegar a un pico histórico de 7,15 gigatoneladas de gases de efecto invernadero. El petróleo (origen de la gasolina y el gasoil para el transporte por carretera o los combustibles aéreos y marítimos), aunque también va a recrecer en emisiones no alcanzará aún el nivel pre-pandemia.

Con esas cifras, Teresa Ribera ha explicado en un receso de las negociaciones de la cumbre que “casi nadie entiende ya que se invierta dinero en financiar este gran problema que tenemos”. El problema es el cambio climático causado por la el calentamiento acelerado del planeta que viene provocado por la costra de gases lanzados a la atmósfera al quemar carbón, gas o petróleo.

Casi todos los países ponen dinero público que sostiene de una manera u otra a los combustibles fósiles. 370.000 millones de dólares en 2020, según la OCDE. Una buena parte se va a subvencionar el uso de combustibles ya sea con ayudas directas o con exenciones fiscales que abaratan el precio. Lo que pide el texto de borrador es ir abandonando estas subvenciones, no cortarlas de golpe.

Protagonistas del mercado mundial

¿Casi nadie? Arabia Saudí es el principal exportador de petróleo del mundo. En 2020 vendió crudo por valor de 113.000 millones de dólares. En segundo lugar se colocó Rusia con 72.000 millones. EEUU es el cuarto exportador. Respecto al gas, Rusia es el país que más exporta, perseguido por los EEUU. Arabia Saudí es el quinto exportador. Estos productos son los que luego reciben esas ayudas estatales.

Y para completar el juego, está Australia, que es el primer exportador de carbón mundial. Vendió mineral por valor de 32.000 millones de euros en 2020, el 39% del negocio global. Rusia también vende mucho carbón: 12.400 millones dólares. “No pueden ignorarse los intereses que tiene Australia aquí”, analiza Richie Merzian, que fue negociador en las cumbres durante diez años... para Australia. Merzian apunta a que “se trata de un país desarrollado y, en lugar de apoyar a Reino Unido o EEUU para empujar hacia más ambición va arrastrando los pies”.

Llamar al fin de la subvenciones fósiles fue una novedad en las cumbres climáticas. Que se mantenga o desaparezca ese objetivo hará, al menos en parte, de indicador sobre cómo han ido las cosas en la ciudad escocesa.  “Ahora dicen que el problema que tenemos no es la fuente energética, es decir los combustibles fósiles, sino la tecnologías que pueden ser ineficientes”, analiza Javier Andaluz de Ecologistas en Acción. “Eso obvia absolutamente la realidad que nos han descrito los científicos: hace falta dejar el 80% de esos combustibles sin sacar del suelo. Mientras no se asuman estas indicaciones será muy difícil afrontar la crisis climática”, remata.

“Se ha debilitado sin duda”, añade el observador de Los Verdes, Florent Marcellesi. “No existen los combustibles fósiles eficientes, solo existen buenos combustibles fósiles si se mantienen debajo de la tierra y no los explotamos”. Marcellesi admite que “al menos sí se mantiene la idea de que esta década es crucial y que hay que revisar los planes de reducción de emisiones para 2030. Los países están intentando rascar para su lado”.

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<![CDATA[Años de decepciones alejan a los jóvenes de la política climática, no del activismo]]> Años de decepciones alejan a los jóvenes de la política climática, no del activismo

Los militantes no se han desapegado del movimiento contra la crisis climática, sino de los espacios oficiales que no han respondido a su 'ecoansiedad': "No se comprende lo terrorífico que es tener 20 años" y "saber que, con 54, el mundo será 3ºC más caliente"

Los países empobrecidos se hartan de las falsas promesas en la cumbre de Glasgow

“Es importante que nuestra voz sea escuchada porque el futuro es nuestro”. Así resumía este jueves Diana Pineda, una joven activista climática mexicana, su sentir en la Cumbre del Clima de Glasgow. Pineda ha participado en un foro de juventud latinoamericana y del Caribe que intenta demostrar que no han caído en la inacción y pueden pasar de la protesta a la propuesta para atajar la crisis climática.

La actitud de Pineda y sus compañeros trata de romper una sensación creciente de que la desafección o la desesperanza se ha instalado en la lucha contra el cambio climático. Sobre todo en las generaciones más jóvenes, que salieron en multitud a mostrar su desencanto a rebufo de la huelga iniciada por Greta Thunberg en 2018. La COP25, la celebrada en Madrid, fue la Cumbre del Clima de los jóvenes en un año marcado por manifestaciones multitudinarias y una movilización sin precedentes hasta la llegada de la pandemia.

Hoy, el movimiento juvenil por el clima sigue sacando músculo, pero el escepticismo y la desafección han calado en su discurso ante el cinismo climático en el que puede caer la COP que se celebra en Glasgow si las promesas no se concretan en políticas ambiciosas. “No es que haya desafección con el movimiento climático, sino que hay una pérdida de fe en los espacios institucionales al ir encadenando decepciones”, explica Irene Rubiera, que inició su activismo en Fridays for Future: “Era lo lógico en 2019 tras todo el movimiento iniciado con Greta”. Ahora, con 22 años, actúa como observadora legal para Ecologistas en Acción. “Hay que facilitar la rotación en una organización como Fridays”, cuenta. Al mismo tiempo, describe que “tenemos mucha ecoansiedad y es comprensible que se pierda esa fe, porque llevamos 26 COP sin muchas soluciones”.

Este año, un grupo internacional de psicólogos ha retratado cómo afecta esta decepción a la salud mental de los jóvenes europeos: de 10.000 encuestados, el 77% afirmaban que “tenían miedo del futuro”, el 68% se encontraban “tristes”, el 63% ansiosos y hasta un 37% sentían “dudas sobre si tener hijos o hijas”.

Irene Vivas Lalinde, delegada de la Federación de Jóvenes Verdes Europeos en Glasgow, cuenta que “en la mayoría hay mucha decepción de no poder realmente influenciar en los procesos, de que no se nos deje entrar en los espacios de negociación, de incluir la palabra joven, pero que sea todo bastante superficial. Muchos activistas se han sentido intimidados o han tenido ansiedad en la zona azul [la oficial]”. Y añade que, por otro lado, “hay enfado porque la COP parece una feria del mueble, con mucho greenwashing (término que alude a las prácticas de marketing verde destinadas a crear una imagen ilusoria de responsabilidad ecológica), y las reivindicaciones caen en saco roto”.

La politóloga y asesora ejecutiva de la organización de ecología y desarrollo ECODES, Cristina Monge, explica que el movimiento joven “está en una fase diferente” porque el inicio “es un momento de estallido y de explosión” que “es difícil de mantener durante tanto tiempo”. La figura de Greta Thunberg, convertida en un auténtico icono, “generó un impacto enorme”, pero “ya no tiene el efecto sorpresa o novedad”. Y a ello se suma la llegada de la pandemia, un elemento clave, a su juicio, para explicar la dinámica actual, porque ha contribuido a la “desmovilización general de los movimientos”.

Irene Rubiera confirma que “el activismo climático ha ido cambiando y la pandemia de COVID-19 ha tenido su influencia”. Una buena parte de ese impulso y de los movimientos que incluso estaba previsto ir realizando se vieron parados de golpe, como la misma cumbre climática de 2020, que se pospuso un año. Eso también ha elevado las expectativas sobre lo que pueda pasar en Glasgow, al tiempo que acarrea el peligro de una mayor decepción. “Yo siempre pienso que va a salir algo positivo, pero luego me voy enfadada”, confiesa la observadora.

“Esta COP es ya un fracaso”, se atrevió a decir Thunberg en la manifestación que convocaron los jóvenes en la ciudad escocesa el pasado viernes, en la que se escucharon críticas a las “palabras vacías” y mensajes sobre “el festival de la hipocresía” en el que, a su juicio, se ha convertido la reunión. “Estamos ante una nueva COP, pero ¿cuántas más tendremos que celebrar para que los líderes se den cuenta de que su inacción está destruyendo el planeta?”, se preguntaba la activista ugandesa Vanessa Nakate.

“En realidad yo creo que no se comprende lo terrorífico que es tener 20 años ahora”, afirma Rubiera. Se refiere a que “cuando ocurren cosas como Filomena pienso: '¡Ostras! Cuando tenga 50 años esto va a ser así todo el rato'. Nosotros ya hemos crecido estudiando el cambio climático en los libros de texto y yo voy a estar aquí al llegar ese escenario. Yo voy a tener que gestionarlo. Es un panorama que, primero, te genera confusión y luego es bastante aterrador”.

Acción contra el lavado de cara verde de los Jóvenes Verdes Europeos en la COP26 de Glasgow.

Para Emilio Santiago Muíño, antropólogo climático del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), esto no significa que el movimiento haya perdido fuelle. “En este contexto en el que la pandemia aún no ha terminado, creo que la lectura es positiva y que no podemos considerar que haya perdido fuerza”, asegura. En lo que sí coincide el investigador es en que puede estar dándose “cierto sentimiento de decepción o desengaño que está llevando a que quizás prime el escepticismo en los discursos públicos”.

“Está más que justificada”

En su opinión, la decepción “está más que justificada” porque frente a las evidencias científicas que alertan de consecuencias cada vez más catastróficas y efectos ya irreversibles, “la inacción climática es escandalosa”. Monge, por su parte, señala que las expectativas son altas “y también es necesario evaluar con perspectiva lo que se ha avanzado”, pero “es lógico que se pida más ambición y velocidad” y hacerlo “forma parte de la propia función de la movilización social y de los jóvenes”, cree la especialista.

Vivas Lalinde cuenta que ha “trabajado mucho el tema de la ansiedad mediante la meditación y self awareness, pero percibo que hay bastante en muchos y muchas activistas... Es complicado, porque cuanto más sabes es peor”. A pesar de todo esto, “creo que nunca dejaré de estar comprometida. Otra cosa es que las herramientas que use pueden cambiar. Es difícil decir 'hasta aquí he llegado' cuando sé que es probable que cuando tenga 54 años el mundo se caliente 3°C... Es difícil escapar de los hechos”.

Muíño nombra, además, otro factor que puede contribuir a la desafección juvenil. “Todas las cumbres presentan un patrón más o menos recurrente que se caracteriza por mucha retórica sobre medidas que no son insignificantes, pero quedan lejos de lo que se necesita según lo que dicta la ciencia. Quizás el movimiento joven había puesto en este tipo de eventos expectativas que no se corresponden luego con lo que se acuerda, y puede que eso sea un jarro de agua fría y se traduzca en un discurso más frustrado”, piensa el investigador.

La delegada de Jóvenes Verdes afirma que “el activismo esta ahí y seguirá creciendo en números e intensidad ante la pasividad de la comunidad internacional. Lo que está claro es que la urgencia que sienten muchos jóvenes no la sienten aquí”. También que “a pesar del enfado y la decepción, sí que veo a gente joven pensando en presentarse a elecciones en sus respectivos países, gente que, aunque saben que mucho del bla bla bla se centra en estos espacios, creen que pueden cambiar las cosas desde ahí”.

Rubiera, Vivas, Thunberg... todas coinciden en la distancia que separa su manera de ver la crisis climática –que incide de manera directa y segura en su porvenir– y la de los que están estos días al mando en Glasgow. Pero también coinciden en que “además somos la parte del mundo privilegiada” en comparación con los países empobrecidos. Como remacha la ecologista: “Nosotras jugamos en modo fácil”.

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<![CDATA[Las "chorradas microconsumistas" no bastan para parar la crisis climática mientras las empresas no cambien]]> Las "chorradas microconsumistas" no bastan para parar la crisis climática mientras las empresas no cambien

A los gobiernos y a las empresas les conviene darnos lecciones sobre nuestro comportamiento individual, pero deberían ofrecer un cambio sistémico si quieren abordar la crisis climática

El texto clave de la COP26 pide por primera vez que se terminen las ayudas públicas al petróleo, el gas y el carbón

Los manifestantes reunidos en Glasgow para la COP26 (Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2021) son un grupo heterogéneo: en la manifestación del sábado vi pasar a todo el mundo, desde miembros de la internacional socialista hasta nacionalistas escoceses, desde trabajadores sanitarios hasta trabajadores en huelga del sector de la recogida de basuras, desde activistas indígenas en primera línea hasta entusiastas del ciclismo en la última.

Aunque los grupos eran muy diferentes entre sí, me llamó la atención lo común de su mensaje: todos son conscientes de que no podemos resolver la crisis climática desde el mismo sistema que la ha causado. Ya sean las industrias extractivas que destruyen las tierras indígenas o ya sean los sistemas de transporte que emiten CO2 y arrinconan a los ciclistas.

En resumen, proclaman que no podemos sobrevivir si mantenemos las dinámicas de siempre. Lamentablemente, los participantes a la conferencia se dedican precisamente a preservarlas. Con demasiada frecuencia se limitan a aportar soluciones superficiales para la crisis climática para engrasar una maquinaria centrada en obtener beneficios, la extracción de recursos y el crecimiento sin fin.

Esto queda ejemplificado por el hecho de que en la COP26 hay 503 delegados de empresas de combustibles fósiles, dos docenas más que la delegación de países con más representación. A pesar de la prohibición oficial de que el sector de combustibles fósiles participe directamente, son pocas las voces influyentes que han hecho saltar la alarma al respecto.

La huella de McDonald's

En el conjunto de la sociedad, también podemos ver esta actitud en el sinfín de anuncios de “lavado de cara verde” que se han lanzado coincidiendo con la conferencia. Un anuncio reciente de la cadena de comida rápida McDonald's presume de que la empresa recicla el aceite de cocina para convertirlo en combustible para camiones, los vasos de café para convertirlas en tarjetas de felicitación y los juguetes de plástico, en parques infantiles. Concluye con el eslogan “un cambio pequeño es un gran cambio”.

El problema es que no menciona el hecho de que sólo la huella de carbono de la carne de vacuno de McDonald's constituye 22 millones de toneladas métricas de emisiones de gases de efecto invernadero al año. Y, al mismo tiempo, publica otro anuncio con una oferta de un Big Mac doble. Nos pide que dupliquemos nuestro consumo de un producto que es desastroso para la supervivencia del planeta. El enfoque publicitario de McDonald's es emblemático de la forma en que las empresas tratan de seguir con los negocios como de costumbre, distrayéndonos del verdadero origen de los problemas. Sus anuncios representan sólo una de las muchas estrategias con las que lo consiguen.

Chorradas microconsumistas

Uno de los métodos más comunes es hacer que la crisis climática pase de ser una cuestión sistémica a una cuestión individual. Algunos defienden el sistema consumista e insisten en que es el público el que debe cambiar sus pautas de consumo, cuando en realidad las empresas nos empujan a consumir cada vez más.

George Monbiot ha rastreado la dilatada historia de esta estrategia, que comenzó en 1953 con la campaña Keep America Beautiful (Mantén la belleza de Estados Unidos), financiada por los fabricantes de envases que pretendían culpar a los “bichos en la basura” -en lugar de al cambio a los envases de plástico- del daño medioambiental.

Muestra el éxito de tales estrategias, que llevan al público a pensar que su comportamiento, como tirar la basura, es la causa principal de, por ejemplo, la contaminación de los ríos, cuando en realidad el impacto de cada uno de los individuos carece de importancia en comparación con el flujo constante de productos químicos procedentes de la agricultura y los vertidos de aguas residuales.

A este enfoque de centrarse en acciones individuales mínimas pero personales Monbiot lo llama “chorradas microconsumistas”. De hecho, las chorradas microconsumistas son un ejemplo de algo más amplio: la reducción politizada del comportamiento a la psicología individual. Los actores poderosos, como los gobiernos y las empresas, suelen culpar a los individuos de sus malas decisiones y desvían la atención sobre las presiones sociales más amplias que influyen en su comportamiento.

Esto es algo sobre lo que he escrito en relación con la crisis de la pandemia de COVID-19: el Gobierno británico culpando a los individuos por saltarse el confinamiento o por no autoaislarse cuando daban positivo, cuando el verdadero problema era la falta de ayudas del gobierno para que los ciudadanos pudieran permitirse hacerlo. O el Gobierno castigando a la gente por estar en contacto los unos con los otros, cuando el verdadero problema era la exigencia de que volvieran a trabajar de forma presencial.

Al sugerir que nuestra propia psicología frágil es el problema, el Gobierno británico trata de desviar la atención del hecho de que su negativa a actuar es el verdadero problema, la fuente última de nuestros fracasos. Lo mismo ocurre con la crisis climática.

Cambios sistémicos

En ambas crisis es clave comprender que el problema no es un comportamiento individual sin remedio. Debemos darnos cuenta de que los principales problemas se derivan de factores que afectan a toda la sociedad y que las soluciones pasan principalmente por cambios sistémicos de la sociedad.

Como en el caso de la pandemia, no podemos esperar que los ciudadanos mejoren la ventilación de sus habitaciones si se encuentran en un edificio en el que las ventanas no se abren; tampoco podemos acabar con nuestra dependencia a los automóviles que más consumen si no existen alternativas más sostenibles y accesibles al público.

Esto no significa que los comportamientos individuales sean totalmente irrelevantes para abordar la crisis climática, pero debemos pasar de un enfoque obsesivo en la psicología del consumidor a una psicología de la acción colectiva. Debemos preguntarnos qué lleva a la gente a unirse para exigir el cambio sistémico que necesitamos, y cuáles son las barreras para lograrlo.

Además, ¿cuáles son las formas de apelación y de organización que harán que los ciudadanos formen parte de la solución en lugar de frenarla o alienarla? ¿Cómo podemos organizar y facilitar la participación en acciones masivas de manera que sean espacios plenamente democráticos e inclusivos en los que todo el mundo se sienta como en casa?

Una vez adoptado este enfoque, podemos volver a la cuestión del consumo individual y preguntarnos si hay formas de hacer que nuestras elecciones personales sean una forma de generar -en lugar de alejarnos- el cambio sistémico. Tal vez podamos aprender del movimiento antiapartheid, que convirtió el boicot de los consumidores a los productos sudafricanos en un acto político manifiesto, y reunió a la gente para presionar a las instituciones para que desinvirtieran. De este modo, un movimiento de base de personas obtuvo el poder de obligar a gigantes corporativos como el Barclays Bank a cambiar sus políticas en Sudáfrica.

La conclusión es que los que están dentro de COP26 nos han defraudado con su enfoque en los negocios como siempre. Nuestros gobernantes no han actuado como líderes. Tenemos que utilizar todos los medios que tenemos para obligarles a cambiar. Para ello, no debemos ignorar las microrrealidades de nuestra vida cotidiana y nuestras elecciones diarias, sino utilizarlas como formas de construcción de movimientos.

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<![CDATA[Los países empobrecidos se hartan de las falsas promesas en la cumbre de Glasgow]]> Los países empobrecidos se hartan de las falsas promesas en la cumbre de Glasgow

Los Estados más vulnerables ven cómo los compromisos de apoyo económico a las partes que sufrirán más daños y pérdidas se diluyen, y recuerdan que ese dinero es "un requisito previo" para un acuerdo

El texto clave de la COP26 pide por primera vez que se terminen las ayudas públicas al petróleo, el gas y el carbón

Parece que los países empobrecidos están hartos de soportar las consecuencias de una crisis climática a la que poco han contribuido históricamente. Una buena parte de estos Estados están decididos a ponerles las cosas difíciles a los países ricos en la cumbre climática de Glasgow y más tras ver que el texto preliminar aleja sus peticiones de apoyo económico para, al menos, compensar los daños ya inevitables del cambio climático.

El presidente de la COP, Alok Sharma, repite insistentemente en Glasgow que pretende salir de la conferencia “con el objetivo del 1,5ºC al alcance”, con ello se refiere a que el incremento de la temperatura global no sea mayor que esa cifra respecto a niveles preindustriales. Aunque ese límite de calor extra es “imperativo”, para los países empobrecidos “ese nivel de calentamiento global ya produce unas grandes pérdidas y daños”, explica Eddy Pérez, de Climate Action Network. Pérez remacha que “no se puede pedir a estos países vulnerables que hagan más esfuerzos para mantener el 1,5ºC sin garantizar el apoyo”. El apoyo es dinero.

Las cuentas pueden ponerse como se desee, pero, al final, el 1% más rico del planeta lanza a la atmósfera más gases de efecto invernadero que el 50% más pobre. En 2020, en África, las emisiones de CO2 por habitante fueron de 0,99 toneladas y en Suramérica 2,22 toneladas. Ambas regiones suman 1.700 millones de personas. Incluso Asia, donde están dos de los países más contaminadores, China e India, que aglutinan 2.700 millones de habitantes, emitió 4,3 toneladas por persona (el continente llega a los 4.500 millones de vidas).



Norteamérica casi triplica esa cantidad: 11,2 toneladas por humano. Europa está en 6,6 toneladas. Además, históricamente, el CO2 lanzado por Reino Unido, EEUU y los países de la Unión Europea desde 1850 ilustra la acumulación de responsabilidad en el deterioro del clima por causa humana.

“Los países en desarrollo no quieren seguir pagando por el daño de la crisis climática”, afirma Yanide Dagnet del World Resources Institute. Estos países han puesto cifras a sus necesidades: 1,3 billones de dólares al año a partir de 2025. “Una financiación fiable y adecuada es condición previa para que los países vulnerables aumenten sus objetivos” de lucha contra el cambio climático, explicó el negociador de Guinea, Ahmadou Sebory, al hablar en nombre de la alianza de 77 estados en desarrollo más China.

¿Se atreverán a bloquear un acuerdo? “Normalmente a estos países no se les escucha fuera de estos salones, pero aquí sí y es una cuestión de vida o muerte para ellos”, explica la analista Jennifer Tollman. Porque, en la forma de funcionar de la ONU, cualquier país puede bloquear una declaración que se aprueba por consenso.

Simon Kofe, ministro de Tuvalo, en su discurso para la COP26.

En la jornada de líderes políticos del pasado 1 de noviembre, el ministro de Asuntos Exteriores de Tuvalu, Simon Kofe, quiso representar “las situaciones de vida real debido a los impactos del cambio climático” al emitir su mensaje en un atril con el agua del mar hasta las rodillas. Este país insular del Pacífico tiene una cota máxima de 4,6 metros.

Quitando los efectos a más largo plazo por la sequía, falta de alimento o polución del aire, los países más afectados por los episodios de tiempo extremo ligados al cambio climático entre 2000 y 2019 han sido Puerto Rico, Myanmar, Haití, Filipinas, Mozambique, Bahamas, Bangladesh, Pakistán, Tailandia y Nepal, según el índice del la organización German Watch que combina la pérdida de vidas y económicas que soportan los países.

Este julio, el mayor estudio sobre fallecimientos causados por el cambio climático atribuyó cinco millones de muertes al año a temperaturas anormalmente altas o bajas entre 2000 y 2019. El trabajo internacional coordinado por la Universidad de Monash y publicado en The Lancet distribuía así las muertes: el 50% ocurren en Asia y el 24% en África.



“Con uñas y dientes”

Pero este miércoles lo que estos países han visto es que el dinero comprometido en París, 100.000 millones de dólares al año, todavía no está. Y debía haber estado en 2020. “Enfatizamos la necesidad de alcanzar los objetivos de París”, es el texto sobre el que se trabaja. El documento se aleja de consagrar ese fondo específico para compensar los daños y pérdidas. India es la negociadora que ha tomado esa bandera.

Los escenarios que pueden plantearse varían desde que haya países que no participen de la sesión final de la COP, lo que no impide que se llegue a un acuerdo porque haya consenso entre los que sí estén en el pleno, hasta que los asistentes disconformes impidan un martillazo final. También pueden jalonar esa sesión de intervenciones de protesta, no de bloqueo, que deterioren el resultado final de la cumbre. También podrían añadir una declaración anexa final que no fuera incluida en el acuerdo oficial.

“En un planeta en el que millones de personas sufren las consecuencias del cambio climático urge dar una respuesta colectiva a los daños provocados por la continua quema de combustibles fósiles”, resume Javier Andaluz, observador en la COP para Ecologistas en Acción. “Los países del Norte global deben de asumir la responsabilidad colectiva de proveer los recursos que sean necesarios”.

Este miércoles le han preguntado al presidente de la COP qué le diría a una joven de 12 años, llamada C.J. que vive en Micronesia, “la línea del frente del cambio climático”. Alok Sharma ha respondido que “mi mensaje para ella y cualquiera que esté viviendo en ese frente es que estamos luchando con uñas y dientes para asegurarnos de que obtenemos un resultado ambicioso. Y por eso les recuerdo a los ministros que sus declaraciones sobre ambición deben traducirse en acciones”.

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<![CDATA[¿Nos sobran visitantes? El impacto del turismo en los territorios frágiles]]> ¿Nos sobran visitantes? El impacto del turismo en los territorios frágiles

La población de Balears se duplica en los meses de verano y este incremento va asociado a más contaminación, a la destrucción del medio ambiente y a la falta de agua de una región cuya sostenibilidad pende de un hilo, a pesar de las iniciativas recientes del Govern

Datos - Los datos vitales de la crisis climática en 2020

“Es imposible un turismo sostenible con 29 millones de pasajeros cada año, aunque todos sean ecologistas y vayan en bicicleta. Tenemos que parar y retroceder. Es como cuando un coche va disparadísimo por la autopista: primero tiene que frenar y después conducir más lento”. La metáfora es de Amadeu Corbera, presidente del GOB Mallorca, una entidad ecologista que lleva décadas luchando por el medio ambiente y la biodiversidad de la 'hermana mayor' de las Baleares. “Sufrimos una gran saturación y masificación. El archipiélago es un territorio muy pequeño, con los recursos muy limitados, desde el agua hasta la energía... Hemos pasado el límite de lo que es razonable”, añade.

La celebración de la COP26 en Glasgow vuelve a poner el foco en las consecuencias del turismo masivo y su contribución a la crisis climática. Unas secuelas que pueden afectar intensamente a los territorios frágiles, donde la sostenibilidad pende de un hilo.

Baleares ejemplifica este reto: con una extensión limitada, soporta cada verano una fuerte carga demográfica como consecuencia de un modelo económico basado en el turismo de masas. El cálculo es sencillo: cuantos más visitantes, mayor contribución a la crisis climática y mayor impacto en el ecosistema.

“O somos sostenibles o no seremos”

El Govern está convencido de que es posible conjugar el turismo con la preservación del medio ambiente. “O somos sostenibles o no seremos. El turismo debe ser objeto de un debate profundo”, comenta Juan Pedro Yllanes, vicepresident del Govern, quien forma parte de la Delegación Española de la COP26.

En Glasgow, Yllanes busca abordar, entre otros temas, la “resiliencia” ante la crisis climática de las regiones insulares, una realidad difícil para Balears o la isla de Dominica. Este lunes, el ministro de Asuntos Exteriores de Tuvalu, Simon Kofe, se ha metido en el mar para dar su discurso en la Cumbre del Clima. Kofe, con traje, atril y también con el agua hasta las rodillas, ha querido mostrar así el impacto del cambio climático en su isla. “Tenemos que abrir un debate serio sobre nuestro modelo económico, partiendo de la constatación de que el motor seguirá siendo el turismo. El Govern tiene una enorme preocupación por plantear un turismo diferente para conseguir la sostenibilidad”, dice Yllanes.

El Ejecutivo de Francina Armengol ha dado varios pasos en este sentido: ha aprobado una 'ecotasa', ha legislado para proteger el fondo marino y ha aprobado medidas para limitar la circulación de coches y para reducir el consumo de plásticos. Yllanes defiende esta gestión: “Este catálogo de medidas parte de un instrumento esencial, la Ley de Cambio Climático, que nos llevó a la declaración de emergencia climática. No es una declaración simbólica”. El Govern también ha puesto en marcha campañas para concienciar a los turistas, por ejemplo, sobre la falta de recursos hídricos.

Los ecologistas, sin embargo, creen que no es suficiente: “No se ha visto compensado con una reducción de las plazas turísticas o un decrecimiento en el número de turistas. Las leyes aprobadas van en la buena dirección, pero sin una mirada integral para repensar el modelo económico, basado en el crecimiento infinito, estas normas quedan sin efecto”, comenta Corbera.

100 billones de toneladas de CO₂ en 20 años

Según los datos de la entidad ecologista Terraferida, el Aeropuerto de Palma ha recibido a 194,5 millones de pasajeros en los últimos 20 años, unos 1,4 millones de operaciones aéreas. La asociación, tras cruzar los datos del Eurostat y las coordenadas de los aeropuertos de origen, calcula que los kilómetros recorridos de los vuelos de estos aeropuertos a Palma (y la vuelta) suman unos 2.835.706.028 km en 20 años. Es la distancia de ir de la Tierra a Saturno y volver.

Si multiplicamos esta distancia por el número de pasajeros transportados en la ida y la vuelta y por 90, obtenemos los gramos de CO₂ emitidos (90 g de CO₂ por km y pasajero es la media más común): las emisiones de CO₂ suman 99.930.550.043.300 toneladas (100 billones de toneladas en 20 años). Si este carbono se liberase de golpe, subiría en 15 ppm el CO₂ en la troposfera.

El GOB Mallorca critica que, lejos de plantear un decrecimiento en el número de pasajeros, AENA piensa en crecer: “Va a reorganizar el aeropuerto y prevé una normalidad de 29 millones de visitantes al año a partir de 2026. Si en 2019, que fue el año récord de toda la historia, hubo unos 29 millones de pasajeros, ahora este escenario récord pasaría a ser lo mínimo. Es un crecimiento encubierto”.

El Govern, por su parte, reconoce que es necesario disminuir la emisión de gases de efecto invernadero y de gases nocivos. Yllanes pone el foco en el transporte y en las centrales térmicas. “Tenemos una enorme presión del transporte privado terrestre, 0,87 vehículos por habitante, una ratio insostenible para un territorio tan pequeño y tan frágil”, comenta.

¿Hay espacio para tanto turista?

Con la llegada del verano, la población de Balears se duplica: de los 1.171.543 habitantes censados en el archipiélago (datos de 2020 del IBESTAT) a las 2.039.687 personas que forman parte de la población flotante en temporada alta (este dato representa el pico de la población flotante en el verano de 2019, el previo a la pandemia).

La gran pregunta es: ¿hay espacio para tanto turista? Para Corbera, no: “Podemos tener un turismo sostenible, pero no con estas cifras. Hay una limitación de las plazas turísticas, pero no es eficaz. Actualmente, que estamos saturados, no hemos llegado todavía a esas plazas turísticas máximas. Es decir, hay margen de crecimiento”.

Destrucción de espacios naturales

No solo es el avión, también es el barco: la llegada de cruceros a Baleares se ha multiplicado en los últimos años, a pesar de las protestas de los grupos ecologistas. En 2019, los datos de Puertos del Estado revelaban que Baleares fue el destino español con más cruceros (818) y el segundo destino español de turismo de cruceros (2.656.443 personas).

La proliferación del turismo náutico en las islas ha llevado consigo otra consecuencia: la destrucción de la posidonia, cuyas praderas constituyen una importante fuente de oxígeno y ayudan a mantener las famosas aguas cristalinas del archipiélago. Esta joya medioambiental, conocida como el “pulmón del Mediterráneo”, crea cinco veces más oxígeno que una de selva amazónica y se está muriendo por efecto del turismo y la contaminación.

El vertido de las aguas residuales y las anclas de los barcos (que arrasan con todo lo que se encuentran a su paso) han reducido considerablemente las praderas de esta planta en los últimos años. El Govern ha aprobado una ley para proteger la posidonia y se están repoblando las praderas, pero el GOB Mallorca advierte que, sin un decrecimiento del fondeo y de las barcas y sin los recursos suficientes para vigilar, la ley pierde eficacia.

Un futuro de energía 'verde'

Yllanes defiende que el futuro de las islas pasa, entre otras vías, por cambiar el modelo energético –por ejemplo, Balears ha creado una eléctrica pública–. Las energías renovables juegan un papel fundamental en este proyecto de transición energética: “Queremos tener un 25% de energía renovable en 2023”, comenta el conseller.

“También tenemos un proyecto ilusionante, que cuenta con el respaldo de Ursula Von der Leyen: 'Green Hysland', la producción de hidrógeno verde en Mallorca, que esperamos que sea una realidad a finales de año. Significa una apuesta por el desarrollo de las renovables como única forma de garantizar el futuro de las generaciones venideras en este territorio absolutamente privilegiado, pero enormemente frágil por su condición insular”, añade.

Precisamente el GOB Mallorca ha registrado una iniciativa legislativa popular en el Parlament balear para que las administraciones tengan en cuenta el impacto medioambiental futuro de las medidas que toman en el presente, como señala Corbera: “Obligaría a las instituciones a contemplar la justicia intergeneracional en todos sus planes y actuaciones. Es una ley pionera en el Estado español”.

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<![CDATA[El texto clave de la COP26 pide por primera vez que se terminen las ayudas públicas al petróleo, el gas y el carbón]]> El texto clave de la COP26 pide por primera vez que se terminen las ayudas públicas al petróleo, el gas y el carbón

El borrador reconoce la brecha que hay entre lo que debe hacerse y lo que se hace en realidad, pero no concreta las partes de financiación para los países empobrecidos y los mercados de carbono

Los países destinan el triple de ayudas públicas a gas, petróleo y carbón que a energías limpias

El último borrador de texto clave de la cumbre climático de Glasgow ha incluido, por primera vez, que se terminen las ayudas públicas a los combustibles fósiles: petróleo, carbón y gas. Estos subsidios, que sumaron el año pasado 375.000 millones de dólares, triplican anualmente el apoyo a las energías renovables y taponan la transición energética hacia un modelo que emita poco CO2, la causa del cambio climático.

El documento presentado por el presidente de la COP26, Alok Sharma, dice que la convención “llama a las partes a acelerar el abandono de los subsidios a los combustibles fósiles”. Esta propuesta tiene que pasar por la revisión de todas las delegaciones incluidos los estados que encabezan la lista de ayudas, muy concentrados en Oriente próximo: Kuwait, Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Catar...

Además de este movimiento, la propuesta de acuerdo pone por escrito casi todas las últimas evidencias que los científicos han ido desgranando recientemente sobre el avance acelerado del cambio climático y su solución: recortar más las emisiones de CO2 de los combustibles fósiles. Pero se queda mucho más difuso a la hora de pedir a los países ricos el dinero necesario para que los países empobrecidos no salgan más perjudicados.

El borrador de la presidencia implica que los países dejen patente en la declaración final que la humanidad se ha gastado ya tres cuartas partes del calor global extra que se admitió como margen de seguridad en el Acuerdo de París debido a “las actividades humanas”. El documento de trabajo actual de las negociaciones “expresa alarma y preocupación”. Este último borrador dice que el margen de CO2 que aún queda para cumplir el Acuerdo de París (el presupuesto de carbono) “está siendo rápidamente agotado”.

En este apartado que las conferencias llaman “mitigación”, es decir, atajar la raíz del problema aparece el concepto de “recorte de emisiones globales de dióxido de carbono” e incluye que debería ser “del 45% en 2030 respecto al nivel de 2010” y alcanzar “el cero neto hacia mitad de siglo”. También han incorporado la que ponen “énfasis” en que se aumente la “ambición” para todo: mitigar el cambio climático, adaptarse a sus efectos ya inevitables y financiar a los vulnerables. Parece que hay consenso en denominar a los próximos diez años “década crítica”.

Ya estaba descontado

La cuestión es que todo eso está ya, más o menos descontado. El cálculo de rebajar las emisiones a la mitad en diez años se presentó a finales de 2019, la desviación entre el CO2 que se está liberando y lo que podría permitirse para contener el calentamiento en 1,5ºC también así como la responsabilidad humana del calentamiento global acelerado sin precedentes.

“No estamos afrontando la emergencia climática tal y como es”, analiza el coordinador de cambio climático en Ecologistas en Acción, Javier Andaluz. Tras revisar el borrador, Andaluz subraya que se “están diciendo cosas que ya han aclarado los cuerpos científicos, pero hay pocos pasos adelante respecto a lo que ya estaba planteado en el Acuerdo de París”. Andaluz sí ve positivo que se haya incluido la petición de finiquitar las subvenciones fósiles. “Esperamos que se mantenga al final”.

La directora de Greenpeace Internacional, Jennifer Morgan piensa que “la tarea de esta conferencia siempre ha sido conseguir que el calentamiento global se quedara en 1,5ºC, pero, con este texto, los líderes mundiales están dejándolo para el año que viene. Si esto es lo mejor que pueden hacer, está claro que los jóvenes estarán furiosos”.

En ese sentido, el texto que ha liberado la presidencia de la COP lleva añadido que “anota con seria preocupación” que los planes recién remitidos este año por los países dan como resultado una efecto contrario al que más arriba dice que hay que perseguir: las emisiones agregadas subirán un 13% en 2030. Queda así anotada la brecha que evidencia una incoherencia entre lo que se acordaría que hay que hacer y los planes de acción que se acaban de presentar. “Enfatizamos la urgente necesidad de incrementar los esfuerzos para reducir colectivamente las emisiones mediante una acción acelerada”, puede leerse ahora mismo en los documentos de trabajo.  

A la luz de este borrador, las partes han decidido crear un programa de trabajo para elevar esta ambición a la hora de mitigar el cambio climático. Urge a las partes a que revisen y refuercen en 2022 sus objetivos para 2030 en la medida necesaria para colocarse en una línea que cumpla el Acuerdo de París. Y solicita que se haga una síntesis del efecto combinado de los planes nacionales cada año.

En este sentido, este borrador también pide una evaluación general de cómo se están desarrollando los planes a largo plazo de los países (para 2050) en cuanto al recorte de emisiones de CO2 y que esté ya preparado para la COP del año que viene.  

Donde la conferencia está encallando es a la hora de conseguir que se concrete la financiación. Sigue urgiendo a los países a que completen el fondo que se adoptó ya en el Acuerdo de París de 2015 que debería haberse culminado en 2020 y que todavía no está. Esto hace que los países vulnerables se opongan a admitir más compromisos. Al fin y al cabo, más del 90% de las emisiones de CO2 provienen de la mitad más rica del planeta.

La analista Jennifer Tollman explica que, en varios aspectos, este texto recoge “los máximos que se han visto en las salas de negociaciones, pero eso refleja la enorme brecha que hay entre la realidad y lo que ocurre en las conversaciones”.

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<![CDATA[🎙 PODCAST | Así es por dentro la Cumbre del Clima]]> PODCAST | Seis días en la guerra: diario de una resistencia

Nuevo capítulo de 'Un tema Al día' para explicarte la actualidad. Con Juanlu Sánchez.

Decepción con el primer borrador de la Cumbre de Glasgow: "Es muy débil"

¿Cómo es una cumbre del clima? ¿Qué hacen exactamente las 25.000 personas acreditadas durante estos días? ¿Sirven para algo estas reuniones? ¿Cuánto tiempo nos queda para hacer que sirvan?

Estos días se celebra en Glasgow (Escocia) la COP26, la Cumbre que reúne a prácticamente todos los países del mundo para hacer frente, o al menos para discutir, sobre la crisis climática. Queremos saber cómo funciona y tenemos la suerte de tener a un testigo dentro. Hablamos con nuestro enviado especial, Raúl Rejón.

También lo tendrás disponible cada mañana en el resto de plataformas.

¿Esto qué es?

elDiario.es ha estrenado este podcast diario, con la colaboración de Podimo, para explicarte la actualidad. Conducido por Juanlu Sánchez y con ayuda de los periodistas de la redacción de elDiario.es y otros invitados, nos detendremos de lunes a viernes en un asunto: puede ser una noticia compleja, un debate de fondo o una historia sencilla que merezca la pena. Una píldora de sonido para acompañarte en el desayuno, de camino al trabajo, en la pausa de la comida o antes de dormir.

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<![CDATA[Decepción con el primer borrador de la Cumbre de Glasgow: "Es muy débil"]]> Decepción con el primer borrador de la Cumbre de Glasgow: "Es muy débil"

La lista de elementos para incluir en una declaración final dice que esta década es "crítica" para conseguir limitar el calentamiento en 1,5ºC, aunque no habla de dejar los combustibles fósiles, causa del efecto invernadero

La cumbre de Glasgow llega a la encrucijada: punto de inflexión o caída en el cinismo climático

El primer documento de trabajo de esta cumbre del clima en Glasgow incluye la “urgencia” de tomar acciones para mantener al alcance el límite de calentamiento de la Tierra en 1,5ºC y denomina esta década del 2020 a 2030 como “crítica” para cumplir con el Acuerdo de París. Sin embargo, este índice de “posibles elementos” para incluir en la declaración final no se mencionan los recortes de emisiones de CO2 ni los combustibles fósiles.

Esta aproximación muestra qué puntos han surgido en las negociaciones. Ahí se dice que se “da la bienvenida” a los informes científicos del Panel Internacional de Expertos de la ONU, el IPCC, y que “es necesaria una mayor ambición a la luz de la ciencia para cerrar las brechas” que, a día de hoy, harían imposible llegar a los objetivos trazados en París en 2015.

Pero, a pesar de señalarse que hace falta más ambición y más acción, este listado no tiene referencias concretas a que deban acometerse recortes extra de emisiones de gases de efecto invernadero ni se habla del petróleo, el gas, el carbón o el resto de los combustibles fósiles. Su utilización es la causa principal de ese efecto invernadero en la atmósfera que deriva en la alteración del clima.

“Que el primer borrador sea tan débil no augura nada bueno”, analizan en Greenpeace. La organización opina que, normalmente, en las primeras fases aparecen versiones más ambiciosas que luego, al pulirse, quedan matizadas. “Es muy preocupante que sea ya tan débil”, ha dicho la directora de Greenpeace Internacional, Jennifer Morgan. “Para mantener vivo el 1,5ºC hay que eliminar los combustibles fósiles”. La ONU ya ha afeado , justo antes de la COP26, que los planes de los principales productores es aumentar la producción de gas, petróleo y, algunos, de carbón para 2030.

Aun así, en esta primera toma de contacto sí se han mencionado asuntos como la “aceleración” de las acciones climáticas antes de 2030, la necesidad de que se revise cada año el efecto combinado de los planes climáticos remitidos por los países (que ahora vaticinan un calentamiento de 2,7ºC) y reconocer, precisamente, que hay una brecha entre esos planes y el objetivo marcado por ellos mismos para limitar el recalentamiento planetario.

“Es un lenguaje vago”, contraponen los activistas que apuntan a las delegaciones de Brasil, Australia y Arabia Saudí como principales bloqueadores. Además, subrayan que esta conferencia en Europa es crucial porque las dos siguientes tendrán como sede Egipto y Emiratos Árabes Unidos.

Apretar el ritmo

Con todo, el presidente de la COP, Alok Sharma, ha vuelto a comentar este lunes: “Mi prioridad ahora es el ritmo” de las conversaciones. “Tiene que haber una sensación de urgencia en las negociaciones”, ha remachado. “Queremos forjar un acuerdo que signifique más acción durante este década para ayudar a mantener ese límite de 1,5ºC al alcance. Sharma ha nombrado ya a sus elegidos para intentar facilitar el diálogo entre partes (la vicepresidenta de Transición Ecológica, Teresa Ribera, hará esa función en las cuestiones de adaptación al cambio climático).

En el primer borrador de declaraciones, las partes se han quedado en mostrar “gran preocupación” por el retraso de la financiación para los países vulnerables, en teoría, ya comprometido hace años: 100.000 millones de euros anuales que “todavía no se ha alcanzado”. Se considera, en este momento, que “es urgente incrementar la financiación a los niveles necesarios para apoyar a los países empobrecidos en su implementación de las medidas necesarias para atajar el calentamiento”.

Lo que sí se comenta es cierta obviedad. “Es de vital importancia la adaptación [al cambio climático] a la luz de la subida de las temperaturas”. No deja de ser el reconocimiento de que los impactos de la crisis ya están haciéndose notar. Pero, este apartado se repite un poco la crítica verde de inconcreción al aparecer simplemente “un compromiso para tomar más acciones”.

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<![CDATA[Con el agua por las rodillas: así denuncia un ministro de Tuvalu el impacto de la crisis climática en su isla]]> Con el agua por las rodillas: así denuncia un ministro de Tuvalu el impacto de la crisis climática en su isla

"La declaración yuxtapone el escenario de la COP26 con las situaciones de la vida real a las que se enfrenta Tuvalu debido a los impactos del cambio climático", ha dicho el ministro

La cumbre de Glasgow llega a la encrucijada: punto de inflexión o caída en el cinismo climático

El ministro de Asuntos Exteriores de Tuvalu, Simon Kofe, se ha metido en el mar para dar su discurso en la Cumbre del Clima de Glasgow. Kofe, con traje, atril y también con el agua hasta las rodillas, ha querido mostrar así el impacto del cambio climático en su isla.

“La declaración yuxtapone el escenario de la COP26 con las situaciones de la vida real a las que se enfrenta Tuvalu debido a los impactos del cambio climático y la subida del nivel del mar, y pone de relieve la audaz acción que Tuvalu está llevando a cabo para abordar las cuestiones tan apremiantes de la movilidad humana en el marco del cambio climático”, ha dicho Kofe sobre su mensaje de vídeo a la conferencia.

Simon Kofe, ministro de Tuvalu, en su discurso para la COP26.

El vídeo fue grabado por la cadena pública TVBC en el extremo de Fongafale, el principal islote de la capital, Funafuti, según un funcionario del Gobierno. El discurso se reproducirá este martes en la COP26 en el acto “Construcción de un enfoque regional integral de la movilidad climática: enseñanzas del programa de Migración por el Cambio Climático y Seguridad Humana en el Pacífico (PCCMHS)”.

Tuvalu ha sido uno de los tres únicos países de las islas del Pacífico, junto con Fiji y Palau, que ha mandado a sus líderes a Glasgow para la Cumbre, debido a las dificultades provocadas por la pandemia. Esta falta de representación ha preocupado a los países de la zona, ya que ellos serían de los más afectados por la crisis climática.

“Ha sido un gran desafío”, dijo Seve Paeniu, ministro de Finanzas de Tuvalu, sobre el simple hecho de llegar a Glasgow, informa Reuters. El ministro dijo que era la primera vez que salía del país en casi dos años. A su vuelta, tendrá que guardar una cuarentena de tres semanas. Tuvalu es uno de los pocos países del mundo que no ha registrado ningún caso de COVID. “Las islas están desapareciendo, nos estamos hundiendo literalmente”, dijo Paeniu.

Efecto “irreversible”

Según la última evaluación científica del Panel Internacional de Expertos (IPCC), la subida del nivel del mar está “inequívocamente” asociada a las actividades humanas que causan el calentamiento global. El IPCC constata en su informe que el nivel medio del mar se ha elevado más velozmente desde 1900 que en cualquier otro siglo de los últimos tres milenios.

Además, los científicos del IPCC dan por “virtualmente cierto” que el nivel medio del mar continuará subiendo durante el siglo XXI. Es un efecto “irreversibles” del calentamiento provocados por la humanidad. La escalada varía entre los 28-55 cm, si se contienen las emisiones de CO2 con fuerza, y los 105 centímetros, si no se hace. Un país con casi 10.000 km. de costa, inscrito en una península y varios archipiélagos, está especialmente expuesto a este fenómeno.

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<![CDATA[Bla, bla, bla]]> Bla, bla, bla

En Occidente estamos muy preocupados por el cambio climático, pero, en realidad, nos referimos sobre todo al que provocan las acciones y las industrias de los demás

Tiene razón Greta Thunberg. Estamos aún de cháchara sobre el cambio climático y hace mucho tiempo que debíamos haber pasado esa pantalla tanto por el peso abrumador de la evidencia científica como por puro sentido común. Si cumplimos los objetivos pactados, algo que ni de lejos estamos en condiciones de conseguir, estaremos aún un grado y medio por encima del 1.5 que necesitamos para evitar el desastre que se avecina. No parece que vayamos a mejorar mucho la ratio en la próxima década a base de discusiones y cumbres. Necesitamos políticas y poner el dinero para pagarlas encima de la mesa.

En Occidente estamos muy preocupados por el cambio climático, pero, en realidad, nos referimos sobre todo al que provocan las acciones y las industrias de los demás. Cuando nos limitan la posibilidad de aparcar en el centro, o de conducir el coche que nos gusta, o ir de turismo a donde nos apetece, solemos votar a quien nos diga aquello que queremos oír. 

China e India responden por un tercio de la población mundial y un tercio del total de la contaminación. Estados Unidos o Europa contaminamos hasta tres veces más de nuestro peso sobre la población mundial. Nosotros somos los mayores contaminantes, pero la culpa, al parecer, es de ellos. Mientras el problema de calentamiento global se siga planteando en términos tan estrictamente occidentales, no habrá manera de salir del Bla, Bla, Bla.

Occidente ha sido la gran beneficiada en estas décadas de consumo y producción masivas. Hemos visto dispararse nuestros índices de riqueza y bienestar. Ahora pretendemos que paguen los costes del cambio climático los demás, renunciando a coste cero para nosotros a las cotas de bienestar y progreso que nosotros hemos disfrutado todo este tiempo sin que nos quitara el sueño ni su miseria, ni su necesidad. Que ahora nos retratemos como los solidarios preocupados por el planeta frente a un puñado de economías depredadoras e insensibles no deja de ser un acto final de egoísmo.  

Nos empeñamos en plantear la cuestión en términos de concienciación o solidaridad porque es precisamente aquello que nos resulta más cómodo para nuestros intereses y más barato para nuestras carteras. Pero lo que tenemos enfrente es un problema básicamente económico. Se trata de gestionar un bien común, por naturaleza indivisible y de consumo no excluyente, sin la generación de incentivos positivos y negativos, la subprovisión y la sobreexplotación resultan los resultados más esperables, porque los beneficios de consumir un poco más de la salud planeta se apropian individualmente y los costes se reparten entre todos. 

Si queremos afrontar de verdad la cuestión de cambio climático debemos asumir que vamos a tener que pagar a los demás para que no repitan lo mismo que ya hemos hecho nosotros y vamos a tener que dejar de hacerlo: vamos a tener que cambiar muchas de nuestras maneras de producir, de consumir y de vivir con los costes e inconvenientes que ello supone. Podemos culpar a China, o a Rusia, o a India todo cuanto queramos, no dejará de ser la cruda e incómoda verdad. 

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<![CDATA[La cumbre de Glasgow llega a la encrucijada: punto de inflexión o caída en el cinismo climático]]> La cumbre de Glasgow llega a la encrucijada: punto de inflexión o caída en el cinismo climático

A pesar de la avalancha de anuncios fuera de la agenda oficial, el presidente de la COP26 ha pedido a las delegaciones acelerar ante el atasco de los "puntos cruciales" que deben salir de la conferencia escocesa

El mundo superará en solo 11 años el límite de emisiones de CO2 que marca una catástrofe medioambiental

La Cumbre del Clima de Glasgow ha resultado durante su primera semana una avalancha de promesas y anuncios sin descanso, pero fuera de las negociaciones oficiales. Metano, bosques, dinero... casi no ha habido asunto que no haya contado con algún compromiso futuro y, sin embargo, el presidente de la COP26, Alok Sharma, remitió este jueves una nota a las delegaciones oficiales pidiendo más ritmo: “Insto a que aceleren sus negociaciones”.

Esta conferencia tiene una lista de tareas marcada y a ella se refería el comunicado. De hecho, entre expresiones de aprecio de Sharma al “intenso trabajo” de estos días, el encargado de que Glasgow obtenga resultados sustanciales no ha ocultado que “hay un gran número de cuestiones sin resolver y así no es posible progresar a la segunda semana”. Con anuncios, pero sin solventar sus deberes, la conferencia se arriesga a caer en una especie de cinismo climático.

La cumbre ha creado gran expectación. “Es una COP muy esperada, quizá la que más desde la de París que culminó con el Acuerdo”, cree Tatiana Nuño, responsable de cambio climático en Greenpeace. “Hay mucha movilización y seguimiento ciudadano, lo que es muy bueno para que las delegaciones políticas vean que estamos pendientes y eso sirva de presión para que se alcance el objetivo del 1,5ºC”.

Con esa expectación a flor de piel, los anuncios fuera de la agenda oficial han ido cayendo: un centenar de países han asegurado que rebajarán sus emisiones de metano (un gas responsable del 25% del efecto invernadero), pero China no está en ese grupo. Otros tantos estados avanzaron que quieren detener la deforestación en 2030, pero este año se ha batido récord de destrucción de la Amazonía. 25 países se comprometieron a dejar de financiar proyectos internacionales de combustibles fósiles, aunque las ayudas públicas a estos productos triplican las de las energías renovables. “Se han hecho algunos anuncios interesantes, pero siguen siendo más bien palabras e intenciones de futuro”, afirma Nuño.

Incluso el director de la Organización Internacional de la Energía, Fatih Birol, anunció –otro más– que los planes climáticos nacionales de los países (NDC) contendrían el recalentamiento del planeta en 1,8ºC. Lo hizo justo el día en el que la ONU hizo una última revisión, que ha pasado desapercibida, de esos planes (había 14 nuevos) y ha calculado que las emisiones conjuntas si se cumplen esos documentos aún crecerían un 13% en 2030 en lugar de recortarlas un 50% como hace falta, según han dicho los científicos.

Ante la sucesión de comunicados, el director de Energía y Clima del think tank Power Shift Energy, Mohamed Adow, analizaba: “La COP de Glasgow está en peligro de ahogarse en un bombardeo de anuncios”. Lo cierto es que el ritmo ha sido vertiginoso. “Generan muchos titulares, pero evaluar su valor real es difícil”.

“Ya es un fracaso”

La activista sueca Greta Thunberg ha sido más tajante. Este viernes decía tras una manifestación de jóvenes en Glasgow: “Esta COP es ya un fracaso. Los líderes políticos saben bien lo que hacen y están rechazando tomar decisiones drásticas”. Thunberg no ha dudado en afirmar que en Glasgow se están dando “dos semanas de palabras vacías y promesas cuando se necesita un recorte drástico de emisiones de CO2 cada año, como nunca ha visto la humanidad”.

La activista ambiental sueca Greta Thunberg (C) asiste a una manifestación en la City de Londres, Gran Bretaña, el pasado 29 de octubre. EFE/ FACUNDO ARRIZABALAGA

Así que, mientras los anuncios, compromisos y promesas se sucedían sin solución de continuidad, por debajo, las negociaciones se han ido endureciendo, según deslizan los que están ya en la ciudad escocesa. Los delegados llevan casi una semana trabajando a la espera del desembarco de los ministros y ministras que pedirán cuentas de cómo está la cosa. Cada cual tiene su lista de prioridades, sus puntos renunciables y sus líneas rojas.

Cuando, a partir del lunes, los jefes tomen el mando, la cumbre puede ir hacia un lado u otro. La comunicación que el presidente Sharma remitió a los países reflejaba que hay atasco. Así que el diplomático ya estaba pidiendo concreción: “Considero de una importancia crítica que los órganos subsidiarios [grupos asesores técnicos] hayan terminado sus sesiones la sobremesa del sábado”, decía. “Insto a las delegaciones a acelerar sus negociaciones”, sobre todo, en los asuntos “cruciales” para lo que “debe conseguirse aquí en Glasgow”.

Porque, más allá de esos compromisos que han ido publicitándose desde el lunes pasado, la COP26 tiene unos objetivos y deberes concretos como son mantener a tiro el tope de calor extra del planeta en 1,5ºC; conseguir que se aporte el dinero comprometido para los países desfavorecidos y concretar los mercados de emisiones de CO2.

“Esta todo muy abierto con muchas redacciones alternativas en los borradores”, cuenta el coordinador de cambio climático de Ecologistas en Acción, Javier Andaluz. Andaluz, que ejerce como observador dentro de la conferencia, aventura “una segunda semana compleja y complicada sobre todo en los temas de financiación [de los países ricos a los empobrecidos] que siguen sin salir en la cumbre”.

Además, el ecologista cuenta que “está fluyendo muy poca información” y eso suele indicar negociaciones duras. En este sentido, otros observadores han denunciado cómo se ha disminuido su papel en la COP de Glasgow respecto a otras citas.

Algunos de ellos han explicado cómo deambulan “perdidos” por las instalaciones sin poder ejercer esa función de observador. “En Madrid entré en espacios donde se negociaba, pero aquí no he podido observar en absoluto. Me siento como un adorno”, ha denunciado en Twitter la estadounidense Alexandria Villaseñor.

Con todo, Nuño piensa que “sí hay cierto ambiente propicio para avanzar y, además, todo no se acaba en Glasgow, luego hay que seguir pendientes de que los planes se hagan realidad”. Sin embargo, Thunberg, que durante 2019 sí participó en la Asamblea de la ONU y la COP25 en Madrid, ha contrapuesto que “es ingenuo pensar que se va a solucionar esta crisis sin ir a la raíz del problema: la explotación de la Tierra, pero eso es demasiado incómodo para los que están dentro de esta COP”.

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<![CDATA[COP26 en noviembre, ¿feliz convivencia?]]> COP26 en noviembre, ¿feliz convivencia?

Cada año, en el mundo mueren 70 mil millones de animales para entrar en la cadena alimenticia de las personas, pero una persona vegana es responsable directa de salvar la vida a 200 o 300 animales al año

Me siento a escribir rodeada de noticias sobre la COP26, pero no se preocupen, que no les voy a dar más la lata con eso. Creo que hay suficientes análisis sesudos sobre lo dicho, lo hecho, y las razones del retraso en poner verdaderamente manos a la tarea de salvarnos. 

Ustedes saben de sobra que el mundo superará en solo 11 años el límite de emisiones de CO2 que marca una catástrofe medioambiental y que el acuerdo de Glasgow para salvar los bosques en 2030 llega mientras se bate el récord de destrucción de la Amazonía.

Se ha dicho muchas veces, pero sigue siendo un misterio, que somos la única especie animal que atenta contra su propia supervivencia. Se dice así para simplificar, porque hemos quedado fuera de la autorregulación de los ecosistemas. Pero dado nuestro grado de conciencia sobre nuestra propia existencia, llama la atención que no podamos dar con respuestas satisfactorias a nuestro ilógico comportamiento. 

Como me gusta leer de todo, me he encontrado un artículo que expone un estudio publicado en Proceedings of the National Academies of Science, que parece demostrar que la actividad cerebral consciente está relacionada con la llamada “sustancia química del placer al obtener la recompensa esperada” o dopamina. Es un neurotransmisor producido en una amplia variedad de animales, incluidos tanto vertebrados como invertebrados, y  cumple funciones de neurotransmisor en el sistema nervioso central. 

Saber esto me intranquiliza. ¿Qué nos pasa? ¿La conciencia se nutre de dopamina, pero para producir dopamina necesitamos experiencias egoístas y altamente perjudiciales para el conjunto del planeta? ¿Es que no podemos hacernos conscientes y encontrar placer en el ejercicio del cuidado y del apoyo mutuo? 

Cambios en el día a día

Por mi propia experiencia les aseguro que podemos perfectamente. Ya saben que soy vegana, lo digo a todas horas en todas partes, y desde mi pasado cumpleaños lo llevo escrito en mi ropa. Y debo confesar que ser vegana es una fuente incesante de placer para mí, debo tener los niveles de dopamina por las nubes. 

Curiosamente la COP26 se celebra en noviembre, mes del veganismo. Gandhi, el político indio, dijo: “debes ser el cambio que deseas ver en el mundo” y aunque es cierto que necesitamos muchos cambios a nivel político y económico, creo que un cambio en nuestro día a día, sería, ahora mismo, tan efectivo como la revolución francesa en su momento. Y sin guillotina. 

Cada año, en el mundo mueren 70 mil millones de animales para entrar en la cadena alimenticia de las personas, pero una persona vegana es responsable directa de salvar la vida a 200 o 300 animales al año. Esto me lo recuerdo a mi misma cada vez que abro la boca. Y es un placer. 

Además, una persona vegana ahorra agua. Los datos sobre el acceso al agua son terribles, y nos informan de que 783 millones de personas en el mundo no tienen acceso a agua limpia, pero mientras tanto la ganadería utiliza casi un 1/3 del agua potable disponible en el planeta (Water Resources and Industry, 2013). ¿Más argumentos? Se necesita un 72% más de agua para criar vacas de  leche que para producir soja, o avena. Y si queremos añadir el componente amoroso a nuestro egoísmo, dejaríamos de torturar a vacas y terneros, obligados a separarse en las 36 horas posteriores al parto, sólo para que los supermercados se llenen de bricks o de quesos. 

Por otra parte, los alimentos de origen vegetal tienen una menor huella de carbono que los de origen animal. La cuarta parte de las emisiones globales proviene de los alimentos. Este cálculo se hace tomando en cuenta los nutrientes necesarios para que crezcan, hasta el transporte necesario para acercarlos a nuestros hogares, e incluso la tasa de desperdicio, no olvidemos que un tercio de todos los alimentos del mundo los convertimos en basura. Pero en este recuento opulento las vidas animales dejan más huella de carbono durante sus vidas esclavizadas y sus muertes violentas.  

Otra ventaja placentera del ser vegano es el ahorro en sanidad, porque la comida vegana, aunque sea ultra procesada sigue siendo 100% libre de colesterol. Y si la dieta vegana es saludable, el plan es perfecto. Una dieta basada en frutas, verduras, cereales y legumbres disminuye el riesgo de desarrollar diabetes. Y por si no lo sabían, el 75% de las enfermedades infecciosas emergentes provienen de ingerir a otros animales.

Y uno no es solidario sólo con los otros animales, o con el medioambiente en general, también hay solidaridad entre personas en el veganismo. Según estudios de viabilidad futura el ve­ganismo es la única forma de alimen­tar a una población creciente. “si todas las personas fueran veganas, y no se desperdiciara comida, la producción actual podría alimentar a 10.000 millones de personas. 

Y en lo cercano debo contarles que las personas que trabajan en los mataderos o en las granjas industriales suelen estar dentro de las escalas más bajas del ranquin social (menores salarios y valoración social), pero la experiencia de coexistir con la violencia extrema cotidiana hace que sean un sector con problemas de salud mental, que van desde la depresión al suicidio.  Esas personas podrían tener empleos más felices en la emergente industria vegana. 

También el mar se beneficia del veganismo. Solo un pequeño apunte egoísta. Los cálculos oficiales hablan de que 300.000 ballenas y delfines mueren cada año víctimas de la pesca industrial. 

Hay muchos, muchísimos más placeres en el estilo de vida vegano. Ojalá los descubran ustedes muy pronto. Yo he aprovechado que la COP26 se celebra en noviembre, para recordarles que si los gobiernos nos dan la espalda, aún no está todo perdido, porque tenemos el poder de decidir qué comprar y dónde, y comprar ya se sabe que es una actividad placentera. 

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<![CDATA[ David Lizoain, economista: “No descarto que veamos unos juicios de Núremberg climáticos” ]]>
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<![CDATA[ <p><img src="https://static.eldiario.es/clip/b373153f-ca9f-4751-bb96-a0637a4494a0_16-9-discover-aspect-ratio_default_0.jpg" width="1200" height="675" alt="David Lizoain, economista: “No descarto que veamos unos juicios de Núremberg climáticos”"></p><div class="subtitles"><p class="subtitle">El economista y exasesor de los presidentes del Gobierno y la Generalitat Pedro Sánchez y José Montilla publica 'Crimen Climático', un análisis sobre las consecuencias y las causas de la crisis ambiental</p><p class="subtitle">El mapa del calor récord en España: compara la temperatura de cada día con la media histórica de tu provincia </p></div><p class="article-text"> David Lizoain (Toronto, Canad&aacute;, 1982) se form&oacute; como economista en Harvard y en la London School of Economics para, despu&eacute;s, establecerse en Barcelona. En la capital catalana fue asesor del expresident de la Generalitat Jos&eacute; Montilla. Y, de ah&iacute;, vol&oacute; a Madrid para asesorar en La Moncloa a Pedro S&aacute;nchez. Ahora ha dado un vuelco a su &aacute;rea de estudio y acaba de publicar 'Crimen Clim&aacute;tico' (Debate, 2023), un ensayo en el que habla sin tapujos de las consecuencias que las decisiones de empresas y gobiernos pueden tener, causando millones de muertes que, seg&uacute;n Lizoain pueden llegar a ser equiparables a los cr&iacute;menes de guerra. </p><p class="article-text"> <strong>El libro se titula 'Crimen Clim&aacute;tico', pero en sus p&aacute;ginas habla de genocidio. &iquest;Por qu&eacute;?</strong> </p><p class="article-text"> Creo que es m&aacute;s adecuado. Opt&eacute; por un lenguaje impactante, pero considero que es m&aacute;s descriptivo que provocativo. Cuantas m&aacute;s emisiones de CO2, mayores son las consecuencias negativas que, en &uacute;ltima instancia, provocan m&aacute;s muertes. Si seguimos por esta senda, a sabiendas de las consecuencias, va a haber millones de muertes. As&iacute; que, si tenemos en cuenta que el cambio clim&aacute;tico es provocado por acciones humanas, en este caso intencionadas, el t&eacute;rmino m&aacute;s apropiado es el de genocidio. </p><p class="article-text"> <strong>&iquest;Cree que es posible que se llegue a juzgar este genocidio clim&aacute;tico?</strong> </p><p class="article-text"> No descartar&iacute;a que veamos unos Juicios de N&uacute;remberg clim&aacute;ticos. La tendencia va hacia un sistema jur&iacute;dico que cada vez tiene m&aacute;s en cuenta este tema y que reconoce que el cambio clim&aacute;tico se traduce en una violaci&oacute;n de los derechos humanos y de las posibilidades de las generaciones futuras. Y que estas consecuencias est&aacute;n ligadas a comportamientos criminales. La justicia suele ser conservadora, pero responde, en diferido, al sentir mayoritario. As&iacute; que, si yo fuera directivo de una gran empresa f&oacute;sil, me empezar&iacute;a a preocupar.&nbsp;&nbsp; </p><p class="article-text"> <strong>Dice que, para los nacidos despu&eacute;s del 2000, la crisis clim&aacute;tica es una preocupaci&oacute;n con la que nacen. &iquest;Por qu&eacute; no nos hemos preocupado antes, teniendo en cuenta que la comunidad cient&iacute;fica viene avisando desde los 80? </strong> </p><p class="article-text"> 1982 fue el &uacute;ltimo a&ntilde;o en que<a href="https://www.eldiario.es/sociedad/mapa-calor-record-espana-compara-temperatura-dia-media-historica-provincia-crisis-climatica_1_10153937.html" target="_blank" data-mrf-recirculation="links-noticia" class="link"> la temperatura anual no super&oacute; la media de la &eacute;poca preindustrial</a>. Ese fue un punto de inflexi&oacute;n. Las personas nacidas entre los 80 y los 2000 viven la crisis clim&aacute;tica como una amenaza que siempre estaba a punto de llegar. Se instal&oacute; la idea de que hab&iacute;a tiempo para actuar, as&iacute; que nunca se hizo nada. De tanto esperar, el problema ya nos supera y el tiempo se ha agotado. </p><p class="article-text"> Lo vamos a ver este verano: el a&ntilde;o pasado tuvimos <a href="https://www.eldiario.es/sociedad/mapa-calor-record-espana-compara-temperatura-dia-media-historica-provincia-crisis-climatica_1_10153937.html" target="_blank" data-mrf-recirculation="links-noticia" class="link">olas de calor impresionantes</a>, con muchas muertes, y fue en el contexto de La Ni&ntilde;a [ciclo natural-global clim&aacute;tico de entre cinco y siete a&ntilde;os que coincide con una fase fr&iacute;a y que viene seguida de El Ni&ntilde;o, la fase caliente]. Este a&ntilde;o estamos en el ciclo de El Ni&ntilde;o y ya estamos viendo anomal&iacute;as t&eacute;rmicas que van a traer un verano muy caluroso. Y los siguientes ser&aacute;n peores, encadenados hasta que frenemos esto. </p><p class="article-text"> <strong>Se lo preguntaba </strong><a href="https://elpais.com/opinion/2023-05-15/si-abril-es-el-nuevo-julio-como-sera-julio.html" target="_blank" data-mrf-recirculation="links-noticia" class="link"><strong>en un art&iacute;culo reciente</strong></a><strong>, si abril es julio, &iquest;c&oacute;mo ser&aacute; julio?</strong> </p><p class="article-text"> La cuesti&oacute;n es que para mucha gente un verano m&aacute;s caluroso ser&aacute; horrible, <a href="https://www.eldiario.es/catalunya/exceso-asfalto-falta-arboles-causan-900-muertes-ano-calor-barcelona-madrid_1_9912734.html" target="_blank" data-mrf-recirculation="links-noticia" class="link">pero para otra mucha puede ser mortal</a>. El cambio clim&aacute;tico afecta de manera desigual. A las personas mayores, a los ni&ntilde;os, a la gente pobre. No atender a las consecuencias es desproteger a las personas m&aacute;s vulnerables. </p><p class="article-text"> <strong>En el libro habla de los paliativos que tienen las clases dirigentes. &iquest;Qu&eacute; consecuencias tiene que quienes toman las decisiones no sufran el cambio clim&aacute;tico?</strong> </p><p class="article-text"> Soy optimista porque, de alguna manera, las clases dirigentes se est&aacute;n enterando de la emergencia gracias a la gran concienciaci&oacute;n c&iacute;vica. La reacci&oacute;n todav&iacute;a es insuficiente y se debe acelerar, pero est&aacute;n habiendo cambios. En nuestro pa&iacute;s, por ejemplo, <a href="https://www.eldiario.es/economia/espana-convertira-ano-primer-gran-pais-europeo-superar-50-electricidad-renovable_1_10277184.html" target="_blank" data-mrf-recirculation="links-noticia" class="link">estamos en plena revoluci&oacute;n de las energ&iacute;as renovables</a>. Es una se&ntilde;al de que el sistema no es impermeable a las necesidades de cambio que la emergencia clim&aacute;tica est&aacute; despertando en la sociedad. </p><blockquote class="quote"> <div class="quote-wrapper"> <div class="first-quote"></div> <p class="quote-text">Que la COP se vaya a celebrar en Dubái, que es la máxima expresión de la distopía climática, supondrá que haya más lobistas de las energías fósiles que activistas</p> </div> </blockquote><p class="article-text"> <strong>Pero todav&iacute;a encontramos grandes ejemplos de blanqueamiento o 'greenwashing'. &iquest;Qu&eacute; le parece que </strong><a href="https://www.eldiario.es/internacional/theguardian/jefe-petrolero-liderar-cop28-dubai_1_9859060.html" target="_blank" data-mrf-recirculation="links-noticia" class="link"><strong>la pr&oacute;xima COP se vaya a celebrar en Dub&aacute;i</strong></a><strong>, una ciudad que define como &ldquo;el paradigma del absurdo en la era de los combustibles f&oacute;siles. Un escaparate para exhibir riqueza y, por tanto, despilfarro&rdquo;?</strong> </p><p class="article-text"> Hay ejemplos alarmantes y este es uno. Que la COP se vaya a celebrar en Dub&aacute;i, que es la m&aacute;xima expresi&oacute;n de la distop&iacute;a clim&aacute;tica, supondr&aacute; que haya m&aacute;s lobistas de las energ&iacute;as f&oacute;siles que activistas. Es un ejemplo de que no podemos dar ning&uacute;n avance por hecho y de que debemos seguir luchando, apretando, moviliz&aacute;ndonos y organiz&aacute;ndonos porque, ante cualquier despiste, las empresas y reg&iacute;menes van a remitir al <em>statu quo</em>. Es decir: tratar de maximizar sus beneficios sin preocuparse por el impacto sobre el planeta o, lo que es lo mismo, el impacto sobre los seres humanos. </p><p class="article-text"> <strong>Los genocidios se dirigen hacia un segmento de poblaci&oacute;n o etnia. En su caso, apunta que las victimas ser&aacute;n las poblaciones vulnerables. &iquest;Qu&eacute; dimensiones puede tener este genocidio?</strong> </p><p class="article-text"> Vayamos de la micro escala a la macro. En nuestro pa&iacute;s, no es lo mismo <a href="https://www.eldiario.es/sociedad/espana-necesita-doble-aire-acondicionado-combatir-calor-severo-40-anos_1_9010797.html" target="_blank" data-mrf-recirculation="links-noticia" class="link">tener un chalet con aire acondicionado</a> y posibilidades de irte de vacaciones, que vivir de alquiler, sin aire acondicionado y sin poder salir de tu ciudad en verano. Para estos &uacute;ltimos, las olas de calor pueden suponer condiciones inasumibles y un claro riesgo para su salud y su vida. Si ampliamos el foco, vemos cosechas que no se dan, sequ&iacute;as, hambrunas y <a href="https://www.eldiario.es/sociedad/desplazados-cambio-climatico-refugiados-climaticos-ciencia_1_1545885.html" target="_blank" data-mrf-recirculation="links-noticia" class="link">millones de personas obligadas a migrar</a>. Los fen&oacute;menos clim&aacute;ticos extremos no s&oacute;lo generan desigualdades econ&oacute;micas, sino desigualdades en la esperanza de vida. </p><p class="article-text"> Es un ejercicio un poco macabro, pero hace poco un informe de la ONU hablaba de que, en el peor de sus escenarios, habr&iacute;a 100 millones de muertes extra en 2100. No creo que sean tantas, porque aunque vamos tarde ya estamos actuando. Pero lo que nos dice este informe es que es casi igual de malo no actuar que actuar mal. Hablamos de 100 millones de personas cuyas vidas ser&aacute;n imposibles y que, en el mejor de los casos, deber&aacute;n migrar. </p><figure class="ni-figure"> <picture class="news-image"> <!--[if IE 9]> <video style="display: none;"><![endif]--> <source media="(max-width: 576px)" type="image/webp" srcset="https://static.eldiario.es/clip/ebd9c164-d6ad-4491-bd56-ab7ee8564def_16-9-aspect-ratio_50p_0.webp" > <source media="(max-width: 576px)" type="image/jpg" srcset="https://static.eldiario.es/clip/ebd9c164-d6ad-4491-bd56-ab7ee8564def_16-9-aspect-ratio_50p_0.jpg" > <source media="(max-width: 767px)" type="image/webp" srcset="https://static.eldiario.es/clip/ebd9c164-d6ad-4491-bd56-ab7ee8564def_16-9-aspect-ratio_75p_0.webp" > <source media="(max-width: 767px)" type="image/jpg" srcset="https://static.eldiario.es/clip/ebd9c164-d6ad-4491-bd56-ab7ee8564def_16-9-aspect-ratio_75p_0.jpg" > <source type="image/webp" srcset="https://static.eldiario.es/clip/ebd9c164-d6ad-4491-bd56-ab7ee8564def_16-9-aspect-ratio_default_0.webp" > <source type="image/jpg" srcset="https://static.eldiario.es/clip/ebd9c164-d6ad-4491-bd56-ab7ee8564def_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg" > <!--[if IE 9]></video><![endif]--> <img src="https://static.eldiario.es/clip/ebd9c164-d6ad-4491-bd56-ab7ee8564def_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg" alt="David Lizoain, durante la entrevista" > </picture> <figcaption class="image-footer"> <span class="title"> David Lizoain, durante la entrevista </span> </figcaption> </figure><p class="article-text"> <strong>Los peores efectos del cambio clim&aacute;tico se registran en el hemisferio sur. &iquest;Qu&eacute; relaci&oacute;n tiene esta crisis con el colonialismo?</strong> </p><p class="article-text"> Est&aacute;n &iacute;ntimamente relacionados. Los m&aacute;ximos responsables son quienes menos sufren sus consecuencias. Y los menos responsables, los que m&aacute;s padecen. Esto est&aacute; muy ligado con el colonialismo porque son las grandes potencias coloniales las que se han beneficiado de la extracci&oacute;n de recursos del sur global, mientras esta zona se ha ido empobreciendo por el colonialismo, el neocolonialismo, las pol&iacute;ticas de ajuste estructural, la dependencia de la deuda y, ahora, por la explotaci&oacute;n de la contaminaci&oacute;n de parte del norte global. Es imposible hablar de cambio clim&aacute;tico sin hablar de justicia global. </p><p class="article-text"> <strong>Dice en el libro que un futuro descarbonizado ser&aacute; m&aacute;s democr&aacute;tico. Pero tambi&eacute;n cuenta que en los campos de trabajo de poblaci&oacute;n uigur en China se fabrican placas solares y relaciona el abaratamiento de la energ&iacute;a solar con la esclavitud moderna. &iquest;Qu&eacute; tiene eso de democracia?</strong> </p><p class="article-text"> Hay un libro muy bueno, 'Carbon Democracy', de Timothy Mitchell, que vincula el sistema energ&eacute;tico y las relaciones de clase con sus consecuencias pol&iacute;ticas. Sostiene que, como la extracci&oacute;n del carb&oacute;n es intensiva en mano de obra, supone que haya muchos mineros y, en todas partes, est&aacute;n a la vanguardia de la sindicaci&oacute;n y la lucha por la democracia. Y los mineros de Asturias son un gran ejemplo. En cambio, el petr&oacute;leo, es intensivo en capital, no en mano de obra. Por eso, los oleoductos se prestan m&aacute;s a sistemas autoritarios y antidemocr&aacute;ticos, porque solo requieren unos pocos trabajadores, bajo control casi militar. </p><p class="article-text"> En esta l&iacute;nea, aunque las energ&iacute;as renovables y la extracci&oacute;n de los recursos naturales necesarios plantean una lucha para evitar caer en l&oacute;gicas extractivas y explotativas, el riesgo es m&aacute;s bajo. Se trata de un sector m&aacute;s competitivo y descentralizado y, por tanto, habr&aacute; menos oligopolios. </p><p class="article-text"> <strong>Pero tampoco se pueden negar las consecuencias negativas de la industria de las renovables. Las bater&iacute;as de los coches el&eacute;ctricos requieren litio y ya se est&aacute;n viendo</strong><a href="https://www.eldiario.es/extremadura/economia/junta-concede-permiso-exploracion-empresa-mina-litio-caceres_1_10074497.html" target="_blank" data-mrf-recirculation="links-noticia" class="link"><strong> minas en Extremadura, por ejemplo</strong></a><strong>. &iquest;Seguir&aacute;n siendo las comunidades m&aacute;s vulnerables, las que necesitan empleos, las que sufran los efectos negativos de la transici&oacute;n energ&eacute;tica?</strong> </p><p class="article-text"> La descarbonizaci&oacute;n tendr&aacute; sus luchas y contradicciones, por supuesto. No conllevar&aacute; autom&aacute;ticamente m&aacute;s democracia, pero s&iacute; m&aacute;s condiciones democr&aacute;ticas. No se trata s&oacute;lo de acabar con los combustibles f&oacute;siles, sino con el contrato social que comportan. </p><blockquote class="quote"> <div class="quote-wrapper"> <div class="first-quote"></div> <p class="quote-text">No se trata sólo de acabar con los combustibles fósiles, sino con el contrato social que comportan</p> </div> </blockquote><p class="article-text"> <strong>Dice que la crisis clim&aacute;tica puede ayudar a hacer crecer a los extremismos. &iquest;Qu&eacute; es el ecofascismo?</strong> </p><p class="article-text"> Es una manera de se&ntilde;alar que la derecha radical puede usar la crisis clim&aacute;tica para fortalecerse, alentando, por un lado, el miedo a la migraci&oacute;n, porque sabemos que la emergencia clim&aacute;tica genera m&aacute;s tensiones migratorias. Y, por otro, elogiando una serie de conductas vitales &iacute;ntimamente ligadas a agravar la crisis clim&aacute;tica, que sabemos que tendr&iacute;an que cambiar. </p><p class="article-text"> <strong>&iquest;Por ejemplo?</strong> </p><p class="article-text"> Los debates sobre la alimentaci&oacute;n, tal como vimos<a href="https://www.eldiario.es/politica/sanchez-polemica-garzon-planas-carne-chuleton-punto-imbatible_1_8116701.html" target="_blank" data-mrf-recirculation="links-noticia" class="link"> con la pol&eacute;mica sobre el chulet&oacute;n</a>. Son cosas desde lo cotidiano, reivindicando la libertad individual a la hora de alimentarse, consumir o moverse, hasta preocupaciones m&aacute;s abstractas como el proteccionismo o el nacionalismo. Ahora que tenemos la <a href="https://www.eldiario.es/desalambre/alemania-grecia-buscar-pareja-desaparecida-naufragio-pasar-angustia_1_10300965.html" target="_blank" data-mrf-recirculation="links-noticia" class="link">en&eacute;sima tragedia en el Mediterr&aacute;neo</a>, veremos que algunos gobiernos estar&aacute;n tentados a cerrar fronteras para quedarse con sus propios recursos e impedir la llegada de personas de fuera. Pero las fronteras no estar&aacute;n en el Mediterr&aacute;neo, sino directamente en el Sahel o m&aacute;s all&aacute;, en connivencia con reg&iacute;menes autoritarios. </p><p class="article-text"> <strong>Para explicar las muertes por el cambio clim&aacute;tico habla del concepto de 'matar a distancia' y de la dificultad que implica encontrar culpables cuando no hay nadie que apriete el gatillo. &iquest;C&oacute;mo identificar a los responsables?</strong> </p><p class="article-text"> Uso la taxonom&iacute;a del fil&oacute;sofo alem&aacute;n Karl Jaspers para diferenciar entre responsabilidad pol&iacute;tica, moral y criminal. En la criminal hablamos de grandes empresas de combustibles f&oacute;siles y de instituciones financieras y representantes pol&iacute;ticos que les permiten seguir desplegando sus negocios. Es importante diferenciar entre gente con gran poder, cuyas decisiones contribuyen directamente al calentamiento, y la responsabilidad de personas individuales, que existe pero es menor. Est&aacute; bien reciclar o consumir de forma m&aacute;s &eacute;tica, pero no tiene nada que ver con abrir un nuevo gaseoducto. Los ciudadanos tienen la responsabilidad de actuar colectivamente para generar cambios pol&iacute;ticos. </p><p class="article-text"> <strong>La cuesti&oacute;n ecologista no ha sido un gran tema en las pasadas elecciones y parece que no lo va a ser tampoco en las generales. &iquest;Puede tener que ver con el hecho de que el segmento de poblaci&oacute;n m&aacute;s concienciada es muy joven y, en parte, todav&iacute;a no tiene derecho a voto?</strong> </p><p class="article-text"> Sin duda, la generaci&oacute;n que viene est&aacute; m&aacute;s concienciada porque les va la vida. No es lo mismo tener un horizonte en 2080 en que las opciones son quedarnos como estamos o Mad Max, que mirar a 2040. Pero entre los j&oacute;venes, no todos son ecologistas, tambi&eacute;n hay hueco para la extrema derecha. Adem&aacute;s, la pir&aacute;mide demogr&aacute;fica se ha invertido, as&iacute; que no podemos confiar s&oacute;lo en una soluci&oacute;n generacional, pero s&iacute; creo que los j&oacute;venes van a ir convenciendo a sus padres y abuelos. Hay motivos para la esperanza. De momento hay m&aacute;s conciencia que acci&oacute;n, pero esta conciencia, unida a la organizaci&oacute;n, se va a traducir en cambio. </p><p class="article-text"> ------------------------------ </p><p class="article-text"> <em><strong>Te necesitamos m&aacute;s que nunca</strong></em> </p><p class="article-text"> El resultado electoral de las elecciones municipales y auton&oacute;micas no deja lugar a dudas. Viene una ola reaccionaria y la mayor&iacute;a de los medios nadan en esa misma direcci&oacute;n.&nbsp;elDiario.es&nbsp;se ha convertido en uno de los pocos peri&oacute;dicos de referencia, con capacidad de marcar la agenda y destapar investigaciones exclusivas, que sigue siendo independiente y no est&aacute; capturado por la derecha. </p><p class="article-text"> Si crees que el periodismo importa y afecta a nuestras vidas, ap&oacute;yanos. Hoy te necesitamos m&aacute;s que nunca.&nbsp;<a href="https://usuarios.eldiario.es/hazte_socio/" target="_blank" data-mrf-recirculation="links-noticia" class="link"><span class="highlight" style="--color:#f8e71c;">Hazte socio, hazte socia, de elDiario.es</span></a> </p> ]]>
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<![CDATA[ Sandra Vicente ]]>
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<![CDATA[ https://www.eldiario.es/catalunya/david-lizoain-economista-no-descarto-veamos-juicios-nuremberg-climaticos_128_10320800.html ]]>
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<![CDATA[ Sat, 24 Jun 2023 20:29:12 +0000 ]]>
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<![CDATA[ David Lizoain, economista: “No descarto que veamos unos juicios de Núremberg climáticos” ]]>
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<![CDATA[ Crisis climática,Ecologismo,Ecología,Emergencia climática,clima,Cumbre del Clima,COP26,Dubai ]]>
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<![CDATA[ Los países vuelven a discutir sobre el clima mientras el calor extremo atenaza el planeta ]]>
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<![CDATA[ https://www.eldiario.es/sociedad/paises-vuelven-discutir-clima-calor-extremo-atenaza-planeta_1_9683661.html ]]>
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<![CDATA[ <p><img src="https://static.eldiario.es/clip/81aeba83-a78c-4dea-8780-5a084235e69b_16-9-discover-aspect-ratio_default_1053868.jpg" width="1621" height="912" alt="Los países vuelven a discutir sobre el clima mientras el calor extremo atenaza el planeta"></p><div class="subtitles"><p class="subtitle">La COP27 comienza en Egipto después de que Europa haya atravesado el verano más cálido registrado cuajado de olas de calor, se derrumbara un glaciar derretido en los Alpes y la temporada de incendios marcara una devastación récord</p><p class="subtitle">Temperaturas extremas, incendios, glaciares derretidos: Europa se recalienta</p></div><p class="article-text"> Unos 200 pa&iacute;ses acuden a Egipto para la Cumbre del Clima COP27. Llegan tras un a&ntilde;o en el que el planeta ha avisado de que se recalienta a ritmo acelerado. Olas de calor hist&oacute;ricas, r&eacute;cords de temperatura, incendios y sequ&iacute;as recuerdan a los gobiernos que sus planes <em>mejorados</em> para contener el cambio clim&aacute;tico no son suficientes. </p><p class="article-text"> Espa&ntilde;a ha atravesado seis meses de calor extraordinario rematado por el octubre m&aacute;s c&aacute;lido jam&aacute;s registrado. Pero eso solo ha sido la imagen cercana de un curso en el que el Norte global y <a href="https://www.eldiario.es/sociedad/temperaturas-extremas-incendios-glaciares-derretidos-europa-recalienta-rapido-resto-planeta_1_9152509.html" data-mrf-recirculation="links-noticia" class="link">en especial Europa </a>se han asfixiado. Este 2022 ha dejado <a href="https://www.noaa.gov/news/earth-had-its-6th-warmest-august-on-record#:~:text=June%E2%80%93August%202022%20was%20the,above%20average%2C%20behind%20Summer%202020." data-mrf-recirculation="links-noticia" class="link" target="_blank">el segundo</a> verano m&aacute;s caluroso en todo el hemisferio,<a href="https://climate.copernicus.eu/copernicus-summer-2022-europes-hottest-record" data-mrf-recirculation="links-noticia" class="link" target="_blank"> pero el n&uacute;mero uno en Europa</a>. Acaba de saberse que <a href="https://www.eldiario.es/sociedad/europa-recalienta-doble-media-planeta_1_9674762.html" data-mrf-recirculation="links-noticia" class="link">el continente se calienta el doble que la media planetaria</a>. </p><p class="article-text"> Evidentemente, los impactos del cambio clim&aacute;tico no se limitan a la mitad meridional. De hecho, en el sur del planeta se ha alcanzado la temperatura m&aacute;xima medida (en Australia) y en un solo mes &ndash;enero&ndash; Suram&eacute;rica encaden&oacute; dos olas de calor calificadas como &ldquo;hist&oacute;ricas&rdquo;. </p><p class="article-text"> El derrumbamiento del glaciar de la Marmolada (Italia) el 3 de julio supuso una resonancia de alto impacto:<a href="https://www.eldiario.es/sociedad/tragedia-alpes-efecto-extremo-camino-extincion-glaciares_1_9143168.html" data-mrf-recirculation="links-noticia" class="link"> el efecto extremo del calentamiento en el coraz&oacute;n de los Alpes</a>. M&aacute;s tarde, el reciente hurac&aacute;n Ian, que devast&oacute; la costa de EEUU, descarg&oacute; un 10% m&aacute;s de lluvias debido a la alteraci&oacute;n del clima. </p><figure class="ni-figure"> <picture class="news-image"> <!--[if IE 9]> <video style="display: none;"><![endif]--> <source media="(max-width: 576px)" type="image/webp" srcset="https://static.eldiario.es/clip/98d468b4-21d0-443e-a251-e1bfabd64a2e_16-9-aspect-ratio_50p_0.webp" > <source media="(max-width: 576px)" type="image/jpg" srcset="https://static.eldiario.es/clip/98d468b4-21d0-443e-a251-e1bfabd64a2e_16-9-aspect-ratio_50p_0.jpg" > <source media="(max-width: 767px)" type="image/webp" srcset="https://static.eldiario.es/clip/98d468b4-21d0-443e-a251-e1bfabd64a2e_16-9-aspect-ratio_75p_0.webp" > <source media="(max-width: 767px)" type="image/jpg" srcset="https://static.eldiario.es/clip/98d468b4-21d0-443e-a251-e1bfabd64a2e_16-9-aspect-ratio_75p_0.jpg" > <source type="image/webp" srcset="https://static.eldiario.es/clip/98d468b4-21d0-443e-a251-e1bfabd64a2e_16-9-aspect-ratio_default_0.webp" > <source type="image/jpg" srcset="https://static.eldiario.es/clip/98d468b4-21d0-443e-a251-e1bfabd64a2e_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg" > <!--[if IE 9]></video><![endif]--> <img src="https://static.eldiario.es/clip/98d468b4-21d0-443e-a251-e1bfabd64a2e_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg" alt="Un helicóptero sobrevuela el glaciar derrumbado en la montaña Marmolada en los Dolomitas (Alpes italianos)." > </picture> <figcaption class="image-footer"> <span class="title"> Un helicóptero sobrevuela el glaciar derrumbado en la montaña Marmolada en los Dolomitas (Alpes italianos). </span> </figcaption> </figure><p class="article-text"> Hace un a&ntilde;o, en la COP26 de Glasgow, los mismos pa&iacute;ses que hoy acuden a Sharm el Sheikh firmaron un<a href="https://unfccc.int/sites/default/files/resource/cop26_auv_2f_cover_decision.pdf" data-mrf-recirculation="links-noticia" class="link" target="_blank"> Pacto que subrayaba &ldquo;la urgencia por mejorar la ambici&oacute;n en la mitigaci&oacute;n</a>&rdquo; del cambio clim&aacute;tico. Mitigaci&oacute;n significa, <em>grosso modo</em>, recortar emisiones de CO2. Esas emisiones que, a la postre, atrapan el calor que eleva la temperatura global. </p><p class="article-text"> <a href="https://www.eldiario.es/sociedad/calor-extremo-junio-abrasa-hemisferio-norte-pulveriza-records-historicos-temperatura_1_9132335.html" data-mrf-recirculation="links-noticia" class="link">Este a&ntilde;o, ya en junio, las olas de calor de r&eacute;cord se iban solapando. </a>En China, Jap&oacute;n, India y luego media Europa, EEUU, o Canad&aacute; reportaron periodos prolongados de temperaturas extremas. &ldquo;Las olas en muchas regiones est&aacute;n ligadas al calentamiento causado por los humanos&rdquo;, ha analizado la investigadora de la Universidad Estatal de Washington Deepti Singh. </p><p class="article-text"> Desde luego, ninguna de las naciones que negociar&aacute;n estos d&iacute;as en la COP27 se libra.<a href="https://www.eldiario.es/sociedad/onu-avisa-nadie-salvo-danos-crisis-climatica-causada-humanidad_1_8205448.html" data-mrf-recirculation="links-noticia" class="link"> &ldquo;Nadie est&aacute; a salvo&rdquo;, </a>ha avisado el Panel Internacional de Expertos de la ONU (IPCC). Los episodios meteorol&oacute;gicos extremos &ldquo;no tienen precedente&rdquo;. </p><p class="article-text"> Las conclusiones de estos cient&iacute;ficos se han plasmado as&iacute; en la vida diaria de las poblaciones: este a&ntilde;o, <a href="https://www.eldiario.es/sociedad/calor-mata-mortalidad-dispara-olas-vez-extremas_1_9217920.html#:~:text=El%20an%C3%A1lisis%20de%20los%20datos,5%25%20respecto%20a%20las%20esperadas." data-mrf-recirculation="links-noticia" class="link">se han atribuido al exceso de calor unas 4.700 muertes en Espa&ntilde;a</a> y mas de 53.000 en toda Europa. </p><p class="article-text"> Si en 2021, las inundaciones en Europa central causaron m&aacute;s de 200 muertos, hace algo m&aacute;s de un mes, en Pakist&aacute;n, la inundaci&oacute;n de un &aacute;rea m&aacute;s grande que Gran Breta&ntilde;a ha dejado mil fallecidos. &ldquo;Es el desastre clim&aacute;tico de la d&eacute;cada&rdquo;, lo ha calificado el Gobierno del pa&iacute;s. </p><p class="article-text"> Las altas temperaturas &ldquo;exacerbadas por el cambio clim&aacute;tico <a href="https://www.worldweatherattribution.org/high-temperatures-exacerbated-by-climate-change-made-2022-northern-hemisphere-droughts-more-likely/" target="_blank" data-mrf-recirculation="links-noticia" class="link">han hecho las sequ&iacute;as de 2022 en el hemisferio norte veinte veces m&aacute;s probables</a>&rdquo;, concluyeron los cient&iacute;ficos del Centro de Atribuci&oacute;n Meteorol&oacute;gica. Francia, Alemania o Espa&ntilde;a &ndash;adem&aacute;s de China&ndash; han visto escasez grave de lluvias. </p><blockquote class="quote"> <div class="quote-wrapper"> <div class="first-quote"></div> <p class="quote-text"> No se ha establecido ningún camino creíble para cumplir el objetivo de 1,5ºC de calentamiento máximo</p> <div class="quote-author"> <span class="name">Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente</span> </div> </div> </blockquote><p class="article-text"> Sin embargo, a pesar de aprobar un pacto hace 12 meses que reconoc&iacute;a que &ldquo;es preciso una acci&oacute;n acelerada durante esta d&eacute;cada&rdquo; y que &ldquo;hace falta recortar las emisiones de CO2 un 45% en 2030&rdquo;, los compromisos reforzados que han presentado algunos estados &ndash;no todos&ndash; apenas quitan un 1% de CO2 respecto a las anteriores versiones, seg&uacute;n el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente. &ldquo;No se ha establecido ning&uacute;n camino cre&iacute;ble para cumplir el objetivo de 1,5&ordm;C de calentamiento m&aacute;ximo&rdquo;. </p><p class="article-text"> La Organizaci&oacute;n Internacional de la Energ&iacute;a prev&eacute; que las emisiones subir&aacute;n un 1% este 2022 respecto a 2021 &ndash;que marc&oacute; el r&eacute;cord hist&oacute;rico&ndash; y que solo empezar&aacute;n a remitir en 2025. La Organizaci&oacute;n de Pa&iacute;ses Exportadores de Petr&oacute;leo <a href="https://www.eldiario.es/economia/opep-preve-emisiones-co2-seguiran-aumentando-2030_1_9670787.html" target="_blank" data-mrf-recirculation="links-noticia" class="link">ha calculado que las emisiones para obtener energ&iacute;a van a continuar creciendo hasta 2030</a>. </p><p class="article-text"> El responsable de cambio clim&aacute;tico en Ecologistas en Acci&oacute;n, Javier Andaluz, afea que &ldquo;los pa&iacute;ses no hayan respondido al llamamiento que se hizo en Glasgow para hacer una mejora significativa&rdquo; . El presidente de aquella cumbre, el brit&aacute;nico Alok Sharma, repet&iacute;a que su objetivo era &ldquo;mantener el 1,5&ordm;C vivo&rdquo;. </p><p class="article-text"> Pero &ldquo;el incremento de los compromisos no ha sucedido. Esperamos que esta cumbre haga una reflexi&oacute;n para indicar que nos est&aacute;n condenando a un calentamiento muy superior a los 2,5&ordm;C&rdquo;, a&ntilde;ade Andaluz. </p><blockquote class="quote"> <div class="quote-wrapper"> <div class="first-quote"></div> <p class="quote-text">La mayoría de los incendios ocurrieron en lugares donde el clima alterado ha aumentado la inflamabilidad de la vegetación, como en el sureste de Europa</p> </div> </blockquote><p class="article-text"> Y el calentamiento se ha dejado notar con fuerza. &ldquo;La ola de calor de agosto se ha combinado con unas condiciones secas prolongadas que han acabado en un incremento de la actividad e intensidad de los incendios forestales en Europa&rdquo;, informa el sistema de observaci&oacute;n por sat&eacute;lite Copernicus de la Uni&oacute;n Europea. Los incendios en UE y Gran Breta&ntilde;a hasta septiembre quemaron 750.000 ha, casi el triple del promedio de la d&eacute;cada. Fueron 508.000 solo en el verano, cuyos <a href="https://atmosphere.copernicus.eu/europes-summer-wildfire-emissions-highest-15-years" data-mrf-recirculation="links-noticia" class="link" target="_blank">fuegos emitieron 6,4 megatoneladas de CO2, la cifra m&aacute;s alta desde 2007.</a> </p><p class="article-text"> &ldquo;La mayor&iacute;a de los incendios ocurrieron en lugares donde el clima alterado ha aumentado la inflamabilidad de la vegetaci&oacute;n como en el sureste de Europa&rdquo;, reflexionan en Copernicus. Espa&ntilde;a ha sido la m&aacute;s castigada este 2022. </p><p class="article-text"> Mientras, la Amazonia ha padecido en agosto y septiembre pasado la peor temporada de fuegos de la d&eacute;cada. </p><p class="article-text"> El encargado de la campa&ntilde;a sobre cambio clim&aacute;tico de Greenpeace, Pedro Zorilla, coincide en que &ldquo;por supuesto que habr&iacute;a que avanzar en la ambici&oacute;n para aumentar los compromisos de reducci&oacute;n de emisiones y parar desde ya toda la financiaci&oacute;n de nuevas infraestructuras f&oacute;siles porque, con las existentes, ya sobrepasar&iacute;amos las emisiones para contener el calentamiento en 1,5&ordm;C&rdquo;. </p><p class="article-text"> Aunque choque, la primera vez que un borrador de acuerdo de una cumbre clim&aacute;tica pidi&oacute; acabar con las subvenciones p&uacute;blicas a combustibles f&oacute;siles fue en 2021. <a href="https://www.eldiario.es/sociedad/paises-lideres-combustibles-fosiles-cuelan-artimana-glasgow-seguir-ayudas-petroleo-gas-carbon_1_8482001.html" target="_blank" data-mrf-recirculation="links-noticia" class="link">No sali&oacute; adelante como tal y fue muy matizada</a> con un plante a &uacute;ltima hora de India. </p><p class="article-text"> &ldquo;Un punto clave ser&iacute;a que se vinculara todos los mecanismos de revisi&oacute;n de planes clim&aacute;ticos a la realidad cient&iacute;fica de que es necesario reducir las emisiones a la mitad en 2030&rdquo;, aporta Javier Andaluz. &ldquo;Esta COP es algo m&aacute;s transitoria porque no se espera que se cierren nuevos documentos&rdquo;, remata el ecologista. </p><figure class="ni-figure"> <picture class="news-image"> <!--[if IE 9]> <video style="display: none;"><![endif]--> <source media="(max-width: 576px)" type="image/webp" srcset="https://static.eldiario.es/clip/c6875fac-0752-4910-8425-9e53343e15cc_16-9-aspect-ratio_50p_0.webp" > <source media="(max-width: 576px)" type="image/jpg" srcset="https://static.eldiario.es/clip/c6875fac-0752-4910-8425-9e53343e15cc_16-9-aspect-ratio_50p_0.jpg" > <source media="(max-width: 767px)" type="image/webp" srcset="https://static.eldiario.es/clip/c6875fac-0752-4910-8425-9e53343e15cc_16-9-aspect-ratio_75p_0.webp" > <source media="(max-width: 767px)" type="image/jpg" srcset="https://static.eldiario.es/clip/c6875fac-0752-4910-8425-9e53343e15cc_16-9-aspect-ratio_75p_0.jpg" > <source type="image/webp" srcset="https://static.eldiario.es/clip/c6875fac-0752-4910-8425-9e53343e15cc_16-9-aspect-ratio_default_0.webp" > <source type="image/jpg" srcset="https://static.eldiario.es/clip/c6875fac-0752-4910-8425-9e53343e15cc_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg" > <!--[if IE 9]></video><![endif]--> <img src="https://static.eldiario.es/clip/c6875fac-0752-4910-8425-9e53343e15cc_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg" alt="Inundaciones ocurridas el pasado verano en Pakistán" > </picture> <figcaption class="image-footer"> <span class="title"> Inundaciones ocurridas el pasado verano en Pakistán </span> </figcaption> </figure><h3 class="article-text">Una conferencia sobre el dinero</h3><p class="article-text"> La Cumbre de Egipto va a estar bastante centrada en el dinero. En los fondos para que los pa&iacute;ses empobrecidos &ndash;que son los menos responsables del cambio clim&aacute;tico (apenas han emitido CO2 en comparaci&oacute;n), pero las principales v&iacute;ctimas&ndash; puedan renunciar a los combustibles f&oacute;siles sin quedarse depauperados y adaptarse a los golpes de la crisis clim&aacute;tica. &ldquo;Salvarse de la carnicer&iacute;a clim&aacute;tica&rdquo;, lo llam&oacute; el pasado jueves el secretario general de la ONU, Antonio Guterres. </p><p class="article-text"> &iquest;Qui&eacute;n lo paga? El Acuerdo de Par&iacute;s prev&eacute; que la financiaci&oacute;n la aporten los estados que se han hecho ricos a base de utilizar carb&oacute;n, petr&oacute;leo y gas y a costa de generar el cambio clim&aacute;tico: Gran Breta&ntilde;a, EEUU, la Uni&oacute;n Europea, los productores de crudo.... </p><p class="article-text"> &ldquo;Hace falta un gran aceler&oacute;n&rdquo;, <a href="https://www.unep.org/resources/adaptation-gap-report-2022" target="_blank" data-mrf-recirculation="links-noticia" class="link">ha pedido la ONU</a>. Los pa&iacute;ses desarrollados se quedaron, al menos, 17.000 millones de d&oacute;lares cortos para cumplir con su compromiso de aportar 100.000 millones al a&ntilde;o a ese fondo a partir de 2020. </p><p class="article-text"> &ldquo;El objetivo clave es la justicia clim&aacute;tica&rdquo;, subraya Zorilla, de Greenpeace. &ldquo;Es una cumbre marcada por la necesidad de financiaci&oacute;n para pa&iacute;ses del sur global y los fondos que compensen las p&eacute;rdidas y da&ntilde;os que la crisis ya les ha causado&rdquo;, coincide Andaluz. &ldquo;Los pa&iacute;ses [ricos] tienen que ver c&oacute;mo cumplen su promesa de Glasgow de duplicar los fondos&rdquo;.&nbsp;&nbsp; </p> ]]>
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<![CDATA[ Raúl Rejón ]]>
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<![CDATA[ Sat, 05 Nov 2022 21:55:12 +0000 ]]>
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<![CDATA[ Los países vuelven a discutir sobre el clima mientras el calor extremo atenaza el planeta ]]>
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<![CDATA[ COP26,Cambio climático,Emergencia climática,Emisiones CO2 ]]>
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<![CDATA[ Lo que no consiguió y lo que nunca iba a conseguir la Cumbre del Clima ]]>
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<![CDATA[ https://www.eldiario.es/sociedad/no-consiguio-iba-cumbre-clima_1_8491809.html ]]>
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<![CDATA[ <p><img src="https://static.eldiario.es/clip/636370ef-7001-4540-909a-9aabf0d7b797_16-9-discover-aspect-ratio_default_0.jpg" width="1200" height="675" alt="Lo que no consiguió y lo que nunca iba a conseguir la Cumbre del Clima"></p><div class="subtitles"><p class="subtitle">Glasgow ilustra los límites de una COP: las decisiones no implican una obligación y la necesidad de consenso permite presiones hasta el último momento como la de India sobre el carbón</p><p class="subtitle">El acuerdo de Glasgow pide a los países que rehagan sus planes para escapar de un calentamiento desastroso, pero rebaja el el fin de las ayudas a los combustibles fósiles</p></div><p class="article-text"> El <a href="https://www.eldiario.es/autores/george_monbiot/" target="_blank" data-mrf-recirculation="links-noticia" class="link">activista y escritor brit&aacute;nico George Monbiot</a> compar&oacute; el Pacto Clim&aacute;tico de Glasgow con un &ldquo;pat&eacute;tico trapo&rdquo;. Con estas palabras lanzadas poco despu&eacute;s de que el presidente de la COP26, Alok Sharma, diera el martillazo final de la Cumbre del Clima el pasado s&aacute;bado, describ&iacute;a la decepci&oacute;n de muchos tras el subid&oacute;n de que la conferencia escocesa se&ntilde;alara por primera vez como problema crucial algo que era tab&uacute;: los combustibles f&oacute;siles. </p><p class="article-text"> El acuerdo del s&aacute;bado pasado ha solicitado a los pa&iacute;ses que rehagan los planes nacionales para conseguir, de verdad, contener el calentamiento global en los l&iacute;mites marcados por el Acuerdo de Par&iacute;s. El texto acab&oacute; pidiendo que se reduzcan progresivamente los subsidios f&oacute;siles &ldquo;ineficientes&rdquo; y el uso del carb&oacute;n. Menciones y solicitudes que han llegado tras las alertas cient&iacute;ficas cada vez m&aacute;s aceleradas desde 2018. </p><p class="article-text"> Porque el Panel de Expertos de la ONU ya dijo hace tres a&ntilde;os que hac&iacute;an falta medidas extraordinarias para limitar en 1,5&ordm;C el calor extra de la Tierra y salvar as&iacute; los efectos m&aacute;s devastadores. Al a&ntilde;o siguiente se le puso cifra: rebajar a la mitad las emisiones de CO2 en 2030. </p><figure class="embed-container embed-container--type-embed "> <br> <h4 style="font-family:'Encode Sans',sans-serif;text-align:left;color:black;font-size:22px;font-weight:700">Cuánto representan las emisiones de cada país sobre el total</h4> <p style="font-size:14px;text-align:left;font-family:'Encode Sans',sans-serif;line-height:20px;color:#181818">Evolución del porcentaje de emisiones de dióxido de carbono de cada país desde 1960 hasta la actualidad</p> <div class="flourish-embed flourish-hierarchy" data-src="visualisation/7809326"><script src="https://public.flourish.studio/resources/embed.js"></script></div> <p style="font-size:12px;text-align:left;font-family:'Encode Sans',sans-serif;line-height:20px;color:#181818;">Fuente: GCP (Global Carbon Project)</p> <br> </figure><p class="article-text"> &ldquo;Hemos acelerado la acci&oacute;n, la COP ha respondido al llamamiento para cerrar la brecha hacia el 1,5, y el carb&oacute;n est&aacute; en el texto. Pero a&uacute;n queda mucho por hacer&rdquo;, ha analizado la directora general de la Fundaci&oacute;n Europea por el Clima, Laurence Tubiana. Pero el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, no ha puesto matices diplom&aacute;ticos: &ldquo;Reafirmo mi convicci&oacute;n en que debemos acabar con los subsidios a combustibles f&oacute;siles y abandonar definitivamente el carb&oacute;n&rdquo;. </p><h3 class="article-text">Mencionar los combustibles f&oacute;siles, pero poco</h3><p class="article-text"> El final de la COP26 en Glasgow ofreci&oacute; un espect&aacute;culo nunca visto: India forzaba al m&aacute;ximo para introducir una enmienda de ultim&iacute;sima hora que suavizara todo lo posible la demanda com&uacute;n para desengancharse del uso de carb&oacute;n y de las ayudas p&uacute;blicas a los combustibles f&oacute;siles. India puso la voz, pero el camino se lo hab&iacute;a preparado China y ten&iacute;a el respaldo del grupo de pa&iacute;ses &aacute;rabes &ndash;desde Arabia Saud&iacute; a Argelia, Marruecos o Egipto&ndash;, Sur&aacute;frica, Nigeria o Ir&aacute;n. </p><p class="article-text"> La enmienda pas&oacute; y dej&oacute; una clara sensaci&oacute;n de que los combustibles f&oacute;siles hab&iacute;an sobrevivido, ya que la primer&iacute;sima versi&oacute;n de esta cl&aacute;usula dec&iacute;a: abandonar el carb&oacute;n y los subsidios, sin m&aacute;s. El propio presidente de la conferencia, Alok Sharma, tuvo que pedir perd&oacute;n por consentir este movimiento con la idea de preservar el resto del documento y no verse implicado en un bloqueo durante su guardia de las negociaciones clim&aacute;ticas. </p><p class="article-text"> Con todo, la vicepresidenta tercera espa&ntilde;ola, Teresa Ribera, ha visto en el Pacto Clim&aacute;tico de Glasgow un acuerdo que &ldquo;da los pasos para empezar a desterrar definitivamente el carb&oacute;n y pone fin a los subsidios a los combustibles f&oacute;siles&rdquo;. </p><p class="article-text"> Mohamed Adow, director del <em>thinktank</em> Power Shift Africa, considera que &ldquo;por primera vez tenemos una decisi&oacute;n de la COP en la que se pide que se hagan esfuerzos para reducir gradualmente las subvenciones al carb&oacute;n y a los combustibles f&oacute;siles. Se trata de un progreso bienvenido, pero se necesita m&aacute;s, incluyendo la eliminaci&oacute;n progresiva del petr&oacute;leo y el gas&rdquo;. </p><p class="article-text"> Es cierto que el art&iacute;culo 2 del Protocolo de Kioto dec&iacute;a que los firmantes reducir&iacute;an progresivamente los incentivos y exenciones fiscales de &ldquo;todos los sectores que emiten gases de efecto invernadero&rdquo;, pero aquel tratado para rebajar las emisiones globales de CO2 no conten&iacute;a las palabras &ldquo;combustibles f&oacute;siles&rdquo;. No mencionaba la causa del problema que, dec&iacute;a, trataba de solucionar. &ldquo;Se ha mencionado por fin a los combustibles f&oacute;siles en el acuerdo final despu&eacute;s de a&ntilde;os de rechazo a pesar de que China e India lo hayan debilitado en el &uacute;ltimo momento&rdquo;, concede el observador en la cumbre de Los Verdes Europeos, Florent Marcellesi. </p><h3 class="article-text">Las COP no obligan a nadie</h3><p class="article-text"> La jugada final de India, adem&aacute;s de acaparar la atenci&oacute;n, ha ilustrado el procedimiento de las COP. El sistema que ha adoptado la ONU para celebrar sus conferencias clim&aacute;ticas implica que no se obliga a nadie a nada porque, al final, no habr&aacute; manera de pedir cuentas a quien no cumpla. No se votan decisiones y el objetivo es que los acuerdos se hagan por consenso. Con esos mimbres, &ldquo;la clave est&aacute; en los verbos que se acaban utilizando para expresar los puntos del acuerdo&rdquo;, explica la analista legal de Ecologistas en Acci&oacute;n durante la cumbre de Glasgow, Irene Rubiera. </p><p class="article-text"> La jurista cuenta que &ldquo;cuando se aplica un verbo como 'deber&aacute;', eso genera cierta obligaci&oacute;n legal, pero, en derecho internacional p&uacute;blico, no hay una fuerza coercitiva que fuerce a los Estados. En el Acuerdo de Par&iacute;s s&iacute; aparece varias veces esa f&oacute;rmula. En Glasgow no se utiliza nunca esa versi&oacute;n, por lo que los puntos terminan siendo una especie de principios orientadores, inspiradores, que pueden aplicarse a la legislaci&oacute;n nacional de los pa&iacute;ses&rdquo;. </p><p class="article-text"> Este fue uno de los problemas que dinamit&oacute; el Protocolo de Kioto de 1997. Era vinculante y dec&iacute;a que los pa&iacute;ses industrializados deb&iacute;an hacer diferentes cosas para que las emisiones de gases de efecto invernadero cayeran. Hab&iacute;a incluso una lista de Estados con el porcentaje de emisiones que pod&iacute;an lanzar. Kioto no entr&oacute; en vigor hasta 2005 porque no lo ratificaban suficientes pa&iacute;ses. EEUU, a pesar de firmarlo, no lo ratific&oacute;. Canad&aacute; se sali&oacute; y China estaba incluida entre los pa&iacute;ses no industrializados. </p><p class="article-text"> En este contexto, el Acuerdo de Par&iacute;s cambio el sistema. Los pa&iacute;ses son los que, <em>motu proprio</em>, explican qu&eacute; est&aacute;n dispuestos a hacer para conseguir el objetivo com&uacute;n de limitar el recalentamiento global de la Tierra &ldquo;muy por debajo de los 2&ordm;C&rdquo; y hacer todo lo posible para que sea 1,5&ordm;C. El esquema deja a la vista sus debilidades: todos los planes recientemente entregados suponen, en su conjunto, un aumento de emisiones en 2030. Imposible as&iacute; cumplir los l&iacute;mites del Acuerdo de Par&iacute;s. Esa es la brecha que pretend&iacute;an reducir los dirigentes en Glasgow. </p><h3 class="article-text">Revisen sus planes clim&aacute;ticos... por favor</h3><p class="article-text"> Con esa evidencia cient&iacute;fica en las manos y la gram&aacute;tica ONU, el Pacto de Glasgow &ldquo;solicita&rdquo; a los pa&iacute;ses que revisiten y refuercen los objetivos de sus planes de acci&oacute;n que abarcan hasta el final de la d&eacute;cada. Tambi&eacute;n que los tengan terminados &ldquo;a finales de 2022&rdquo; para ver si esta vez s&iacute; consiguen que la Tierra no sobrepase esos umbrales de temperatura extra. &ldquo;Es la primera vez que se introduce en el sistema de la ONU la necesidad de recortar las emisiones un 45% para 2030&rdquo;, dec&iacute;an fuentes de las negociaciones en Glasgow antes de acabar la cumbre. </p><p class="article-text"> Lo que ocurre es que tambi&eacute;n la ONU ha certificado que los pa&iacute;ses productores de petr&oacute;leo, gas y carb&oacute;n <a href="https://www.eldiario.es/sociedad/paradoja-climatica-paises-anuncian-recortes-emisiones-planean-producir-combustibles-fosiles_1_8410978.html" target="_blank" data-mrf-recirculation="links-noticia" class="link">tienen planes de aqu&iacute; a 2030 que, en conjunto, provocan un incremento en la fabricaci&oacute;n de estos combustibles</a>. Si se extraen, refinan y ponen en circulaci&oacute;n es con la idea de utilizarse, de quemarse, y, en consecuencia, provocar emisiones de CO2. De ah&iacute; gran parte de la fricci&oacute;n en torno a los subsidios y el fin del carb&oacute;n que ha rodeado esta cumbre. </p><p class="article-text"> &ldquo;Incluso si los l&iacute;deres se ci&ntilde;eran a las promesas que han hecho aqu&iacute; en Glasgow, no se evitar&iacute;a la destrucci&oacute;n de comunidades como la m&iacute;a&rdquo;, comentaba al acabar la COP26 Vanessa Nakate, una activista de Fridays for Future que llegaba desde Uganda. </p><h3 class="article-text">&iquest;D&oacute;nde est&aacute; el dinero?</h3><p class="article-text"> Esas comunidades a las que se refer&iacute;a Nakate son las que viven en las zonas m&aacute;s vulnerables a la crisis clim&aacute;tica. &ldquo;1,5&ordm;C global significa 3&ordm;C para &Aacute;frica&rdquo;, recordaba el delegado keniata durante una de las sesiones plenarias. No todo el planeta se recalienta por igual. De Glasgow no ha salido la financiaci&oacute;n completa que falta para cumplir el compromiso de 100.000 millones de d&oacute;lares anuales que los pa&iacute;ses ricos dijeron que pondr&iacute;an a partir de 2020 a disposici&oacute;n de los empobrecidos para hacer su transici&oacute;n energ&eacute;tica. </p><p class="article-text"> El pacto dice que los Estados desarrollados van a doblar los fondos que aportar&aacute;n para que las zonas del planeta que reciben los peores impactos de un problema que apenas han generado puedan adaptarse: que los huracanes no devasten totalmente el territorio, que la poblaci&oacute;n no deba huir por las sequ&iacute;as que impiden las cosechas o amortiguar las inundaciones. </p><p class="article-text"> El enviado especial de EEUU, John Kerry, subray&oacute; que se ha puesto encima de la mesa c&oacute;mo asistir a estos pa&iacute;ses una vez que, incluso tras intentar adaptarse, se ven perjudicados por el cambio clim&aacute;tico. Los pa&iacute;ses empobrecidos quer&iacute;an un sistema de ayudas, pero hab&iacute;a &ldquo;mucho retraso acumulado&rdquo; en esta agenda, han reconocido fuentes diplom&aacute;ticas. Muchos Estados en esas circunstancias tomaron la palabra en Glasgow para decir que necesitaban m&aacute;s ayuda, pero que daban el visto bueno en aras de sacar el consenso adelante. Luego lleg&oacute; el episodio de India. </p> ]]>
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<![CDATA[ Raúl Rejón ]]>
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<![CDATA[ Lo que no consiguió y lo que nunca iba a conseguir la Cumbre del Clima ]]>
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<![CDATA[ COP26,Cambio climático,Medio ambiente ]]>
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<![CDATA[ Fósiles ]]>
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<![CDATA[ Bernardo Vergara ]]>
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<![CDATA[ Sun, 14 Nov 2021 20:25:49 +0000 ]]>
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<![CDATA[ El acuerdo de Glasgow rebaja al mínimo la llamada a frenar el petróleo y el carbón ]]>
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<![CDATA[ https://www.eldiario.es/sociedad/cumbre-clima-acuerda-paises-rehagan-planes-escapar-calentamiento-desastroso_1_8487610.html ]]>
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<![CDATA[ <p><img src="https://static.eldiario.es/clip/c9c580f3-3d47-4bb1-ab49-b6fe776ccb25_16-9-discover-aspect-ratio_default_0.jpg" width="1200" height="675" alt="El acuerdo de Glasgow rebaja al mínimo la llamada a frenar el petróleo y el carbón"></p><div class="subtitles"><p class="subtitle">Los países han acordado rehacer sus planes para poder escapar de un calentamiento desastroso</p><p class="subtitle">Las trampas de los países al contar sus emisiones de CO2 meten presión a las negociaciones de la cumbre de Glasgow</p></div><p class="article-text"> En un aceler&oacute;n final, la cumbre del clima de Glasgow ha cerrado por fin un acuerdo que pide a los pa&iacute;ses que revisen y refuercen sus planes y objetivos de reducci&oacute;n de emisiones para 2030 para cumplir el Acuerdo de Par&iacute;s contra el cambio clim&aacute;tico que todos firmaron y los vuelvan a someter a evaluaci&oacute;n el a&ntilde;o que viene. Los planes que han ido present&aacute;ndose hasta ahora no sirven para contener el recalentamiento de la Tierra en 1,5&ordm;C. </p><p class="article-text"> Sin embargo, el acuerdo sale de la ciudad escocesa con la solicitud para acabar con las ayudas al petr&oacute;leo, el gas y el carb&oacute;n suavizada al m&aacute;ximo al incorporar India una enmienda cuando ya estaba en marcha el pleno final. De viva voz, India ha propuesto que se pasara del t&eacute;rmino &ldquo;abandonar&rdquo; a &ldquo;reducir&rdquo; los subsidios. Se han levantado varias manos para afear este movimiento de &uacute;ltima hora que no ha pasado por revisi&oacute;n alguna, pero nadie se ha atrevido a bloquear la cumbre. </p><p class="article-text"> El Pacto Clim&aacute;tico de Glasgow, como han llamado a la decisi&oacute;n final, ha mantenido el texto que dice que si se quiere conseguir este l&iacute;mite de temperatura extra, es necesario recortar las emisiones gases de efecto invernadero un 45% respecto a 2010 al llegar a 2030. Los objetivos nacionales para el fin de esta d&eacute;cada es lo que se ha pedido que se revise, siempre en la f&oacute;rmula voluntaria de Naciones Unidas que no impone la medida. Las delegaciones han llamado a esto mantener el 1,&ordm;5&ordm;C al alcance. </p><p class="article-text"> El an&aacute;lisis de s&iacute;ntesis que ha realizado este a&ntilde;o la ONU sobre todos los compromisos nacionales anunciados ha indicado que las emisiones crecer&aacute;n un 13% para 2030, totalmente al contrario de lo que se expresa en este acuerdo. Con el ritmo actual de emisiones, la<a href="https://www.eldiario.es/sociedad/mundo-superara-11-anos-emisiones-co2-todavia-evitar-peor-cambio-climatico_1_8455931.html" target="_blank" data-mrf-recirculation="links-noticia" class="link"> cantidad carbono que puede lanzarse a la atm&oacute;sfera compatible con detener el calentamiento en los m&aacute;rgenes de seguridad se agotar&iacute;a en 11 a&ntilde;os.</a> &ldquo;Notamos con profunda preocupaci&oacute;n&rdquo;, incluye el texto, los resultados de esta evaluaci&oacute;n y &ldquo;enfatizamos la urgente necesidad&rdquo; de que los pa&iacute;ses &ldquo;incrementen sus esfuerzos&rdquo;. De Glasgow sale una petici&oacute;n a la ONU para que haga un examen de los planes nacionales todos los a&ntilde;os &ndash;no solo cuando se presenten&ndash;. </p><figure class="embed-container embed-container--type-embed "> <div> <picture> <source media="(min-width: 500px)" srcset="https://static.eldiario.es/clip/15ae6aaa-2e44-442f-83a7-2777a9950435_source-aspect-ratio_default_0.jpg"> <source srcset="https://static.eldiario.es/clip/bb0efad6-54bd-469a-b146-8f1dbdadf555_source-aspect-ratio_default_0.jpg"> <img src="https://static.eldiario.es/clip/bb0efad6-54bd-469a-b146-8f1dbdadf555_source-aspect-ratio_default_0.jpg"> </picture> </div> </figure><p class="article-text"> El borrador de acuerdo ya hab&iacute;a rebajado la ambici&oacute;n sobre el fin de los subsidios a los combustibles f&oacute;siles al admitir que lo que se deb&iacute;a ir terminando eran las ayudas p&uacute;blicas &ldquo;ineficientes&rdquo; al petr&oacute;leo, el gas y el carb&oacute;n. El<a href="https://www.eldiario.es/sociedad/paises-lideres-combustibles-fosiles-cuelan-artimana-glasgow-seguir-ayudas-petroleo-gas-carbon_1_8482001.html" target="_blank" data-mrf-recirculation="links-noticia" class="link"> mandato hab&iacute;a sido aguado al introducir estos matices</a> para intentar contentar a los pa&iacute;ses productores como Arabia Saud&iacute; y el Grupo &Aacute;rabe de naciones. &ldquo;Se ha usado el lenguaje introducido por el G20 que era dif&iacute;cilmente rechazable y, a la larga, no hay mucha diferencia&rdquo;, dicen desde dentro de la negociaci&oacute;n. &ldquo;Manda un mensaje n&iacute;tido de que por ah&iacute; no va el futuro&rdquo;. </p><h3 class="article-text">Pleno turbulento por el carb&oacute;n</h3><p class="article-text"> Con todo, India ha presionado hasta el final e introducido el cambio de viva voz para que la cl&aacute;usula se transformara desde el &ldquo;abandonar&rdquo; al &ldquo;reducir progresivamente&rdquo; esas ayudas. Le han contestado Suiza expresando enfado y la Uni&oacute;n Europea ha dicho que era un mensaje err&oacute;neo y ha expresado &ldquo;decepci&oacute;n&rdquo;, aunque sin que eso supusiera una bloqueo. </p><p class="article-text"> M&eacute;xico y las Islas Marshall han tomado la palabra para mostrar tambi&eacute;n el enfado por que se haya permitido usar la reuni&oacute;n de aprobaci&oacute;n para rebajar la fuerza de la petici&oacute;n en el &uacute;ltimo minuto y sin pasar por consultas. </p><p class="article-text"> &ldquo;Estos cambios no son nuestra opci&oacute;n preferida. Creemos que debemos abandonar, no reducir, el carb&oacute;n&rdquo;, ha dicho la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera. A pesar de esto, Ribera piensa que el acuerdo de Glasgow &ldquo;es un paso adelante y confiamos que esta senda pueda reforzarse con rapidez con el resto de compromisos para reducir las emisiones un 45%&rdquo;. </p><figure class="embed-container embed-container--type-embed "> <br> <h4 style="font-family:'Encode Sans',sans-serif;text-align:left;color:black;font-size:22px;font-weight:700">Cuánto representan las emisiones de cada país sobre el total</h4> <p style="font-size:14px;text-align:left;font-family:'Encode Sans',sans-serif;line-height:20px;color:#181818">Evolución del porcentaje de emisiones de dióxido de carbono de cada país desde 1960 hasta la actualidad</p> <div class="flourish-embed flourish-hierarchy" data-src="visualisation/7809326"><script src="https://public.flourish.studio/resources/embed.js"></script></div> <p style="font-size:12px;text-align:left;font-family:'Encode Sans',sans-serif;line-height:20px;color:#181818;">Fuente: GCP (Global Carbon Project)</p> <br> </figure><p class="article-text"> Es cierto que es la primera vez &ndash;desde una menci&oacute;n indirecta en Kioto&ndash; que se apunta directamente a la causa que ha provocado la crisis clim&aacute;tica: la quema masiva de combustibles f&oacute;siles por parte de los humanos. La idea de ir acabando con<a href="https://www.eldiario.es/sociedad/paises-destinan-triple-ayudas-publicas-gas-petroleo-carbon-energias-limpias_1_8460550.html" target="_blank" data-mrf-recirculation="links-noticia" class="link"> los subsidios</a> ha hecho que India protestara este mismo s&aacute;bado: ha asegurado que necesitan esas ayudas para dar &ldquo;apoyo y seguridad&rdquo; a su poblaci&oacute;n. Luego ha intervenido cuando los pa&iacute;ses hab&iacute;an sido llamados para dar el visto bueno definitivo para cambiar la clausula. </p><p class="article-text"> &ldquo;Este acuerdo estanca la lucha contra la crisis clim&aacute;tica&rdquo;, opina el responsable de cambio clim&aacute;tico en Ecologistas en Acci&oacute;n, Javier Andaluz. &ldquo;No da respuestas a las consecuencias del calentamiento global que ya est&aacute;n sufriendo millones de personas&rdquo;. La directora ejecutiva de Greenpeace, Jennifer Morgan, tambi&eacute;n ha salido decepcionada: &ldquo;Glasgow deb&iacute;a cumplir con el objetivo de cerrar la brecha a 1,5 &ordm;C y eso no ha sucedido, pero en 2022 las naciones tendr&aacute;n que volver con objetivos m&aacute;s fuertes&rdquo;. Las organizaciones ambientalistas han salido contrariadas con el final abrupto de la COP26. David Howell, de SEO-Birdlife, cree que &ldquo;el resultado es insuficiente porque hemos dado peque&ntilde;os pasos y hace falta pasos de gigante&rdquo;. </p><p class="article-text"> La cumbre se hab&iacute;a atorado. El presidente de la COP26, Alok Sharma, ha tenido que convocar una ronda de toma de posiciones para tratar de desatascar un acuerdo despu&eacute;s de pasar buen parte de la madrugada negociando. Su propuesta ha obligado a llamar a consultas. En el sal&oacute;n del pleno se ha podido ver al enviado especial de EEUU, John Kerry, en actividad constante ya metidos los delegados en la sala. Kerry ha mantenido conversaciones cara a cara con el enviado de China, Xie Zhenhua (que fue negociador jefe del pa&iacute;s en Copenhague y Par&iacute;s). Luego pasaba a hablar con el jefe de la delegaci&oacute;n de la Uni&oacute;n Europea, Frans Timmermans. Despu&eacute;s se acercaba un rato a Alok Sharma para regresar con el chino Zhenhua. </p><h3 class="article-text">No aparecieron los millones del fondo clim&aacute;tico</h3><p class="article-text"> Este paquete no ha conseguido que se materialicen los millones de d&oacute;lares comprometidos hace diez a&ntilde;os para ayudar a los estados empobrecidos a mitigar el cambio clim&aacute;tico. &ldquo;Notamos con gran pesar&rdquo;, escribe, que no se ha conseguido ese objetivo que deb&iacute;a juntar 100.000 millones de d&oacute;lares anuales a partir de 2020. M&aacute;s adelante que sean capaces de movilizar ese dinero. &ldquo;Urgimos a los pa&iacute;ses desarrollados a que consigan completar ese objetivo para 2025&rdquo;. </p><p class="article-text"> En este sentido, Andaluz subraya que &ldquo;la falta de compromisos claros de los pa&iacute;ses del Norte global sobre la financiaci&oacute;n, la transferencia de tecnolog&iacute;as y capacidades entre pa&iacute;ses deja en grave riesgo a millones de personas&rdquo;. </p><p class="article-text"> Esta decisi&oacute;n pide a las partes ricas que doblen su provisi&oacute;n conjunta para el apoyo a la adaptaci&oacute;n de los m&aacute;s vulnerables al nuevo contexto que les ha impuesto la crisis clim&aacute;tica. Sit&uacute;a el punto de partida en lo que se aport&oacute; en 2019 y se pone el l&iacute;mite para conseguirlo en 2025. </p><p class="article-text"> Los estados empobrecidos quer&iacute;an un plan para que existiera un mecanismo financiero que les ayudara a compensar las p&eacute;rdidas y da&ntilde;os que el cambio clim&aacute;tico ya les produce (y que ellos apenas han provocado). &ldquo;Hab&iacute;a mucho retraso acumulado en esta tarea&rdquo;, han comentado las delegaciones. Las p&eacute;rdidas y da&ntilde;os son los impactos que los pa&iacute;ses no pueden evitar aunque hagan esfuerzos para adaptar sus territorios a las nuevas circunstancias clim&aacute;tica. Se le da una patada hacia adelante y ser&aacute; un punto estrella en la cumbre de 2022 en Egipto. </p> ]]>
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<![CDATA[ Raúl Rejón ]]>
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<![CDATA[ https://www.eldiario.es/sociedad/cumbre-clima-acuerda-paises-rehagan-planes-escapar-calentamiento-desastroso_1_8487610.html ]]>
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<![CDATA[ Sat, 13 Nov 2021 19:42:02 +0000 ]]>
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<![CDATA[ El acuerdo de Glasgow rebaja al mínimo la llamada a frenar el petróleo y el carbón ]]>
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<![CDATA[ Glasgow ]]>
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<![CDATA[ <p><img src="https://static.eldiario.es/clip/42e87256-5ecd-4e03-b531-b835a26ee597_16-9-discover-aspect-ratio_default_0.jpg" width="1200" height="675" alt="Glasgow"></p> ]]>
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<![CDATA[ Manel Fontdevila ]]>
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<![CDATA[ https://www.eldiario.es/opinion/glasgow_131_8486006.html ]]>
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<![CDATA[ Fri, 12 Nov 2021 21:30:17 +0000 ]]>
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<![CDATA[ Glasgow ]]>
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<![CDATA[ La COP26 y la "infantilización" de la crisis climática ]]>
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<![CDATA[ <p><img src="https://static.eldiario.es/clip/7935bc42-3ae9-43b9-928d-2f4564c66f93_16-9-discover-aspect-ratio_default_0.jpg" width="1200" height="675" alt="La COP26 y la &quot;infantilización&quot; de la crisis climática"></p><div class="subtitles"><p class="subtitle">Cuando hablamos de "infantilizar" en un sentido peyorativo realmente nos estamos olvidando de lo que son en verdad los niños, auténticos sujetos de derechos y agentes de cambio. Hemos ignorado que pueden cuestionarlo todo, incluso su seguridad medioambiental</p></div><p class="article-text"> Se realiz&oacute; hasta el 12 de noviembre la Conferencia de Naciones Unidas sobre el cambio clim&aacute;tico &ndash;COP26- que en esta ocasi&oacute;n se llev&oacute; a cabo en Glasgow (Escocia). Es la reuni&oacute;n m&aacute;s importante de l&iacute;deres del mundo hablando sobre el futuro clim&aacute;tico del planeta, ya lo habr&aacute;n visto en las noticias, en las redes sociales. En fin, no vengo a hablarles de los se&ntilde;ores all&aacute; reunidos, sino m&aacute;s bien de lo que pasa y viene pasando desde hace algunos a&ntilde;os fuera de esas grandes cumbres y de los despachos de esos l&iacute;deres mundiales.&nbsp; </p><p class="article-text"> Dentro de los ni&ntilde;os y ni&ntilde;as que est&aacute;n abanderando la causa ambientalista en el mundo y que se encuentran moviliz&aacute;ndose por cambios reales en la COP26, est&aacute; Francisco Javier Vera Manzanares, de 12 a&ntilde;os, fundador de un movimiento integrado por ni&ntilde;os, ni&ntilde;as y j&oacute;venes llamado &ldquo;Guardianes Por la Vida&rdquo; mediante el cual realizan actividades de concienciaci&oacute;n y divulgaci&oacute;n sobre la causa ambientalista en Colombia. Creci&oacute; en un entorno rural rodeado de animales y el verde del campo y eso le llev&oacute; primero a ser animalista y luego a ser ambientalista, a entender como &eacute;l lo dice que <em>&ldquo;la naturaleza no nos pertenece a nosotros, nosotros le pertenecemos a ella.&rdquo;&nbsp;</em> </p><p class="article-text"> La elocuencia, fluidez y coherencia de su discurso es impresionante y su perspectiva del problema de la crisis medioambiental y clim&aacute;tica en el mundo tiene unas dimensiones que no tiene nada que envidiar a cualquier experto en el tema. En 2019 cuando ten&iacute;a 10 a&ntilde;os, Francisco realiz&oacute; una <a href="https://www.youtube.com/watch?v=TkGJrQnLcoA&amp;ab_channel=ElEspectador" target="_blank" data-mrf-recirculation="links-noticia" class="link">intervenci&oacute;n en el Congreso</a> de la Rep&uacute;blica de Colombia pidi&eacute;ndole a los congresistas que legislaran para la vida y que esto se traduc&iacute;a en pol&iacute;ticas p&uacute;blicas contra el <em>fracking</em>, el testeo animal, los pl&aacute;sticos de un solo uso y el maltrato animal. </p><p class="article-text"> Eso catapult&oacute; su visibilidad y le ha llevado incluso a recibir amenazas de muerte en febrero pasado por pedir al gobierno nacional que garantizara la conectividad en todos los territorios del pa&iacute;s a las ni&ntilde;as y ni&ntilde;os para poder volver a clases. Seg&uacute;n la ONG Global Witness Colombia es el pa&iacute;s del mundo en el que m&aacute;s se asesinan activistas medioambientales y defensores de derechos humanos; as&iacute; que la tarea que realiza Francisco no es nada f&aacute;cil y mucho menos, segura.&nbsp; </p><p class="article-text"> Fue designado por su trabajo como Embajador de buena voluntad por la Uni&oacute;n Europea y eso ha permitido que est&eacute; ahora en la COP26, all&iacute; se ha encontrado con Greta Thunberg quien le ha dicho que lo admira, que es una inspiraci&oacute;n para ella, que nunca se detenga y que cuenta con todo su apoyo, lo cual ha sido un momento muy especial para &eacute;l quien en diversas ocasiones hab&iacute;a manifestado su admiraci&oacute;n por ella. &nbsp; </p><figure class="embed-container embed-container--type-embed "> <blockquote class="twitter-tweet"><p lang="es" dir="ltr">🚨 <a href="https://twitter.com/hashtag/EXCLUSIVO?src=hash&amp;ref_src=twsrc%5Etfw">#EXCLUSIVO</a> I RTVC Noticias estuvo en el encuentro entre <a href="https://twitter.com/GretaThunberg?ref_src=twsrc%5Etfw">@GretaThunberg</a> y <a href="https://twitter.com/franciscoactiv2?ref_src=twsrc%5Etfw">@franciscoactiv2</a> en el marco de la <a href="https://twitter.com/hashtag/COP26?src=hash&amp;ref_src=twsrc%5Etfw">#COP26</a> en Glasgow, Escocia 🏴󠁧󠁢󠁳󠁣󠁴󠁿<br><br>&quot;Eres es una inspiración para muchos jóvenes&quot;, fue el mensaje que la activista sueca le dio al joven colombiano. <br><br>📹 <a href="https://twitter.com/stephanie_valen?ref_src=twsrc%5Etfw">@stephanie_valen</a> <a href="https://t.co/FfLwOVpF20">pic.twitter.com/FfLwOVpF20</a></p>&mdash; RTVC Noticias (@RTVCnoticias) <a href="https://twitter.com/RTVCnoticias/status/1455234149111980039?ref_src=twsrc%5Etfw">November 1, 2021</a></blockquote> <script async src="https://platform.twitter.com/widgets.js" charset="utf-8"></script> </figure><p class="article-text"> Esos ni&ntilde;os y ni&ntilde;as que hoy hacen frente al problema de la crisis medioambiental y clim&aacute;tica en el mundo han reforzado mi cuestionamiento sobre el adultocentrismo, sobre esa superioridad a todos los niveles que las personas adultas experimentamos frente a la infancia. Cuando no les creemos capaces y asumimos que son dependientes siempre, que no pueden ni siquiera tener un juicio cr&iacute;tico por s&iacute; solos. Cuando hablamos de &ldquo;infantilizar&rdquo; en un sentido peyorativo realmente estamos proyectando eso a lo que nosotros hemos reducido a la infancia, no lo que en verdad son, aut&eacute;nticos sujetos de derechos y agentes de cambio. Hemos ignorado que pueden cuestionarlo todo, incluso su seguridad medioambiental.&nbsp; </p><p class="article-text"> Francisco se encarga de recordar esto cuando cuestiona la actitud que la sociedad mantiene hacia los ni&ntilde;os impidi&eacute;ndoles opinar y ser agentes directos de sus derechos, as&iacute; por ejemplo en una entrevista que le concedi&oacute; a la <a href="https://www.youtube.com/watch?v=s8DLM4PmTug&amp;t=331s&amp;ab_channel=DWEspa%C3%B1ol" target="_blank" data-mrf-recirculation="links-noticia" class="link">cadena alemana DW</a> en su versi&oacute;n en espa&ntilde;ol: <em>&ldquo;algo que no me gustar&iacute;a volver a escuchar es que no opine, que le digan a los ni&ntilde;os que no opinen (..) realmente es que es un derecho y yo creo que la garant&iacute;a de los derechos humanos es algo sumamente importante y por lo cual me movilizo (&hellip;)el concepto del ni&ntilde;o no solo se reduce a juego o a estudio, creo que un ni&ntilde;o es un sujeto que hace lo que le apasiona, lo que le hace feliz&rdquo;</em> </p><p class="article-text"> Francisco y Greta son apenas dos de las miles de ni&ntilde;as, ni&ntilde;os y j&oacute;venes que hacen activismo en el mundo por la defensa del medio ambiente (y otras muchas causas sociales), que desde su ciudadan&iacute;a activa recuerdan a los Estados sus responsabilidades, que no callan y que no se detienen. Recordemos esto cuando volvamos a hablar de &ldquo;infantilizar&rdquo;, cuando en nuestra vida cotidiana interactuemos con ni&ntilde;as y ni&ntilde;os, con esa infancia que lucha, que cuestiona, que se moviliza y que hoy nos est&aacute; confrontando con el planeta que estamos dejando. Qu&eacute; manera m&aacute;s valiente, libre y trasgresora de infantilizar una causa. </p> ]]>
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<![CDATA[ Dayana Méndez Aristizábal ]]>
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<![CDATA[ La COP26 y la "infantilización" de la crisis climática ]]>
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<![CDATA[ Medio ambiente,COP26,Cumbre del Clima ]]>
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<![CDATA[ La presión de los productores para mantener las ayudas al petróleo obliga a prorrogar la cumbre de Glasgow ]]>
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<![CDATA[ <p><img src="https://static.eldiario.es/clip/c70f51ff-978f-4540-853b-1f5ad8804f4b_16-9-discover-aspect-ratio_default_0.jpg" width="1200" height="675" alt="La presión de los productores para mantener las ayudas al petróleo obliga a prorrogar la cumbre de Glasgow"></p><div class="subtitles"><p class="subtitle">El cambio en el borrador del acuerdo para suavizar la petición de acabar con los subsidios que sustentan el petróleo, el carbón y el gas desata una lluvia de críticas: "Esos subsidios tienen que acabarse", dice el enviado de EEUU, John Kerry</p><p class="subtitle">Los países líderes en combustibles fósiles cuelan una trampa en Glasgow para seguir ayudando al petróleo, gas y carbón</p></div><p class="article-text"> La Cumbre del Clima de Glasgow se va a la pr&oacute;rroga encallada en las subvenciones a los combustibles f&oacute;siles, la financiaci&oacute;n para los pa&iacute;ses empobrecidos y los mercados de carbono. El texto propuesto por el presidente de <a href="https://www.eldiario.es/sociedad/cop26/" target="_blank" data-mrf-recirculation="links-noticia" class="link">la COP26</a>, Alok Sharma, ha sido vapuleado por las delegaciones por lo que, a las pocas horas de haber nacido, ya estaba claro que no serv&iacute;a: se <a href="https://www.eldiario.es/sociedad/paises-lideres-combustibles-fosiles-cuelan-artimana-glasgow-seguir-ayudas-petroleo-gas-carbon_1_8482001.html" target="_blank" data-mrf-recirculation="links-noticia" class="link">hab&iacute;a aguado la desescalada de los subsidios </a>al petr&oacute;leo, el carb&oacute;n y el gas y se &ldquo;lamentaba profundamente&rdquo; que <a href="https://www.eldiario.es/sociedad/paises-empobrecidos-hartan-falsas-promesas-cumbre-glasgow_1_8478029.html" target="_blank" data-mrf-recirculation="links-noticia" class="link">no se hayan completado los fondos prometidos hace diez a&ntilde;os para los estados vulnerables</a>, pero sin que el dinero se ponga en la mesa. </p><p class="article-text"> &ldquo;Esos subsidios tienen que acabarse, &iquest;c&oacute;mo se le puede hacer un lavado de cara a esto?&rdquo;, ha dicho el enviado especial de EEUU, John Kerry. &ldquo;Nosotros somos de los mayores productores de combustibles f&oacute;siles y de sus subsidios, pero tenemos que eliminarlos y lo vamos a hacer&rdquo;. </p><p class="article-text"> Este ha sido uno de los nudos que han enredado la COP26. &iquest;C&oacute;mo no pedir en un foro que trata de atajar el cambio clim&aacute;tico que miles de millones de euros p&uacute;blicos dejen de sostener el uso de la principal fuente de CO2? Arabia Saud&iacute; ha dado la respuesta: &ldquo;Nadie est&aacute; en desacuerdo con que hay que conseguir el l&iacute;mite de un incremento m&aacute;ximo de temperaturas de 1,5&ordm;C, pero debemos encontrar un terreno com&uacute;n en el c&oacute;mo. No puede aparecer nada que rompa el equilibrio&rdquo;, ha espetado su delegado frente a los dem&aacute;s. </p><h3 class="article-text">El Grupo &Aacute;rabe</h3><p class="article-text"> Detr&aacute;s de los saud&iacute;es se ha parapetado todo el Grupo &Aacute;rabe que incluye 22 estados como Egipto, Emiratos &Aacute;rabes, Irak, Kuwait, Libia o Jordania. Rusia no ha concretado nada en un circunloquio p&uacute;blico y Australia ha callado. </p><p class="article-text"> El intento de Sharma de crear un consenso sobre este asunto al matizar la <a href="https://www.eldiario.es/sociedad/texto-clave-cop26-pide-primera-vez-terminen-ayudas-publicas-petroleo-gas-carbon_1_8475396.html" target="_blank" data-mrf-recirculation="links-noticia" class="link">primera versi&oacute;n del borrador del acuerdo</a> que enviaba un mandato simple para ir acabando con los subsidios no ha convencido a los que han empujado en esa direcci&oacute;n. No solo EEUU, sino que la Uni&oacute;n Europea se ha negado a admitir esta redacci&oacute;n para incorporar a los 'pa&iacute;ses f&oacute;siles' a la declaraci&oacute;n definitiva. &ldquo;Los expertos han dicho que no hay subsidios eficientes en este campo, as&iacute; que no tiene sentido incorporarlos&rdquo;, ha analizado la vicepresidenta tercera Teresa Ribera. </p><figure class="ni-figure"> <picture class="news-image"> <!--[if IE 9]> <video style="display: none;"><![endif]--> <source media="(max-width: 576px)" type="image/webp" srcset="https://static.eldiario.es/clip/4750dfd4-078c-4ba3-a2e9-90b904b45794_16-9-aspect-ratio_50p_0.webp" > <source media="(max-width: 576px)" type="image/jpg" srcset="https://static.eldiario.es/clip/4750dfd4-078c-4ba3-a2e9-90b904b45794_16-9-aspect-ratio_50p_0.jpg" > <source media="(max-width: 767px)" type="image/webp" srcset="https://static.eldiario.es/clip/4750dfd4-078c-4ba3-a2e9-90b904b45794_16-9-aspect-ratio_75p_0.webp" > <source media="(max-width: 767px)" type="image/jpg" srcset="https://static.eldiario.es/clip/4750dfd4-078c-4ba3-a2e9-90b904b45794_16-9-aspect-ratio_75p_0.jpg" > <source type="image/webp" srcset="https://static.eldiario.es/clip/4750dfd4-078c-4ba3-a2e9-90b904b45794_16-9-aspect-ratio_default_0.webp" > <source type="image/jpg" srcset="https://static.eldiario.es/clip/4750dfd4-078c-4ba3-a2e9-90b904b45794_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg" > <!--[if IE 9]></video><![endif]--> <img src="https://static.eldiario.es/clip/4750dfd4-078c-4ba3-a2e9-90b904b45794_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg" alt="Imagen del enviado especial del presidente Biden para el clima durante una de las sesiones de la COP26 en Glasgow, el pasado día 8 de noviembre. EFE/EPA/ROBERT PERRY" > </picture> <figcaption class="image-footer"> <span class="title"> Imagen del enviado especial del presidente Biden para el clima durante una de las sesiones de la COP26 en Glasgow, el pasado día 8 de noviembre. EFE/EPA/ROBERT PERRY </span> </figcaption> </figure><p class="article-text"> Las intervenciones oficiales de disgusto sobre este aspecto han ido sucedi&eacute;ndose &ndash;y eso que se trata de una petici&oacute;n, no una obligaci&oacute;n&ndash;. &ldquo;Los combustibles f&oacute;siles son un dolor y nuestra destrucci&oacute;n&rdquo;, ha ilustrado el representante de las Islas Marshall. Los Peque&ntilde;os Estados Insulares, 38 pa&iacute;ses especialmente vulnerables al cambio clim&aacute;tico como Granada, Puerto Rico, Samoa, Micronesia o Seychelles, clamaban: &ldquo;Solo pedimos que no se paguen&rdquo;. La sucesi&oacute;n de cr&iacute;ticas se ha alargado m&aacute;s de dos horas. </p><p class="article-text"> No es extra&ntilde;o que las conferencias clim&aacute;ticas de la ONU se alarguen, pero s&iacute; que, tras repetir la Presidencia en cada aparici&oacute;n que planeaba acabar el viernes por la tarde, una sesi&oacute;n plenaria est&eacute; jalonada de tantas intervenciones de disgusto como la de este viernes. </p><h3 class="article-text">&ldquo;Lloramos y sangramos&rdquo;</h3><p class="article-text"> &ldquo;Para Kenya, para &Aacute;frica, el calentamiento de 1,5&ordm;C de todo el planeta significa 3 &ordm;C&rdquo; &ndash;no todo el globo se recalienta homog&eacute;neamente&ndash;, ha subrayado el delegado keniata. &ldquo;Por eso lloramos y sangramos con las sequ&iacute;as y las lluvias torrenciales&rdquo;. </p><p class="article-text"> El pa&iacute;s africano pon&iacute;a palabras al <a href="https://www.eldiario.es/sociedad/paises-empobrecidos-hartan-falsas-promesas-cumbre-glasgow_1_8478029.html" target="_blank" data-mrf-recirculation="links-noticia" class="link">malestar que se ha ido gestando en los pa&iacute;ses empobrecidos</a> por ver ignorada su necesidad de financiaci&oacute;n: &ldquo;Una excusa tras otra para no completar el fondo de 100.000 millones de d&oacute;lares que se acord&oacute; hace m&aacute;s de diez a&ntilde;os para 2020. Pero ahora... nos dicen que igual ser&aacute; en 2023. Nuestra confianza se hace pedazos&rdquo;. </p><p class="article-text"> As&iacute; que en este otro punto de la agenda tambi&eacute;n se ha creado resistencia. El cierto que el discurso en torno a la COP suele focalizarse en la reducci&oacute;n de emisiones, el calentamiento acelerado del planeta por parte de las delegaciones de los pa&iacute;ses desarrollados, pero, para los estados vulnerables &ndash;que padecen m&aacute;s el cambio clim&aacute;tico <a href="https://www.eldiario.es/sociedad/desigualdad-emisiones-carbono-1-rico-planeta-lanza-co2-50-pobre_1_8458081.html" target="_blank" data-mrf-recirculation="links-noticia" class="link">habiendo lanzado poco CO2</a>&ndash; los recursos para acceder a tecnolog&iacute;a de energ&iacute;a verde, adaptar su territorio a los efectos de la crisis y compensar los da&ntilde;os y p&eacute;rdidas que ya est&aacute;n teniendo son casi una l&iacute;nea roja. </p><p class="article-text"> La coda final est&aacute; en el mercado de emisiones. Se est&aacute; convirtiendo en un escollo recurrente desde que se introdujera este mecanismo en el art&iacute;culo 6 del Acuerdo de Par&iacute;s. La Uni&oacute;n Europea est&aacute; preocupada por que sirva para hacer m&aacute;s trampas que beneficiar mientras la voz cantante que quiere tener manos muy libres con este asunto es Brasil para aprovechar su bosque y el carbono que los &aacute;rboles tienen capturado desde hace a&ntilde;os &ndash;un carbono que, antes o despu&eacute;s volver&aacute; a la atm&oacute;sfera pues los &aacute;rboles mueren&ndash;.&nbsp; </p> ]]>
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<![CDATA[ Raúl Rejón ]]>
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<![CDATA[ Los países líderes en combustibles fósiles cuelan una trampa en Glasgow para seguir ayudando al petróleo, gas y carbón ]]>
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<![CDATA[ <p><img src="https://static.eldiario.es/clip/f8f3c52f-c22b-4635-a23e-f11b2afa64ab_16-9-discover-aspect-ratio_default_0.jpg" width="1200" height="675" alt="Los países líderes en combustibles fósiles cuelan una trampa en Glasgow para seguir ayudando al petróleo, gas y carbón"></p><div class="subtitles"><p class="subtitle">Arabia Saudí, Rusia o Australia sacan las uñas y aguan en el último borrador la petición directa de acabar con el apoyo público a energías contaminantes: "Casi nadie entiende ya que se invierta dinero en financiar este gran problema que tenemos", ha afirmado la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera</p><p class="subtitle">El texto clave de la COP26 pide por primera vez que se terminen las ayudas públicas al petróleo, el gas y el carbón</p></div><p class="article-text"> Dejar de alimentar la costra de gases invernadero a base de quemar combustibles f&oacute;siles es, seg&uacute;n los cient&iacute;ficos, la &uacute;nica manera de aplacar la crisis clim&aacute;tica. Pero la inclusi&oacute;n de una l&iacute;nea en <a href="https://www.eldiario.es/sociedad/texto-clave-cop26-pide-primera-vez-terminen-ayudas-publicas-petroleo-gas-carbon_1_8475396.html" target="_blank" data-mrf-recirculation="links-noticia" class="link">el borrador de acuerdo de la COP26 de Glasgow para abandonar las ayudas de dinero p&uacute;blico</a> al carb&oacute;n, el petr&oacute;leo o el gas ha provocado una reacci&oacute;n inmediata... para que se borre. </p><p class="article-text"> Arabia Saud&iacute;, pero no son los &uacute;nicos, ha aglutinado esta postura para &ldquo;descartar&rdquo; cualquier menci&oacute;n a los combustibles f&oacute;siles en la decisi&oacute;n final. No es la &uacute;nica. A Rusia no le gusta que se utilice ese lenguaje, seg&uacute;n van desgranando sus delegaciones. Sus peticiones han conseguido, de momento, tamizar esa petici&oacute;n directa: las negociaciones han admitido incorporar al texto que se diga que ese abandono de subvenciones se haga sobre las &ldquo;ayudas ineficientes&rdquo;, dando por entendido que las hay eficientes. Adem&aacute;s, le han a&ntilde;adido que se buscar&aacute; acelerar el desarrollo de &ldquo;tecnolog&iacute;as&rdquo; que permitan, dicen, &ldquo;transitar a sistemas energ&eacute;ticos de bajas emisiones [de CO2]. </p><p class="article-text"> En el otro lado del cuadril&aacute;tero, tambi&eacute;n se &ldquo;est&aacute; haciendo una presi&oacute;n grand&iacute;sima para que no caiga esa menci&oacute;n&rdquo;, seg&uacute;n cuenta la vicepresidenta tercera del Gobierno, Teresa Ribera. La petici&oacute;n incluida por el presidente de la cumbre, Alok Sharma, fue de lo mejor recibido por los grupos ambientalistas desplazados a Glasgow. Incluso los m&aacute;s cr&iacute;ticos con su borrador vieron con buenos ojos esta menci&oacute;n espec&iacute;fica de acabar con el apoyo p&uacute;blico al f&oacute;sil. </p><p class="article-text"> En 2021<a href="https://www.eldiario.es/sociedad/recurso-petroleo-carbon-salir-crisis-covid-amenaza-anular-recorte-emisiones-co2_1_7841153.html" target="_blank" data-mrf-recirculation="links-noticia" class="link"> se ha certificado un rebote de las emisiones de CO2 provocadas por la obtenci&oacute;n de energ&iacute;a</a>. Se calcula que el total est&eacute; en 33 gigatoneladas, solo un poco por debajo de las 33,4 de 2019, justo antes del par&oacute;n por la pandemia de COVID-19, seg&uacute;n c&aacute;lculos de la Organizaci&oacute;n Mundial de la Energ&iacute;a. Para contextualizar: en 2019, la parte de energ&iacute;a lanz&oacute; 33 de las 36 gigatoneladas de CO2 del mundo y en 2020 fueron 31 de las 34 gigatoneladas globales. </p><p class="article-text"> <a href="https://www.iea.org/reports/global-energy-review-2021/co2-emissions" target="_blank" data-mrf-recirculation="links-noticia" class="link">El an&aacute;lisis de esta organizaci&oacute;n de 2021 </a>cuenta que el carb&oacute;n va a generar este a&ntilde;o 640 millones de toneladas m&aacute;s de CO2 que en 2020 para llegar a las 14,8 gigatoneladas. Con el gas se prev&eacute; llegar a un pico hist&oacute;rico de 7,15 gigatoneladas de gases de efecto invernadero. El petr&oacute;leo (origen de la gasolina y el gasoil para el transporte por carretera o los combustibles a&eacute;reos y mar&iacute;timos), aunque tambi&eacute;n va a recrecer en emisiones no alcanzar&aacute; a&uacute;n el nivel pre-pandemia. </p><p class="article-text"> Con esas cifras, Teresa Ribera ha explicado en un receso de las negociaciones de la cumbre que &ldquo;casi nadie entiende ya que se invierta dinero en financiar este gran problema que tenemos&rdquo;. El problema es el cambio clim&aacute;tico causado por la el calentamiento acelerado del planeta que viene provocado por la costra de gases lanzados a la atm&oacute;sfera al quemar carb&oacute;n, gas o petr&oacute;leo. </p><p class="article-text"> Casi todos los pa&iacute;ses ponen dinero p&uacute;blico que sostiene de una manera u otra a los combustibles f&oacute;siles. 370.000 millones de d&oacute;lares en 2020, seg&uacute;n la OCDE. Una buena parte se va a subvencionar el uso de combustibles ya sea con ayudas directas o con exenciones fiscales que abaratan el precio. Lo que pide el texto de borrador es ir abandonando estas subvenciones, no cortarlas de golpe. </p><h3 class="article-text">Protagonistas del mercado mundial</h3><p class="article-text"> &iquest;Casi nadie? Arabia Saud&iacute; es el principal exportador de petr&oacute;leo del mundo. En 2020 vendi&oacute; crudo por valor de 113.000 millones de d&oacute;lares. En segundo lugar se coloc&oacute; Rusia con 72.000 millones. EEUU es el cuarto exportador. Respecto al gas, Rusia es el pa&iacute;s que m&aacute;s exporta, perseguido por los EEUU. Arabia Saud&iacute; es el quinto exportador. Estos productos son los que luego reciben esas ayudas estatales. </p><p class="article-text"> Y para completar el juego, est&aacute; Australia, que es el primer exportador de carb&oacute;n mundial. Vendi&oacute; mineral por valor de 32.000 millones de euros en 2020, el 39% del negocio global. Rusia tambi&eacute;n vende mucho carb&oacute;n: 12.400 millones d&oacute;lares. &ldquo;No pueden ignorarse los intereses que tiene Australia aqu&iacute;&rdquo;, analiza Richie Merzian, que fue negociador en las cumbres durante diez a&ntilde;os... para Australia. Merzian apunta a que &ldquo;se trata de un pa&iacute;s desarrollado y, en lugar de apoyar a Reino Unido o EEUU para empujar hacia m&aacute;s ambici&oacute;n va arrastrando los pies&rdquo;. </p><p class="article-text"> Llamar al fin de la subvenciones f&oacute;siles fue una novedad en las cumbres clim&aacute;ticas. Que se mantenga o desaparezca ese objetivo har&aacute;, al menos en parte, de indicador sobre c&oacute;mo han ido las cosas en la ciudad escocesa.&nbsp;&nbsp;&ldquo;Ahora dicen que el problema que tenemos no es la fuente energ&eacute;tica, es decir los combustibles f&oacute;siles, sino la tecnolog&iacute;as que pueden ser ineficientes&rdquo;, analiza Javier Andaluz de Ecologistas en Acci&oacute;n. &ldquo;Eso obvia absolutamente la realidad que nos han descrito los cient&iacute;ficos: hace falta dejar el 80% de esos combustibles sin sacar del suelo. Mientras no se asuman estas indicaciones ser&aacute; muy dif&iacute;cil afrontar la crisis clim&aacute;tica&rdquo;, remata. </p><p class="article-text"> &ldquo;Se ha debilitado sin duda&rdquo;, a&ntilde;ade el observador de Los Verdes, Florent Marcellesi. &ldquo;No existen los combustibles f&oacute;siles eficientes, solo existen buenos combustibles f&oacute;siles si se mantienen debajo de la tierra y no los explotamos&rdquo;. Marcellesi admite que &ldquo;al menos s&iacute; se mantiene la idea de que esta d&eacute;cada es crucial y que hay que revisar los planes de reducci&oacute;n de emisiones para 2030. Los pa&iacute;ses est&aacute;n intentando rascar para su lado&rdquo;. </p> ]]>
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<![CDATA[ Raúl Rejón ]]>
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<![CDATA[ https://www.eldiario.es/sociedad/paises-lideres-combustibles-fosiles-cuelan-artimana-glasgow-seguir-ayudas-petroleo-gas-carbon_1_8482001.html ]]>
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<![CDATA[ Fri, 12 Nov 2021 10:32:24 +0000 ]]>
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<![CDATA[ Los países líderes en combustibles fósiles cuelan una trampa en Glasgow para seguir ayudando al petróleo, gas y carbón ]]>
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<![CDATA[ Medio ambiente,Cambio climático,COP26 ]]>
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<![CDATA[ Años de decepciones alejan a los jóvenes de la política climática, no del activismo ]]>
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<![CDATA[ https://www.eldiario.es/sociedad/anos-decepciones-alejan-jovenes-politica-climatica-no-activismo_1_8479439.html ]]>
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<![CDATA[ <p><img src="https://static.eldiario.es/clip/9370b478-2eba-4f8e-8276-aab979947aa0_16-9-discover-aspect-ratio_default_0.jpg" width="1200" height="675" alt="Años de decepciones alejan a los jóvenes de la política climática, no del activismo"></p><div class="subtitles"><p class="subtitle">Los militantes no se han desapegado del movimiento contra la crisis climática, sino de los espacios oficiales que no han respondido a su 'ecoansiedad': "No se comprende lo terrorífico que es tener 20 años" y "saber que, con 54, el mundo será 3ºC más caliente"</p><p class="subtitle">Los países empobrecidos se hartan de las falsas promesas en la cumbre de Glasgow</p></div><p class="article-text"> &ldquo;Es importante que nuestra voz sea escuchada porque el futuro es nuestro&rdquo;. As&iacute; resum&iacute;a este jueves Diana Pineda, una joven activista clim&aacute;tica mexicana, su sentir en la Cumbre del Clima de Glasgow. Pineda ha participado en un foro de juventud latinoamericana y del Caribe que intenta demostrar que no han ca&iacute;do en la inacci&oacute;n y pueden pasar de la protesta a la propuesta para atajar la crisis clim&aacute;tica. </p><p class="article-text"> La actitud de Pineda y sus compa&ntilde;eros trata de romper una sensaci&oacute;n creciente de que la desafecci&oacute;n o la desesperanza se ha instalado en la lucha contra el cambio clim&aacute;tico. Sobre todo en las generaciones m&aacute;s j&oacute;venes, que salieron en multitud a mostrar su desencanto a rebufo de la huelga iniciada por Greta Thunberg en 2018. La COP25, la celebrada en Madrid, fue la Cumbre del Clima de los j&oacute;venes en un a&ntilde;o marcado por manifestaciones multitudinarias y una movilizaci&oacute;n sin precedentes hasta la llegada de la pandemia. </p><p class="article-text"> Hoy, el movimiento juvenil por el clima sigue sacando m&uacute;sculo, pero el escepticismo y la desafecci&oacute;n han calado en su discurso <a href="https://www.eldiario.es/sociedad/cumbre-glasgow-llega-encrucijada-punto-inflexion-caida-cinismo-climatico_1_8464185.html" target="_blank" data-mrf-recirculation="links-noticia" class="link">ante el cinismo clim&aacute;tico en el que puede caer la COP que se celebra en Glasgow</a> si las promesas no se concretan en pol&iacute;ticas ambiciosas. &ldquo;No es que haya desafecci&oacute;n con el movimiento clim&aacute;tico, sino que hay una p&eacute;rdida de fe en los espacios institucionales al ir encadenando decepciones&rdquo;, explica Irene Rubiera, que inici&oacute; su activismo en Fridays for Future: &ldquo;Era lo l&oacute;gico en 2019 tras todo el movimiento iniciado con Greta&rdquo;. Ahora, con 22 a&ntilde;os, act&uacute;a como observadora legal para Ecologistas en Acci&oacute;n. &ldquo;Hay que facilitar la rotaci&oacute;n en una organizaci&oacute;n como Fridays&rdquo;, cuenta. Al mismo tiempo, describe que &ldquo;tenemos mucha <em>ecoansiedad</em> y es comprensible que se pierda esa fe, porque llevamos 26 COP sin muchas soluciones&rdquo;. </p><p class="article-text"> Este a&ntilde;o, un grupo internacional de psic&oacute;logos <a href="https://papers.ssrn.com/sol3/papers.cfm?abstract_id=3918955" target="_blank" data-mrf-recirculation="links-noticia" class="link">ha retratado c&oacute;mo afecta esta decepci&oacute;n a la salud mental de los j&oacute;venes europeos:</a> de 10.000 encuestados, el 77% afirmaban que &ldquo;ten&iacute;an miedo del futuro&rdquo;, el 68% se encontraban &ldquo;tristes&rdquo;, el 63% ansiosos y hasta un 37% sent&iacute;an &ldquo;dudas sobre si tener hijos o hijas&rdquo;. </p><p class="article-text"> Irene Vivas Lalinde, delegada de la Federaci&oacute;n de J&oacute;venes Verdes Europeos en Glasgow, cuenta que &ldquo;en la mayor&iacute;a hay mucha decepci&oacute;n de no poder realmente influenciar en los procesos, de que no se nos deje entrar en los espacios de negociaci&oacute;n, de incluir la palabra joven, pero que sea todo bastante superficial. Muchos activistas se han sentido intimidados o han tenido ansiedad en la zona azul [la oficial]&rdquo;. Y a&ntilde;ade que, por otro lado, &ldquo;hay enfado porque la COP parece una feria del mueble, con mucho <em>greenwashing</em> (t&eacute;rmino que alude a las pr&aacute;cticas de marketing verde destinadas a crear una imagen ilusoria de responsabilidad ecol&oacute;gica), y las reivindicaciones caen en saco roto&rdquo;. </p><p class="article-text"> La polit&oacute;loga y asesora ejecutiva de la organizaci&oacute;n de ecolog&iacute;a y desarrollo ECODES, Cristina Monge, explica que el movimiento joven &ldquo;est&aacute; en una fase diferente&rdquo; porque el inicio &ldquo;es un momento de estallido y de explosi&oacute;n&rdquo; que &ldquo;es dif&iacute;cil de mantener durante tanto tiempo&rdquo;. La figura de Greta Thunberg, convertida en un aut&eacute;ntico icono, &ldquo;gener&oacute; un impacto enorme&rdquo;, pero &ldquo;ya no tiene el efecto sorpresa o novedad&rdquo;. Y a ello se suma la llegada de la pandemia, un elemento clave, a su juicio, para explicar la din&aacute;mica actual, porque ha contribuido a la &ldquo;desmovilizaci&oacute;n general de los movimientos&rdquo;. </p><p class="article-text"> Irene Rubiera confirma que &ldquo;el activismo clim&aacute;tico ha ido cambiando y la pandemia de COVID-19 ha tenido su influencia&rdquo;. Una buena parte de ese impulso y de los movimientos que incluso estaba previsto ir realizando se vieron parados de golpe, como la misma cumbre clim&aacute;tica de 2020, que se pospuso un a&ntilde;o. Eso tambi&eacute;n ha elevado las expectativas sobre lo que pueda pasar en Glasgow, al tiempo que acarrea el peligro de una mayor decepci&oacute;n. &ldquo;Yo siempre pienso que va a salir algo positivo, pero luego me voy enfadada&rdquo;, confiesa la observadora. </p><p class="article-text"> &ldquo;Esta COP es ya un fracaso&rdquo;, se atrevi&oacute; a decir Thunberg en la manifestaci&oacute;n que convocaron los j&oacute;venes en la ciudad escocesa el pasado viernes, en la que se escucharon cr&iacute;ticas a las &ldquo;palabras vac&iacute;as&rdquo; y mensajes sobre &ldquo;el festival de la hipocres&iacute;a&rdquo; en el que, a su juicio, se ha convertido la reuni&oacute;n. &ldquo;Estamos ante una nueva COP, pero &iquest;cu&aacute;ntas m&aacute;s tendremos que celebrar para que los l&iacute;deres se den cuenta de que su inacci&oacute;n est&aacute; destruyendo el planeta?&rdquo;, se preguntaba la activista ugandesa Vanessa Nakate. </p><p class="article-text"> &ldquo;En realidad yo creo que no se comprende lo terror&iacute;fico que es tener 20 a&ntilde;os ahora&rdquo;, afirma Rubiera. Se refiere a que &ldquo;cuando ocurren cosas como Filomena pienso: '&iexcl;Ostras! Cuando tenga 50 a&ntilde;os esto va a ser as&iacute; todo el rato'. Nosotros ya hemos crecido estudiando el cambio clim&aacute;tico en los libros de texto y yo voy a estar aqu&iacute; al llegar ese escenario. Yo voy a tener que gestionarlo. Es un panorama que, primero, te genera confusi&oacute;n y luego es bastante aterrador&rdquo;. </p><figure class="ni-figure"> <picture class="news-image"> <!--[if IE 9]> <video style="display: none;"><![endif]--> <source media="(max-width: 576px)" type="image/webp" srcset="https://static.eldiario.es/clip/82cc9315-354f-4886-884a-b5d8046ccdee_16-9-aspect-ratio_50p_1034162.webp" > <source media="(max-width: 576px)" type="image/jpg" srcset="https://static.eldiario.es/clip/82cc9315-354f-4886-884a-b5d8046ccdee_16-9-aspect-ratio_50p_1034162.jpg" > <source media="(max-width: 767px)" type="image/webp" srcset="https://static.eldiario.es/clip/82cc9315-354f-4886-884a-b5d8046ccdee_16-9-aspect-ratio_75p_1034162.webp" > <source media="(max-width: 767px)" type="image/jpg" srcset="https://static.eldiario.es/clip/82cc9315-354f-4886-884a-b5d8046ccdee_16-9-aspect-ratio_75p_1034162.jpg" > <source type="image/webp" srcset="https://static.eldiario.es/clip/82cc9315-354f-4886-884a-b5d8046ccdee_16-9-aspect-ratio_default_1034162.webp" > <source type="image/jpg" srcset="https://static.eldiario.es/clip/82cc9315-354f-4886-884a-b5d8046ccdee_16-9-aspect-ratio_default_1034162.jpg" > <!--[if IE 9]></video><![endif]--> <img src="https://static.eldiario.es/clip/82cc9315-354f-4886-884a-b5d8046ccdee_16-9-aspect-ratio_default_1034162.jpg" alt="Acción contra el lavado de cara verde de los Jóvenes Verdes Europeos en la COP26 de Glasgow." > </picture> <figcaption class="image-footer"> <span class="title"> Acción contra el lavado de cara verde de los Jóvenes Verdes Europeos en la COP26 de Glasgow. </span> </figcaption> </figure><p class="article-text"> Para Emilio Santiago Mu&iacute;&ntilde;o, antrop&oacute;logo clim&aacute;tico del Consejo Superior de Investigaciones Cient&iacute;ficas (CSIC), esto no significa que el movimiento haya perdido fuelle. &ldquo;En este contexto en el que la pandemia a&uacute;n no ha terminado, creo que la lectura es positiva y que no podemos considerar que haya perdido fuerza&rdquo;, asegura. En lo que s&iacute; coincide el investigador es en que puede estar d&aacute;ndose &ldquo;cierto sentimiento de decepci&oacute;n o desenga&ntilde;o que est&aacute; llevando a que quiz&aacute;s prime el escepticismo en los discursos p&uacute;blicos&rdquo;. </p><h3 class="article-text">&ldquo;Est&aacute; m&aacute;s que justificada&rdquo;</h3><p class="article-text"> En su opini&oacute;n, la decepci&oacute;n &ldquo;est&aacute; m&aacute;s que justificada&rdquo; porque frente a las evidencias cient&iacute;ficas que alertan de consecuencias cada vez m&aacute;s catastr&oacute;ficas y efectos ya irreversibles, &ldquo;la inacci&oacute;n clim&aacute;tica es escandalosa&rdquo;. Monge, por su parte, se&ntilde;ala que las expectativas son altas &ldquo;y tambi&eacute;n es necesario evaluar con perspectiva lo que se ha avanzado&rdquo;, pero &ldquo;es l&oacute;gico que se pida m&aacute;s ambici&oacute;n y velocidad&rdquo; y hacerlo &ldquo;forma parte de la propia funci&oacute;n de la movilizaci&oacute;n social y de los j&oacute;venes&rdquo;, cree la especialista. </p><p class="article-text"> Vivas Lalinde cuenta que ha &ldquo;trabajado mucho el tema de la ansiedad mediante la meditaci&oacute;n y <em>self awareness</em>, pero percibo que hay bastante en muchos y muchas activistas... Es complicado, porque cuanto m&aacute;s sabes es peor&rdquo;. A pesar de todo esto, &ldquo;creo que nunca dejar&eacute; de estar comprometida. Otra cosa es que las herramientas que use pueden cambiar. Es dif&iacute;cil decir 'hasta aqu&iacute; he llegado' cuando s&eacute; que es probable que cuando tenga 54 a&ntilde;os el mundo se caliente 3&deg;C... Es dif&iacute;cil escapar de los hechos&rdquo;. </p><p class="article-text"> Mu&iacute;&ntilde;o nombra, adem&aacute;s, otro factor que puede contribuir a la desafecci&oacute;n juvenil. &ldquo;Todas las cumbres presentan un patr&oacute;n m&aacute;s o menos recurrente que se caracteriza por mucha ret&oacute;rica sobre medidas que no son insignificantes, pero quedan lejos de lo que se necesita seg&uacute;n lo que dicta la ciencia. Quiz&aacute;s el movimiento joven hab&iacute;a puesto en este tipo de eventos expectativas que no se corresponden luego con lo que se acuerda, y puede que eso sea un jarro de agua fr&iacute;a y se traduzca en un discurso m&aacute;s frustrado&rdquo;, piensa el investigador. </p><p class="article-text"> La delegada de J&oacute;venes Verdes afirma que &ldquo;el activismo esta ah&iacute; y seguir&aacute; creciendo en n&uacute;meros e intensidad ante la pasividad de la comunidad internacional. Lo que est&aacute; claro es que la urgencia que sienten muchos j&oacute;venes no la sienten aqu&iacute;&rdquo;. Tambi&eacute;n que &ldquo;a pesar del enfado y la decepci&oacute;n, s&iacute; que veo a gente joven pensando en presentarse a elecciones en sus respectivos pa&iacute;ses, gente que, aunque saben que mucho del bla bla bla se centra en estos espacios, creen que pueden cambiar las cosas desde ah&iacute;&rdquo;. </p><p class="article-text"> Rubiera, Vivas, Thunberg... todas coinciden en la distancia que separa su manera de ver la crisis clim&aacute;tica &ndash;que incide de manera directa y segura en su porvenir&ndash; y la de los que est&aacute;n estos d&iacute;as al mando en Glasgow. Pero tambi&eacute;n coinciden en que &ldquo;adem&aacute;s somos la parte del mundo privilegiada&rdquo; en comparaci&oacute;n con los pa&iacute;ses empobrecidos. Como remacha la ecologista: &ldquo;Nosotras jugamos en modo f&aacute;cil&rdquo;. </p> ]]>
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<![CDATA[ Raúl Rejón, Marta Borraz ]]>
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<![CDATA[ https://www.eldiario.es/sociedad/anos-decepciones-alejan-jovenes-politica-climatica-no-activismo_1_8479439.html ]]>
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<![CDATA[ Thu, 11 Nov 2021 21:45:59 +0000 ]]>
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<![CDATA[ Años de decepciones alejan a los jóvenes de la política climática, no del activismo ]]>
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<![CDATA[ COP26,Cumbre del Clima,Jóvenes,Greta Thunberg ]]>
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<![CDATA[ Las "chorradas microconsumistas" no bastan para parar la crisis climática mientras las empresas no cambien ]]>
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<![CDATA[ https://www.eldiario.es/internacional/theguardian/chorradas-microconsumistas-no-bastan-parar-crisis-climatica-empresas-no-cambien_129_8477752.html ]]>
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<![CDATA[ <p><img src="https://static.eldiario.es/clip/86b917fb-cf64-4cad-9a90-ff6ccb40404f_16-9-discover-aspect-ratio_default_0.jpg" width="1200" height="675" alt="Las &quot;chorradas microconsumistas&quot; no bastan para parar la crisis climática mientras las empresas no cambien"></p><div class="subtitles"><p class="subtitle">A los gobiernos y a las empresas les conviene darnos lecciones sobre nuestro comportamiento individual, pero deberían ofrecer un cambio sistémico si quieren abordar la crisis climática</p><p class="subtitle">El texto clave de la COP26 pide por primera vez que se terminen las ayudas públicas al petróleo, el gas y el carbón</p></div><p class="article-text"> Los manifestantes reunidos en Glasgow para la <a href="https://www.eldiario.es/temas/cop-26/" target="_blank" data-mrf-recirculation="links-noticia" class="link">COP26</a> (Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Clim&aacute;tico de 2021) son un grupo heterog&eacute;neo: en la manifestaci&oacute;n del s&aacute;bado vi pasar a todo el mundo, desde miembros de la internacional socialista hasta nacionalistas escoceses, desde trabajadores sanitarios hasta trabajadores en huelga del sector de la recogida de basuras, desde activistas ind&iacute;genas en primera l&iacute;nea hasta entusiastas del ciclismo en la &uacute;ltima. </p><p class="article-text"> Aunque los grupos eran muy diferentes entre s&iacute;, me llam&oacute; la atenci&oacute;n lo com&uacute;n de su mensaje: todos son conscientes de que no podemos resolver la <a href="https://www.eldiario.es/focos/crisis-climatica/" target="_blank" data-mrf-recirculation="links-noticia" class="link">crisis clim&aacute;tica</a> desde el mismo sistema que la ha causado. Ya sean las industrias extractivas que destruyen las tierras ind&iacute;genas o ya sean los sistemas de transporte que emiten CO2 y arrinconan a los ciclistas. </p><p class="article-text"> En resumen, proclaman que <a href="https://www.eldiario.es/sociedad/primer-borrador-glasgow-habla-urgencia-no-recortar-emisiones-debil_1_8471258.html" target="_blank" data-mrf-recirculation="links-noticia" class="link">no podemos sobrevivir si mantenemos las din&aacute;micas de siempre</a>. Lamentablemente, los participantes a la conferencia se dedican precisamente a preservarlas. Con demasiada frecuencia se limitan a aportar soluciones superficiales para la crisis clim&aacute;tica para engrasar una maquinaria centrada en obtener beneficios, la extracci&oacute;n de recursos y el crecimiento sin fin. </p><p class="article-text"> Esto queda ejemplificado por el hecho de que en la COP26 hay 503 delegados de empresas de <a href="https://www.eldiario.es/sociedad/primer-borrador-glasgow-habla-urgencia-no-recortar-emisiones-debil_1_8471258.html" target="_blank" data-mrf-recirculation="links-noticia" class="link">combustibles f&oacute;siles</a>, dos docenas m&aacute;s que la delegaci&oacute;n de pa&iacute;ses con m&aacute;s representaci&oacute;n. A pesar de la prohibici&oacute;n oficial de que el sector de combustibles f&oacute;siles participe directamente, son pocas las voces influyentes que han hecho saltar la alarma al respecto. </p><h3 class="article-text">La huella de McDonald's</h3><p class="article-text"> En el conjunto de la sociedad, tambi&eacute;n podemos ver esta actitud en el sinf&iacute;n de anuncios de &ldquo;lavado de cara verde&rdquo; que se han lanzado coincidiendo con la conferencia. <a href="https://www.youtube.com/watch?v=wrIjvo_xrrk" target="_blank" data-mrf-recirculation="links-noticia" class="link">Un anuncio reciente de la cadena de comida r&aacute;pida McDonald's</a> presume de que la empresa recicla el aceite de cocina para convertirlo en combustible para camiones, los vasos de caf&eacute; para convertirlas en tarjetas de felicitaci&oacute;n y los juguetes de pl&aacute;stico, en parques infantiles. Concluye con el eslogan &ldquo;un cambio peque&ntilde;o es un gran cambio&rdquo;. </p><p class="article-text"> El problema es que no menciona el hecho de que s&oacute;lo la huella de carbono de la carne de vacuno de McDonald's constituye 22 millones de toneladas m&eacute;tricas de emisiones de gases de efecto invernadero al a&ntilde;o. Y, al mismo tiempo, publica otro anuncio con una oferta de un Big Mac doble. Nos pide que dupliquemos nuestro consumo de un producto que es desastroso para la supervivencia del planeta. El enfoque publicitario de McDonald's es emblem&aacute;tico de la forma en que las empresas tratan de seguir con los negocios como de costumbre, distray&eacute;ndonos del verdadero origen de los problemas. Sus anuncios representan s&oacute;lo una de las muchas estrategias con las que lo consiguen. </p><h3 class="article-text">Chorradas microconsumistas</h3><p class="article-text"> Uno de los m&eacute;todos m&aacute;s comunes es hacer que la crisis clim&aacute;tica pase de ser una cuesti&oacute;n sist&eacute;mica a una cuesti&oacute;n individual. Algunos defienden <a href="https://www.eldiario.es/opinion/consumismo-estupidos_129_8465802.html" target="_blank" data-mrf-recirculation="links-noticia" class="link">el sistema consumista</a> e insisten en que es el p&uacute;blico el que debe cambiar sus pautas de consumo, cuando en realidad las empresas nos empujan a consumir cada vez m&aacute;s. </p><p class="article-text"> <a href="https://www.eldiario.es/autores/george_monbiot/" target="_blank" data-mrf-recirculation="links-noticia" class="link">George Monbiot</a> ha rastreado la dilatada historia de esta estrategia, que comenz&oacute; en 1953 con la campa&ntilde;a Keep America Beautiful (Mant&eacute;n la belleza de Estados Unidos), financiada por los fabricantes de envases que pretend&iacute;an culpar a los &ldquo;bichos en la basura&rdquo; -en lugar de al cambio a los envases de pl&aacute;stico- del da&ntilde;o medioambiental. </p><p class="article-text"> Muestra el &eacute;xito de tales estrategias, que llevan al p&uacute;blico a pensar que su comportamiento, como tirar la basura, es la causa principal de, por ejemplo, la contaminaci&oacute;n de los r&iacute;os, cuando en realidad el impacto de cada uno de los individuos carece de importancia en comparaci&oacute;n con el flujo constante de productos qu&iacute;micos procedentes de la agricultura y los vertidos de aguas residuales. </p><p class="article-text"> A este enfoque de centrarse en acciones individuales m&iacute;nimas pero personales Monbiot lo llama &ldquo;chorradas microconsumistas&rdquo;. De hecho, las chorradas microconsumistas son un ejemplo de algo m&aacute;s amplio: la reducci&oacute;n politizada del comportamiento a la psicolog&iacute;a individual. Los actores poderosos, como los gobiernos y las empresas, suelen culpar a los individuos de sus malas decisiones y desv&iacute;an la atenci&oacute;n sobre las presiones sociales m&aacute;s amplias que influyen en su comportamiento. </p><p class="article-text"> Esto es algo sobre lo que he escrito en relaci&oacute;n con la crisis de <a href="https://www.eldiario.es/sociedad/ultima-hora-coronavirus-actualidad-politica-9-noviembre_6_8471920_1080870.html" target="_blank" data-mrf-recirculation="links-noticia" class="link">la pandemia de COVID-19</a>: el Gobierno brit&aacute;nico culpando a los individuos por saltarse el confinamiento o por no autoaislarse cuando daban positivo, cuando el verdadero problema era la falta de ayudas del gobierno para que los ciudadanos pudieran permitirse hacerlo. O el Gobierno castigando a la gente por estar en contacto los unos con los otros, cuando el verdadero problema era la exigencia de que volvieran a trabajar de forma presencial. </p><p class="article-text"> Al sugerir que nuestra propia psicolog&iacute;a fr&aacute;gil es el problema, el Gobierno brit&aacute;nico trata de desviar la atenci&oacute;n del hecho de que su negativa a actuar es el verdadero problema, la fuente &uacute;ltima de nuestros fracasos. Lo mismo ocurre con la crisis clim&aacute;tica. </p><h3 class="article-text">Cambios sist&eacute;micos</h3><p class="article-text"> En ambas crisis es clave comprender que el problema no es un comportamiento individual sin remedio. Debemos darnos cuenta de que los principales problemas se derivan de factores que afectan a toda la sociedad y que las soluciones pasan principalmente por cambios sist&eacute;micos de la sociedad. </p><p class="article-text"> Como en el caso de la pandemia, no podemos esperar que los ciudadanos mejoren la ventilaci&oacute;n de sus habitaciones si se encuentran en un edificio en el que las ventanas no se abren; tampoco podemos acabar con nuestra dependencia a los autom&oacute;viles que m&aacute;s consumen si no existen alternativas m&aacute;s sostenibles y accesibles al p&uacute;blico. </p><p class="article-text"> Esto no significa que los comportamientos individuales sean totalmente irrelevantes para abordar la crisis clim&aacute;tica, pero debemos pasar de un enfoque obsesivo en la psicolog&iacute;a del consumidor a una psicolog&iacute;a de la acci&oacute;n colectiva. Debemos preguntarnos qu&eacute; lleva a la gente a unirse para exigir el cambio sist&eacute;mico que necesitamos, y cu&aacute;les son las barreras para lograrlo. </p><p class="article-text"> Adem&aacute;s, &iquest;cu&aacute;les son las formas de apelaci&oacute;n y de organizaci&oacute;n que har&aacute;n que los ciudadanos formen parte de la soluci&oacute;n en lugar de frenarla o alienarla? &iquest;C&oacute;mo podemos organizar y facilitar la participaci&oacute;n en acciones masivas de manera que sean espacios plenamente democr&aacute;ticos e inclusivos en los que todo el mundo se sienta como en casa? </p><p class="article-text"> Una vez adoptado este enfoque, podemos volver a la cuesti&oacute;n del consumo individual y preguntarnos si hay formas de hacer que nuestras elecciones personales sean una forma de generar -en lugar de alejarnos- el cambio sist&eacute;mico. Tal vez podamos aprender del movimiento <em>antiapartheid</em>, que convirti&oacute; el boicot de los consumidores a los productos sudafricanos en un acto pol&iacute;tico manifiesto, y reuni&oacute; a la gente para presionar a las instituciones para que desinvirtieran. De este modo, un movimiento de base de personas obtuvo el poder de obligar a gigantes corporativos como el Barclays Bank a cambiar sus pol&iacute;ticas en Sud&aacute;frica. </p><p class="article-text"> La conclusi&oacute;n es que los que est&aacute;n dentro de COP26 nos han defraudado con su enfoque en los negocios como siempre. Nuestros gobernantes no han actuado como l&iacute;deres. Tenemos que utilizar todos los medios que tenemos para obligarles a cambiar. Para ello, no debemos ignorar las microrrealidades de nuestra vida cotidiana y nuestras elecciones diarias, sino utilizarlas como formas de construcci&oacute;n de movimientos. </p> ]]>
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<![CDATA[ Stephen Reicher ]]>
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<![CDATA[ https://www.eldiario.es/internacional/theguardian/chorradas-microconsumistas-no-bastan-parar-crisis-climatica-empresas-no-cambien_129_8477752.html ]]>
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<![CDATA[ Wed, 10 Nov 2021 22:03:59 +0000 ]]>
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<![CDATA[ Las "chorradas microconsumistas" no bastan para parar la crisis climática mientras las empresas no cambien ]]>
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<![CDATA[ COP26,Cambio climático,Emergencia climática ]]>
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<![CDATA[ Los países empobrecidos se hartan de las falsas promesas en la cumbre de Glasgow ]]>
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<![CDATA[ https://www.eldiario.es/sociedad/paises-empobrecidos-hartan-falsas-promesas-cumbre-glasgow_1_8478029.html ]]>
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<![CDATA[ <p><img src="https://static.eldiario.es/clip/af2c83fd-2dd4-4914-b077-73e721c22c44_16-9-discover-aspect-ratio_default_0.jpg" width="1200" height="675" alt="Los países empobrecidos se hartan de las falsas promesas en la cumbre de Glasgow"></p><div class="subtitles"><p class="subtitle">Los Estados más vulnerables ven cómo los compromisos de apoyo económico a las partes que sufrirán más daños y pérdidas se diluyen, y recuerdan que ese dinero es "un requisito previo" para un acuerdo</p><p class="subtitle">El texto clave de la COP26 pide por primera vez que se terminen las ayudas públicas al petróleo, el gas y el carbón</p></div><p class="article-text"> Parece que los pa&iacute;ses empobrecidos est&aacute;n hartos de soportar las consecuencias de una crisis clim&aacute;tica a la que poco han contribuido hist&oacute;ricamente. Una buena parte de estos Estados est&aacute;n decididos a ponerles las cosas dif&iacute;ciles a los pa&iacute;ses ricos en la cumbre clim&aacute;tica de Glasgow y m&aacute;s tras ver que el <a href="https://www.eldiario.es/sociedad/texto-clave-cop26-pide-primera-vez-terminen-ayudas-publicas-petroleo-gas-carbon_1_8475396.html" target="_blank" data-mrf-recirculation="links-noticia" class="link">texto preliminar</a> aleja sus peticiones de apoyo econ&oacute;mico para, al menos, compensar los da&ntilde;os ya inevitables del cambio clim&aacute;tico. </p><p class="article-text"> El presidente de la COP, Alok Sharma, repite insistentemente en Glasgow que pretende salir de la conferencia &ldquo;con el objetivo del 1,5&ordm;C al alcance&rdquo;, con ello se refiere a que el incremento de la temperatura global no sea mayor que esa cifra respecto a niveles preindustriales. Aunque ese l&iacute;mite de calor extra es &ldquo;imperativo&rdquo;, para los pa&iacute;ses empobrecidos &ldquo;ese nivel de calentamiento global ya produce unas grandes p&eacute;rdidas y da&ntilde;os&rdquo;, explica Eddy P&eacute;rez, de Climate Action Network. P&eacute;rez remacha que &ldquo;no se puede pedir a estos pa&iacute;ses vulnerables que hagan m&aacute;s esfuerzos para mantener el 1,5&ordm;C sin garantizar el apoyo&rdquo;. El apoyo es dinero. </p><p class="article-text"> Las cuentas pueden ponerse como se desee, pero, al final, <a href="https://www.eldiario.es/sociedad/desigualdad-emisiones-carbono-1-rico-planeta-lanza-co2-50-pobre_1_8458081.html" target="_blank" data-mrf-recirculation="links-noticia" class="link">el 1% m&aacute;s rico del planeta lanza a la atm&oacute;sfera m&aacute;s gases de efecto invernadero que el 50%</a> m&aacute;s pobre. En 2020, en &Aacute;frica, las emisiones de CO2 por habitante fueron de 0,99 toneladas y en Suram&eacute;rica 2,22 toneladas. Ambas regiones suman 1.700 millones de personas. Incluso Asia, donde est&aacute;n dos de los pa&iacute;ses m&aacute;s contaminadores, China e India, que aglutinan 2.700 millones de habitantes, emiti&oacute; 4,3 toneladas por persona (el continente llega a los 4.500 millones de vidas). </p><figure class="embed-container embed-container--type-embed "> <br> <iframe title="Distribución de las emisiones fósiles de CO2 desde 1850" aria-label="Interactive area chart" id="datawrapper-chart-7x7oW" src="https://datawrapper.dwcdn.net/7x7oW/3/" scrolling="no" frameborder="0" style="width: 0; min-width: 100% !important; border: none;" height="600"></iframe><script type="text/javascript">!function(){"use strict";window.addEventListener("message",(function(e){if(void 0!==e.data["datawrapper-height"]){var t=document.querySelectorAll("iframe");for(var a in e.data["datawrapper-height"])for(var r=0;r<t.length;r++){if(t[r].contentWindow===e.source)t[r].style.height=e.data["datawrapper-height"][a]+"px"}}}))}(); </script> <br> </figure><p class="article-text"> Norteam&eacute;rica casi triplica esa cantidad: 11,2 toneladas por humano. Europa est&aacute; en 6,6 toneladas. Adem&aacute;s, hist&oacute;ricamente, el CO2 lanzado por Reino Unido, EEUU y los pa&iacute;ses de la Uni&oacute;n Europea desde 1850 ilustra la acumulaci&oacute;n de responsabilidad en el deterioro del clima por causa humana. </p><p class="article-text"> &ldquo;Los pa&iacute;ses en desarrollo no quieren seguir pagando por el da&ntilde;o de la crisis clim&aacute;tica&rdquo;, afirma Yanide Dagnet del World Resources Institute. Estos pa&iacute;ses han puesto cifras a sus necesidades: 1,3 billones de d&oacute;lares al a&ntilde;o a partir de 2025. &ldquo;Una financiaci&oacute;n fiable y adecuada es condici&oacute;n previa para que los pa&iacute;ses vulnerables aumenten sus objetivos&rdquo; de lucha contra el cambio clim&aacute;tico, explic&oacute; el negociador de Guinea, Ahmadou Sebory, al hablar en nombre de la alianza de 77 estados en desarrollo m&aacute;s China. </p><p class="article-text"> &iquest;Se atrever&aacute;n a bloquear un acuerdo? &ldquo;Normalmente a estos pa&iacute;ses no se les escucha fuera de estos salones, pero aqu&iacute; s&iacute; y es una cuesti&oacute;n de vida o muerte para ellos&rdquo;, explica la analista Jennifer Tollman. Porque, en la forma de funcionar de la ONU, cualquier pa&iacute;s puede bloquear una declaraci&oacute;n que se aprueba por consenso. </p><figure class="ni-figure"> <picture class="news-image"> <!--[if IE 9]> <video style="display: none;"><![endif]--> <source media="(max-width: 576px)" type="image/webp" srcset="https://static.eldiario.es/clip/85230d5e-e53c-470b-b0ff-ccf6d3d53bed_16-9-aspect-ratio_50p_0.webp" > <source media="(max-width: 576px)" type="image/jpg" srcset="https://static.eldiario.es/clip/85230d5e-e53c-470b-b0ff-ccf6d3d53bed_16-9-aspect-ratio_50p_0.jpg" > <source media="(max-width: 767px)" type="image/webp" srcset="https://static.eldiario.es/clip/85230d5e-e53c-470b-b0ff-ccf6d3d53bed_16-9-aspect-ratio_75p_0.webp" > <source media="(max-width: 767px)" type="image/jpg" srcset="https://static.eldiario.es/clip/85230d5e-e53c-470b-b0ff-ccf6d3d53bed_16-9-aspect-ratio_75p_0.jpg" > <source type="image/webp" srcset="https://static.eldiario.es/clip/85230d5e-e53c-470b-b0ff-ccf6d3d53bed_16-9-aspect-ratio_default_0.webp" > <source type="image/jpg" srcset="https://static.eldiario.es/clip/85230d5e-e53c-470b-b0ff-ccf6d3d53bed_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg" > <!--[if IE 9]></video><![endif]--> <img src="https://static.eldiario.es/clip/85230d5e-e53c-470b-b0ff-ccf6d3d53bed_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg" alt="Simon Kofe, ministro de Tuvalo, en su discurso para la COP26." > </picture> <figcaption class="image-footer"> <span class="title"> Simon Kofe, ministro de Tuvalo, en su discurso para la COP26. </span> </figcaption> </figure><p class="article-text"> En la jornada de l&iacute;deres pol&iacute;ticos del pasado 1 de noviembre, el ministro de Asuntos Exteriores de Tuvalu, Simon Kofe, quiso representar &ldquo;las situaciones de vida real debido a los impactos del cambio clim&aacute;tico&rdquo; al <a href="https://www.eldiario.es/internacional/agua-rodillas-denuncia-ministro-tuvalu-impacto-crisis-climatica-isla_1_8468736.html" target="_blank" data-mrf-recirculation="links-noticia" class="link">emitir su mensaje en un atril con el agua del mar hasta las rodillas</a>. Este pa&iacute;s insular del Pac&iacute;fico tiene una cota m&aacute;xima de 4,6 metros. </p><p class="article-text"> Quitando los efectos a m&aacute;s largo plazo por la sequ&iacute;a, falta de alimento o poluci&oacute;n del aire, los pa&iacute;ses m&aacute;s afectados por los episodios de tiempo extremo ligados al cambio clim&aacute;tico entre 2000 y 2019 han sido Puerto Rico, Myanmar, Hait&iacute;, Filipinas, Mozambique, Bahamas, Bangladesh, Pakist&aacute;n, Tailandia y Nepal, <a href="https://germanwatch.org/sites/default/files/Global%20Climate%20Risk%20Index%202021_1.pdf" target="_blank" data-mrf-recirculation="links-noticia" class="link">seg&uacute;n el &iacute;ndice del la organizaci&oacute;n German Watch</a> que combina la p&eacute;rdida de vidas y econ&oacute;micas que soportan los pa&iacute;ses. </p><p class="article-text"> Este julio, el mayor estudio sobre fallecimientos causados por el cambio clim&aacute;tico atribuy&oacute; cinco millones de muertes al a&ntilde;o a temperaturas anormalmente altas o bajas entre 2000 y 2019. El trabajo internacional coordinado por la Universidad de Monash y <a href="https://www.monash.edu/medicine/news/latest/2021-articles/worlds-largest-study-of-global-climate-related-mortality-links-5-million-deaths-a-year-to-abnormal-temperatures" target="_blank" data-mrf-recirculation="links-noticia" class="link">publicado en </a><a href="https://www.monash.edu/medicine/news/latest/2021-articles/worlds-largest-study-of-global-climate-related-mortality-links-5-million-deaths-a-year-to-abnormal-temperatures" target="_blank" data-mrf-recirculation="links-noticia" class="link"><em>The Lancet</em></a> distribu&iacute;a as&iacute; las muertes: el 50% ocurren en Asia y el 24% en &Aacute;frica. </p><figure class="embed-container embed-container--type-embed "> <br> <iframe title="Las emisiones de carbono tendrían que reducirse un 52%" aria-label="Gráfico de columnas agrupadas" id="datawrapper-chart-Svw7y" src="https://datawrapper.dwcdn.net/Svw7y/1/" scrolling="no" frameborder="0" style="width: 0; min-width: 100% !important; border: none;" height="600"></iframe><script type="text/javascript">!function(){"use strict";window.addEventListener("message",(function(e){if(void 0!==e.data["datawrapper-height"]){var t=document.querySelectorAll("iframe");for(var a in e.data["datawrapper-height"])for(var r=0;r<t.length;r++){if(t[r].contentWindow===e.source)t[r].style.height=e.data["datawrapper-height"][a]+"px"}}}))}(); </script> <br> </figure><h3 class="article-text">&ldquo;Con u&ntilde;as y dientes&rdquo;</h3><p class="article-text"> Pero este mi&eacute;rcoles lo que estos pa&iacute;ses han visto es que el dinero comprometido en Par&iacute;s, 100.000 millones de d&oacute;lares al a&ntilde;o, todav&iacute;a no est&aacute;. Y deb&iacute;a haber estado en 2020. &ldquo;Enfatizamos la necesidad de alcanzar los objetivos de Par&iacute;s&rdquo;, es el texto sobre el que se trabaja. El documento se aleja de consagrar ese fondo espec&iacute;fico para compensar los da&ntilde;os y p&eacute;rdidas. India es la negociadora que ha tomado esa bandera. </p><p class="article-text"> Los escenarios que pueden plantearse var&iacute;an desde que haya pa&iacute;ses que no participen de la sesi&oacute;n final de la COP, lo que no impide que se llegue a un acuerdo porque haya consenso entre los que s&iacute; est&eacute;n en el pleno, hasta que los asistentes disconformes impidan un martillazo final. Tambi&eacute;n pueden jalonar esa sesi&oacute;n de intervenciones de protesta, no de bloqueo, que deterioren el resultado final de la cumbre. Tambi&eacute;n podr&iacute;an a&ntilde;adir una declaraci&oacute;n anexa final que no fuera incluida en el acuerdo oficial. </p><p class="article-text"> &ldquo;En un planeta en el que millones de personas sufren las consecuencias del cambio clim&aacute;tico urge dar una respuesta colectiva a los da&ntilde;os provocados por la continua quema de combustibles f&oacute;siles&rdquo;, resume Javier Andaluz, observador en la COP para Ecologistas en Acci&oacute;n. &ldquo;Los pa&iacute;ses del Norte global deben de asumir la responsabilidad colectiva de proveer los recursos que sean necesarios&rdquo;. </p><p class="article-text"> Este mi&eacute;rcoles le han preguntado al presidente de la COP qu&eacute; le dir&iacute;a a una joven de 12 a&ntilde;os, llamada C.J. que vive en Micronesia, &ldquo;la l&iacute;nea del frente del cambio clim&aacute;tico&rdquo;. Alok Sharma ha respondido que &ldquo;mi mensaje para ella y cualquiera que est&eacute; viviendo en ese frente es que estamos luchando con u&ntilde;as y dientes para asegurarnos de que obtenemos un resultado ambicioso. Y por eso les recuerdo a los ministros que sus declaraciones sobre ambici&oacute;n deben traducirse en acciones&rdquo;. </p> ]]>
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<![CDATA[ Raúl Rejón ]]>
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<![CDATA[ Los países empobrecidos se hartan de las falsas promesas en la cumbre de Glasgow ]]>
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<![CDATA[ Medio ambiente,Cambio climático,COP26 ]]>
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<![CDATA[ ¿Nos sobran visitantes? El impacto del turismo en los territorios frágiles ]]>
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<![CDATA[ https://www.eldiario.es/sociedad/sobran-visitantes-impacto-turismo-territorios-fragiles_1_8417895.html ]]>
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<![CDATA[ <p><img src="https://static.eldiario.es/clip/30e1111d-beb6-45d2-b8a3-a6f0f15e0063_16-9-discover-aspect-ratio_default_0.jpg" width="1200" height="675" alt="¿Nos sobran visitantes? El impacto del turismo en los territorios frágiles"></p><div class="subtitles"><p class="subtitle">La población de Balears se duplica en los meses de verano y este incremento va asociado a más contaminación, a la destrucción del medio ambiente y a la falta de agua de una región cuya sostenibilidad pende de un hilo, a pesar de las iniciativas recientes del Govern</p><p class="subtitle">Datos - Los datos vitales de la crisis climática en 2020</p></div><p class="article-text"> &ldquo;Es imposible un turismo sostenible con 29 millones de pasajeros cada a&ntilde;o, aunque todos sean ecologistas y vayan en bicicleta. Tenemos que parar y retroceder. Es como cuando un coche va disparad&iacute;simo por la autopista: primero tiene que frenar y despu&eacute;s conducir m&aacute;s lento&rdquo;. La met&aacute;fora es de Amadeu Corbera, presidente del GOB Mallorca, una entidad ecologista que lleva d&eacute;cadas luchando por el medio ambiente y la biodiversidad de la 'hermana mayor' de las Baleares. &ldquo;Sufrimos una gran saturaci&oacute;n y masificaci&oacute;n. El archipi&eacute;lago es un territorio muy peque&ntilde;o, con los recursos muy limitados, desde el agua hasta la energ&iacute;a... Hemos pasado el l&iacute;mite de lo que es razonable&rdquo;, a&ntilde;ade. </p><p class="article-text"> La celebraci&oacute;n de la COP26 en Glasgow vuelve a poner el foco en las consecuencias del turismo masivo y su contribuci&oacute;n a la crisis clim&aacute;tica. Unas secuelas que pueden afectar intensamente a los territorios fr&aacute;giles, donde la sostenibilidad pende de un hilo. </p><p class="article-text"> Baleares ejemplifica este reto: con una extensi&oacute;n limitada, soporta cada verano una fuerte carga demogr&aacute;fica como consecuencia de un modelo econ&oacute;mico basado en el turismo de masas. El c&aacute;lculo es sencillo: cuantos m&aacute;s visitantes, mayor contribuci&oacute;n a la crisis clim&aacute;tica y mayor impacto en el ecosistema. </p><h3 class="article-text">&ldquo;O somos sostenibles o no seremos&rdquo;</h3><p class="article-text"> El Govern est&aacute; convencido de que es posible conjugar el turismo con la preservaci&oacute;n del medio ambiente. &ldquo;O somos sostenibles o no seremos. El turismo debe ser objeto de un debate profundo&rdquo;, comenta Juan Pedro Yllanes, vicepresident del Govern, quien forma parte de la Delegaci&oacute;n Espa&ntilde;ola de la COP26. </p><p class="article-text"> En Glasgow, Yllanes busca abordar, entre otros temas, la &ldquo;resiliencia&rdquo; ante la crisis clim&aacute;tica de las regiones insulares, una realidad dif&iacute;cil para Balears o la isla de Dominica. Este lunes, el ministro de Asuntos Exteriores de Tuvalu, Simon Kofe, <a href="https://www.eldiario.es/internacional/agua-rodillas-denuncia-ministro-tuvalu-impacto-crisis-climatica-isla_1_8468736.html" target="_blank" data-mrf-recirculation="links-noticia" class="link">se ha metido en el mar para dar su discurso en la Cumbre del Clima</a>. Kofe, con traje, atril y tambi&eacute;n con el agua hasta las rodillas, ha querido mostrar as&iacute; el impacto del cambio clim&aacute;tico en su isla. &ldquo;Tenemos que abrir un debate serio sobre nuestro modelo econ&oacute;mico, partiendo de la constataci&oacute;n de que el motor seguir&aacute; siendo el turismo. El Govern tiene una enorme preocupaci&oacute;n por plantear un turismo diferente para conseguir la sostenibilidad&rdquo;, dice Yllanes. </p><p class="article-text"> El Ejecutivo de Francina Armengol ha dado varios pasos en este sentido: ha aprobado <a href="https://www.eldiario.es/economia/impuesto-turismo-sostenible_1_2144971.html" target="_blank" data-mrf-recirculation="links-noticia" class="link">una 'ecotasa'</a>, ha legislado para <a href="https://www.eldiario.es/sociedad/baleares-praderas-posidonia-destruir-mediterraneo_1_2005359.html" target="_blank" data-mrf-recirculation="links-noticia" class="link">proteger el fondo marino</a> y ha aprobado <a href="https://www.eldiario.es/sociedad/baleares-aprueba-residuos-prohibe-plastico_1_1161887.html" target="_blank" data-mrf-recirculation="links-noticia" class="link">medidas para limitar la circulaci&oacute;n de coches y para reducir el consumo de pl&aacute;sticos</a>. Yllanes defiende esta gesti&oacute;n: &ldquo;Este cat&aacute;logo de medidas parte de un instrumento esencial, la <a href="https://www.eldiario.es/sociedad/baleares-ley-autonomica-cambio-climatico_1_1706121.html" target="_blank" data-mrf-recirculation="links-noticia" class="link">Ley de Cambio Clim&aacute;tico</a>, que nos llev&oacute; a la declaraci&oacute;n de emergencia clim&aacute;tica. No es una declaraci&oacute;n simb&oacute;lica&rdquo;. El Govern tambi&eacute;n ha puesto en marcha campa&ntilde;as para concienciar a los turistas, por ejemplo, sobre la falta de recursos h&iacute;dricos. </p><figure class="embed-container embed-container--type-youtube ratio"> <iframe width="100%" height="366" src="https://www.youtube.com/embed/Fl7iioRxNow" frameborder="0" allowfullscreen></iframe> </figure><p class="article-text"> Los ecologistas, sin embargo, creen que no es suficiente: &ldquo;No se ha visto compensado con una reducci&oacute;n de las plazas tur&iacute;sticas o un decrecimiento en el n&uacute;mero de turistas. Las leyes aprobadas van en la buena direcci&oacute;n, pero sin una mirada integral para repensar el modelo econ&oacute;mico, basado en el crecimiento infinito, estas normas quedan sin efecto&rdquo;, comenta Corbera. </p><h3 class="article-text">100 billones de toneladas de CO&#8322; en 20 a&ntilde;os</h3><p class="article-text"> Seg&uacute;n <a href="https://twitter.com/Terraferida/status/1442056399752679425" target="_blank" data-mrf-recirculation="links-noticia" class="link">los datos de la entidad ecologista Terraferida</a>, el Aeropuerto de Palma ha recibido a 194,5 millones de pasajeros en los &uacute;ltimos 20 a&ntilde;os, unos 1,4 millones de operaciones a&eacute;reas. La asociaci&oacute;n, tras cruzar los datos del Eurostat y las coordenadas de los aeropuertos de origen, calcula que los kil&oacute;metros recorridos de los vuelos de estos aeropuertos a Palma (y la vuelta) suman unos 2.835.706.028 km en 20 a&ntilde;os. Es la distancia de ir de la Tierra a Saturno y volver. </p><p class="article-text"> Si multiplicamos esta distancia por el n&uacute;mero de pasajeros transportados en la ida y la vuelta y por 90, obtenemos los gramos de CO&#8322; emitidos (90 g de CO&#8322; por km y pasajero es la media m&aacute;s com&uacute;n): las emisiones de CO&#8322; suman 99.930.550.043.300 toneladas (100 billones de toneladas en 20 a&ntilde;os). Si este carbono se liberase de golpe, subir&iacute;a en 15 ppm el CO&#8322; en la troposfera. </p><p class="article-text"> El GOB Mallorca critica que, lejos de plantear un decrecimiento en el n&uacute;mero de pasajeros, AENA piensa en crecer: &ldquo;Va a reorganizar el aeropuerto y prev&eacute; una normalidad de 29 millones de visitantes al a&ntilde;o a partir de 2026. Si en 2019, que fue el a&ntilde;o r&eacute;cord de toda la historia, hubo unos 29 millones de pasajeros, ahora este escenario r&eacute;cord pasar&iacute;a a ser lo m&iacute;nimo. Es un crecimiento encubierto&rdquo;. </p><p class="article-text"> El Govern, por su parte, reconoce que es necesario disminuir la emisi&oacute;n de gases de efecto invernadero y de gases nocivos. Yllanes pone el foco en el transporte y en las centrales t&eacute;rmicas. &ldquo;Tenemos una enorme presi&oacute;n del transporte privado terrestre, 0,87 veh&iacute;culos por habitante, una ratio insostenible para un territorio tan peque&ntilde;o y tan fr&aacute;gil&rdquo;, comenta. </p><h3 class="article-text">&iquest;Hay espacio para tanto turista?</h3><p class="article-text"> Con la llegada del verano, la poblaci&oacute;n de Balears se duplica: de los 1.171.543 habitantes censados en el archipi&eacute;lago (<a href="https://ibestat.caib.es/ibestat/estadistiques/4504e4e2-5e94-484e-9e5d-44f6be85f490/dee32f17-7606-43d2-ae9b-5d3c03ed4f57/es/pad_res01_20.px" target="_blank" data-mrf-recirculation="links-noticia" class="link">datos de 2020 del IBESTAT</a>) a las 2.039.687 personas que forman parte de la poblaci&oacute;n flotante en temporada alta (este dato representa <a href="https://ibestat.caib.es/ibestat/estadistiques/e91ffb58-6bdd-457c-bd25-ed2a201f57ae/218ffbad-7444-48b5-a4c0-89a12d1c510d/es/I106001_1004.px" target="_blank" data-mrf-recirculation="links-noticia" class="link">el pico de la poblaci&oacute;n flotante en el verano de 2019, el previo a la pandemia</a>). </p><p class="article-text"> La gran pregunta es: &iquest;hay espacio para tanto turista? Para Corbera, no: &ldquo;Podemos tener un turismo sostenible, pero no con estas cifras. Hay una limitaci&oacute;n de las plazas tur&iacute;sticas, pero no es eficaz. Actualmente, que estamos saturados, no hemos llegado todav&iacute;a a esas plazas tur&iacute;sticas m&aacute;ximas. Es decir, hay margen de crecimiento&rdquo;. </p><h3 class="article-text">Destrucci&oacute;n de espacios naturales</h3><p class="article-text"> No solo es el avi&oacute;n, tambi&eacute;n es el barco: la llegada de cruceros a Baleares se ha multiplicado en los &uacute;ltimos a&ntilde;os, <a href="https://www.eldiario.es/economia/cruceros-mediterraneo-turismo-masivo_1_2188689.html" target="_blank" data-mrf-recirculation="links-noticia" class="link">a pesar de las protestas de los grupos ecologistas</a>. En 2019, los datos de Puertos del Estado revelaban que Baleares fue el destino espa&ntilde;ol con m&aacute;s cruceros (818) y el segundo destino espa&ntilde;ol de turismo de cruceros (2.656.443 personas). </p><p class="article-text"> La proliferaci&oacute;n del turismo n&aacute;utico en las islas ha llevado consigo otra consecuencia: <a href="https://www.eldiario.es/sociedad/posidonia-mediterraneo-baleares_1_3213126.html" target="_blank" data-mrf-recirculation="links-noticia" class="link">la destrucci&oacute;n de la posidonia</a>, cuyas praderas constituyen una importante fuente de ox&iacute;geno y ayudan a mantener las famosas aguas cristalinas del archipi&eacute;lago. Esta joya medioambiental, conocida como el &ldquo;pulm&oacute;n del Mediterr&aacute;neo&rdquo;, crea cinco veces m&aacute;s ox&iacute;geno que una de selva amaz&oacute;nica y se est&aacute; muriendo por efecto del turismo y la contaminaci&oacute;n. </p><p class="article-text"> El vertido de las aguas residuales y las anclas de los barcos (que arrasan con todo lo que se encuentran a su paso) han reducido considerablemente las praderas de esta planta en los &uacute;ltimos a&ntilde;os. El Govern ha aprobado una ley para proteger la posidonia y <a href="https://www.eldiario.es/sociedad/baleares-vanguardia-recuperacion-posidonia_1_1454071.html" target="_blank" data-mrf-recirculation="links-noticia" class="link">se est&aacute;n repoblando las praderas</a>, pero el GOB Mallorca advierte que, sin un decrecimiento del fondeo y de las barcas y sin los recursos suficientes para vigilar, la ley pierde eficacia. </p><iframe src="https://geo.dailymotion.com/player/x8zbz.html?video=k5i5qSMxKSQYELxjrQG" allowfullscreen allow="fullscreen; picture-in-picture; web-share"></iframe><h3 class="article-text">Un futuro de energ&iacute;a 'verde'</h3><p class="article-text"> Yllanes defiende que el futuro de las islas pasa, entre otras v&iacute;as, por cambiar el modelo energ&eacute;tico &ndash;por ejemplo, <a href="https://www.eldiario.es/economia/baleares-crea-electrica-publica-basada-autoconsumo-compartido-abaratar-luz_1_8291951.html" target="_blank" data-mrf-recirculation="links-noticia" class="link">Balears ha creado una el&eacute;ctrica p&uacute;blica</a>&ndash;. Las energ&iacute;as renovables juegan un papel fundamental en este proyecto de transici&oacute;n energ&eacute;tica: &ldquo;Queremos tener un 25% de energ&iacute;a renovable en 2023&rdquo;, comenta el conseller. </p><p class="article-text"> &ldquo;Tambi&eacute;n tenemos un proyecto ilusionante, que cuenta con el respaldo de Ursula Von der Leyen: 'Green Hysland', la producci&oacute;n de hidr&oacute;geno verde en Mallorca, que esperamos que sea una realidad a finales de a&ntilde;o. Significa una apuesta por el desarrollo de las renovables como &uacute;nica forma de garantizar el futuro de las generaciones venideras en este territorio absolutamente privilegiado, pero enormemente fr&aacute;gil por su condici&oacute;n insular&rdquo;, a&ntilde;ade. </p><p class="article-text"> Precisamente el GOB Mallorca ha registrado <a href="http://www.avuiperdema.org/" target="_blank" data-mrf-recirculation="links-noticia" class="link">una iniciativa legislativa popular</a> en el Parlament balear para que las administraciones tengan en cuenta el impacto medioambiental futuro de las medidas que toman en el presente, como se&ntilde;ala Corbera: &ldquo;Obligar&iacute;a a las instituciones a contemplar la justicia intergeneracional en todos sus planes y actuaciones. Es una ley pionera en el Estado espa&ntilde;ol&rdquo;. </p> ]]>
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<![CDATA[ Angy Galvín ]]>
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<![CDATA[ https://www.eldiario.es/sociedad/sobran-visitantes-impacto-turismo-territorios-fragiles_1_8417895.html ]]>
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<![CDATA[ Wed, 10 Nov 2021 22:00:00 +0000 ]]>
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<![CDATA[ ¿Nos sobran visitantes? El impacto del turismo en los territorios frágiles ]]>
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<![CDATA[ Crisis climática,Islas Baleares,Turismo,Contaminación,COP26 ]]>
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<![CDATA[ El texto clave de la COP26 pide por primera vez que se terminen las ayudas públicas al petróleo, el gas y el carbón ]]>
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<![CDATA[ https://www.eldiario.es/sociedad/texto-clave-cop26-pide-primera-vez-terminen-ayudas-publicas-petroleo-gas-carbon_1_8475396.html ]]>
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<![CDATA[ <p><img src="https://static.eldiario.es/clip/6e964922-90d1-4029-b0d9-4d4d40f8570d_16-9-discover-aspect-ratio_default_0.jpg" width="1200" height="675" alt="El texto clave de la COP26 pide por primera vez que se terminen las ayudas públicas al petróleo, el gas y el carbón"></p><div class="subtitles"><p class="subtitle">El borrador reconoce la brecha que hay entre lo que debe hacerse y lo que se hace en realidad, pero no concreta las partes de financiación para los países empobrecidos y los mercados de carbono</p><p class="subtitle">Los países destinan el triple de ayudas públicas a gas, petróleo y carbón que a energías limpias</p></div><p class="article-text"> El &uacute;ltimo borrador de texto clave de la cumbre clim&aacute;tico de Glasgow ha incluido, por primera vez, que se terminen las ayudas p&uacute;blicas a los combustibles f&oacute;siles: petr&oacute;leo, carb&oacute;n y gas.<a href="https://www.eldiario.es/sociedad/paises-destinan-triple-ayudas-publicas-gas-petroleo-carbon-energias-limpias_1_8460550.html" target="_blank" data-mrf-recirculation="links-noticia" class="link"> Estos subsidios, que sumaron el a&ntilde;o pasado 375.000 millones de d&oacute;lares, triplican anualmente</a> el apoyo a las energ&iacute;as renovables y taponan la transici&oacute;n energ&eacute;tica hacia un modelo que emita poco CO2, la causa del cambio clim&aacute;tico. </p><p class="article-text"> El documento presentado por el presidente de la COP26, Alok Sharma, dice que la convenci&oacute;n &ldquo;llama a las partes a acelerar el abandono de los subsidios a los combustibles f&oacute;siles&rdquo;. Esta propuesta tiene que pasar por la revisi&oacute;n de todas las delegaciones incluidos los estados que encabezan la lista de ayudas, muy concentrados en Oriente pr&oacute;ximo: Kuwait, Arabia Saud&iacute;, Emiratos &Aacute;rabes Unidos, Catar... </p><p class="article-text"> Adem&aacute;s de este movimiento, la propuesta de acuerdo pone por escrito casi todas las &uacute;ltimas evidencias que los cient&iacute;ficos han ido desgranando recientemente sobre el avance acelerado del cambio clim&aacute;tico y su soluci&oacute;n: recortar m&aacute;s las emisiones de CO2 de los combustibles f&oacute;siles. Pero se queda mucho m&aacute;s difuso a la hora de pedir a los pa&iacute;ses ricos el dinero necesario para que los pa&iacute;ses empobrecidos no salgan m&aacute;s perjudicados. </p><p class="article-text"> El borrador de la presidencia implica que los pa&iacute;ses dejen patente en la declaraci&oacute;n final que la humanidad se ha gastado ya tres cuartas partes del calor global extra que se admiti&oacute; como margen de seguridad en el Acuerdo de Par&iacute;s debido a &ldquo;las actividades humanas&rdquo;. El documento de trabajo actual de las negociaciones &ldquo;expresa alarma y preocupaci&oacute;n&rdquo;. Este &uacute;ltimo borrador dice que el margen de CO2 que a&uacute;n queda para cumplir el Acuerdo de Par&iacute;s (el presupuesto de carbono) &ldquo;est&aacute; siendo r&aacute;pidamente agotado&rdquo;. </p><p class="article-text"> En este apartado que las conferencias llaman &ldquo;mitigaci&oacute;n&rdquo;, es decir, atajar la ra&iacute;z del problema aparece el concepto de &ldquo;recorte de emisiones globales de di&oacute;xido de carbono&rdquo; e incluye que deber&iacute;a ser &ldquo;del 45% en 2030 respecto al nivel de 2010&rdquo; y alcanzar &ldquo;el cero neto hacia mitad de siglo&rdquo;.&nbsp;Tambi&eacute;n han incorporado la que ponen &ldquo;&eacute;nfasis&rdquo; en que se aumente la &ldquo;ambici&oacute;n&rdquo; para todo: mitigar el cambio clim&aacute;tico, adaptarse a sus efectos ya inevitables y financiar a los vulnerables. Parece que hay consenso en denominar a los pr&oacute;ximos diez a&ntilde;os &ldquo;d&eacute;cada cr&iacute;tica&rdquo;. </p><h3 class="article-text">Ya estaba descontado</h3><p class="article-text"> La cuesti&oacute;n es que todo eso est&aacute; ya, m&aacute;s o menos descontado. <a href="https://www.eldiario.es/sociedad/paises-multiplicar-cambio-climatico-contener_1_1163011.html" target="_blank" data-mrf-recirculation="links-noticia" class="link">El c&aacute;lculo de rebajar las emisiones a la mitad en diez a&ntilde;os</a> se present&oacute; a finales de 2019, la desviaci&oacute;n entre el CO2 que se est&aacute; liberando y lo que podr&iacute;a permitirse para contener el calentamiento en 1,5&ordm;C tambi&eacute;n as&iacute; <a href="https://www.eldiario.es/sociedad/onu-avisa-nadie-salvo-danos-crisis-climatica-causada-humanidad_1_8205448.html" target="_blank" data-mrf-recirculation="links-noticia" class="link">como la responsabilidad humana del calentamiento global acelerado sin precedentes. </a> </p><p class="article-text"> &ldquo;No estamos afrontando la emergencia clim&aacute;tica tal y como es&rdquo;, analiza el coordinador de cambio clim&aacute;tico en Ecologistas en Acci&oacute;n, Javier Andaluz. Tras revisar el borrador, Andaluz subraya que se &ldquo;est&aacute;n diciendo cosas que ya han aclarado los cuerpos cient&iacute;ficos, pero hay pocos pasos adelante respecto a lo que ya estaba planteado en el Acuerdo de Par&iacute;s&rdquo;. Andaluz s&iacute; ve positivo que se haya incluido la petici&oacute;n de finiquitar las subvenciones f&oacute;siles. &ldquo;Esperamos que se mantenga al final&rdquo;. </p><p class="article-text"> La directora de Greenpeace Internacional, Jennifer Morgan piensa que &ldquo;la tarea de esta conferencia siempre ha sido conseguir que el calentamiento global se quedara en 1,5&ordm;C, pero, con este texto, los l&iacute;deres mundiales est&aacute;n dej&aacute;ndolo para el a&ntilde;o que viene. Si esto es lo mejor que pueden hacer, est&aacute; claro que los j&oacute;venes estar&aacute;n furiosos&rdquo;. </p><p class="article-text"> En ese sentido, el texto que ha liberado la presidencia de la COP lleva a&ntilde;adido que &ldquo;anota con seria preocupaci&oacute;n&rdquo; que los planes reci&eacute;n remitidos este a&ntilde;o por los pa&iacute;ses dan como resultado una efecto contrario al que m&aacute;s arriba dice que hay que perseguir: las emisiones agregadas subir&aacute;n un 13% en 2030. Queda as&iacute; anotada la brecha que evidencia una incoherencia entre lo que se acordar&iacute;a que hay que hacer y los planes de acci&oacute;n que se acaban de presentar. &ldquo;Enfatizamos la urgente necesidad de incrementar los esfuerzos para reducir colectivamente las emisiones mediante una acci&oacute;n acelerada&rdquo;, puede leerse ahora mismo en los documentos de trabajo.&nbsp;&nbsp; </p><p class="article-text"> A la luz de este borrador, las partes han decidido crear un programa de trabajo para elevar esta ambici&oacute;n a la hora de mitigar el cambio clim&aacute;tico. Urge a las partes a que revisen y refuercen en 2022 sus objetivos para 2030 en la medida necesaria para colocarse en una l&iacute;nea que cumpla el Acuerdo de Par&iacute;s. Y solicita que se haga una s&iacute;ntesis del efecto combinado de los planes nacionales cada a&ntilde;o. </p><p class="article-text"> En este sentido, este borrador tambi&eacute;n pide una evaluaci&oacute;n general de c&oacute;mo se est&aacute;n desarrollando los planes a largo plazo de los pa&iacute;ses (para 2050) en cuanto al recorte de emisiones de CO2 y que est&eacute; ya preparado para la COP del a&ntilde;o que viene.&nbsp;&nbsp; </p><p class="article-text"> Donde la conferencia est&aacute; encallando es a la hora de conseguir que se concrete la financiaci&oacute;n. Sigue urgiendo a los pa&iacute;ses a que completen el fondo que se adopt&oacute; ya en el Acuerdo de Par&iacute;s de 2015 que deber&iacute;a haberse culminado en 2020 y que todav&iacute;a no est&aacute;. Esto hace que los pa&iacute;ses vulnerables se opongan a admitir m&aacute;s compromisos. Al fin y al cabo, m&aacute;s del 90% de las emisiones de CO2 provienen de la mitad m&aacute;s rica del planeta. </p><p class="article-text"> La analista Jennifer Tollman explica que, en varios aspectos, este texto recoge &ldquo;los m&aacute;ximos que se han visto en las salas de negociaciones, pero eso refleja la enorme brecha que hay entre la realidad y lo que ocurre en las conversaciones&rdquo;. </p> ]]>
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<![CDATA[ Raúl Rejón ]]>
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<![CDATA[ Medio ambiente,Cambio climático,COP26 ]]>
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<![CDATA[ 🎙 PODCAST | Así es por dentro la Cumbre del Clima ]]>
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<![CDATA[ https://www.eldiario.es/blog/al-dia/podcast-cumbre-clima_132_8474426.html ]]>
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<![CDATA[ <p><img src="https://static.eldiario.es/clip/a1ee0043-7c07-4643-9bae-59716a8fa5aa_16-9-discover-aspect-ratio_default_0.jpg" width="1200" height="675" alt="PODCAST | Seis días en la guerra: diario de una resistencia"></p><div class="subtitles"><p class="subtitle">Nuevo capítulo de 'Un tema Al día' para explicarte la actualidad. Con Juanlu Sánchez.</p><p class="subtitle">Decepción con el primer borrador de la Cumbre de Glasgow: "Es muy débil"</p></div><figure class="embed-container embed-container--type-embed "> <iframe src="https://omny.fm/shows/un-tema-al-dia/as-es-por-dentro-la-cumbre-del-clima/embed" width="100%" height="180" frameborder="0" title="Así es por dentro la Cumbre del Clima"></iframe> </figure><p class="article-text"> &iquest;C&oacute;mo es una cumbre del clima? &iquest;Qu&eacute; hacen exactamente las 25.000 personas acreditadas durante estos d&iacute;as? &iquest;Sirven para algo estas reuniones? &iquest;Cu&aacute;nto tiempo nos queda para hacer que sirvan? </p><p class="article-text"> Estos d&iacute;as se celebra en Glasgow (Escocia) la COP26, la Cumbre que re&uacute;ne a pr&aacute;cticamente todos los pa&iacute;ses del mundo para hacer frente, o al menos para discutir, sobre la crisis clim&aacute;tica. Queremos saber c&oacute;mo funciona y tenemos la suerte de tener a un testigo dentro. Hablamos con nuestro enviado especial, Ra&uacute;l Rej&oacute;n. </p><figure class="embed-container embed-container--type-embed "> <div class="container_badge_podimo"> <a href="https://www.podimo.es/aldia?utm_source=siteldia&utm_campaign=elDiarioes&utm_medium=internal" target="_blank"><img class="badge_1" src="https://static.eldiario.es/eldiario/public/content/file/original/2021/1102/12/badge-podimo-8d784dc.png"></a> </div> <style> .container_badge_podimo{ justify-content: left; display: flex; } .badge_1 { max-width: 175px; height: auto; padding-top: 2%; float: left; } .badge_1:hover { opacity: 75%; } </style> </figure><p class="article-text"> Tambi&eacute;n lo tendr&aacute;s disponible cada ma&ntilde;ana en el resto de plataformas. </p><div class="list"> <ul> <li><a href="https://open.spotify.com/show/54Vnd9qwrTaINwzCkTTIWO?si=dwfgtj3_QNC8ZyKejFcSjQ&amp;dl_branch=1&amp;nd=1" target="_blank" data-mrf-recirculation="links-noticia"><strong>Spotify</strong></a></li> <li><a href="https://www.ivoox.com/podcast-un-tema-al-dia_sq_f11360990_1.html" target="_blank" data-mrf-recirculation="links-noticia"><strong>Ivoox</strong></a></li> <li><a href="https://podcasts.apple.com/us/podcast/un-tema-al-d%C3%ADa/id1586302997" target="_blank" data-mrf-recirculation="links-noticia"><strong>Apple</strong></a></li> <li><a href="https://www.omnycontent.com/d/playlist/554539c9-b3b2-431a-9f3a-ada4006d04a0/fdb7ac24-1c3a-4a0d-b03b-ada400b2e7a1/161b26db-5f85-42a9-abc8-ada6008a528b/podcast.rss" target="_blank" data-mrf-recirculation="links-noticia"><strong>Feed RSS</strong></a></li> <li><a href="https://podcasts.google.com/feed/aHR0cHM6Ly93d3cub21ueWNvbnRlbnQuY29tL2QvcGxheWxpc3QvNTU0NTM5YzktYjNiMi00MzFhLTlmM2EtYWRhNDAwNmQwNGEwL2ZkYjdhYzI0LTFjM2EtNGEwZC1iMDNiLWFkYTQwMGIyZTdhMS8yMzlkMDgyNy1jNDVhLTRmNGQtYTE0MC1hZGE0MDExYTQ1YzYvcG9kY2FzdC5yc3M" target="_blank" data-mrf-recirculation="links-noticia"><strong>Google Podcast</strong></a></li> <li><a href="https://eldiario.us6.list-manage.com/track/click?u=c69ba1ef3f044e29f01e39064&amp;id=7b609ffcf1&amp;e=37e93612d2" target="_blank" data-mrf-recirculation="links-noticia"><strong>Amazon Music</strong></a></li> </ul> </div><h2 class="article-text">&iquest;Esto qu&eacute; es?</h2><p class="article-text"> elDiario.es ha estrenado este podcast diario, con la colaboraci&oacute;n de Podimo, para explicarte la actualidad. Conducido por Juanlu S&aacute;nchez y con ayuda de los periodistas de la redacci&oacute;n de elDiario.es y otros invitados, nos detendremos de lunes a viernes en un asunto: puede ser una noticia compleja, un debate de fondo o una historia sencilla que merezca la pena. Una p&iacute;ldora de sonido para acompa&ntilde;arte en el desayuno, de camino al trabajo, en la pausa de la comida o antes de dormir. </p><p class="article-text"> <strong>&iquest;C&oacute;mo escuchar 'Un tema Al d&iacute;a'?</strong> </p><p class="article-text"> &#9654; Si eres socio/a, podr&aacute;s escuchar las nuevas entregas del podcast&nbsp;<strong>cada noche en elDiario.es</strong>&nbsp;con unas horas de antelaci&oacute;n respecto al resto de lectores. Recibir&aacute;s el enlace en tu correo electr&oacute;nico en el bolet&iacute;n del Adelanto de noticias. </p><p class="article-text"> &#9654; Tambi&eacute;n podr&aacute;s escucharlo cada noche en exclusiva, antes de que se lance en abierto al resto de plataformas, si te abres una&nbsp;<a href="https://www.podimo.es/aldia?utm_source=siteldia&amp;utm_campaign=elDiarioes&amp;utm_medium=internal" target="_blank" data-mrf-recirculation="links-noticia" class="link">cuenta gratuita en Podimo</a>, la app para escuchar podcasts que patrocina &lsquo;Un tema Al d&iacute;a&rsquo;.&nbsp;<a href="https://www.podimo.es/aldia?utm_source=siteldia&amp;utm_campaign=elDiarioes&amp;utm_medium=internal" target="_blank" data-mrf-recirculation="links-noticia" class="link">Aqu&iacute;.</a> <em>&iexcl;Y por ser oyente de 'Un tema Al d&iacute;a' </em><a href="https://www.podimo.es/aldia?utm_source=postabajo&amp;utm_campaign=elDiarioes&amp;utm_medium=referral" target="_blank" data-mrf-recirculation="links-noticia" class="link"><em>disfruta gratis durante 45 d&iacute;as del mejor cat&aacute;logo de podcasts, audiolibros y contenidos infantiles en Podimo</em></a><em>!</em> </p><p class="article-text"> &#9654; Si no eres socio/a o no tienes una cuenta en Podimo, el episodio est&aacute; disponible&nbsp;<strong>a primera hora de la ma&ntilde;ana en cualquier aplicaci&oacute;n</strong>&nbsp;que uses habitualmente.&nbsp; </p><div class="list"> <ul> <li><a href="https://open.spotify.com/show/54Vnd9qwrTaINwzCkTTIWO?si=dwfgtj3_QNC8ZyKejFcSjQ&amp;dl_branch=1&amp;nd=1" target="_blank" data-mrf-recirculation="links-noticia"><strong>Spotify</strong></a></li> <li><a href="https://www.ivoox.com/podcast-un-tema-al-dia_sq_f11360990_1.html" target="_blank" data-mrf-recirculation="links-noticia"><strong>Ivoox</strong></a></li> <li><a href="https://podcasts.apple.com/us/podcast/un-tema-al-d%C3%ADa/id1586302997" target="_blank" data-mrf-recirculation="links-noticia"><strong>Apple</strong></a></li> <li><a href="https://www.omnycontent.com/d/playlist/554539c9-b3b2-431a-9f3a-ada4006d04a0/fdb7ac24-1c3a-4a0d-b03b-ada400b2e7a1/161b26db-5f85-42a9-abc8-ada6008a528b/podcast.rss" target="_blank" data-mrf-recirculation="links-noticia"><strong>Feed RSS</strong></a></li> <li><a href="https://podcasts.google.com/feed/aHR0cHM6Ly93d3cub21ueWNvbnRlbnQuY29tL2QvcGxheWxpc3QvNTU0NTM5YzktYjNiMi00MzFhLTlmM2EtYWRhNDAwNmQwNGEwL2ZkYjdhYzI0LTFjM2EtNGEwZC1iMDNiLWFkYTQwMGIyZTdhMS8yMzlkMDgyNy1jNDVhLTRmNGQtYTE0MC1hZGE0MDExYTQ1YzYvcG9kY2FzdC5yc3M" target="_blank" data-mrf-recirculation="links-noticia"><strong>Google Podcast</strong></a></li> </ul> </div><p class="article-text"> &#9654; Acu&eacute;rdate de suscribirte al podcast 'Un tema al d&iacute;a' en tu app para que te lleguen autom&aacute;ticamente los nuevos cap&iacute;tulos. Es gratis. </p><p class="article-text"> &#9654; Tendr&aacute;s disponibles tambi&eacute;n todas las entregas de 'Un tema Al d&iacute;a' en&nbsp;<a href="https://www.eldiario.es/aldia" target="_blank" data-mrf-recirculation="links-noticia" class="link">elDiario.es/aldia</a> </p> ]]>
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<![CDATA[ Juan Luis Sánchez ]]>
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<![CDATA[ Tue, 09 Nov 2021 20:39:15 +0000 ]]>
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<![CDATA[ 🎙 PODCAST | Así es por dentro la Cumbre del Clima ]]>
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<![CDATA[ Decepción con el primer borrador de la Cumbre de Glasgow: "Es muy débil" ]]>
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<![CDATA[ <p><img src="https://static.eldiario.es/clip/f6675dd8-a3bf-4503-b6a0-49d9ddb64784_16-9-discover-aspect-ratio_default_0.jpg" width="1200" height="675" alt="Decepción con el primer borrador de la Cumbre de Glasgow: &quot;Es muy débil&quot;"></p><div class="subtitles"><p class="subtitle">La lista de elementos para incluir en una declaración final dice que esta década es "crítica" para conseguir limitar el calentamiento en 1,5ºC, aunque no habla de dejar los combustibles fósiles, causa del efecto invernadero</p><p class="subtitle">La cumbre de Glasgow llega a la encrucijada: punto de inflexión o caída en el cinismo climático</p></div><p class="article-text"> El primer documento de trabajo de esta cumbre del clima en Glasgow incluye la &ldquo;urgencia&rdquo; de tomar acciones para mantener al alcance el l&iacute;mite de calentamiento de la Tierra en 1,5&ordm;C y denomina esta d&eacute;cada del 2020 a 2030 como &ldquo;cr&iacute;tica&rdquo; para cumplir con el Acuerdo de Par&iacute;s. Sin embargo, este &iacute;ndice de &ldquo;posibles elementos&rdquo; para incluir en la declaraci&oacute;n final no se mencionan los recortes de emisiones de CO2 ni los combustibles f&oacute;siles. </p><p class="article-text"> Esta aproximaci&oacute;n muestra qu&eacute; puntos han surgido en las negociaciones. Ah&iacute; se dice que se &ldquo;da la bienvenida&rdquo; a los informes cient&iacute;ficos del Panel Internacional de Expertos de la ONU, el IPCC, y que &ldquo;es necesaria una mayor ambici&oacute;n a la luz de la ciencia para cerrar las brechas&rdquo; que, a d&iacute;a de hoy, har&iacute;an imposible llegar a los objetivos trazados en Par&iacute;s en 2015. </p><p class="article-text"> Pero, a pesar de se&ntilde;alarse que hace falta m&aacute;s ambici&oacute;n y m&aacute;s acci&oacute;n, este listado no tiene referencias concretas a que deban acometerse recortes extra de emisiones de gases de efecto invernadero ni se habla del petr&oacute;leo, el gas, el carb&oacute;n o el resto de los combustibles f&oacute;siles. Su utilizaci&oacute;n es la causa principal de ese efecto invernadero en la atm&oacute;sfera que deriva en la alteraci&oacute;n del clima. </p><p class="article-text"> &ldquo;Que el primer borrador sea tan d&eacute;bil no augura nada bueno&rdquo;, analizan en Greenpeace. La organizaci&oacute;n opina que, normalmente, en las primeras fases aparecen versiones m&aacute;s ambiciosas que luego, al pulirse, quedan matizadas. &ldquo;Es muy preocupante que sea ya tan d&eacute;bil&rdquo;, ha dicho la directora de Greenpeace Internacional, Jennifer Morgan. &ldquo;Para mantener vivo el 1,5&ordm;C hay que eliminar los combustibles f&oacute;siles&rdquo;. La ONU ya ha afeado , justo antes de la COP26, que los planes de los principales productores es aumentar la producci&oacute;n de gas, petr&oacute;leo y, algunos, de carb&oacute;n para 2030. </p><p class="article-text"> Aun as&iacute;, en esta primera toma de contacto s&iacute; se han mencionado asuntos como la &ldquo;aceleraci&oacute;n&rdquo; de las acciones clim&aacute;ticas antes de 2030, la necesidad de que se revise cada a&ntilde;o el efecto combinado de los<a href="https://www.eldiario.es/sociedad/paises-acuden-cumbre-climatica-planes-insuficientes-evitar-recalentamiento-desastroso-tierra_1_8444162.html" target="_blank" data-mrf-recirculation="links-noticia" class="link"> planes clim&aacute;ticos remitidos por los pa&iacute;ses (que ahora vaticinan un calentamiento de 2,7&ordm;C)</a> y reconocer, precisamente, que hay una brecha entre esos planes y el objetivo marcado por ellos mismos para limitar el recalentamiento planetario. </p><p class="article-text"> &ldquo;Es un lenguaje vago&rdquo;, contraponen los activistas que apuntan a las delegaciones de Brasil, Australia y Arabia Saud&iacute; como principales bloqueadores. Adem&aacute;s, subrayan que esta conferencia en Europa es crucial porque las dos siguientes tendr&aacute;n como sede Egipto y Emiratos &Aacute;rabes Unidos. </p><h3 class="article-text">Apretar el ritmo</h3><p class="article-text"> Con todo, el presidente de la COP, Alok Sharma, ha vuelto a comentar este lunes: &ldquo;Mi prioridad ahora es el ritmo&rdquo; de las conversaciones. &ldquo;Tiene que haber una sensaci&oacute;n de urgencia en las negociaciones&rdquo;, ha remachado. &ldquo;Queremos forjar un acuerdo que signifique m&aacute;s acci&oacute;n durante este d&eacute;cada para ayudar a mantener ese l&iacute;mite de 1,5&ordm;C al alcance. Sharma ha nombrado ya a sus elegidos para intentar facilitar el di&aacute;logo entre partes (la vicepresidenta de Transici&oacute;n Ecol&oacute;gica, Teresa Ribera, har&aacute; esa funci&oacute;n en las cuestiones de adaptaci&oacute;n al cambio clim&aacute;tico). </p><p class="article-text"> En el primer borrador de declaraciones, las partes se han quedado en mostrar &ldquo;gran preocupaci&oacute;n&rdquo; por el retraso de la financiaci&oacute;n para los pa&iacute;ses vulnerables, en teor&iacute;a, ya comprometido hace a&ntilde;os: 100.000 millones de euros anuales que &ldquo;todav&iacute;a no se ha alcanzado&rdquo;. Se considera, en este momento, que &ldquo;es urgente incrementar la financiaci&oacute;n a los niveles necesarios para apoyar a los pa&iacute;ses empobrecidos en su implementaci&oacute;n de las medidas necesarias para atajar el calentamiento&rdquo;. </p><p class="article-text"> Lo que s&iacute; se comenta es cierta obviedad. &ldquo;Es de vital importancia la adaptaci&oacute;n [al cambio clim&aacute;tico] a la luz de la subida de las temperaturas&rdquo;. No deja de ser el reconocimiento de que los impactos de la crisis ya est&aacute;n haci&eacute;ndose notar. Pero, este apartado se repite un poco la cr&iacute;tica verde de inconcreci&oacute;n al aparecer simplemente &ldquo;un compromiso para tomar m&aacute;s acciones&rdquo;. </p> ]]>
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<![CDATA[ Raúl Rejón ]]>
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<![CDATA[ Tue, 09 Nov 2021 09:00:47 +0000 ]]>
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<![CDATA[ Decepción con el primer borrador de la Cumbre de Glasgow: "Es muy débil" ]]>
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<![CDATA[ Medio ambiente,Cambio climático,COP26 ]]>
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<![CDATA[ Con el agua por las rodillas: así denuncia un ministro de Tuvalu el impacto de la crisis climática en su isla ]]>
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<![CDATA[ <p><img src="https://static.eldiario.es/clip/17a2d58e-ffe7-48c7-84a8-d15825e57799_16-9-discover-aspect-ratio_default_0.jpg" width="1200" height="675" alt="Con el agua por las rodillas: así denuncia un ministro de Tuvalu el impacto de la crisis climática en su isla"></p><div class="subtitles"><p class="subtitle">"La declaración yuxtapone el escenario de la COP26 con las situaciones de la vida real a las que se enfrenta Tuvalu debido a los impactos del cambio climático", ha dicho el ministro</p><p class="subtitle">La cumbre de Glasgow llega a la encrucijada: punto de inflexión o caída en el cinismo climático</p></div><p class="article-text"> El ministro de Asuntos Exteriores de Tuvalu, Simon Kofe, se ha metido en el mar para dar su discurso en la Cumbre del Clima de Glasgow. Kofe, con traje, atril y tambi&eacute;n con el agua hasta las rodillas, ha querido mostrar as&iacute; el impacto del cambio clim&aacute;tico en su isla. </p><p class="article-text"> &ldquo;La declaraci&oacute;n yuxtapone el escenario de la <a href="https://www.eldiario.es/temas/cop-26/" target="_blank" data-mrf-recirculation="links-noticia" class="link">COP26</a> con las situaciones de la vida real a las que se enfrenta Tuvalu debido a los impactos del cambio clim&aacute;tico y la subida del nivel del mar, y pone de relieve la audaz acci&oacute;n que Tuvalu est&aacute; llevando a cabo para abordar las cuestiones tan apremiantes de la movilidad humana en el marco del cambio clim&aacute;tico&rdquo;, <a href="https://www.facebook.com/permalink.php?story_fbid=428879745514273&amp;id=100685158333735" target="_blank" data-mrf-recirculation="links-noticia" class="link">ha dicho</a> Kofe sobre su mensaje de v&iacute;deo a la conferencia. </p><figure class="ni-figure"> <picture class="news-image"> <!--[if IE 9]> <video style="display: none;"><![endif]--> <source media="(max-width: 576px)" type="image/webp" srcset="https://static.eldiario.es/clip/85230d5e-e53c-470b-b0ff-ccf6d3d53bed_16-9-aspect-ratio_50p_0.webp" > <source media="(max-width: 576px)" type="image/jpg" srcset="https://static.eldiario.es/clip/85230d5e-e53c-470b-b0ff-ccf6d3d53bed_16-9-aspect-ratio_50p_0.jpg" > <source media="(max-width: 767px)" type="image/webp" srcset="https://static.eldiario.es/clip/85230d5e-e53c-470b-b0ff-ccf6d3d53bed_16-9-aspect-ratio_75p_0.webp" > <source media="(max-width: 767px)" type="image/jpg" srcset="https://static.eldiario.es/clip/85230d5e-e53c-470b-b0ff-ccf6d3d53bed_16-9-aspect-ratio_75p_0.jpg" > <source type="image/webp" srcset="https://static.eldiario.es/clip/85230d5e-e53c-470b-b0ff-ccf6d3d53bed_16-9-aspect-ratio_default_0.webp" > <source type="image/jpg" srcset="https://static.eldiario.es/clip/85230d5e-e53c-470b-b0ff-ccf6d3d53bed_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg" > <!--[if IE 9]></video><![endif]--> <img src="https://static.eldiario.es/clip/85230d5e-e53c-470b-b0ff-ccf6d3d53bed_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg" alt="Simon Kofe, ministro de Tuvalu, en su discurso para la COP26." > </picture> <figcaption class="image-footer"> <span class="title"> Simon Kofe, ministro de Tuvalu, en su discurso para la COP26. </span> </figcaption> </figure><p class="article-text"> El v&iacute;deo fue grabado por la cadena p&uacute;blica TVBC en el extremo de Fongafale, el principal islote de la capital, Funafuti, seg&uacute;n un funcionario del Gobierno. El discurso se reproducir&aacute; este martes en la COP26 en el acto &ldquo;Construcci&oacute;n de un enfoque regional integral de la movilidad clim&aacute;tica: ense&ntilde;anzas del programa de Migraci&oacute;n por el Cambio Clim&aacute;tico y Seguridad Humana en el Pac&iacute;fico (PCCMHS)&rdquo;. </p><p class="article-text"> Tuvalu ha sido uno de los tres &uacute;nicos pa&iacute;ses de las islas del Pac&iacute;fico, junto con Fiji y Palau, que ha mandado a sus l&iacute;deres a Glasgow para la Cumbre, debido a las dificultades provocadas por la pandemia. Esta falta de representaci&oacute;n ha preocupado a los pa&iacute;ses de la zona, ya que ellos ser&iacute;an de los m&aacute;s afectados por la crisis clim&aacute;tica. </p><p class="article-text"> &ldquo;Ha sido un gran desaf&iacute;o&rdquo;, dijo Seve Paeniu, ministro de Finanzas de Tuvalu, sobre el simple hecho de llegar a Glasgow, <a href="https://www.reuters.com/business/cop/pacific-islanders-struggle-cop26-climate-summit-pandemic-keeps-leaders-away-2021-11-04/" target="_blank" data-mrf-recirculation="links-noticia" class="link">informa Reuters</a>. El ministro dijo que era la primera vez que sal&iacute;a del pa&iacute;s en casi dos a&ntilde;os. A su vuelta, tendr&aacute; que guardar una cuarentena de tres semanas. Tuvalu es uno de los pocos pa&iacute;ses del mundo que no ha registrado ning&uacute;n caso de COVID. &ldquo;Las islas est&aacute;n desapareciendo, nos estamos hundiendo literalmente&rdquo;, dijo Paeniu. </p><h3 class="article-text">Efecto &ldquo;irreversible&rdquo;</h3><p class="article-text"> Seg&uacute;n <a href="https://www.eldiario.es/sociedad/onu-avisa-nadie-salvo-danos-crisis-climatica-causada-humanidad_1_8205448.html" target="_blank" data-mrf-recirculation="links-noticia" class="link">la &uacute;ltima evaluaci&oacute;n cient&iacute;fica del Panel Internacional de Expertos</a> (IPCC), la subida del nivel del mar est&aacute; &ldquo;inequ&iacute;vocamente&rdquo; asociada a las actividades humanas que causan el calentamiento global. El IPCC constata en su informe que el nivel medio del mar se ha elevado m&aacute;s velozmente desde 1900 que en cualquier otro siglo de los &uacute;ltimos tres milenios. </p><p class="article-text"> Adem&aacute;s, <a href="https://www.eldiario.es/sociedad/ola-calor-alertas-climaticas-onu-afectan-pleno-espana_1_8217059.html" target="_blank" data-mrf-recirculation="links-noticia" class="link">los cient&iacute;ficos del IPCC</a> dan por &ldquo;virtualmente cierto&rdquo; que el nivel medio del mar continuar&aacute; subiendo durante el siglo XXI. Es un efecto &ldquo;irreversibles&rdquo; del calentamiento provocados por la humanidad. La escalada var&iacute;a entre los 28-55 cm, si se contienen las emisiones de CO2 con fuerza, y los 105 cent&iacute;metros, si no se hace. Un pa&iacute;s con casi 10.000 km. de costa, inscrito en una pen&iacute;nsula y varios archipi&eacute;lagos, est&aacute; especialmente expuesto a este fen&oacute;meno. </p> ]]>
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<![CDATA[ Con el agua por las rodillas: así denuncia un ministro de Tuvalu el impacto de la crisis climática en su isla ]]>
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<![CDATA[ Cambio climático,Crisis climática,COP26 ]]>
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<![CDATA[ Bla, bla, bla ]]>
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<![CDATA[ https://www.eldiario.es/opinion/zona-critica/bla-bla-bla_129_8468120.html ]]>
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<![CDATA[ <p><img src="https://static.eldiario.es/clip/dfbdb456-a9f6-40a2-876f-9e92460e0e28_16-9-discover-aspect-ratio_default_0.jpg" width="1200" height="675" alt="Bla, bla, bla"></p><div class="subtitles"><p class="subtitle">En Occidente estamos muy preocupados por el cambio climático, pero, en realidad, nos referimos sobre todo al que provocan las acciones y las industrias de los demás</p></div><p class="article-text"> Tiene raz&oacute;n Greta Thunberg. Estamos a&uacute;n de ch&aacute;chara sobre el cambio clim&aacute;tico y hace mucho tiempo que deb&iacute;amos haber pasado esa pantalla tanto por el peso abrumador de la evidencia cient&iacute;fica como por puro sentido com&uacute;n. Si cumplimos los objetivos pactados, algo que ni de lejos estamos en condiciones de conseguir, estaremos a&uacute;n un grado y medio por encima del 1.5 que necesitamos para evitar el desastre que se avecina. No parece que vayamos a mejorar mucho la ratio en la pr&oacute;xima d&eacute;cada a base de discusiones y cumbres. Necesitamos pol&iacute;ticas y poner el dinero para pagarlas encima de la mesa. </p><p class="article-text"> En Occidente estamos muy preocupados por el cambio clim&aacute;tico, pero, en realidad, nos referimos sobre todo al que provocan las acciones y las industrias de los dem&aacute;s. Cuando nos limitan la posibilidad de aparcar en el centro, o de conducir el coche que nos gusta, o ir de turismo a donde nos apetece, solemos votar a quien nos diga aquello que queremos o&iacute;r.&nbsp; </p><p class="article-text"> China e India responden por un tercio de la poblaci&oacute;n mundial y un tercio del total de la contaminaci&oacute;n. Estados Unidos o Europa contaminamos hasta tres veces m&aacute;s de nuestro peso sobre la poblaci&oacute;n mundial. Nosotros somos los mayores contaminantes, pero la culpa, al parecer, es de ellos. Mientras el problema de calentamiento global se siga planteando en t&eacute;rminos tan estrictamente occidentales, no habr&aacute; manera de salir del Bla, Bla, Bla. </p><p class="article-text"> Occidente ha sido la gran beneficiada en estas d&eacute;cadas de consumo y producci&oacute;n masivas. Hemos visto dispararse nuestros &iacute;ndices de riqueza y bienestar. Ahora pretendemos que paguen los costes del cambio clim&aacute;tico los dem&aacute;s, renunciando a coste cero para nosotros a las cotas de bienestar y progreso que nosotros hemos disfrutado todo este tiempo sin que nos quitara el sue&ntilde;o ni su miseria, ni su necesidad. Que ahora nos retratemos como los solidarios preocupados por el planeta frente a un pu&ntilde;ado de econom&iacute;as depredadoras e insensibles no deja de ser un acto final de ego&iacute;smo.&nbsp;&nbsp; </p><p class="article-text"> Nos empe&ntilde;amos en plantear la cuesti&oacute;n en t&eacute;rminos de concienciaci&oacute;n o solidaridad porque es precisamente aquello que nos resulta m&aacute;s c&oacute;modo para nuestros intereses y m&aacute;s barato para nuestras carteras. Pero lo que tenemos enfrente es un problema b&aacute;sicamente econ&oacute;mico. Se trata de gestionar un bien com&uacute;n, por naturaleza indivisible y de consumo no excluyente, sin la generaci&oacute;n de incentivos positivos y negativos, la subprovisi&oacute;n y la sobreexplotaci&oacute;n resultan los resultados m&aacute;s esperables, porque los beneficios de consumir un poco m&aacute;s de la salud planeta se apropian individualmente y los costes se reparten entre todos.&nbsp; </p><p class="article-text"> Si queremos afrontar de verdad la cuesti&oacute;n de cambio clim&aacute;tico debemos asumir que vamos a tener que pagar a los dem&aacute;s para que no repitan lo mismo que ya hemos hecho nosotros y vamos a tener que dejar de hacerlo: vamos a tener que cambiar muchas de nuestras maneras de producir, de consumir y de vivir con los costes e inconvenientes que ello supone. Podemos culpar a China, o a Rusia, o a India todo cuanto queramos, no dejar&aacute; de ser la cruda e inc&oacute;moda verdad.&nbsp; </p> ]]>
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<![CDATA[ Antón Losada ]]>
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<![CDATA[ https://www.eldiario.es/opinion/zona-critica/bla-bla-bla_129_8468120.html ]]>
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<![CDATA[ Sun, 07 Nov 2021 20:30:47 +0000 ]]>
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<![CDATA[ Bla, bla, bla ]]>
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<![CDATA[ COP26,Greta Thunberg,Cambio climático ]]>
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<![CDATA[ La cumbre de Glasgow llega a la encrucijada: punto de inflexión o caída en el cinismo climático ]]>
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<![CDATA[ https://www.eldiario.es/sociedad/cumbre-glasgow-llega-encrucijada-punto-inflexion-caida-cinismo-climatico_1_8464185.html ]]>
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<![CDATA[ <p><img src="https://static.eldiario.es/clip/338d88e1-5985-4be6-982f-59c8f49b717b_16-9-discover-aspect-ratio_default_0.jpg" width="1200" height="675" alt="La cumbre de Glasgow llega a la encrucijada: punto de inflexión o caída en el cinismo climático"></p><div class="subtitles"><p class="subtitle">A pesar de la avalancha de anuncios fuera de la agenda oficial, el presidente de la COP26 ha pedido a las delegaciones acelerar ante el atasco de los "puntos cruciales" que deben salir de la conferencia escocesa</p><p class="subtitle">El mundo superará en solo 11 años el límite de emisiones de CO2 que marca una catástrofe medioambiental</p></div><p class="article-text"> La Cumbre del Clima de Glasgow ha resultado durante su primera semana una avalancha de promesas y anuncios sin descanso, pero fuera de las negociaciones oficiales. Metano, bosques, dinero... casi no ha habido asunto que no haya contado con alg&uacute;n compromiso futuro y, sin embargo, el presidente de la COP26, Alok Sharma, remiti&oacute; este jueves una nota a las delegaciones oficiales pidiendo m&aacute;s ritmo: &ldquo;Insto a que aceleren sus negociaciones&rdquo;. </p><p class="article-text"> Esta conferencia tiene una lista de tareas marcada y a ella se refer&iacute;a el comunicado. De hecho, entre expresiones de aprecio de Sharma al &ldquo;intenso trabajo&rdquo; de estos d&iacute;as, el encargado de que Glasgow obtenga resultados sustanciales no ha ocultado que &ldquo;hay un gran n&uacute;mero de cuestiones sin resolver y as&iacute; no es posible progresar a la segunda semana&rdquo;. Con anuncios, pero sin solventar sus deberes, la conferencia se arriesga a caer en una especie de cinismo clim&aacute;tico. </p><p class="article-text"> La cumbre ha creado gran expectaci&oacute;n. &ldquo;Es una COP muy esperada, quiz&aacute; la que m&aacute;s desde la de Par&iacute;s que culmin&oacute; con el Acuerdo&rdquo;, cree Tatiana Nu&ntilde;o, responsable de cambio clim&aacute;tico en Greenpeace. &ldquo;Hay mucha movilizaci&oacute;n y seguimiento ciudadano, lo que es muy bueno para que las delegaciones pol&iacute;ticas vean que estamos pendientes y eso sirva de presi&oacute;n para que se alcance el objetivo del 1,5&ordm;C&rdquo;. </p><p class="article-text"> Con esa expectaci&oacute;n a flor de piel, los anuncios fuera de la agenda oficial han ido cayendo: un centenar de pa&iacute;ses han asegurado que rebajar&aacute;n sus <a href="https://www.eldiario.es/sociedad/centenar-paises-comprometen-emitir-metano-atajar-calentamiento-global-china-india-rusia_1_8452873.html" target="_blank" data-mrf-recirculation="links-noticia" class="link">emisiones de metano (un gas responsable del 25% del efecto invernadero), pero China no est&aacute; en ese grupo</a>. Otros tantos estados avanzaron que quieren detener la deforestaci&oacute;n en 2030, <a href="https://www.eldiario.es/sociedad/acuerdo-glasgow-salvar-bosques-2030-llega-bate-record-destruccion-amazonia_1_8453163.html" target="_blank" data-mrf-recirculation="links-noticia" class="link">pero este a&ntilde;o se ha batido r&eacute;cord de destrucci&oacute;n de la Amazon&iacute;a</a>. 25 pa&iacute;ses se comprometieron a dejar de financiar proyectos internacionales de combustibles f&oacute;siles, <a href="https://www.eldiario.es/sociedad/paises-destinan-triple-ayudas-publicas-gas-petroleo-carbon-energias-limpias_1_8460550.html" target="_blank" data-mrf-recirculation="links-noticia" class="link">aunque las ayudas p&uacute;blicas a estos productos triplican las de las energ&iacute;as renovables</a>. &ldquo;Se han hecho algunos anuncios interesantes, pero siguen siendo m&aacute;s bien palabras e intenciones de futuro&rdquo;, afirma Nu&ntilde;o. </p><p class="article-text"> Incluso el director de la Organizaci&oacute;n Internacional de la Energ&iacute;a, Fatih Birol, anunci&oacute; &ndash;otro m&aacute;s&ndash; que los planes clim&aacute;ticos nacionales de los pa&iacute;ses (NDC) contendr&iacute;an el recalentamiento del planeta en 1,8&ordm;C. Lo hizo justo el d&iacute;a en el que <a href="https://unfccc.int/sites/default/files/resource/message_to_parties_and_observers_on_ndc_numbers.pdf" target="_blank" data-mrf-recirculation="links-noticia" class="link">la ONU hizo una &uacute;ltima revisi&oacute;n</a>, que ha pasado desapercibida, de esos planes (hab&iacute;a 14 nuevos) y ha calculado que las emisiones conjuntas si se cumplen esos documentos a&uacute;n crecer&iacute;an un 13% en 2030 en lugar de recortarlas un 50% como hace falta, seg&uacute;n han dicho los cient&iacute;ficos. </p><p class="article-text"> Ante la sucesi&oacute;n de comunicados, el director de Energ&iacute;a y Clima del <em>think tank</em> Power Shift Energy, Mohamed Adow, analizaba: &ldquo;La COP de Glasgow est&aacute; en peligro de ahogarse en un bombardeo de anuncios&rdquo;. Lo cierto es que el ritmo ha sido vertiginoso. &ldquo;Generan muchos titulares, pero evaluar su valor real es dif&iacute;cil&rdquo;. </p><h3 class="article-text">&ldquo;Ya es un fracaso&rdquo;</h3><p class="article-text"> La activista sueca Greta Thunberg ha sido m&aacute;s tajante. Este viernes dec&iacute;a tras una manifestaci&oacute;n de j&oacute;venes en Glasgow: &ldquo;Esta COP es ya un fracaso. Los l&iacute;deres pol&iacute;ticos saben bien lo que hacen y est&aacute;n rechazando tomar decisiones dr&aacute;sticas&rdquo;. Thunberg no ha dudado en afirmar que en Glasgow se est&aacute;n dando &ldquo;dos semanas de palabras vac&iacute;as y promesas cuando se necesita un recorte dr&aacute;stico de emisiones de CO2 cada a&ntilde;o, como nunca ha visto la humanidad&rdquo;. </p><figure class="ni-figure"> <picture class="news-image"> <!--[if IE 9]> <video style="display: none;"><![endif]--> <source media="(max-width: 576px)" type="image/webp" srcset="https://static.eldiario.es/clip/e34ba423-3c90-433f-8817-52dcba0f1e04_16-9-aspect-ratio_50p_0.webp" > <source media="(max-width: 576px)" type="image/jpg" srcset="https://static.eldiario.es/clip/e34ba423-3c90-433f-8817-52dcba0f1e04_16-9-aspect-ratio_50p_0.jpg" > <source media="(max-width: 767px)" type="image/webp" srcset="https://static.eldiario.es/clip/e34ba423-3c90-433f-8817-52dcba0f1e04_16-9-aspect-ratio_75p_0.webp" > <source media="(max-width: 767px)" type="image/jpg" srcset="https://static.eldiario.es/clip/e34ba423-3c90-433f-8817-52dcba0f1e04_16-9-aspect-ratio_75p_0.jpg" > <source type="image/webp" srcset="https://static.eldiario.es/clip/e34ba423-3c90-433f-8817-52dcba0f1e04_16-9-aspect-ratio_default_0.webp" > <source type="image/jpg" srcset="https://static.eldiario.es/clip/e34ba423-3c90-433f-8817-52dcba0f1e04_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg" > <!--[if IE 9]></video><![endif]--> <img src="https://static.eldiario.es/clip/e34ba423-3c90-433f-8817-52dcba0f1e04_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg" alt="La activista ambiental sueca Greta Thunberg (C) asiste a una manifestación en la City de Londres, Gran Bretaña, el pasado 29 de octubre. EFE/ FACUNDO ARRIZABALAGA" > </picture> <figcaption class="image-footer"> <span class="title"> La activista ambiental sueca Greta Thunberg (C) asiste a una manifestación en la City de Londres, Gran Bretaña, el pasado 29 de octubre. EFE/ FACUNDO ARRIZABALAGA </span> </figcaption> </figure><p class="article-text"> As&iacute; que, mientras los anuncios, compromisos y promesas se suced&iacute;an sin soluci&oacute;n de continuidad, por debajo, las negociaciones se han ido endureciendo, seg&uacute;n deslizan los que est&aacute;n ya en la ciudad escocesa. Los delegados llevan casi una semana trabajando a la espera del desembarco de los ministros y ministras que pedir&aacute;n cuentas de c&oacute;mo est&aacute; la cosa. Cada cual tiene su lista de prioridades, sus puntos renunciables y sus l&iacute;neas rojas. </p><p class="article-text"> Cuando, a partir del lunes, los jefes tomen el mando, la cumbre puede ir hacia un lado u otro. La comunicaci&oacute;n que el presidente Sharma remiti&oacute; a los pa&iacute;ses reflejaba que hay atasco. As&iacute; que el diplom&aacute;tico ya estaba pidiendo concreci&oacute;n: &ldquo;Considero de una importancia cr&iacute;tica que los &oacute;rganos subsidiarios [grupos asesores t&eacute;cnicos] hayan terminado sus sesiones la sobremesa del s&aacute;bado&rdquo;, dec&iacute;a. &ldquo;Insto a las delegaciones a acelerar sus negociaciones&rdquo;, sobre todo, en los asuntos &ldquo;cruciales&rdquo; para lo que &ldquo;debe conseguirse aqu&iacute; en Glasgow&rdquo;. </p><p class="article-text"> Porque, m&aacute;s all&aacute; de esos compromisos que han ido publicit&aacute;ndose desde el lunes pasado,<a href="https://www.eldiario.es/sociedad/paises-acuden-cumbre-climatica-planes-insuficientes-evitar-recalentamiento-desastroso-tierra_1_8444162.html" target="_blank" data-mrf-recirculation="links-noticia" class="link"> la COP26 tiene unos objetivos y deberes concretos </a>como son mantener a tiro el tope de calor extra del planeta en 1,5&ordm;C; conseguir que se aporte el dinero comprometido para los pa&iacute;ses desfavorecidos y concretar los mercados de emisiones de CO2. </p><p class="article-text"> &ldquo;Esta todo muy abierto con muchas redacciones alternativas en los borradores&rdquo;, cuenta el coordinador de cambio clim&aacute;tico de Ecologistas en Acci&oacute;n, Javier Andaluz. Andaluz, que ejerce como observador dentro de la conferencia, aventura &ldquo;una segunda semana compleja y complicada sobre todo en los temas de financiaci&oacute;n [de los pa&iacute;ses ricos a los empobrecidos] que siguen sin salir en la cumbre&rdquo;. </p><p class="article-text"> Adem&aacute;s, el ecologista cuenta que &ldquo;est&aacute; fluyendo muy poca informaci&oacute;n&rdquo; y eso suele indicar negociaciones duras. En este sentido, otros observadores han denunciado c&oacute;mo se ha disminuido su papel en la COP de Glasgow respecto a otras citas. </p><blockquote class="twitter-tweet" data-lang="es"><a href="https://twitter.com/X/status/1456272360533676042?ref_src=twsrc%5Etfw"></a></blockquote><script async src="https://platform.twitter.com/widgets.js" charset="utf-8"></script><p class="article-text"> Algunos de ellos han explicado c&oacute;mo deambulan &ldquo;perdidos&rdquo; por las instalaciones sin poder ejercer esa funci&oacute;n de observador. &ldquo;En Madrid entr&eacute; en espacios donde se negociaba, pero aqu&iacute; no he podido observar en absoluto. Me siento como un adorno&rdquo;, ha denunciado en Twitter la estadounidense Alexandria Villase&ntilde;or. </p><p class="article-text"> Con todo, Nu&ntilde;o piensa que &ldquo;s&iacute; hay cierto ambiente propicio para avanzar y, adem&aacute;s, todo no se acaba en Glasgow, luego hay que seguir pendientes de que los planes se hagan realidad&rdquo;. Sin embargo, Thunberg, que durante 2019 s&iacute; particip&oacute; en la Asamblea de la ONU y la COP25 en Madrid, ha contrapuesto que &ldquo;es ingenuo pensar que se va a solucionar esta crisis sin ir a la ra&iacute;z del problema: la explotaci&oacute;n de la Tierra, pero eso es demasiado inc&oacute;modo para los que est&aacute;n dentro de esta COP&rdquo;. </p> ]]>
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<![CDATA[ Raúl Rejón ]]>
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<![CDATA[ La cumbre de Glasgow llega a la encrucijada: punto de inflexión o caída en el cinismo climático ]]>
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<![CDATA[ Medio ambiente,Cambio climático,COP26 ]]>
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<![CDATA[ COP26 en noviembre, ¿feliz convivencia? ]]>
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<![CDATA[ https://www.eldiario.es/extremadura/sociedad/cop26-noviembre-feliz-convivencia_129_8468129.html ]]>
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<![CDATA[ <p><img src="https://static.eldiario.es/clip/19407293-05e8-4d2e-9799-2fe6dd82442e_16-9-discover-aspect-ratio_default_0.jpg" width="1200" height="675" alt="COP26 en noviembre, ¿feliz convivencia?"></p><div class="subtitles"><p class="subtitle">Cada año, en el mundo mueren 70 mil millones de animales para entrar en la cadena alimenticia de las personas, pero una persona vegana es responsable directa de salvar la vida a 200 o 300 animales al año</p></div><p class="article-text"> Me siento a escribir rodeada de noticias sobre la COP26, pero no se preocupen, que no les voy a dar m&aacute;s la lata con eso. Creo que hay suficientes an&aacute;lisis sesudos sobre lo dicho, lo hecho, y las razones del retraso en poner verdaderamente manos a la tarea de salvarnos.&nbsp; </p><p class="article-text"> Ustedes saben de sobra que <a href="https://www.eldiario.es/sociedad/mundo-superara-11-anos-emisiones-co2-todavia-evitar-peor-cambio-climatico_1_8455931.html" target="_blank" data-mrf-recirculation="links-noticia" class="link">el mundo superar&aacute; en solo 11 a&ntilde;os el l&iacute;mite de emisiones de CO2 que marca una cat&aacute;strofe medioambiental </a> y que el acuerdo de Glasgow para <a href="https://www.eldiario.es/sociedad/acuerdo-glasgow-salvar-bosques-2030-llega-bate-record-destruccion-amazonia_1_8453163.html" target="_blank" data-mrf-recirculation="links-noticia" class="link">salvar los bosques en 2030 llega mientras se bate el r&eacute;cord de destrucci&oacute;n de la Amazon&iacute;a</a>. </p><p class="article-text"> Se ha dicho muchas veces, pero sigue siendo un misterio, que somos la &uacute;nica especie animal que atenta contra su propia supervivencia. Se dice as&iacute; para simplificar, porque hemos quedado fuera de la autorregulaci&oacute;n de los ecosistemas. Pero dado nuestro grado de conciencia sobre nuestra propia existencia, llama la atenci&oacute;n que no podamos dar con respuestas satisfactorias a nuestro il&oacute;gico comportamiento.&nbsp; </p><p class="article-text"> Como me gusta leer de todo, me he encontrado un art&iacute;culo que expone un estudio publicado en Proceedings of the National Academies of Science, que parece demostrar que la actividad cerebral consciente est&aacute; relacionada con la llamada &ldquo;sustancia qu&iacute;mica del placer al obtener la recompensa esperada&rdquo; o dopamina. Es un neurotransmisor producido en una amplia variedad de animales, incluidos tanto vertebrados como invertebrados, y&nbsp; cumple funciones de neurotransmisor en el sistema nervioso central.&nbsp; </p><p class="article-text"> Saber esto me intranquiliza. &iquest;Qu&eacute; nos pasa? &iquest;La conciencia se nutre de dopamina, pero para producir dopamina necesitamos experiencias ego&iacute;stas y altamente perjudiciales para el conjunto del planeta? &iquest;Es que no podemos hacernos conscientes y encontrar placer en el ejercicio del cuidado y del apoyo mutuo?&nbsp; </p><h2 class="article-text">Cambios en el d&iacute;a a d&iacute;a</h2><p class="article-text"> Por mi propia experiencia les aseguro que podemos perfectamente. Ya saben que soy vegana, lo digo a todas horas en todas partes, y desde mi pasado cumplea&ntilde;os lo llevo escrito en mi ropa. Y debo confesar que ser vegana es una fuente incesante de placer para m&iacute;, debo tener los niveles de dopamina por las nubes.&nbsp; </p><p class="article-text"> Curiosamente la COP26 se celebra en noviembre, mes del veganismo. Gandhi, el pol&iacute;tico indio, dijo: &ldquo;debes ser el cambio que deseas ver en el mundo&rdquo; y aunque es cierto que necesitamos muchos cambios a nivel pol&iacute;tico y econ&oacute;mico, creo que un cambio en nuestro d&iacute;a a d&iacute;a, ser&iacute;a, ahora mismo, tan efectivo como la revoluci&oacute;n francesa en su momento. Y sin guillotina.&nbsp; </p><p class="article-text"> Cada a&ntilde;o, en el mundo mueren 70 mil millones de animales para entrar en la cadena alimenticia de las personas, pero una persona vegana es responsable directa de salvar la vida a 200 o 300 animales al a&ntilde;o. Esto me lo recuerdo a mi misma cada vez que abro la boca. Y es un placer.&nbsp; </p><p class="article-text"> Adem&aacute;s, una persona vegana ahorra agua. Los datos sobre el acceso al agua son terribles, y nos informan de que 783 millones de personas en el mundo no tienen acceso a agua limpia, pero mientras tanto la ganader&iacute;a utiliza casi un 1/3 del agua potable disponible en el planeta (Water Resources and Industry, 2013). &iquest;M&aacute;s argumentos? Se necesita un 72% m&aacute;s de agua para criar vacas de&nbsp; leche que para producir soja, o avena. Y si queremos a&ntilde;adir el componente amoroso a nuestro ego&iacute;smo, dejar&iacute;amos de torturar a vacas y terneros, obligados a separarse en las 36 horas posteriores al parto, s&oacute;lo para que los supermercados se llenen de bricks o de quesos.&nbsp; </p><p class="article-text"> Por otra parte, los alimentos de origen vegetal tienen una menor huella de carbono que los de origen animal. La cuarta parte de las emisiones globales proviene de los alimentos. Este c&aacute;lculo se hace tomando en cuenta los nutrientes necesarios para que crezcan, hasta el transporte necesario para acercarlos a nuestros hogares, e incluso la tasa de desperdicio, no olvidemos que un tercio de todos los alimentos del mundo los convertimos en basura. Pero en este recuento opulento las vidas animales dejan m&aacute;s huella de carbono durante sus vidas esclavizadas y sus muertes violentas.&nbsp;&nbsp; </p><p class="article-text"> Otra ventaja placentera del ser vegano es el ahorro en sanidad, porque la comida vegana, aunque sea ultra procesada sigue siendo 100% libre de colesterol. Y si la dieta vegana es saludable, el plan es perfecto. Una dieta basada en frutas, verduras, cereales y legumbres disminuye el riesgo de desarrollar diabetes. Y por si no lo sab&iacute;an, el 75% de las enfermedades infecciosas emergentes provienen de ingerir a otros animales. </p><p class="article-text"> Y uno no es solidario s&oacute;lo con los otros animales, o con el medioambiente en general, tambi&eacute;n hay solidaridad entre personas en el veganismo. Seg&uacute;n estudios de viabilidad futura el ve&shy;ganismo es la &uacute;nica forma de alimen&shy;tar a una poblaci&oacute;n creciente. &ldquo;si todas las personas fueran veganas, y no se desperdiciara comida, la producci&oacute;n actual podr&iacute;a alimentar a 10.000 millones de personas.&nbsp; </p><p class="article-text"> Y en lo cercano debo contarles que las personas que trabajan en los mataderos o en las granjas industriales suelen estar dentro de las escalas m&aacute;s bajas del ranquin social (menores salarios y valoraci&oacute;n social), pero la experiencia de coexistir con la violencia extrema cotidiana hace que sean un sector con problemas de salud mental, que van desde la depresi&oacute;n al suicidio.&nbsp; Esas personas podr&iacute;an tener empleos m&aacute;s felices en la emergente industria vegana.&nbsp; </p><p class="article-text"> Tambi&eacute;n el mar se beneficia del veganismo. Solo un peque&ntilde;o apunte ego&iacute;sta. Los c&aacute;lculos oficiales hablan de que 300.000 ballenas y delfines mueren cada a&ntilde;o v&iacute;ctimas de la pesca industrial.&nbsp; </p><p class="article-text"> Hay muchos, much&iacute;simos m&aacute;s placeres en el estilo de vida vegano. Ojal&aacute; los descubran ustedes muy pronto. Yo he aprovechado que la COP26 se celebra en noviembre, para recordarles que si los gobiernos nos dan la espalda, a&uacute;n no est&aacute; todo perdido, porque tenemos el poder de decidir qu&eacute; comprar y d&oacute;nde, y comprar ya se sabe que es una actividad placentera.&nbsp; </p> ]]>
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<dc:creator>
<![CDATA[ Carmen Ibarlucea ]]>
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<![CDATA[ https://www.eldiario.es/extremadura/sociedad/cop26-noviembre-feliz-convivencia_129_8468129.html ]]>
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<![CDATA[ Sun, 07 Nov 2021 18:55:17 +0000 ]]>
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<![CDATA[ COP26 en noviembre, ¿feliz convivencia? ]]>
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<![CDATA[ COP26,Veganismo ]]>
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