Save the Children es la organización independiente líder en la defensa de los derechos de la infancia en todo el mundo. Trabaja en más de 120 países salvando vidas, proporcionando seguridad y protección a los niños y las niñas y defendiendo sus derechos. En España trabaja desde hace más de 20 años con programas de atención a los niños más vulnerables, centrados en la infancia en riesgo de pobreza o exclusión social.
¿Qué quiero ser de mayor? No sé si voy a crecer, podría morir antes de hacerme mayor
Este post ha sido escrito por Osama Adamo, Manager de Desarrollo y Calidad, Save the Children en los Territorios Palestinos Ocupados
Aunque a principios de enero casi 40.000 personas habían recibido permiso para comprar materiales de construcción restringidos por el bloqueo, menos del 40 por ciento los han podido adquirir. La razón principal es el hecho que el statu quo persiste en Gaza con las restricciones israelíes a la libertad de movimiento todavía en pie, prohibiendo en la mayoría de los casos la entrada de materiales de construcción en Gaza y limitando cualquier posibilidad de recuperación económica significativa en la Franja. Las familias autorizadas a recibir material de construcción tampoco pueden permitírselo, debido a la pobreza y al desembolso limitado de los fondos prometidos por los países participantes en la Conferencia de Donantes para la Reconstrucción de Gaza en Cairo en Octubre del 2014. Mientras tanto, aproximadamente 100.000 personas permanecen desplazadas en condiciones extremadamente precarias que el invierno ha empeorado.
La situación ya era extremadamente difícil antes de la ofensiva con situaciones de escasez de existencias y cortes de luz y agua, pero ahora la situación es mucho peor. Lo que se destruyó durante la ofensiva del verano pasado permanece destruido. El otro día escuché a una familia decir que para quitar los escombros de su casa destruida necesitaban pagar 2.000 dólares. Y eso es solo para quitar los escombros, no para reconstruir su casa.
Otra familia que conocí en Beit Hanoun, al norte de la franja Gaza, está viviendo en una casa completamente destruida. Tienen seis hijos, uno de ellos con problemas mentales que sólo consigue dormir cuando está en su hogar. La casa no tiene muros, no tiene tejado, nada. Usan cuerdas en las que cuelgan algunas de sus ropas para que hagan de muros. Es la imagen más fuerte que he visto en los últimos seis meses.
Llevo trabajando para Save the Children casi siete años y una gran parte de mi trabajo conlleva hablar con los niños. Nunca he tenido tantas dificultades para hacerlo como en los últimos seis meses. Muchos de los niños no son capaces de expresar lo que sienten o lo que piensan. Muchos han perdido la capacidad de soñar, han perdido la esperanza.
No actúan como solían, no actúan como niños. Les solíamos preguntar qué querían ser cuando fuesen mayores y algunos nos decían que querían ser pilotos, otros médicos, otros profesores. Recientemente, cuando les he preguntado lo mismo muchos no nos han respondido con una profesión sino que me han dicho “No sé si voy a crecer porque podría morir antes de hacerme mayor”.
Ningún niño debería pasar por el trauma que estos niños han experimentado no una sino hasta tres veces. Cualquier niño de seis años ha sido testigo de tres grandes ofensivas: las ofensiva de 2009, la ofensiva de 2012 y la ofensiva de 2014.
Actualmente Save the Children continúa ampliando su trabajo en protección infantil que, en este momento, constituye la actividad más amplia que realizamos. A través de nuestros socios locales estamos apoyando a los niños para que lidien con el trauma a través de visitas de trabajadores psicosociales, terapia individual y grupal, y otras actividades en nuestros espacios seguros para los niños. Desde enero hemos rehabilitado espacios seguros para más de 4.000 niños y completado la rehabilitación de diez guarderías que resultaron dañadas en la última ofensiva.
También estamos distribuyendo kits con mantas y paneles metálicos para cubrir las casas dañadas y ayudar a las familias a lidiar con las duras condiciones del invierno, kits con materiales para cocinar, kits para recién nacidos, además de agua y alimentos para las familias. Además estamos trabajando para reparar las tuberías de agua y saneamiento y apoyando los servicios de salud y educación.
Pero las soluciones temporales no son suficientes. Pedimos soluciones permanentes. Esto solo sucederá con el fin del bloqueo, cuando los materiales de construcción puedan entrar en Gaza sin restricciones y se pueda hacer una verdadera reconstrucción. Los niños necesitan recuperar una sensación de normalidad, necesitan recuperar sus hogares, necesitan recuperar sus sueños y esperanzas.
Este post ha sido escrito por Osama Adamo, Manager de Desarrollo y Calidad, Save the Children en los Territorios Palestinos Ocupados
Aunque a principios de enero casi 40.000 personas habían recibido permiso para comprar materiales de construcción restringidos por el bloqueo, menos del 40 por ciento los han podido adquirir. La razón principal es el hecho que el statu quo persiste en Gaza con las restricciones israelíes a la libertad de movimiento todavía en pie, prohibiendo en la mayoría de los casos la entrada de materiales de construcción en Gaza y limitando cualquier posibilidad de recuperación económica significativa en la Franja. Las familias autorizadas a recibir material de construcción tampoco pueden permitírselo, debido a la pobreza y al desembolso limitado de los fondos prometidos por los países participantes en la Conferencia de Donantes para la Reconstrucción de Gaza en Cairo en Octubre del 2014. Mientras tanto, aproximadamente 100.000 personas permanecen desplazadas en condiciones extremadamente precarias que el invierno ha empeorado.