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Lo que la guerra política por el brote xenófobo en Pedrera esconde

Los disturbios xenófobos en Pedrera (Sevilla) y las posteriores declaraciones del alcalde, Antonio Nogales (IU), diciendo que le gustaría ver “a gente fusilada”, en un corte de vídeo que se apresuró en difundir el PSOE, para pedir luego su dimisión su secretaria general en la provincia, Verónica Pérez, han dado una dimensión a sus palabras que han traspasado las fronteras locales. Y en el camino se ha perdido contexto, lo que no es menor en un municipio muy politizado y marcado por las viejas rencillas entre una y otra formación que se reparten los 13 concejales.

Sin ir muy atrás, la reacción del PSOE a las palabras del alcalde suenan a acto reflejo con sabor a venganza por lo que le ocurrió a su entonces concejal Antonio Humanes la pasada primavera. Un comentario fascista junto a una bandera preconstitucional en su perfil de Facebook fue difundido con gran impacto mediático.

Fue entonces IU la que exigió la dimisión, pero esa vez Verónica Pérez no hizo referencia a este hecho, como en cambio sí ha pedido a la coalición de izquierdas que destituya a Antonio Nogales, regidor desde 2007. Finalmente, Antonio Humanes renunció un tiempo después, por motivos laborales. Pero más allá de esto, que el PSOE haya pedido ahora la dimisión de Antonio Nogales, según él porque no se ha captado “la ironía” de su afirmación, ha implicado que éste haya reaccionado con duras acusaciones a los socialistas, cuando ha hablado del “goteo constante de bulos y falsedades que han llevado a esto [los ataques contra la comunidad rumana] y que especialmente vienen del PSOE”.

Por ello insiste en que no va a dejar el bastón de mando, sino que pretende seguir “trabajando” para que “gente de esta calaña no gobierne nunca”. Si buen luego se corrige: “La culpa no es sólo del PSOE, pero esos bulos y falsedades han aumentado ese caldo de cultivo”. Pero ¿en qué se basa para apuntar a los socialistas entre los instigadores de las protestas que han provocado, hasta el momento, cuatro detenidos y que el refuerzo de la Guardia Civil se vaya a quedar unos días más en el pueblo?

Basta con oír el contenido completo de todas las grabaciones de esa misma asamblea el pasado domingo, donde el alcalde soltó el exabrupto. También hubo intervenciones de socialistas que contribuyeron a incrementar la creencia de la ciudadanía de que el gobierno local favorece a los rumanos, objetivo de estos disturbios después de que un incidente de tráfico derivara en un levantamiento contra todo el colectivo de dicho origen.

Como cuando la edil Pilar Reina, que decía estar presente como ciudadana y no como concejal del PSOE, “porque aquí no hay color político”, increpa a Antonio Nogales diciéndole que si ella no paga la luz y el agua se la “cortan”. Tras lo que otros asistentes gritan: “Se la paga el ayuntamiento” o “los pedrereños somos los primeros”. En su misma intervención incluso habla de la posibilidad de convocar una manifestación, pese a no tener permiso de la Subdelegación del Gobierno, como la que tendría lugar horas después, de nuevo con gritos contra los rumanos. Varios ediles del PSOE estuvieron en la movilización, como puede verse en esta fotografía:

El portavoz municipal del PSOE, Luis Fernando Fernández, subraya que “se puede tergiversar todo”. Reconoce que estuvo en las movilizaciones que de manera “espontánea” surgieron, incluso en la más grave, la de la noche del sábado 6 de enero, pero sostiene que se fue en cuanto se volcó el primer coche “y eso lo puede atestiguar la Guardia Civil”, que, según cuenta, le pidió “que, como persona pública, intentara calmar la situación”. También precisa: “No fue una manifestación xenófoba, sino en repulsa a la violencia e inseguridad ciudadana en Pedrera, por lo menos por nuestra parte. En cuanto la Guardia Civil detectó altercado en la calle Virgen del Pilar, los concejales del PSOE nos quitamos de en medio”, añade.

En cuanto al comentario de la concejal Pilar Reina, que es a su vez su mujer, recalca que “no está dejando entrever nada”, sino que “fueron los vecinos los que le contestaron haciendo referencia a que a los rumanos no se les cortaba la luz y el agua”. Porque, según matiza, “es una opinión candente en el pueblo”. Sugiere que sostener que la misma edil animó a la movilización es ir “a un extremo” por “puro juego político”.

Sobre precedentes de guerra abierta entre PSOE e IU, precisa que el grupo municipal “está muy saneado”, fruto de la renovación, “y desde el minuto minuto 1 hemos tendido la mano al equipo de gobierno, pero la mayoría de las veces no la han tomado”. Pero niega que no hayan colaborado en una situación tan delicada como la de estos días. Para finalmente precisar que no es que no comparta la declaración de su partido de pedir la dimisión del alcalde, pero prefiere “ganarle en las urnas”.

No lo consiguió en las últimas elecciones municipales, donde Antonio Nogales se revalidó en el cargo con siete concejales frente a los seis del PSOE, para su tercer mandato consecutivo, después de dos de sequía para la coalición de izquierdas. Incluido el mandato 1999-2003, que sembró buena parte del rencor entre las dos formaciones, dado que tras esas elecciones municipales Pedrera se convirtió en uno de los pocos municipios de Andalucía con un pacto PSOE-PP, para impedir que IU, que obtuvo mayoría simple, pudiera gobernar.