Arrancan las obras que convertirán la Plaza Nueva en la sede de “actos oficiales” de Sevilla

Sara Rojas

Sevilla —

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El proyecto de reurbanización de la Plaza Nueva ha arrancado este lunes con la vocación de convertir este enclave en el corazón de Sevilla en una “plaza institucional” que acoja los actos oficiales de la ciudad a partir de 2027. Ello se traducirá en que las ferias que se han venido celebrando tradicionalmente en este espacio se reubicarán en otros, como ha sucedido este año con la Feria del Libro –que se mudará a los Jardines de Murillo por las obras– y la del Libro Antiguo, instalada ya en la plaza San Francisco.

Así lo ha anunciado el gerente municipal de Urbanismo, Fernando Vázquez, durante la presentación de un proyecto que espera “devolverle su esplendor histórico” a esta plaza emblemática de la capital hispalense. Las obras, que suponen en su conjunto una inversión de cuatro millones de euros, se llevarán a cabo en tres fases y abarcarán desde la renovación del pavimento hasta la reordenación del mobiliario urbano.

Todo ello con el objetivo de “revitalizar este espacio como ese gran punto de encuentro de todos los ciudadanos y convertirlo en escaparate de esta ciudad”, según ha explicado el alcalde, José Luis Sanz, quien continúa así dando pasos en su anunciado libro de estilo para unificar el paisaje urbano de Sevilla, que ya comenzó en enero con la sustitución de las farolas de carreteras del centro por lámparas led de estilo fernandino.

Solería contra resbalones

También en la Plaza Nueva, el equipo de José Luis Sanz se ha propuesto impulsar un “cambio estético” inspirándose en su identidad histórica. La primera fase contempla la restauración de la zona central de la plaza, comenzando por la parte frontal del monumento de San Fernando. Durante esta primera etapa, se restaurará la superficie pavimentada con enchinados artesanales y encintados de mármol, respetando su diseño original.

La previsión de la Gerencia de Urbanismo es concluir esta primera actuación para el próximo mes de abril, de modo que se pueda dar comienzo a la segunda fase pasada la Semana Santa. Con una estimación de 18 meses, la segunda acometida se propone extender la alfombra de mármol hasta el entorno de los bancos que están en el perímetro de la plaza, así como renovar la superficie central de este material en aras de recuperar “el color, tono y brillo característicos del antiguo pavimento de la plaza”.

El gerente de Urbanismo ha destacado que esta actuación se realizará “garantizando las exigencias de la normativa de accesibilidad en lo referente a la resbaladicidad”. De esta forma, se han desarrollado baldosas de mármol que no resbalen, para evitar incidentes como el que obligó a la Gerencia Municipal de Urbanismo a indemnizar con 230.000 euros a la familia de un anciano que falleció en 2018, tras caerse en la Plaza Nueva como consecuencia de una “deficiencia de relevancia” en el pavimento de mármol.

En lo relativo a la pavimentación, el proyecto de mejora de la plaza plantea reducir la superficie periférica de granito gris, aumentando el espacio central de mármol y dividiéndola en dos zonas. La primera a modo de acerado siguiendo la estética del frente del Ayuntamiento por el perímetro de la plaza, y la segunda, con adoquines de granito en plataforma única resistente al paso de vehículos autorizados. De esta forma, se conectará estéticamente con la plaza Virgen de los Reyes a través de la avenida de la Constitución, según ha apuntado Vázquez.

Recuperar el concepto del antiguo quiosco

Aunque la vocación final sea la de convertir este espacio en una “plaza institucional”, en palabras del gerente de Urbanismo, el Ayuntamiento hispalense se ha propuesto con estas obras “mejorar el paisaje de este espacio tan emblemático de la ciudad, poniendo en valor y devolviendo el protagonismo al propio espacio público para conseguir un espacio urbano cómodo, seguro y atractivo que invite a participar de él como lugar de estancia y relajación”.

Con ese afán, se ha proyectado la creación de una nueva zona de estancia, inspirada en el antiguo quiosco central “que brinde a la ciudadanía un espacio acogedor para descansar y disfrutar del entorno”. Ese espacio se ha reservado para el flanco derecho (situándonos frente a la estatua de San Fernando), donde se encuentran pubs y se van a construir dos hoteles.

En el otro extremo, está previsto eliminar el apeadero del tranvía más próximo a la plaza, dejando un solo andén, además de renovar las marquesinas, buscando “integrarlas competitivamente en el diseño general de la plaza y respetando su contexto histórico”. El gerente de Urbanismo ha avanzado, además, que se incorporarán otros elementos de sombra “acordes con la estética e identidad que tiene la Plaza Nueva”.

Por otro lado, los bicicleteros y aparcamientos de patinetes eléctricos que actualmente rodean todo el entorno de la plaza, se reubicarán, colocándose frente al edificio de la Consejería de Gobernación, colindando con el andén del tranvía. Los paseos y estancias estarán definidos al reforzar las lineas de arbolado.

Dentro del proyecto de mejora del mobiliario urbano, los actuales bancos de granito se sustituirán por otros “diseñados expresamente para la plaza”, en piedra caliza, con el emblema del Ayuntamiento hispalense “y con brazos intermedios para que no se produzcan estancias no deseadas en los bancos de las plazas”, como ha detallado el gerente de Urbanismo.

Por el momento, este lunes han comenzado las obras de la primera fase. Y la previsión es que la plaza que colinda con el Ayuntamiento hispalense no estrene su nueva imagen hasta, al menos, principios del 2027. A partir de entonces, se espera que la Plaza Nueva se convierta en el punto de referencia para los actos institucionales de la ciudad, sin perder su esencia como lugar de encuentro del ciudadano.

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