Un año después de que decenas de vecinos de Triana y miembros de entidades medioambientales se concentraran en las inmediaciones de la parroquia de San Jacinto para tratar de frenar sin éxito la poda que redujo a un muñón al ficus centenario que ha dado cobijo a todo el barrio, el Ayuntamiento de Sevilla ha anunciado que se hará cargo de su mantenimiento y conservación, tras alcanzar un acuerdo con la comunidad de dominicos del templo.
Así, este ejemplar se libera de las amenazas que lo sobrevolaban desde que la orden propietaria de la iglesia emprendiera el verano pasado la controvertida tala, alegando los peligros que entrañaba para la seguridad de los vecinos el estado en el que se encontraba el árbol, por no haberse cuidado debido a los elevados costes de mantenimiento que suponía para los dominicos.
Ahora, merced al acuerdo del que ha informado este martes el equipo de gobierno de José Luis Sanz (PP), la comunidad parroquial va a ceder a la ciudad las dependencias anexas y el jardín de entrada a la parroquia de San Jacinto, otrora compás del antiguo convento, calificado como zona privativa de uso público. De esta forma, el árbol pasa también a ser propiedad municipal, por lo que el Consistorio asumirá los gastos necesarios para su conservación.
Un año de espera
Fue en agosto de 2022 cuando la orden de los dominicos, propietaria de la parroquia de San Jacinto, inició la tala del emblemático ficus situado en el antiguo compás de dicho templo. La medida contaba con la autorización del por entonces gobierno municipal, toda vez que se había concedido la licencia solicitada por la orden, esgrimiendo que se trataba de una necesidad a tenor de las repetidas caídas de ramas (que habían provocado heridas a los viandantes), así como de la afección de sus raíces a la estructura del propio templo.
Entretanto, los vecinos contrarios a la tala denunciaban que se trataba de un “atentado incomprensible e inadmisible” al patrimonio arbóreo de Sevilla, recordando el carácter emblemático de este ficus y reclamando otras soluciones, desde sus ramas como medida de protesta.
A pesar de la movilización vecinal que se orquestó entonces, el apeo al que estaba abocado en ese momento este “pulmón verde” se puso en marcha y arrancó sus frondosas ramas que llegaron a medir 24 metros. Sin embargo, los trabajos frenaron poco después, cuando un juez suspendió de forma cautelar la licencia concedida por el Ayuntamiento hispalense a la parroquia, tras ser recurrida por vía judicial por la asociación de la Jardinería Andaluza (AMJA).
Ya en septiembre, el juzgado suspendió el curso del litigio, después de que todas las partes del procedimiento judicial hubiesen “presentado un escrito solicitando la suspensión del proceso, por encontrarse en vías de alcanzar un acuerdo” extrajudicial.
Medida de salvación
De hecho, en abril de este año, el Ayuntamiento hispalense con el socialista Antonio Muñoz todavía al frente aprobó destinar 78.099 euros (que se elevarían a 32.920,55 en 2024) como subvención nominativa a la orden de los dominicos para sufragar el encargo de la misma al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) sobre un dictamen en torno a “las posibilidades de supervivencia” del ficus de un modo en el que no incida en la seguridad arquitectónica del templo y de los viandantes.
En este marco, el alcalde hispalense, el popular José Luis Sanz, ha manifestado que el objeto del mencionado convenio es “dar una respuesta eficaz a un problema que los gobiernos socialistas de Juan Espadas y Antonio Muñoz fueron incapaces de solucionar”; recordando que durante la etapa de Muñoz, el Ayuntamiento concedió a la parroquia de San Jacinto la licencia que había solicitado la misma para talar el emblemático ejemplar, lo que lo que habría supuesto, de haberse ejecutado en su integridad, “la eliminación de este ejemplar tan singular”.
Con este acuerdo, el Consistorio hispalense y los propietarios de la iglesia “consiguen una solución satisfactoria para todas las partes, garantizando el mantenimiento del ficus, que pasará a ser competencia municipal, y desistiendo expresamente la orden de la licencia de apeo del árbol”, según ha manifestado este martes el primer edil.
Devolver un espacio público a la ciudad
Además, gracias a este convenio, el uso del jardín de entrada a la iglesia se cede a la ciudad, con lo que todos los sevillanos dispondrán de un nuevo espacio público “para su uso y disfrute”. “Este gobierno ha decidido dar prioridad a la resolución de este problema y otorgar en dos meses una solución que garantice la supervivencia del ficus y redunde en beneficio de todos los sevillanos, que ganarán un espacio público”, ha celebrado el primer edil, tras anunciar el acuerdo que se rubricará “en los próximos días”.
Asimismo, el regidor sevillano ha agradecido a la orden de predicadores, y en especial al párroco, Fray Javier Rodríguez, “su predisposición para alcanzar un acuerdo beneficioso para todos, anteponiendo el interés general de los sevillanos y demostrando que la colaboración público-privada es esencial para solucionar los problemas que todavía tiene Sevilla”, ha señalado.