Debate sobre el estado de la suciedad de Sevilla y de sus permanentes cortes de luz
El alcalde acude al pleno con una batería de medidas anticrisis más propia de una investidura, mientras la oposición hace de la falta de limpieza el eje de su enmienda a la totalidad a la gestión de Antonio Muñoz
La mejor defensa es un buen ataque. Esa máxima se la ha aplicado el alcalde de Sevilla, Antonio Muñoz (PSOE), en su primer debate sobre el estado de la ciudad, en el que aprovechó su intervención inicial para hacer un discurso con anuncios más propios de una investidura que un análisis de la situación. Y como sabía que el tema estrella iba a ser el de la suciedad de Sevilla, sobre el que pivota desde hace meses buena parte del debate político y social, se adelantó anunciando la contratación de 125 nuevos trabajadores (incorporados desde la bolsa municipal de peones) para reforzar la limpieza viaria por las tardes.
¿Serán estas contrataciones suficientes para acabar con una suciedad que el propio gobierno local reconoce? Eso está por ver, y desde luego no desanimó a la oposición a la hora de reprochar la falta de limpieza como la principal carencia de la ciudad, una cuestión que se ha convertido en un verdadero quebradero de cabeza para el alcalde y su equipo porque persiste una preocupación social (en algunos casos rayana en la alarma) pese al evidente incremento de inversiones para contrataciones, equipos y contenedores.
Así que Muñoz ha salido al ataque en este debate, empezando con que los primeros minutos de su intervención los ha dedicado a denunciar la situación “insostenible e injustificada” que están sufriendo muchos barrios de la ciudad por los cortes permanentes de luz. La situación es especialmente dramática en zonas populares como los distritos Sur, Cerro Amate y Sevilla Este-Alcosa-Torreblanca y en un verano muy crudo, con continuas olas de calor, de ahí que haya incidido en lo “injustificable” de lo que está ocurriendo y en la responsabilidad directa de Endesa. “Llama la atención los beneficios de las empresas del sector energético si se compara con esta situación impropia del siglo XXI de cortes de suministro”, ha incidido.
Endesa, Junta, Policía y jueces
“Quien tiene que solucionar esta situación es Endesa, que es la que tiene que invertir y hacer transformadores”, pero a la hora de repartir responsabilidades también ha instado a la Agencia Andaluza de la Energía (dependiente de la Junta) a ejercer con más firmeza su papel de “vigilar por la calidad del suministro”, responsabilidad que le adjudica el propio Estatuto andaluz. Y de paso, ha subrayado que “no es una justificación” asociar estos cortes de luz con la existencia de narcopisos en algunas de estas zonas, porque “también se están produciendo en barrios de clase media en los que no proliferan”.
“Algo está fallando en las inversiones que tienen que soportar la electricidad”, ha insistido, por lo que ha reclamado más inversiones pero también “más vigilancia y mayor contundencia policial y de la administración de justicia” para acabar con las actividades delictivas que sobrecargan la red eléctrica. Si cada parte asume su responsabilidad la situación en teoría debería mejorar y aliviar la desesperada situación de miles de vecinos, que están llevando a cabo manifestaciones y cortes de tráfico sin que cambie mucho la situación. De hecho, una veintena de integrantes de la plataforma Barrios Hartos ha acudido al pleno para presentar al gobierno local un documento de denuncia, exhibiendo en un momento dado carteles de protesta contra la compañía eléctrica. Tras ser llamados al orden, han sido desalojados del salón plenario.
Al margen de la limpieza y los cortes de luz, que han sido las principales cuestiones sobre la mesa, Antonio Muñoz ha aprovechado el último debate sobre el estado de la ciudad del actual mandato para lanzar una batería de medidas anticrisis ante la “incertidumbre” de una situación económica que puede empeorar en otoño. Y pese a que el alcalde ha hecho un “balance razonablemente positivo” de la situación económica de Sevilla, ha anunciado una reducción del 30% en todas las tarifas (excepto en el billete univiaje) de Tussam, la empresa municipal de transportes, lo que a su juicio hará que la ciudad sea la que tiene “una mayor visión social del transporte público”. En este sentido, ha recordado que, dados sus bajos ingresos, ya hay 105.000 ciudadanos que viajan gratis en los autobuses municipales.
El gobierno local calcula que esta iniciativa supondrá en conjunto un ahorro para las familias de entre 3,3 y 3,8 millones de euros, una cantidad que asumirán las arcas municipales gracias a ayudas estatales. Y se anuncia también que la rebaja será automática –a la hora de picar o en la adquisición de las distintas modalidades de tarjetas– y no comportará trámites por parte de los usuarios.
Más contratos... y más fuentes de agua
También ha destacado la puesta en marcha, en colaboración con la Diputación y la Junta, de dos programas de empleo directo con los que a partir de otoño se harán 1.200 contrataciones de jóvenes parados o personas en situación de especial vulnerabilidad, lo que permitirá reforzar los servicios públicos municipales. De estos 1.200 puestos de trabajo, 374 se destinarán a generar una unidad de atención integral en cada distrito (11 en total) para ejecutar mejoras en el viario y los espacios públicos, 341 serán para reforzar la limpieza de los colegios, 112 irán al adecentamiento y limpieza de parques y zonas verdes y 140 formarán un grupo de trabajo específico en los parques empresariales.
Estas contrataciones las ha conectado con una “defensa y mantenimiento de los servicios públicos”, garantizando que por muy dura que sea la crisis “la receta no sería la reducción de empleo público y recortes”. Y ha hilvanado la crisis económica con el impacto que tiene en la ciudad la crisis climática, “que la vemos día a día y la comprobamos en nuestras calles y hogares”, pese a que ha insistido en que la ciudad está por encima de la media nacional en cobertura arbórea y en metros cuadrados de zonas verdes por habitante. Para paliar esta situación, ha anunciado que se están tomando medidas “por si tuviéramos que comprar agua” de prolongarse la sequía“, que en otoño se colocarán 100 nuevas fuentes en las calles y que el próximo verano habrá más calles entoldadas ”en muchas zonas de Sevilla“.
En materia de patrimonio, Muñoz ha anunciado la convocatoria de un concurso de ideas para reordenar la Plaza Nueva y la de San Francisco, el corazón histórico de la ciudad, además del entorno de la Torre de la Plata. Esto lo ha combinado con proyectos económicos, como una unidad de apoyo y promoción de las start up sevillanas coordinada por profesionales del sector y una red de centros de innovación y emprendimiento para así aprovechar sedes e instalaciones que son de propiedad municipal. En materia social, la propuesta pasa por un programa dotado con cinco millones de euros para, sobre todo, reducir el absentismo escolar en las zonas con necesidad de transformación social de la ciudad.
La visión de la oposición
“Ante la incertidumbre hay que ser ambiciosos y aprovechar oportunidades”, ha apostillado un Muñoz que ha descartado el más mínimo atisbo de “inmovilismo y conformismo” y que ha prometido “visión europeísta y mucha gestión” de aquí a las próximas elecciones municipales, que serán el próximo mes de mayo. Y ante todo este despliegue de anuncios más propios de una sesión de investidura, ¿cómo reaccionó la oposición? Pues no varió un ápice el guión que llevaba escrito, poniendo el acento sobre todo en la suciedad de la ciudad, una cuestión ante la que el regidor reconoce que podría estar más limpia y que hay margen de mejora. Eso, le ha reprochado a los grupos políticos que “no salen del mantra de que Sevilla está sucia, sucia y sucia”.
Pero sí han salido de ese mantra, porque por ejemplo la portavoz de Vox, Cristina Peláez, ha criticado la devolución de fondos europeos, “el gasto ideológico en cuestiones que sólo existen en su cabeza”, los programas “para adoctrinar a los niños en el colegio” y la inversión en “desmemoria histórica”, además de poner el acento en el aumento de la criminalidad. En cambio, desde Adelante Sevilla (la unión de IU y Podemos) se le ha echado en cara que es “un alcalde escondido detrás de la marca y el marketing” y que la ciudad sigue convertida en “un salón de bodas, bautizos y comuniones” por la apuesta por el turismo. “Todos los huevos están en la misma cesta y con la boca chica se habla de un cambio de modelo”, ha lamentado su portavoz, Daniel González Rojas, que también ha resaltado que “nos sobran los circos y hay muy poco pan”.
Álvaro Pimentel, de Ciudadanos, también ha recordado que Sevilla sigue liderando el ranking de los barrios más pobres de España, que los polígonos industriales están “abandonados a su suerte”, que “la mugre está incrustada en muchas calles” de una ciudad que, además, es “un caos de tráfico” y en la que “en muchos de los barrios campa la violencia y el vandalismo”. Por su parte, el portavoz del PP, Juan de la Rosa, le ha reprochado que “sólo puede vender palabrería” porque a su juicio no puede presumir ni de gestión ni de ser reivindicativo, “es un alcalde sumiso al que no le preocupan los problemas de la ciudad y que antepone los intereses de su partido”.
Por el PSOE ha tomado la palabra Juan Manuel Flores, que ha incidido en que, frente a la “situación económica francamente buena de la ciudad después de la pandemia”, la oposición se ha plantado en el salón de plenos como si fuesen “los cuatro jinetes del Apocalipsis”. En la misma línea ha ido la réplica de Antonio Muñoz, que ha lamentado que “ha faltado que digan que Sevilla va a sufrir un ataque zombi” y que le responsabilicen de “la gran peste del siglo XVIII”.
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