Cuando denunciar acoso escolar sale caro.... para los padres

Denunciar acoso escolar le ha salido caro esta vez a la madre de un niño de 11 años de un colegio de Sevilla. El protocolo de acoso escolar se cerró el pasado febrero, dos meses después de abrirse, al no considerar la existencia de una situación que los padres venían apreciando desde que su hijo entró en el centro a finales del curso pasado. El caso es que un encuentro en la calle el pasado 1 de junio entre el niño y el supuesto acosador acabó en una reyerta entre sus familiares y lesiones para la madre del chico presuntamente acosado (contusión nasal, escoriaciones faciales y miembros superiores) que han sido denunciadas ante la Policía Nacional.

La madre del chico escribió en diciembre de 2016 una carta al director del colegio público Arias Montano después de haber puesto en conocimiento hacía más de un mes a su tutora y a la jefa de estudios la situación por la que su hijo estaba pasando sin que la cuestión tuviese visos de cambiar. La madre narró los hechos de su puño y letra, solicitando la apertura del protocolo de acoso escolar, el cual se abrió el mismo día y se cerró el 13 de febrero siguiente ante la “no existencia de acoso escolar”, según recogió la resolución de la Delegación de Educación de Sevilla.

Según la denuncia de la madre, a la que también ha tenido acceso este periódico, su hijo se encontraba en la calle el pasado 1 de junio cuando llegó al lugar el supuesto acosador, que “comenzó a insultar y a amenazar a su hijo, como viene haciendo desde hade unos dos años aproximadamente, con frases tales como 'eres un hijo de puta, te voy a rajar de arriba a abajo'”. La madre y los abuelos maternos de este chico también se personaron allí, además de la abuela del hijo de la denunciante, que se dirigió porteriormente a su casa “muy asustado e intimidado”.

El centro evita el contacto

La madre denunciante, según prosigue en su relato, recibió “un guantazo” por parte de la otra progenitora y “una patada” del hijo de esta, generándose “una reyerta” con amenazas de muerte hacia esta madre. Un familiar se llevó finalmente de allí a la mujer agredida mientras los otros familiares “se reían y la insultaban” cuando la metían en la ambulancia en dirección al Hospital Virgen Macarena.

El padre del niño, pese a las sugerencias por parte del centro y de la Delegación, explica a este periódico que se niega a cambiar a su hijo de colegio. Según señala, el centro ha tomado un par de decisiones al respecto. Por un lado, su hijo tiene que entrar al colegio unos minutos después del resto de compañeros y salir antes del mismo “para evitar coincidir” con el otro. Por otro lado, el presunto agresor pasa “toda la mañana” en dirección, sin contacto con el resto del alumnado durante el horario escolar. El director del colegio no ha querido comentar nada al respecto de este asunto después de que este periódico contactara con él. “No hay comentario”, se limitó a decir por teléfono.

En la denuncia, la madre también hace constar los supuestos episodios de acoso sobre su hijo por parte del otro chico, a quien “ya expulsaron de otro centro por los mismos motivos”. “Por pegar a los profesores”, indica el padre. Denuncia la madre que su hijo ha sufrido “agresiones físicas tales como puñetazos y patadas, así como amenazas continuas”, asegurando ante la Policía haber intentado sin éxito mediar con la otra familia, obteniendo un “trato despectivo” y sin llegar a solucionar nada, habiéndoles rajado las ruedas de su coche “hasta en tres ocasiones”. Lamenta en la denuncia que su hijo está “psicológicamente muy afectado, teniendo miedo a salir a la calle” ya que el supuesto agresor y su familia viven en la misma vía.