Terminaba este miércoles el presidente de C's, Albert Rivera, un acto en la sede de la Fundación Cajasol y a pocos metros esperaba, en el histórico hotel Inglaterra de Sevilla, Diego de los Santos, uno de los dos aspirantes a disputarle el liderazgo en las primarias y que había convocado a la prensa para presentar su candidatura. Un convocatoria que, por cierto, fue enviada por los servicios de comunicación del partido, que han puesto a su disposición desde la organización.
Diego de los Santos, mochila naranja a las espaldas, aguardaba a los periodistas con los integrantes de la candidatura que ha bautizado como Alternativa ciudadana y después de haber hablado con varias emisoras y televisiones que desde que el martes se anunció que se presentaba no han parado de llamar para saber quién es este hombre que quiere el puesto de Albert Rivera y que se ha convertido en una inesperada referencia de los críticos.
Biólogo y doctor en Ecología de Conservación, Diego de los Santos es conocido sobre todo porque lleva el nombre de su padre, ya fallecido, que fue uno de los fundadores del Partido Andalucista (PA). Pero, mientras que sus hermanos que se han interesado antes por la política, para él es una vocación tardía que empezó cuando hace unos años se metió en UPyD. Curiosamente, “por eso de en casa de herrero, cuchara de palo”, nunca ha militado en el PA. “En la buena época del PA yo vivía bastante ajeno a la política”, confiesa.
Con el declive de UPyD, se dejó tentar por C's e incluso se presentó a las primarias para las listas de las elecciones generales del 20 de diciembre, donde fue de número 5 por Sevilla. Sin embargo, sostiene que se sintió “desencantado” con las negociaciones de Albert Rivera con Pedro Sánchez, de manera que para cuando el 26 de junio hubo comicios de nuevo renunció a volver a integrar la candidatura.
“Puse mi nombre y el de mi familia al servicio de un proyecto que ya no es el que era”, remarca. Y eso había empezado antes del 20D. En este sentido, se muestra especialmente duro con el pacto de investidura que C's suscribió con el PSOE de Susana Díaz. “Rompería el pacto con Susana Díaz”, sentencia. De hecho, los críticos ven en este pacto, que tiene en el líder de C's en Andalucía, Juan Marín, su máxima garantía, la causa de muchos de los males que ven en la organización.
“Queremos recuperar el proyecto regenerador que inicialmente planteó Albert Rivera y que no se parece a eso. De hecho, la deriva actual de C's es un camino hacia ninguna parte”, remarca. “Las políticas de pactos han convertido a C's en un partido bisagra que vira a la derecha y a la izquierda”, rechaza. Pero no sólo esto, sino también reniega del “giro autoritario” que cree que se desprende del proyecto de estatutos para el próximo congreso: “¡Las corrientes internas se sancionan con la expulsión!”, clama.
Pese a ello, este hombre, que actualmente se forma en dirección en cine con un máster en la Universidad de Sevilla, quiere escribir otro guión para C's. Porque opina que “C's todavía se puede salvar y es con la autocrítica”. Por eso se presenta: “Si no creyera que es posible, no me presentaría. Ojalá con este proceso seamos capaces de que se tome nota del descontento que hay en las bases de C's”.
En esta tarea, Diego de los Santos, pese a ser prácticamente un desconocido fuera y dentro de C's, cree que tiene posibilidades precisamente por el descontento que hay en las bases. “Veamos: hay 30.000 afiliados, pues 10.000 han dejado de pagar la cuota y otros tantos no han votado a los compromisarios. De los que lo han hecho, sólo el 40% ha votado a los oficialistas. Como nos descuidemos, se va a ir todo el mundo y se van a quedar sólo los que tengan un cargo”, avisa.
En esta línea opina que “cuanto más cierra el partido, más se bunkeriza la gente que lo dirige, en una espiral muy peligrosa para la propia supervivencia de la organización”. Por su experiencia en UPyD no puede evitar ponerlo de ejemplo. “Si C's no vuelve a sus orígenes y trabaja por construir su propio espacio de centro, va camino de la irrelevancia política y luego la desaparición, como UPyD, donde la crisis empezó por el enrocamiento de los personalismos en la torre de marfil mientras crecía la contestación en las bases”.
Pese a que estaba a pocos metros de Albert Rivera este miércoles, Diego de los Santos no se acercó a saludarlo. De hecho, lamenta que el líder no lo haya llamado cuando se ha sabido lo de su candidatura. “Me esperaba que me hubiera llamado Albert Rivera. Hubiera sido inteligente. Pero esa distancia me causa una gran tristeza”, subraya con pesar.
“Sí me llamó Jesús Galiano [presidente de la Comisión de Garantías] y se lo agradecí mucho, porque ¡había una cara detrás del ordenador!”. Y es entonces cuando incide en una de las reivindicaciones de su candidatura y es el voto en urna. No se fía del telemático, porque cree que puede dar lugar a pucherazo por parte de quien controla el sistema. “Si tiene que ser de esta manera, queremos un interventor telemático”, remarca mientras se retira para continuar la campaña de unas primarias sobre las que no evitar dejar caer esta sombra de sospecha.