Una sola enfermera para atender 1.200 personas. La ratio sorprende por sí misma pero más aún por el lugar en que se da: un centro penitenciario dependiente del Estado. Es lo que ocurre hasta ahora en Sevilla I y lo que ha denunciado el Sindicato de Enfermería SATSE. Reparto diario de medicación (más de 200 reclusos reciben tratamiento de metadona, por ejemplo), atención sanitaria por distintas enfermedades, curación de heridas por peleas, infecciones y un largo etcétera de tareas para una sola persona donde debería haber nueve. Sus ocho compañeros profesionales de enfermería están de baja médica por diversos motivos y sus puestos no son cubiertos al no haber una bolsa de empleo.
Desde el sindicato, su portavoz, Reyes Zabala, explica a este periódico que se trata de unas condiciones laborales “inadecuadas” y que obedecen a tener “una plantilla insuficiente”, una “situación de sobrecarga” y una “mala planificación”. “Es un problema endémico” porque “la previsión que se hace es escasa” e Interior “no cubre las bajas”, añade acerca de la situación, denunciada el pasado mes.
Una reunión urgente el lunes 17 de julio con la dirección del centro ha dado algo de luz ya que está previsto, y esa es la voluntad del director, que se incorporen próximamente tres o cuatro enfermeros para la cobertura por comisión de servicio, procedentes de otros puntos de España. En todo caso el sindicato, que ha denunciado la situación ante la Inspección de Trabajo para que haga un requerimiento al Ministerio del Interior, ha pedido que se eleve al departamento de Instituciones Penitenciarias la posibilidad de establecer alternativas que no sea el acceso a las plazas por concurso oposición sino en régimen laboral.
Sin descanso
“Hay que adoptar medidas urgentes porque hay déficit en la plantilla y la situación es grave, al generarse condiciones de trabajo inadecuadas”, insiste el sindicato, que lamenta que esta enfermera, por ejemplo, tenga que sumir el trabajo de los compañeros que se cojan la baja por el motivo que sea. La situación ha llegado al punto de que desde el centro se tenga que llamar al 061 para atender alguna herida de urgencia que pueda ocurrir por las tardes, descubiertas de este tipo de personal hasta el momento.
La denuncia interpuesta se basa en el incumplimiento de la Ley de Protección de Riesgos Laborales al estar poniendo claramente en riesgo a la enfermera, que se ve sometida a cumplir con horas extras continuas y sin descanso ni siquiera durante la noche o los fines de semana, ya que debe estar localizada.
A la espera de la distribución horaria de los prometidos refuerzos, desde SATSE se asegura que la situación deficitaria de asistencia sanitaria en el centro penitenciario supone un gran peligro para la profesional de enfermería que se encuentra sometida a una sobrecarga laboral incuestionable y estrés, llegando a encontrarse desbordada en situaciones donde se une el trabajo diario con las urgencias que se originan, lo que también puede llegar incluso a ponerse en riesgo la salud de los internos y la propia integridad física de los trabajadores del centro.