Espadas acomete una remodelación de su gobierno en Sevilla que no da pistas sobre su sucesor en la Alcaldía

Espadas junto a su equipo de gobierno en el salón de plenos del Ayuntamiento de Sevilla.

Antonio Morente

10 de septiembre de 2021 21:47 h

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El alcalde de Sevilla, Juan Espadas, está decidido a prolongar todo lo posible la intriga sobre quién le sucederá cuando deje la Alcaldía. Por lo pronto, insiste en que va a seguir en el puesto “unos meses más”, y por otro no da pistas sobre su relevo ni siquiera con los cambios que ha introducido en su equipo de gobierno para descargarse de tareas y así compatibilizar mejor el cargo con el de secretario general del PSOE andaluz y candidato a la Junta. Una remodelación que no apunta a ningún concejal como claro favorito, ya que se limita poco menos que a un reparto 'técnico' de las competencias.

Por lo pronto, en el nuevo organigrama ni se introduce la figura del vicealcalde ni hay una distribución de funciones que lleve a apuntar a un hipotético delfín. De hecho, una de las funciones con más visibilidad política que deja Espadas, la presidencia del pleno municipal, la asume la primera teniente de alcalde y delegada de Hacienda, Sonia Gaya, concejal de reconocida afinidad con Susana Díaz que no está en la carrera sucesoria y que ya desempeña esta tarea con frecuencia.

El alcalde sevillano quitaba este viernes trascendencia a los cambios, que configuran un organigrama parecido al de su primer mandato, tal y como él mismo había anunciado. En ese periodo, por ejemplo, no presidía el pleno, función que desarrolló la por entonces primera teniente de alcalde, Carmen Castreño. Lo que se hace, en definitiva, es redistribuir competencias que había asumido (principalmente, la presidencia de las empresas municipales) entre los delegados que llevan estas materias. Valga como referencia la presidencia de Tussam, la empresa municipal de transportes, que va a desempeñar a partir de ahora el delegado encargado de las funciones en Movilidad, que es Juan Carlos Cabrera.

“Es el momento”

“Estoy apretando la estructura del gobierno municipal para que sea más ágil. Como alcalde tengo la posibilidad de delegar ciertas competencias, lo hice en el primer mandato y nadie me preguntó por qué, y lo voy a hacer ahora porque creo que es el momento”, apuntaba Espadas. “Es una reorganización que me permite no concentrar tanta responsabilidad” para así centrarse en las tareas propias de Alcaldía, que va a seguir desempeñando “todavía unos meses más”, aunque eso básicamente depende de si se convocan elecciones anticipadas en Andalucía o no.

En esta nueva estructura, el delegado de Hábitat Urbano, Cultura y Turismo, Antonio Muñoz, presente en todas las quinielas sucesorias como uno de los favoritos, refuerza sus competencias con la presidencia de las empresas públicas Lipasam y Emasesa, asumiendo además la presidencia de la Corporación de Empresas Municipales de Sevilla (CEMS) y del Real Alcázar. El en teoría otro gran aspirante, Juan Carlos Cabrera, delegado de Gobernación y Fiestas Mayores, asume por su parte la presidencia de Tussam.

Por su parte, la delegada de Igualdad, Educación, Participación Ciudadana y Coordinación de Distritos, Adela Castaño, seguirá coordinando el grupo socialista desde la portavocía y mantiene la coordinación de distritos, además de reforzar sus competencias en cuanto a los colegios al incorporar el mantenimiento. 

Además, el delegado de Bienestar Social, Empleo y Planes Integrales de Transformación Social, Juan Manuel Flores, será el presidente de Emvisesa, con el objetivo de reforzar el papel social de la empresa municipal de vivienda. Por último, el delegado de Economía y Comercio, Relaciones con la Comunidad Universitaria y Área Metropolitana, Francisco Javier Páez, asume la presidencia de Mercasevilla, integrándose así en la estructura de programas municipales de economía y comercio.

Recado a Cs con el presupuesto

Cambios, en definitiva, que no dan pistas sobre quién asumirá la Alcaldía una vez Espadas renuncie a ella para aspirar a presidir la Junta de Andalucía. Algo que en principio parece que no ocurrirá hasta 2022, año para el que confía en aprobar el presupuesto por mucho que Cs (que respaldó las cuentas ahora vigentes) haya dado un aparente portazo a esta posibilidad. “Voy a hacer un presupuesto con unas líneas muy parecidas, quien lo apoyó el año pasado va a tener difícil explicar por qué este año no”, indicaba en este sentido.

Más que el presupuesto, el regidor sevillano señala que lo que ha cambiado es la estrategia de Cs como partido ahora que “está más próximo a ser absorbido por el PP que a mantener su identidad propia”, algo que obedece a cuestiones que “exceden de la realidad municipal”. Eso le llevó a reclamar “responsabilidad, respeto y seriedad”, porque el presupuesto “es de continuidad y sobre todo de captación de financiación europea, de proyectos que han sido apoyados por el propio grupo de Cs y ahora difícilmente van a tener una justificación coherente para decir que no lo apoyan”.

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