Muy segura de su inocencia pero derrumbándose por momentos al tener que relatar su vida sentimental “delante de toda España”. Ana Hermoso, alcaldesa de Bormujos (Sevilla) de 2009 a 2015 por el PP, ha declarado este miércoles ante un jurado popular acusada de un presunto delito de cohecho al recibir un bolso de la marca Loewe como, según mantienen el fiscal y la acusación popular que ejerce el PSOE-A, como agradecimiento a su papel para apoyar la moción de censura que en enero de 2005 desbancó de la alcaldía al socialista Juan Antonio Iglesias e hizo de nuevo alcalde al independiente Baldomero Gaviño. La persona que le hizo entrega del regalo fue el empresario Jesús Calvo Soria, uno de los imputados del Caso Gürtel en el que se investiga la supuesta financiación ilegal del Partido Popular
Durante una hora, Ana Hermoso ha sido interrogada ante la atenta mirada de un jurado popular compuesto por seis hombres y tres mujeres, y ha insistido en que fue un regalo “por amor” fruto de la relación que mantuvo entre 2003 y 2006 con el empresario madrileño. La exregidora ha mantenido que la moción de censura fue “pactada y firmada” el 17 de diciembre de 2004 en Madrid y que recibió el bolso dos días antes, también en Madrid, durante una cena con las personas que protagonizarían aquella moción, que se habían desplazado a la capital de España ante las “amenazas” existentes y el ambiente “calentito” que vivía en aquellos momentos en el municipio sevillano, según ha recordado la acusada.
Visiblemente emocionada, Hermoso ha llegado a pedir “misericordia” para no tener que relatar detalles de su vida privada porque “ya se me ha hecho mucho daño a mí y a mi familia”. La jueza Alaya, que ha afirmado entender la difícil situación para la exalcaldesa, le ha recordado, en cualquier caso, que la base de su defensa es, precisamente, que aquel presente obedecía a la relación amorosa que mantenía con el empresario y no a una recompensa por el apoyo a la moción.
“Jesús me lo quiso regalar. Por amor”
“Aquel fue un viaje de placer. Tenía una relación esporádica y sentimental y él tuvo ese detalle de regalarme el bolso, simplemente. Ni por asomo tuvo que ver con la moción. Fue por la relación que teníamos. Hubiera sido ridículo y absurdo que me lo relagara por lo de la moción. En aquellos tiempos estaba muy enganchada. Me dijo 'te quiero', me dio un beso. Jesús me lo quiso regalar. Por amor”, ha alegado la exalcaldesa popular en sintonía con la declaración judicial de Calvo Soria. “No, mire usted, a mí no me han regalado un bolso a cambio de una moción”, ha reiterado a preguntas del fiscal, que le pide un año de cárcel y seis años de inhabilitación para empleo o cargo público por un delito de cohecho. El abogado del PSOE, que solicita la misma pena, ha insistido en que “no se trata de un juicio político”.
“El regalo no fue por razón de su cargo”, ha dicho el abogado de Hermoso, que ha aportado en la vista como nueva prueba la denuncia del robo del bolso objeto del juicio la misma noche de la entrega. “El regalo existió pero no obedece a un cohecho”, ha tratado de explicar el letrado al tribunal del jurado. Tanto él como la acusada han explicado que Hermoso y Soria se conocieron antes de los comicios municipales de 2003 cuando éste era director de Vox Pública y realizaba sondeos preelectorales. Calvo Soria estuvo “ayudando técnicamente a la moción”, promovida por el PP, los independientes liderados por Baldomero Gaviño y dos tránsfugas.
Mercedes Alaya, que debutaba en un procedimiento judicial de este tipo como magistrada de la Sección Séptima de la Audiencia de Sevilla, ha interrumpido en varias ocasiones a los representantes de las acusaciones cuando estos han querido preguntar a la exalcaldesa por el contenido de una conversación de 2013 que salió a la luz a comienzos de 2014 y que motivó la reapertura del caso, si bien hace tres meses el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía decidió excluir de las actuaciones aquella grabación, que constituye la principal prueba de cargo contra la exregidora y que las acusaciones han querido introducir de nuevo durante el interrogatorio.
“Me regalaron un bolso de Loewe. Para hablar en plata”, dijo en conversación con el empresario Eusebio Gaviño, primero del luego alcalde, que admite que “estaban pagando la moción”, según informó El Mundo. El juez instructor había archivado el caso en 2006 por falta de pruebas pero lo reabrió a raíz de dicha grabación, que finalmente fueron sacadas de las actuaciones por el TSJA, como se ha explicado. Hermoso ha dicho al final del interrogatorio, ante la insistencia de las acusaciones, que han reformulado varias veces sus preguntas dirigidas en esa línea, que “jamás” ha reconocido que recibiera el regalo a cambio de su voto ni recuerda ninguna conversación en la que así lo expresara.