El examen de Matemáticas II en la PEvAU andaluza arranca lágrimas: “El más difícil que he visto en mi vida”

Un estudiante realiza un examen de la EBAU en la reciente convocatoria. EFE/ Pablo Ayerbe

Guadalupe Gavilán

14 de junio de 2023 16:24 h

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Un grupo de casi 15 alumnos se agrupan alrededor de “Don Alejandro” tras el primer examen de su segunda jornada de PEvAU; Matemáticas II. “Qué locura de examen”, “yo he despejado mal, así que un cero en el ejercicio tres” o “ha sido muy difícil”, eran algunos de los lamentos que trasladaban, entre lágrimas, a un profesor que intentaba apaciguar “los nervios entendibles de un día como este”. “Seguro que luego no os ha salido tan mal”, intentaba animarles. “Ahora toca centrarse en el siguiente o iros a casa a descansar quienes hayan terminado por hoy”.

Amanda, que quiere estudiar odontología, estaba “muy indignada” porque “han puesto el examen de matemáticas más difícil que yo he visto en mi vida, necesito casi un 13 y con lo mal que me ha salido no voy a llegar”. Sin embargo, otras como Raquel, que quiere hacer una ingeniería, se lo tomaban con más humor: “Necesito un seis de media en selectividad, que tú dices, pues tampoco es mucho, pero con un tres en inglés que voy a sacar y otro tres ahora en matemáticas, pues no le veo yo mucho futuro, a no ser que me las sumen en vez de hacer la media, claro”, comentaba entre risas, desatando también las de sus compañeros y destensando un poco el ambiente. La realidad es que el malestar no es pequeño, porque algunos alumnos han iniciado una recogida de firmas en change.org para impugnar la prueba y a primera hora de la mañana de este jueves ya superaba las 18.000.

Por su parte, Candela, que quiere estudiar lenguas modernas, y en el segundo día de PEvAU se ha presentado a Latín II, cree que el texto ha sido “un poco más difícil que otros años” pero, aún así, “asequible para todo aquel que hubiera estudiado un mínimo”.

Es la segunda jornada de este examen preuniversitario y algunos salen de las aulas aliviados, otros llorando, otros tardan poco en encender el móvil y llamar a sus familiares para contarles cómo les han ido los exámenes. La mayoríavan corriendo en busca de sus profesores para comprobar si han hecho bien los ejercicios y calcular “un poco por encima” si “me llega o no la nota”.

Historia, “canelita en rama”

En cuanto a la primera jornada, donde se examinaban de las materias de fase general: Lengua Castellana y Literatura, Historia de España e Inglés, todos estaban mucho más contentos. Irene, que quiere estudiar ADE, opina que “fueron más facilitos los exámenes, especialmente historia, que fue canelita en rama”.

En Historia de España, es el quinto año consecutivo en el que entra Primo de Rivera (1923-1930), hecho que hizo que el tema se hiciera viral en Andalucía, llenando las redes de memes. Los otros temas entre los que podían elegir fueron: la crisis de la monarquía borbónica, la Guerra de la Independencia y la Constitución de 1812; el Sexenio Revolucionario (1868-1874); y los gobiernos democráticos (1979-2000).

“Me fui a dormir a las doce y me he levantado a las seis y media”

Son muchos los estudiantes que coincidían en haberse quedado hasta tarde estudiando, y además haber madrugado: “Estaba sin poder dormir igualmente por los nervios, así que para estar mirando el techo me puse a repasar”, comentaba nervioso Raúl antes de entrar al examen de Matemáticas aplicadas a Ciencias Sociales. “Yo igual, me fui a dormir a las doce y me he levantado a las seis media, no me ha hecho falta ni que suene el despertador”, corroboraba Gonzalo, que se presentaba a Griego II.

Otras como Raquel, sin embargo, comentaban: “Yo me desperté ayer a las seis, pero hoy ya he dicho: lo que tenga que ser será, y he dormido hasta más tarde; he ido repasando un poco en el bus”.

La mayoría están “satisfechos” con la preparación académica que han recibido en bachiller, pero algunas como Sara e Irene, que quieren estudiar magisterio infantil, opinan que, “no nos preparan para el estrés y cansancio mental de estos días”. Afirmaban además estar “un poco decaídas de ánimo” y “verdaderamente agotadas, porque encima mañana nosotras tenemos que seguir”.

Algunos han estado estudiando desde la primera semana, porque necesitan mucha nota, pero otros como Rodrigo, que quiere hacer una FP superior, se lo han tomado con más calma: “Quiero simplemente aprobarla (selectividad), y tengo buena media en bachiller, así que repasé los conceptos principales la semana pasada y he podido venir sin la presión que tienen otros de mis compañeros que sí necesitan la nota”.

El modelo de examen: motivo de debate

“No sé decir una forma exacta en la que cambiaría la forma de examinar, pero sí que me parece que hay cosas que no están bien”, comentaba Javi, que va a estudiar artes escénicas en Loyola (privada) pero quiere sacar nota para conseguir una beca. “El método no considero que sea el correcto, porque jugártelo todo un examen después de 2 años habiendo estudiado una materia, no es justo. Habría que tener en cuenta la vocación de la gente, yo creo que así habría menos tasa de abandono”, concluía.

Sara e Irene están de acuerdo con que “jugárselo todo a un examen es injusto” y ellas “cogeríamos la media de bachiller para entrar en las carreras y listo”. Jorge, que quiere estudiar un doble grado de periodismo y comunicación audiovisual, no cree que esa sea la solución y opina: “Sí que creo que el modelo no es del todo justo, y que tendríamos que tener el mismo examen en toda España pero, eso sí, cuidando que de verdad se impartan las mismas horas de clase y temario en todos lados”.

Por el contrario, hay otros estudiantes como Sandra que sí que están de acuerdo con el método de evaluación para entrar a la universidad: “Yo creo que es justo; en cada comunidad se hacen los exámenes en proporción a lo que los estudiantes hemos dado en clase y las horas que hemos tenido de cada asignatura”.

Justo o injusto, con debate abierto, todo el alumnado que se ha examinado quedará a la espera de una nota que, para muchos, determinará el camino hacia su futuro.

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