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El Festival de Cine Europeo de Sevilla, de nuevo en el ojo del huracán por el error en una licitación

Si el año pasado el Festival de Cine Europeo de Sevilla (Seff) desató una tormenta mediática debido a una mala gestión del equipo municipal que a punto estuvo de dar al traste con el certamen, este verano viene también asociado a la polémica. Con menor intensidad que en 2023, con los aficionados algo desnortados sobre lo que ha ocurrido y sus posibles consecuencias, pero con una sonora refriega en la esfera política que amenaza devaluar todavía más una marca que costó muchos años consolidar en el panorama internacional de festivales de cine. 

La nueva polvareda se levantó el pasado martes cuando El Correo de Andalucía informaba del desistimiento, por parte del secretario general del Instituto de la Cultura y las Artes de Sevilla (ICAS), de la licitación del contrato para la organización técnica del Festival de Cine Europeo de Sevilla en las ediciones correspondientes a 2024 y 2025, con un valor de 1,7 millones de euros (impuestos incluidos) y que incluía la contratación del personal necesario –más de un centenar– para las áreas de coordinación, audiencias, la producción o los requisitos técnicos necesarios para hacerlo factible.

El motivo, explicado en la propia resolución publicada en la Plataforma de Contratación del Estado, era la detección de “errores aritméticos en la suma de los importes correspondientes a diferentes conceptos de servicios técnicos” de dichas ediciones, “que afecta al total del importe asignado y acordado”, por lo que “deviene la correcta ejecución” de lo establecido en el contrato. Una medida cuanto menos criticable, habida cuenta de que se produce a solo tres meses de la inauguración del Seff 2024, que tiene previsto celebrarse del 8 al 16 de noviembre.

Tensión política

La reacción de la oposición en el Ayuntamiento no se hizo esperar: la concejala Myriam Díaz denunciaba en su cuenta de X que “por segundo año consecutivo y a tres meses para su celebración, el Festival de Cine Europeo queda en el aire por la incapacidad del gobierno municipal de Sanz para gestionar su organización”, y añadía: “Si ya el año pasado fue un desastre, este año va por el mismo camino. El Seff corre el riesgo de convertirse en un festival de tercera”.

Por su parte, la nueva delegada de Turismo y Cultura, Angie Moreno, respondía que la organización de la XXI edición de esta cita “avanza en tiempo y forma” y aseguraba que “la ciudad vivirá una gran cita cultural llena de novedades y grandes títulos del panorama cinematográfica europeo”.

En relación a la tramitación del pliego para la organización del Seff, la delegada restó importancia a la dilación, subrayando que “continúa adelante tras una breve modificación debido a un error en el pliego ya subsanado” y pidió “no poner en el foco político al festival y al equipo que lleva meses trabajando para dar forma a una edición que volverá a poner a Sevilla en el punto de mira de toda Europa”. Finalmente, la edil pidió al Grupo municipal del PSOE que “deje de hacer daño al sector del cine, igual que lo hizo con la edición anterior del festival que fue todo un éxito”, y aseveró que “el Ayuntamiento dirigido por José Luis Sanz está recuperando el valor perdido de una cita cultural clave de la ciudad”.

“Problemas habituales”

Aunque la referencia a la edición de 2023 por parte de la delegada resulta a todas luces exagerada, pues el festival se celebró en versión abreviada y con plazos extremos, Moreno ha querido también sacar pecho con un Seff 2024 que ya ha anunciado una programación de 150 cortometrajes y largometrajes, así como la creación de un premio Puerta América al que podrán optar las películas europeas de las distintas secciones del festival que representen a su país en la categoría de Óscar a la Mejor Película Internacional y la incorporación del Cartuja Center como escenario principal del certamen.

Por su parte, el director del Festival, Manuel Cristóbal, consultado por SevillaelDiario.es ha restado importancia al error en la licitación, “una situación bastante habitual en este festival, con la estructura que tiene. Ya ocurrió algo similar en 2021”, afirma. “Como podéis comprobar, esta misma mañana [del jueves] se ha publicado el nuevo pliego, con carácter bianual y renovable para otros dos años, con el fin de evitar que vuelva a ocurrir algo parecido”.

Cuando se le pregunta si el error en el pliego podría haberse subsanado sin necesidad de anulación y publicación de nuevo, comenta que “de eso no te puedo decir, solo estoy en condiciones de asegurar que se ha hecho todo lo más rápido y efectivo posible”. Y también garantiza que no va a suponer un retraso sustancial: “Yo llevo trabajando desde enero y la programación está muy avanzada. Estamos muy contentos con lo que llevamos cerrado, con los nuevos espacios y con la marcha general de la cita”.

También recalca el “respaldo absoluto” por parte del equipo municipal que encabezan la delegada y el alcalde, José Luis Sanz. “Siento mucho cariño por parte del festival y del sector. El año pasado veníamos de una situación compleja, con cinco meses en los que no se había hecho nada. Esta vez nos encontramos con problemas administrativos habituales, pero no temo en absoluto por la próxima edición”.

Perplejidad y escepticismo

Cabe recordar que la crisis del año pasado en el Seff comenzó con la marcha de su anterior director, José Luis Cienfuegos, a la Seminci de Valladolid; siguió con la designación como sustituto a un hombre de consenso como Ildefonso Tito Rodríguez, que con el cambio de gobierno tras las elecciones municipales tardó demasiado en ser recibido por la entonces delegada de Cultura, Minerva Salas, hasta el punto de ver comprometidas la viabilidad del festival en las fechas otoñales previstas; y culminó con una catastrófica propuesta del Ayuntamiento de pasar el Seff a la primavera, bajo el pretexto de que coincidía con la celebración en la capital hispalense de los Grammy Latinos, con la lógica indignación general.

El Seff quedó así en una situación más que delicada, para muchos amenazado de desaparición. Después de barajar varios nombres que podrían reemplazar a Tito Rodríguez, acogido a una baja la incorporación de Manuel Cristóbal al equipo logró calmar las aguas y sacar adelante una edición abreviada del certamen.

En las distintas fuentes del sector consultadas por este periódico, los ánimos van de la perplejidad al escepticismo, pero todas optan por la cautela antes de manifestarse. En lo único en lo que muestran una cerrada  unanimidad es en la necesidad de que las instituciones políticas y administrativas demuestren, de una vez por todas, que el Festival de Cine Europeo de Sevilla les importa tanto como a los profesionales del séptimo arte y la ciudadanía en general.

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