Con la luz en máximos históricos y el frío acechando como nunca, al Polígono Sur de Sevilla se le suma otro problema en algunas zonas: los cortes continuos en el suministro, pero no por impago, sino por el fraude eléctrico que convive con las dificultades propias de la crisis en el barrio de menor renta neta media anual por habitante de toda España. Los vecinos denuncian la interrupción del abastecimiento y no esconden cuál es la principal causa, como tampoco lo hace Endesa, que se encarga de la distribución de energía en estos barrios: la presencia de “invernaderos indoor” de marihuana, cada uno de los cuales demanda una potencia que equivale al consumo de 80 viviendas y hace “reventar” la red. De forma fraudulenta, las 24 horas de cada día, con un enganche ilegal, que carece de protecciones en las viviendas, dichas plantaciones dejan sin luz a muchos vecinos. De ahí los cortes constantes.
Las redes de Endesa en el Polígono Sur han sido boicoteadas en hasta en 249 ocasiones durante 2020, tiempo durante el cual se han producido unas 400 incidencias en las redes de distribución en el último año, relacionadas con el fraude eléctrico masivo, principalmente destinado al cultivo de marihuana dentro de pisos o viviendas, y que han afectado a muchos de los aproximadamente 40.000 habitantes de Polígono Sur. Gente con pocos recursos, que no pueden o no quieren vivir en otro lugar que no sea su barrio, y que no pueden disfrutar de un servicio que están pagando. “No puede ser que los vecinos que pagan no tengan luz”, denuncia Rosario García, portavoz de la plataforma Nosotros También Somos Sevilla, que aglutina a diversos colectivos del Polígono Sur.
Endesa lo sabe y, asegura, hasta donde puede, invierte en mejoras de la red (700.000 euros en actuaciones de mejora en la calidad y seguridad de los suministros eléctricos en las redes de baja y media tensión durante 2020, cifra la compañía). Pero afirma que el enemigo es demasiado grande y, además, escapa a sus competencias. Fuentes de la compañía aseguran a elDiario.es Andalucía que se han producido unas 400 incidencias en las redes de distribución en el último año, sobre todo en la zona de Martínez Montañés (conocida como Las Vegas), en la barriada Murillo y, en menor medida, en La Oliva, y están relacionadas con el fraude eléctrico masivo, principalmente destinado a las mencionadas plantaciones de marihuana. Las fuentes explican que la red “está sobredimensionada”. “Tiene tres veces más potencia que la que necesitarían todos los vecinos de Polígono Sur para hacer una demanda de energía doméstica, pero aún así se sobrecarga”. En esos momentos de sobrecarga actúan las protecciones de seguridad de la red de Endesa, principalmente fusibles en centros de transformación, para evitar que se produzcan incendios, y es cuando se generan los cortes de suministro. “En ocasiones es tal la intensidad de la sobrecarga que ni las propias protecciones de la red pueden absorberlas y se producen averías en las instalaciones e incluso incendios”, añaden, con el consiguiente peligro para la seguridad de las personas que manipulan las instalaciones y de las que fortuitamente pueden tener acceso a ellas.
“Consumo industrial” en pisos
En Granada llevan tres años con una problemática muy similar en la Zona Norte, comentan las fuentes, que dicen que la situación en Polígono Sur viene aproximadamente de un año para atrás, es decir, coincidiendo con la pandemia, ya de por sí muy difícil en esta zona de Sevilla. Endesa colabora con las entidades que persiguen el cultivo de marihuana indoor en el Polígono Sur, al que señalan como principal causa de los cortes de suministro, pero lamentan que “no se va a solucionar si no hay una actuación conjunta y contundente” de todas las partes, observando necesario “erradicar los enganches ilegales, de marihuana sobre todo”, si se quiere acabar realmente con la situación generada y que “desgraciadamente afecta a clientes que pagan su suministro”. La zona cuenta con 7.267 puntos de suministro de electricidad, de los cuáles únicamente el 20% cuenta con contrato en vigor, según la compañía. El resto, el 80%, son enganches ilegales a la red, incluidos los de “consumo industrial” que requieren los cultivos de droga.
Rosario García, portavoz de la plataforma Nosotros También Somos Sevilla, reconoce la presencia de pisos de plantaciones y de enganches ilegales, “pero aquí se supone que hay un Plan Integral”, dice respecto al programa de actuación aprobado por Junta de Andalucía, Ayuntamiento de Sevilla y Gobierno de España, revisado en 2014. “No es justo que se paguen facturas de la luz y Endesa cobre y no preste servicios. No puede ser que los vecinos que pagan no tengan luz”.
Según comenta a este periódico la representante vecinal, “no sólo se puede achacar esto a la marihuana y a los enganches” y acusa a la compañía eléctrica. “Las administraciones tienen que actuar. No me importa lo que otro vecino tenga dentro de su casa, no es asunto mío, pero cada palo que aguante su vela y Endesa tiene que cumplir con los usuarios del servicio. No se puede tener a la gente así. Las administraciones están para algo. ¿Para qué tenemos alcalde ni presidente de la Junta? Ellos son los que nos tienen que defender ante Endesa. Es un problema que nosotros no podemos solucionar. Llevamos ya muchos años de Plan Integral y no le hemos visto la punta”, lamenta.
Técnicos encapuchados
La diferencia entre la potencia de electricidad que circula por los 46 transformadores que dan servicio a Polígono Sur y la que miden los contadores de las viviendas con contrato es hasta de un 700% mayor, según se desprende de la sensorización de los centros, detallan las fuentes de Endesa, algo que da una idea del volumen de enganches ilegales y de la cantidad de energía que demandan. Según asegura la compañía, la red de distribución eléctrica de Endesa en el Polígono Sur es “muy homogénea” y está “bien distribuida” por los seis barrios que lo componen (Paz y Amistad, la Oliva, Martínez Montañés, Antonio Machado, Murillo y Las Letanías). Se alimenta de dos subestaciones (Hytasa y Palmera) y cuenta con ocho líneas de media tensión y 41 centros de transformación con un total de 46 transformadores. Según la compañía, la red de distribución de Endesa en el Polígono Sur está preparada para cubrir las necesidades de una población de 40.000 habitantes.
Las viviendas que se encuentran enganchadas ilegalmente, en algunos casos bloques de edificios enteros como se ha podido comprobar en alguna de las intervenciones realizadas con las Fuerzas de Seguridad, carecen de los sistemas de protección básicos que toda vivienda debe tener, asegura Endesa, que suma que sus operarios “no pueden ir libremente a hacer su trabajo ordinario, pues reciben amenazas y coacciones de los que intentan impedir que se corten los enganches ilegales”. De hecho, las reparaciones en la red de distribución se tienen que hacer bajo el auxilio de la Policía Nacional y/o Policía Local y, además, tienen que acudir con el rostro tapado por indicación expresa de los agentes de la autoridad para que no se les reconozcan en las intervenciones conjuntas de corte de suministros fraudulentos.
Según la compañía eléctrica, que afirma estar presente en todas las iniciativas y mesas de trabajo convocadas por la Junta de Andalucía, la Subdelegación del Gobierno, el Comisionado del Polígono Sur y el Ayuntamiento de Sevilla, se están llevando a cabo acciones para paliar la situación que se vive en el Polígono Sur en una doble vía. Por un lado, inversiones de mejora y sobredimensionamiento de la red, así como de reparación allí donde la red se deteriora a causa de las tensiones a las que se ve sometida. Y, por otro, colaboración con las administraciones, y especialmente con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, para ayudar a atajar la raíz del problema, el fraude eléctrico masivo y el cultivo de marihuana.
Para el comisionado, “la pescadilla que se muerde la cola”
Para el comisionado para el Polígono Sur, Jaime Bretón, la situación ha ido in crescendo desde el verano. Antes de su llegada al cargo en agosto de 2019, comenta que “no había un contacto demasiado fluido con Endesa” para intentar atajar la cuestión, explica a este periódico, por lo que apostó por mejorar la “coordinación” con la compañía eléctrica, a quien le reconoce un “esfuerzo” desde la llegada este agosto de Rafael Sánchez como nuevo director general para Andalucía, Extremadura, Ceuta y Melilla para tratar de dar solución a los cortes, que se siguen registrando sobre todo en la zona de Los Rojos de la barrida Murillo y que “se han solventado” en los otros tres bloques (Los Verdes, Los Amarillos y Los Marrones) que la componen.
Según detalla Bretón, la compañía es consciente del problema, ha hecho una notable inversión y es conocedora de que el principal origen de los cortes está en las plantaciones pero “por mucha potencia que se ponga, la situación no va a parar” porque las plantaciones “van a más”. “Es la pescadilla que se muerde la cola -un ”círculo vicioso“ en palabras de la compañía- porque la implementación de mayor potencia eléctrica provoca que los traficantes pongan más plantaciones”. A su juicio, “hay que seguir mejorando la red pero también tienen que entrar en escena otros actores”, en alusión a los ámbitos judicial y policial, apostando por que la Fiscalía actúe ante esos invernaderos, porque los vecinos “amedrentados” por los narcotraficantes no están muy dispuestos a denunciar. “Es una actividad ilícita, y los jueces tienen que dar órdenes de registro” porque, según explica, los desmantelamientos de plantaciones que ha habido se han producido por los incendios que se han generado (como el pasado octubre) “pero no hay actuaciones al margen”, que es lo que pide y reclama. “La Policía sabe dónde están esas plantaciones y no se puede mirar para otro lado. Esto va a ir a más y las autoridades competentes tienen que ponerse serias”, concluye.
“Imposible vivir”
La plataforma vecinal lleva meses denunciando los cortes de suministro eléctrico, la última en plenas navidades con un comunicado en el que lamentaba los “continuos cortes de luz” que se registran en este punto de la capital pese a las inversiones de Endesa y los nuevos transformadores. “La verdad es que en la zona conocida como Los Rojos llevamos más de cuatro semanas padeciendo cortes de luz, incluidos estos días de Navidad, que duran entre 8 y 14 horas diarias, de modo que así es imposible vivir”, denunciaron.
Desde la plataforma destacaron el hecho de que hay vecinos “con sus contratos en la mano y sus facturas pagadas, desde hace cerca de cincuenta años”, que se ven privados de este suministro. “Al final, más de un año padeciendo cortes diarios, en plena pandemia, sin poder conservar los alimentos, sin usar máquinas para respirar o lavar la ropa ni calentadores que alivien el frío”. “También se nos culpa por no denunciar a los cultivadores de marihuana. Quien esto argumenta seguramente está muy acostumbrado a jugarse el pellejo, a que le peguen dos tiros por ello porque eso es lo que puede ocurrir”, añadía aquel comunicado.
Para la plataforma vecinal, el cultivo de marihuana tiene dos aspectos. “Por un lado, están las mafias que se se siguen enriqueciendo y por otro, los pobres, que tienen que comer y no tienen recursos y sacan algo por guardar un paquete en su casa”. “Llevamos decenas de años pidiendo que se elabore un censo de viviendas y personas, que se controle la compraventa ilegal de pisos y se tutele el funcionamiento de las comunidades de vecinos”, criticaron. “Los vecinos no entendemos que la Fiscalía, la Judicatura y la Policía, junto con Endesa y todos los medios técnicos al alcance no sepan dónde se cultiva la marihuana, no entendemos que no se intervenga y se acabe por erradicar esta situación”, concluyeron.
Desde la compañía Endesa añaden también que está dando toda la información necesaria a los organismos pertinentes sobre las ayudas establecidas por el Estado a través del Bono Social, facilitando la tramitación de estos beneficios que ofrecen bonificaciones incluso de casi la totalidad en la factura de la luz.