Ignacio y Celeste llevan 23 años (“toda la vida”) viviendo en el entorno de la Ronda Urbana Norte de Sevilla. Cada uno a un lado de la carretera. Dicen haber crecido presenciando accidentes de tráfico. Y con ellos, ha crecido también “el miedo” a que les pueda tocar algún día. “Cada vez que queremos vernos tenemos que cruzar por uno de esos pasos de peatones y cada día nos da más miedo”, reconoce este joven sevillano en alusión a los atropellos mortales que se han producido “uno tras otro” en la última semana, avivando “la inquietud” de los vecinos que ya advertían desde hace tiempo los riesgos que entraña la zona.
Algunos como Antonia se muestran prudentes, esperando pacientemente a que el semáforo les autorice el paso. Mientras observa cómo otros vecinos se precipitan delante de ella en rojo, comenta: “O ponen una solución ya o va a haber muertos todos los meses”.
La última víctima en la zona ha sido una joven de 20 años que falleció este viernes en una colisión múltiple próxima a la barriada de Pino Montano, colindante con la Ronda Urbana Norte. El conductor de uno de los vehículos siniestrados, pilotado por un conductor novel de 20 años, se dio a la fuga, pero fue detenido poco después por la Policía. Triplicaba la tasa máxima de alcoholemia. La joven murió tumbada en la carretera, tras media hora infructuosa de tareas de reanimación. Otras cuatro personas resultaron heridas, dos de ellas de gravedad.
Tres semanas atrás, casi en el mismo sitio, había tenido lugar una situación simular. Un hombre de 45 años falleció la madrugada del sábado 21 de enero al ser arrollado por un turismo cuando cruzaba un paso de peatones regulado por semáforos. Hasta que no concluya la investigación, no se podrá determinar si el peatón cruzó en tiempo indebido. Pero “sin entrar en la inocencia o culpabilidad” de peatón y conductor, “lo que vemos mes tras mes es que hay accidentes que se están cobrando vidas humanas”, como recrimina Ignacio.
Por eso, “cansados” de los “continuos” incidentes, la pareja que conforma junto a Celeste ha decidido movilizar en redes sociales a los vecinos para exigir a la administración local “medidas inmediatas” que logren frenar las trágicas cifras de fallecidos en la Ronda Urbana Norte. El de este sábado, ha sido el segundo atropello mortal en una semana y el tercero desde noviembre.
De modo que en un periodo de dos meses han muerto a causa de un atropello cuatro personas en el mismo tramo de la ciudad, que se ha convertido ya en el principal punto negro de la capital andaluza. Hecho que a ojos de los vecinos guarda relación con el exceso de velocidad con el que los vehículos procedentes de la autovía de circunvalación SE-30 se incorporan a esta vía, sin respetar el límite de 50km/h que se establece en vía urbana.
Falta de señales
“La gente sigue denominando a esta zona SE-30, pero en realidad es ya una carretera urbana”, apunta en este sentido Celeste, quien defiende que si los coches circularan respetando dicho límite de velocidad, los accidentes no se saldarían con víctimas mortales, tal y como estima la Dirección General de Tráfico. Al hilo, su compañero añade que el miedo no solo se percibe como peatones que se disponen a cruzar un paso de cebra, sino como conductores. “Cuando cojo el coche temo que me den un golpe por detrás porque van muy rápido”, admite Ignacio sin olvidar que se trata de una de las vías más concurridas de la ciudad, por la que circulan decenas de miles de vehículos diarios, como recoge el último informe de intensidades medias diarias de tráfico del Ayuntamiento de Sevilla publicado en 2021.
Luis, vecino del barrio de Parqueflores, admite haber presenciado numerosas "imprudencias" por parte de jóvenes y mayores. "Que la vía tiene miga, sí, pero los peatones también", zanja a este respecto
También en la acera, aguardando la luz verde del semáforo, se encuentran Carlos y Maite. El tramo que se disponen a cruzar padre e hija es el mismo en el que se produjo el último siniestro de madrugada. Carlos se declara conductor veterano y señala los peligros que presenta ese punto concreto de la Ronda Urbana Norte. La celeridad de los coches, la vía de servicio anexa, la falta de señalización. “Solo hay semáforo en una dirección y en este primer tramo del paso de peatones apenas hay visibilidad”, señala. Maite vive justo en frente y reconoce haber visto “de todo”. “Poco pasa”, añade después de opinar que, a su juicio, los incidentes se producen porque “no se respetan las señales”, a un lado y otro de la vía. En sentido similar, Luis, vecino del barrio de Parqueflores, admite haber presenciado numerosas “imprudencias” por parte de jóvenes y mayores. “Que la vía tiene miga, sí, pero los peatones también”, zanja a este respecto.
Para otros habitantes de la zona, es algo que “viene de largo”. El piso de María José da directamente al lugar en el que se han producido los dos atropellos mortales de la última semana. Lleva casi dos décadas viviendo en el barrio y asegura que escucha “porrazos” a diario. Con todo, asevera que hablar de vidas perdidas es lo que ha causado verdadera conmoción en el vecindario. En efecto, los choques entre vehículos y los accidentes de tráfico son frecuentes en este tramo urbano de la SE-30, como indican a elDiario.es Andalucía fuentes de la asociación de vecinos Parqueflores.
Flores como acto reivindicativo
Precisamente, este colectivo vecinal ha respaldado la iniciativa particular que han emprendido Ignacio y Celeste, participando junto a ellos y otros tantos vecinos en una primera concentración que se celebró tan solo unas jornadas antes de que tuviera lugar el último siniestro. Para los dos jóvenes promotores de la convocatoria, este encuentro puso de manifiesto la “preocupación” e “indignación” de quienes habitan las inmediaciones de la Ronda Urbana Norte y llevan años alertando sobre la peligrosidad de la zona. De hecho, según recuerda Celeste, acudieron también familiares del repartidor de 26 años que perdió la vida al impactar su motocicleta con un turismo en noviembre. “Estaban destrozados por lo sucedido, pero quisieron darnos su apoyo” en una lucha que persigue mejorar la seguridad vial de la zona.
Fruto de estas movilizaciones, el pasado viernes 20 de enero, se produjo una primera reunión entre entidades sociales y vecinales y el delegado del Distrito para poner sobre la mesa posibles soluciones. Entre las medidas que se barajaron como viables se encuentra la colocación de señales luminosas en los dos sentidos de la circunvalación, tanto para indicar que hay un paso de peatones como para recordar que se trata de una vía urbana y el límite es de 50. También se ha contemplado la instalación de radares de tramo para controlar la velocidad, así como la opción de ajustar el tiempo de los semáforos para que los peatones puedan cruzar cuando los vehículos están en rojo y no en ámbar, además de colocar temporizadores.
Asimismo, los vecinos aprovecharon la ocasión para plantear medidas que llevan reivindicando desde hace años, pero que conllevan una inversión e intervención más profunda en la zona, como es la construcción de un paso elevado (pendiente de valoración por parte de los técnicos de Movilidad) o el soterramiento de la vía a fin de convertir la Ronda en un bulevar por el que los peatones podrían pasar con seguridad, similar al que existe en Bellavista, entre otros puntos de la ciudad. “No lo descartamos como medida a largo plazo, pero ahora estamos pediendo medidas más inmediatas para poder prevenir los accidentes que no paran de ocurrir”, explican Ignacio y Celeste sobre esta cuestión.
Reforzar la seguridad
A la espera de recibir novedades concretas por parte del Gobierno local, cuyo portavoz anunció recientemente que el Consistorio iba a “reforzar” la seguridad en la Ronda Urbana Norte al “acelerar el procedimiento en el que se venía trabajando”, los vecinos no descartan seguir movilizándose y aunando fuerzas para obtener soluciones reales y eficaces. Entretanto, Ignacio y Celeste animan al vecindario a colocar flores en los semáforos para homenajear a las víctimas y dar visibilidad a sus reivindicaciones. Una iniciativa romántica que invita, en el sentido de Antonio Machado, a repensar el trazado de la Ronda Urbana Norte.
[Reportaje actualizado el sábado 11 de febrero, tras el cuarto accidente mortal en dos meses]