La Junta ningunea el referéndum amañado para renombrar el hospital de Sevilla: “Nunca se dijo que era vinculante”

El Gobierno andaluz ha defendido, por primera vez en sede parlamentaria, su decisión de manipular el resultado del referéndum que convocó para rebautizar un hospital de Sevilla que llevaba años cerrado.

En la consulta, con un 11,6% de participación –de los 27.000 sanitarios de la provincia–, ganó el nombre que venía de atrás: Vigil de Quiñones. El presidente Juan Manuel Moreno, que había hecho exaltación del referéndum, optó por ignorar el resultado y eligió el nombre menos votado: Antonio Muñoz Cariñanos, médico coronel del Ejército del Aire asesinado por ETA en 2000.

Catalina García, consejera de Salud, ha asegurado este miércoles en la Cámara que “nunca se dijo” que el referéndum para cambiar el nombre del conocido como Hospital Militar de Sevilla fuese vinculante. Según la responsable sanitaria, como la encuesta no fue “representativa”, finalmente se optó por escoger una nueva denominación obviando el referéndum.

Las palabras de García van en la dirección contraria de las que pronunció Moreno el día que anunció la consulta para reinaugurar el hospital. “Seréis vosotros quienes escogeréis el nombre, no le corresponde al Gobierno andaluz hacerlo”, dijo, tildando la iniciativa como “la decisión más democrática”.

El PSOE ha llevado a la comisión parlamentaria la exclusiva de elDiario.es Andalucía de un renombramiento que tuvo lugar justo en plena precampaña para las elecciones municipales de mayo de 2023. Es la primera vez que la consejera se pronuncia al respecto.

La consejera ha explicado que la participación en el referéndum no representó a los 27.000 trabajadores de la provincia de Sevilla y que “nunca se dijo” que el mismo fuese vinculante para llevar a cabo el cambio de denominación. “Se adoptó, de acuerdo con las personas que participaron, una decisión con respecto al nombre”, ha dicho García. Unas palabras que se han pronunciado después de que Isabel María Aguilera, vocal del PSOE en la citada comisión, tachase de “pucherazo” la forma de actuar del presidente andaluz.

Este es el último episodio de un proceso que se inició en febrero de 2022 cuando Moreno, en el marco de la inauguración del entonces Hospital Vigil de Quiñones, anunció que se realizaría un referéndum en el que los sanitarios serían los que decidieran el nuevo nombre que tendría el centro. “El Gobierno no debe ser quien decida cómo se denomina el nuevo hospital”, llegó a decir.

Un año después, en plena precampaña de los comicios municipales de mayo de 2023, se anunció que el doctor Muñoz Cariñanos, víctima de ETA en 2000, sería quien le diese su nombre a las instalaciones. El contexto de aquella inauguración, donde se le daba oficialidad de rebautizar al hospital con el nombre de una víctima de ETA, era ya de precampaña electoral (las municipales se celebrarían dos meses después) y con el “que te vote Txapote” en pleno auge contra Pedro Sánchez.

La opción menos votada

La polémica emergió después de que la familia de Vigil de Quiñones solicitase información a la Consejería de Salud sobre este cambio de denominación y, pese a que en un primer momento se negaran a dar los detalles sobre las votaciones, el Consejo de Transparencia acabó obligando a la Junta a hacerlo.

Fue entonces cuando se supo que precisamente la opción de Muñoz de Cariñanos había sido la menos votada. De hecho, la posibilidad de haber mantenido el nombre de Vigil de Quiñones había resultado ser la opción con más apoyo. Y no sólo eso, el que era viceconsejero de Salud, Miguel Ángel Guzmán, dimitió tan sólo un día después de emitir el informe al que le obligó el Consejo de Transparencia revelando los detalles concretos sobre el referéndum.

La “importante empresa tecnológica” encargada de verificar los resultados, en palabras del propio presidente andaluz, ni siquiera fue contratada por la Junta de Andalucía. La consejería de Salud ha explicado a este medio que la votación corrió a cargo de la Agencia Digital de Andalucía, que pertenece al propio Ejecutivo regional.

Por lo tanto, se hizo con “recursos propios” y a coste cero para el Gobierno andaluz. Una revelación que para el PSOE, principal partido en la oposición parlamentaria, demuestra que “todo ha sido falso” en el procedimiento de cambio de denominación del hospital.

En todo caso, Catalina García no se ha quedado sólo en la explicación de que el referéndum no fue representativo ni era vinculante, sino que ha pedido al PSOE “menos rollos” a la hora de hablar de este centro hospitalario. García ha recordado que en 2004 el hospital se cerró durante el Gobierno de Manuel Chaves, siendo entonces consejera de Salud la actual ministra de Hacienda, María Jesús Montero. “Siendo la provincia de Sevilla la que menos camas tenía en toda Andalucía se permitieron el lujo de cerrarlo”.

Al tiempo que ha acusado a los socialistas de haber construido otro centro hospitalario en la época de Chaves en la Isla de la Cartuja “para vendérselo a una empresa”. Según García, lo relevante del Hospital Muñoz Cariñanos no es la polémica por su cambio de nombre sino que “lo que ha hecho el presidente ha sido invertir 74 millones de euros para que fuese una realidad en Sevilla”.

Antes de esta intervención, desde las filas del PP también se ha mencionado este asunto. Lo ha hecho la vocal de salud de los populares, Beatriz Jurado, cuando ha acusado al PSOE de cambiar el orden del día de la comisión para introducir el debate sobre el nombre del hospital –en principio se iba a hablar de los 7.000 contratos eventuales que siguen en el SAS–.

Jurado ha dicho que al PSOE le interesa “más la polémica” que “la situación de los trabajadores”. La vocal del PP ha mencionado incluso a ETA en su intervención: “¿Qué es lo que les molesta más? ¿El cambio del nombre o que haya sido una persona asesinada por ETA y entonces ahora no se puede atacar a ETA porque son los que les sostienen el gobierno? Estamos absolutamente escandalizados por el abandono que el PSOE está haciendo de los intereses de Andalucía y de la sanidad en Andalucía”, ha sentenciado la diputada popular.