La “mafia del taxi” en el aeropuerto de Sevilla: más de 20 años monopolizando la parada con coacciones y amenazas
Sábado 28 de diciembre. Una familia llega tarde para coger el avión y contrata un vehículo Cabify hasta el aeropuerto de Sevilla. A la entrada, hay dos carriles: uno exclusivo para taxis y otro comunitario, que suele estar saturado. Para ganar tiempo, el conductor del VTC decide aprovechar que el carril de los taxis está vacío y así consigue aparcar antes en la puerta del aeropuerto. En ese momento, un taxista se baja de su vehículo con una vara de hierro y golpea la luna trasera del VTC, mientras la familia permanece dentro del coche.
Este tipo de actos vandálicos –perpetrados también contra los propios compañeros del gremio– llevan años repitiéndose en las inmediaciones del aeropuerto de San Pablo. Detrás se encuentra Solidaridad Hispalense del Taxi, una asociación procesada por organización criminal, que apenas representa el 7,5% del sector en capital andaluza, pero que ha logrado hacerse con el monopolio de la parada del aeropuerto “por la fuerza y con medios coactivos”, como manifestó hace años la jueza que instruyó la primera macrocausa contra dicha entidad iniciada en 2017.
Ahora la Policía Nacional ha detenido al menos a 18 personas por posibles delitos de coacciones, amenazas, daños y pertenencia a organización criminal en el marco de una operación contra la denominada “mafia del taxi” que llevan meses investigando. Las otras dos asociaciones con representación en el Instituto del Taxi de Sevilla lamentan esta noticia, conscientes de que afecta negativamente a la imagen de un sector ya de por sí tensionado en la ciudad. “Somos 2.000 taxistas, no solo una parada de taxi”, defiende el presidente de Unión Sevillana del Taxi, David Capelo, recordando que la asociación investigada cuenta con alrededor de 150 miembros, según cálculos de las propias entidades de taxistas.
Más de 20 años de “mafia organizada” en el aeropuerto
El presidente de la Asociación Empresarial VTC Andalucía, Pablo García-Trespalacios, asegura que Solidaridad Hispalense del Taxi es “una auténtica mafia organizada” que lleva “más de 23 años operando en monopolio en el aeropuerto de Sevilla”. Lo dice “con conocimiento de causa” porque su entidad fue la que denunció las agresiones, amenazas y persecuciones que motivaron que la jueza iniciara la macrocausa en torno a la denominada por la propia magistrada como “mafia del taxi del aeropuerto”.
“No hay nada igual en toda España”, afirma Pablo García-Trespalacios, en referencia al uso exclusivo que hacen de la parada del aeropuerto de la capital andaluza. Rafael Baena, presidente de Élite Taxi Sevilla, lleva 33 años en el sector y confirma que las amenazas y coacciones que se le atribuyen a los miembros de Solidaridad Hispalense del Taxi suceden desde “hace más de 20 años”.
No obstante, este taxista ha observado que esas prácticas que antes eran “sistemáticas” se han ido “radicalizando” desde las últimas movilizaciones convocadas en junio por Unión Sevillana del Taxi y Solidaridad Hispalense del Taxi para no perder el control que también ejercen sobre la venta de licencias. El resultado, “continuos linchamientos”, amenazas y ataques tanto a conductores de VTC como a taxistas que no forman parte de la asociación, pues “para ellos el problema somos el resto de compañeros del gremio”, según el diagnóstico de Baena.
Fruto de esa radicalización se ha registrado una serie de denuncias por parte de otros taxistas, de conductores de vehículos de transporte concertado (VTC) e incluso de particulares, según ha informado este jueves el delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández, quien ha precisado que esas denuncias son las que han motivado la apertura de la denominada operación 'Aertase', que lleva meses investigando la Brigada Provincial de Información de Sevilla y que continúa abierta.
Turnos rotatorios para frenar al “monstruo”
Desde la Asociación Empresarial VTC Andalucía, Pablo García-Trespalacios traslada todo su apoyo a los denunciantes y confía en que “caiga el peso de la ley sobre estos delincuentes”. “El ayuntamiento tiene que tomar cartas en el asunto porque afecta tanto a los sevillanos, como a los turistas, como al propio gremio, al que están manchando el nombre”, manifiesta, coincidiendo con el presidente de Élite Taxi en señalar al Ayuntamiento de Sevilla como responsable, en tanto administración competente.
Más allá de erosionar la imagen del sector del taxi, Baena lamenta que el principal “perjudicado” sea el usuario, que sufre un “cobro abusivo que ya han institucionalizado”. Por eso, también el presidente de Élite Taxi pide a la administración local que “ponga coto” a “un monstruo” que se ha ido haciendo fuerte con el paso de los años gracias a que “ningún gobierno municipal se ha atrevido a meterle mano”.
Para la asociación minoritaria y para la Asociación Empresarial VTC Andalucía, la solución pasa por implantar los turnos rotatorios que funcionaron hace años y que están en vigor en el resto de aeropuertos de España. Fuentes municipales consultadas por este periódico indican que se están estudiando “todas las fórmulas posibles para abordar los problemas del taxi y ofrecer soluciones que mejoren tanto su situación como el servicio” y, aseguran, todas las decisiones se tomarán “de la mano del sector y a través del Instituto del Taxi”. Un órgano dependiente del Ayuntamiento hispalense, pero que en la práctica funciona como ente “privado”, en manos de las organizaciones del taxi mayoritarias.
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