El Gobierno español ha propuesto una multa de 150 euros para un periodista por “poner en riesgo” la integridad de los agentes de la Policía Nacional durante una protesta ciudadana en Sevilla contra el autobús Hazte Oír. La sanción se propone en virtud del artículo 37.4 de la 'ley mordaza': “las faltas de respeto y consideración cuyo destinatario sea un miembro de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad en el ejercicio de sus funciones de protección de la seguridad”.
Es uno de los artículos más polémicos de la Ley de Seguridad Ciudadana y también uno de los más utilizados por la Policía. Desde su entrada en vigor, se han tramitado por este motivo 22.627 sanciones del total de 285.000, según los últimos datos del Ministerio del Interior, cuando las conductas de “falta de respeto” no son constitutivas de infracción penal.
En este caso, y según se relata en el acuerdo de iniciación, que da un plazo de 15 días para hacer frente a la multa con una reducción del 50%, “el denunciado se salta el cordón policial, introduciéndose en la zona de seguridad acotada, pidiendo explicaciones de manera despectiva a los agentes, cuestionando y menospreciando la actuación de los mismos, y realizando grabaciones con su cámara, todo ello poniendo en riesgo la integridad de los agentes debido a la multitud que se manifestaba en el lugar indicado en contra del autobús Hazte Oír”.
El periodista Raúl Solís, a quien se dirige la multa, ha escrito un artículo en el que explica su versión de los hechos, ocurridos después de que unos agentes retuviesen a un adolescente detrás de unas furgonetas policiales, anuncia que no va a abonar la sanción. “No podemos aceptar como normal lo que es una anomalía democrática, un retroceso en libertades”, señala.