“El mundo no puede seguir ignorando”: Sevilla clama contra el ataque sobre Gaza e insiste en sancionar a Israel

Los manifestantes reclamaban el fin de la guerra en Gaza y sanciones a Israel.

Julio Gerardo Hun Longchong

Sevilla —
17 de junio de 2025 12:05 h

0

Bajo el sol andaluz —amable en primavera, implacable en verano— una señora de gafas oscuras y vestida de blanco frente al Ayuntamiento, en la Plaza Nueva de Sevilla. “No puedo decir mi nombre”, dice, nerviosa. “La familia de mi esposo es de Palestina. Hace mucho que no vamos a visitarlos, pero si [las autoridades israelíes] identifican que participo en esto, me detienen, aun siendo española”. “Mi esposo y yo tenemos dos hijas y llevamos 50 años juntos. Hace dos días cayó un fragmento de bomba en el techo de la casa de la familia de mi esposo. Por eso estoy aquí hoy. El mundo no puede seguir ignorando”.

La señora de blanco, con la kufiya al cuello, es una los participantes en la manifestación convocada por la Plataforma de Solidaridad con Palestina en la capital de Andalucía en la tarde noche de este lunes. La manifestación que, según datos de Policía Nacional, reunió a unas 1.800 personas, comenzó a las 20.00 con una concentración en la Plaza Nueva y continuó hasta la Alameda de Hércules.

“Yo llevo participando en las manifestaciones en solidaridad con el pueblo palestino desde el 13 de octubre, porque creo que hay un genocidio en marcha”, dice Carlos, un joven estudiante con una camiseta del Club Deportivo Palestino, equipo de futbol fundado hace un siglo por emigrados palestinos en Santiago de Chile y hoy convertido en un símbolo de la causa palestina.

Lucía, también estudiante, explica que marcha porque “parar la guerra es urgente”. “Estamos perdiendo vidas humanas, no son solo números, y eso hay que tenerlo muy claro a pesar de que estemos en otra parte del mundo y a nosotros no nos está afectando de manera directa”, comenta.

Carlos la secunda. “Yo pienso que también es nuestra obligación. Es la obligación de los jóvenes, pero también de la clase trabajadora (…) decirle a nuestro gobierno que no estamos de acuerdo con que se masacre un pueblo en nuestro nombre”.

Dan las 20:30 y la manifestación parte a la Alameda por la calle Tetuán. Llevan pancartas, banderas y kufiyas. Carlos y otros participantes llevan megáfonos y se les oye corear “donde están, que no se ven, las sanciones a Israel”, “Palestina vencerá” y “las niñas de Gaza no son una amenaza”.

Encabeza la marcha una gran bandera palestina. A medida que avanzan, las reacciones en las calles son diversas. Algunos se unen, otros corean. Otros prefieren pasar de largo, y un par de personas miran el reloj, molestos porque llegarán tarde a algún sitio. También los hay que miran con desapruebo banderas palestinas ondeando en una ciudad española.

En la esquina de O’Donell y Martín Villa, la manifestación gira para seguir por Rafael Franco. Una parte de los manifestantes llama a un boicot contra Burger King, como parte de una acción global contra grandes empresas de Estados Unidos que mantienen vínculos con entidades israelíes o que han mostrado apoyo a Israel, si bien los llamados al boicot no resuenan en toda la marcha.

La manifestación se comprime ante los escasos metros de la calle Rafael Franco. Hay poco espacio para caminar en la acera. De Rafael Franco se pasa a Tarifa y luego a Amor de Dios, calles un poco más anchas.

En la Alameda, los manifestantes se aglomeran cerca de las columnas más al norte. En el suelo hay cartulinas blancas donde los manifestantes hacen un performance: una sirena de bombardeo suena y cerca de treinta personas se lanzan al suelo cubiertos con sudarios blancos. Como si hubieran muerto.

La multitud hace silencio. Durante un minuto no se escucha otra cosa que los autos pasando a la distancia. Una mujer se coloca en el centro del grupo y, acompañada por una batería de tambores, grita “¡Basta!”. La multitud la secunda. Las personas del suelo se levantan, apartan sus sabanas y gritan también.

Cuando comienza a leerse el manifiesto retorna momentáneamente el silencio. La Plataforma llama al cese de la guerra. Exigen el fin de la llamada Ley Mordaza. Sanciones para Israel, la suspensión del envío y venta de armas al país, y la ruptura de relaciones diplomáticas. Gritan vivas a Palestina y la manifestación concluye.

En su camino a casa, donde la esperan sus dos hijas y su esposo, a la señora de blanco la sorprende la puesta de sol.

Etiquetas
He visto un error
stats