La controversia alrededor de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla (ROSS), en huelga desde hace un mes y medio para sacar adelante el convenio colectivo, abre estos días un nuevo capítulo con la Orquesta Bética de Cámara, formación centenaria que la sustituirá en el foso del Teatro de la Maestranza en el estreno de la Tosca de Rafael R. Villalobos que se presentará el próximo 8 de junio con seis funciones programadas.
Según su gerente, Inmaculada Hernández Mancha, los músicos de la Bética vienen recibiendo insultos en redes sociales y amenazas por mensajes privados desde que se confirmó que reemplazarían a la ROSS. “Nunca habíamos vivido algo así. Tenemos músicos que son profesores de conservatorio y solistas reconocidos, pero también chicos jóvenes a los que están sometiendo a una presión muy fuerte, diciéndoles que se atengan a las consecuencias legales de tocar. Cosa que no tiene ningún sentido, porque el Estatuto de los Trabajadores reconoce el derecho de huelga, pero también el del trabajo. Pero denunciar es gratis, y amenazar más”.
Hernández Mancha asegura solidarizarse con las “legítimas reivindicaciones” de los músicos de la ROSS, pero lamenta lo que considera “un cruce de líneas rojas que no puede tolerarse, y que puede hacerles perder la razón”.
Aunque los músicos en huelga afirman que se limitan a hacer advertencias sobre los efectos legales que pueda tener lo que consideran un acto de “esquirolaje”, la gerente de la Bética asevera que “algunos insultos en twitter están rayando lo delictivo”, y justifica la decisión de la Bética porque “tocar Tosca es para nosotros una oportunidad. No todos los músicos tienen la suerte de ganar un sueldo fijo todos los meses, otros necesitan trabajar para comer. Insisto, nos parece legítimo reclamar mejoras, pero la ROSS no es la única orquesta y Sevilla se merece conservar su buen nombre, y todo esto puede dar mala fama a la ciudad”.
La gerente subraya además que “en contra de lo que se ha ido diciendo por ahí, no obligamos a ningún músico a que toque. Yo no sé quiénes son los que están lanzando esos bulos, pero sí sé los mensajes que están enviando a los chicos”.
“Lo estamos pasando muy mal”, concluye Hernández Mancha. “Llevamos años intentando que la Orquesta Bética no desaparezca y que mantenga un nivel extraordinario. Y nuestros músicos vienen por un sueldo muy bajo, pero tienen derecho a tocar”.
El propio Teatro de la Maestranza difundía hace unos días un comunicado de la Orquesta Bética en el que ésta defendía los 100 años de vida desde que Manuel de Falla la fundara, el hecho de que “no recibe ningún tipo de ayuda ni subvención de la administración pública ni de ninguna entidad privada” y que “los conciertos que realiza cada temporada son fruto de acuerdos de colaboración, como es el caso del Ayuntamiento de Sevilla, y/o propuestas eventuales de promotores públicos o privados. Cada una de estas actuaciones es pactada de forma contractual en cada evento. La supervivencia de la Orquesta depende de cada uno de esos contratos, aun habiendo demostrado en innumerables ocasiones su calidad”.
También se recalcaba que el director artístico y musical titular de la Bética, Michael Thomas, está al margen de la decisión por no formar parte de este proyecto concreto, siendo el director Gianluca Marcianó el maestro designado por la producción de Tosca. “Una situación que ya hemos vivido con la misma naturalidad en otras ocasiones como en el caso del Ballet Nacional, por ejemplo”.
“Nuestro deseo -proseguía el texto- es que la situación de la ROSS encuentre una pronta solución, porque son muchas las conexiones personales entre nuestros músicos y los de la ROSS, así como con el público que asiste a los conciertos de ambas orquestas. De igual manera, creemos firmemente que una ciudad como Sevilla merece y necesita a esta orquesta en las mejores condiciones. También creemos en la necesidad de que el Teatro de la Maestranza pueda ofrecer su programación con garantías para la ciudadanía, por ser la imagen cultural de Sevilla en el mundo”.
“Sin embargo -concluye el comunicado- por respeto a la sociedad y a la verdad, queremos denunciar públicamente que los músicos de nuestra plantilla, así como los artistas susceptibles de ser contratados, y la Presidencia de la Orquesta Bética, están recibiendo amenazas por parte de sectores del entorno de la ROSS, en un intento de intimidar, amedrentar y boicotear esta producción, y yendo más allá, en una clara intención de poner en marcha una campaña de desprestigio con el probable objetivo de acabar con nuestra institución y la credibilidad de las personas que la forman”.
“Nos encantaría que los problemas de la ROSS se solucionaran cuanto antes”, concluye la gerente Inmaculada Hernández Mancha. “Para ellos sería el logro de sus peticiones, y para nosotros sería también una forma de quitarnos un dolor de cabeza”.
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