Entrevista

El padre del joven muerto tras ser reducido por la Guardia Civil: “No le quitaron las esposas ni para intentar reanimarlo”

El pasado 12 de septiembre, Carlos Bejarano llegó a su casa alterado. Vivía con sus padres en la localidad sevillana de Mairena del Aljarafe. A sus 37 años, era operador de grúa de la compañía Mapfre y vivía sin mayores sobresaltos. Ese día, sus padres avisaron a la Guardia Civil de que su hijo estaba muy violento. Horas después ingresó en estado de coma en el hospital San Juan de Dios de Bormujos, después de ser reducido por hasta cuatro agentes de la Benemérita. Una semana después falleció.

Sus padres han denunciado este caso y el próximo 6 de febrero serán llamados a declarar. Su padre, un operador de Telefónica jubilado, que acaba de cumplir 71 años, explica a elDiario.es Andalucía qué pasó aquel día para que su hijo falleciese.

Ustedes denuncian que la actitud de la Guardia Civil fue determinante en la muerte de su hijo.

En realidad, aunque el cuartel está al lado, en Mairena no había guardias civiles, y tuvieron que venir desde Bormujos. Me di cuenta de que no eran los del pueblo porque entraron en la calle en dirección prohibida. Luego me lo confirmaron. Tardaron poco en llegar, y cuando llegaron a casa no estaba mi hijo. Se había puesto violento, pero en ese momento no estaba ya, y le explicamos a los agentes lo que había pasado. Justo cuando se iban y abrieron la puerta, mi hijo estaba detrás, en la calle, y les lanzó un martillo, que no les dio ni entró en la casa, sino que pegó en la puerta.

Y ahí empezó todo.

Se pusieron a pegarle con tal brutalidad que comencé a grabar con el móvil. No podía hacer otra cosa. Lo tiraron al suelo y se ve todo lo que pasó. Cuando llegó la segunda patrulla me dijeron que dejase de grabar, y en principio lo hice, pero luego seguí haciéndolo, porque estaba viendo lo que le estaban haciendo. Luego se quedó inconsciente, y empezaron ellos mismos a hacerle la reanimación, pero ni le quitaron las esposas. Se ve perfectamente en el vídeo que desde que le reducen ya se queda inmóvil.

¿Cuándo le quitaron las esposas?

Ellos no se las quitan en ningún momento, hasta que llegó la primera ambulancia. El médico les dijo que se las quitasen y lo hicieron. Era una ambulancia sin soporte vital, y poco podían hacer. La segunda que llegó ya tenía de todo, pero ya no se podía hacer nada por él. Ya nunca más se despertó.

¿Cuándo les dicen que su hijo ha muerto?

El 19 de septiembre, una semana después. Los médicos nos dijeron que había muerto, que no había vuelta atrás. Nos hablaron de la posibilidad de que donase sus órganos, pero sabíamos que íbamos a denunciar, y podrían hacer falta para las autopsias que se hicieran. No pudimos incinerarlo, sino enterrarlo, por si es necesario hacer más estudios.

¿Su hijo había sido tan agresivo en alguna ocasión?

Nunca. Era un muchacho tranquilo y amigable, y no sé qué le pasaba ese día. Alguna vez había tomado alcohol, y sabíamos que fumaba algún porro, pero nos dijeron, tras un análisis, que había consumido cocaína. Nunca había sido agresivo, ni con nosotros ni con nadie.

¿Tenía un trabajo y una vida estable?

Totalmente. Era gruista para la empresa Mapfre. Trabajaba con su grúa en asistencias en carretera y nunca tuvo problemas con nadie. Estaba perfectamente.

 ¿Y qué van a hacer ahora; este puede ser un proceso largo?

Por el momento estamos esperando que nos den el informe de la autopsia para añadirlo a la denuncia. Nos han llamado a declarar, pero espero que también llamen a los guardias civiles. Por el momento, seguimos reuniendo información y si hace falta se hará a mi hijo una segunda autopsia, lo que nos pidan.

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