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Sevilla estrena ordenanza para patinetes eléctricos con el rechazo de usuarios y empresas de alquiler

Ordenar el uso de los patinetes eléctricos en Sevilla e integrarlo de forma satisfactoria en la movilidad de la ciudad, haciéndolo compatible con los propios peatones y con la utilización de otros medios de transporte sostenibles, como la bicicleta, es el objetivo. Pero está resultando complejo, a juzgar por la contestación que está teniendo la nueva normativa que regula estos dispositivos y que entra en vigor este martes 5 de noviembre.

Después de haber sido aprobada definitivamente en el Pleno del pasado 19 de septiembre (con los votos a favor de PSOE y Adelante Sevilla, el rechazo de Ciudadanos y Vox, y la abstención del PP), la ordenanza que regula el uso de los patinetes eléctricos y otros vehículos de movilidad personal (VMP) se hace efectiva y permite la circulación por el carril bici de patinetes eléctricos sin sillín, de hasta 15 kilogramos de peso y potencia no superior a 250 vatios. La velocidad máxima permitida es de 25 kilómetros por hora.

Multas

Igualmente, la nueva norma establecerá un marco sancionador que va desde, por ejemplo, 50 euros de multa por estacionar en las aceras y zonas peatonales, hasta 400 euros por exceder el doble de la velocidad permitida.

Desde el Gobierno municipal (PSOE) se insiste en que con la nueva regulación se protege a los peatones, ya que los patinetes no pueden ir por las aceras, y además se pretende garantizar, sobre todo, la convivencia entre patinetes y ciclistas en la red de 190 kilómetros de carriles bici con los que cuenta la ciudad.

Además, desde el Ejecutivo local se subraya que los criterios tenidos en cuenta para establecer las limitaciones (en cuanto a peso y potencia) en la circulación de estos vehículos son “técnicos” y van en consonancia con la necesidad de armonizar el uso del carril bici entre los distintos usuarios.

“No queremos correr más”

No lo ven así ni los usuarios de patinetes eléctricos agrupados en AMPES (Asociación para la movilidad personal ecológica de Sevilla), ni las empresas que se dedican en la capital hispalense al alquiler de estos dispositivos, que se integran en la Asociación Española de Economía Digital (Adigital). Desde ambas asociaciones vinculadas a estos dispositivos se rechaza, por motivos de seguridad, la limitación de peso y potencia que se establece en la ordenanza.

Desde AMPES, su presidente, Andrés Nadal, considera “arbitrarias” dichas limitaciones y entiende que van en contra de la propia seguridad y estabilidad en el uso de los patinetes. “La potencia no la queremos para correr más. No queremos correr más. Queremos que nuestro vehículo pueda responder en caso de una frenada de emergencia”. “Además –prosigue Nadal-- los vehículos que se están fabricando ahora superan todos la potencia límite permitida por la ordenanza municipal, así que nos vamos a convertir en la chatarrería de Europa” porque –explica-- aquí sólo se van a permitir “modelos obsoletos”, se queja. Del mismo modo, el representante de AMPES lamenta que el delegado de Gobernación y Fiestas Mayores del Ayuntamiento de Sevilla, Juan Carlos Cabrera, no se haya reunido con esta asociación, que agrupa a 550 socios y nació hace algo más de un año.

Por su parte, la directora de Asuntos Públicos de Adigital y portavoz de Smart Mobility, que agrupa a las empresas que alquilan patinetes eléctricos en Sevilla, Marta Becerra, valora negativamente la nueva ordenanza porque, a su juicio, “dificulta el desarrollo de una movilidad más limpia y sostenible, y se discrimina a vehículos más seguros y más estables para todo el mundo: conductores y peatones”.

“Cuestión de seguridad vial”

Esta entidad presentó, en su día, alegaciones a la nueva norma, fundamentalmente centradas en las especificaciones técnicas para la circulación de los nuevos vehículos, que no fueron atendidas. Becerra vincula el peso y la potencia de estos dispositivos a la seguridad para los usuarios y, en general, a la seguridad vial, y explica que la potencia habitual de fabricación de los patinetes eléctricos es ya de 300 w. Se trata, según indica esta responsable de Adigital, de que los vehículos tengan capacidad de reacción cuando se requiera, no de más velocidad. “Es una cuestión de seguridad vial”, apunta.

De hecho, la Asociación Española de Economía Digital trabaja ya en un recurso a la norma sevillana amparándose en el Artículo 26 de la Ley de Garantía de Unidad de Mercado, porque “una cosa es regular la circulación y otra distinta es regular un vehículo, que es competencia estatal”, argumenta Becerra, que sostiene que la ordenanza hispalense “discrimina la circulación de unos vehículos frente a otros”.

Hasta que la Dirección General de Tráfico (DGT) regule a nivel estatal los vehículos de movilidad personal, entre los que se encuentra el patinete eléctrico, no se contará con un marco legal que dé cobertura en todo el país a la utilización de estos nuevos dispositivos, que han irrumpido fuertemente en el panorama de la movilidad de Sevilla y su área metropolitana.

Ahora, las empresas de alquiler

Asimismo, otro de los asuntos pendientes, a nivel municipal, es el desarrollo de una norma que regule la actividad que desarrollan las empresas de alquiler de patinetes eléctricos en Sevilla. El Ayuntamiento tiene el compromiso de establecer espacios habilitados para el aparcamiento de los patinetes, pero aún no lo ha hecho ni tiene fecha.

El grupo municipal de Ciudadanos ha aprovechado la cercanía de la entrada en vigor de la ordenanza que regula los patinetes para expresar su rechazo a la norma. Su portavoz adjunto en el Consistorio, Miguel Ángel Aumesquet, ha asegurado que la nueva norma “pone en el disparadero a la Policía Local, que será quien tenga que multar”, cuando, en su opinión, “no ha habido información a la ciudadanía”. En este sentido, ha añadido que la ordenanza supone una “prohibición de facto” a que los dispositivos de las empresas de alquiler circulen por el carril bici, ya que -explica- la inmensa mayoría de ellos cuentan con una potencia superior a la máxima permitida (250v).

El dirigente municipal de la formación naranja ha criticado también la falta de aparcamientos habilitados para estos vehículos, así como la paradoja de que “cientos de ciudadanos” hayan adquirido un dispositivo homologado por la DGT y, tras la entrada en vigor de la ordenanza, no puedan usarlos.

La llegada del patinete eléctrico a las calles de Sevilla ha sido una irrupción en toda regla. En pocos meses las vías de la ciudad –grandes, medianas y pequeñas-- han recibido un aluvión de ellos, de tal forma que en la actualidad los nuevos dispositivos forman parte del paisaje cotidiano. Ahora se regula su uso por parte del Ayuntamiento, pero parece que la nueva ordenanza sólo satisface a una de las partes implicadas: los ciclistas, que a través de la asamblea ciclista de Sevilla A Contramano han valorado la regulación municipal sobre estos dispositivos.

En cualquier caso, se trata de un fenómeno novedoso para el que, reconocen todas las partes, no hay soluciones definitivas por ahora. De momento, la ordenanza que estrena el Consistorio no parece contentar a buena parte de los agentes directamente implicados.