Diez preguntas y respuestas sobre la Base estadounidense de Morón ante los cambios que se le avecinan

La firma del acuerdo que dará nuevos usos a la base americana de Morón abre una serie de cuestiones, sobre todo por el misterio que, en algunos temas, rodea a estas parcelas de terreno, tres en total, que todavía gestiona la Casa Blanca en suelo español. Con la firma del acuerdo, aplazada por el traspiés ciclista del secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, la base será sede permanente de las fuerzas estadounidenses para intervenciones en el norte de África.

Supondrá, en cifras, que Estados Unidos podrá desplegar hasta 2.200 militares y 500 civiles con carácter permanente, así como 26 aeronaves. Todo ello mediante la inversión en dos años de 29 millones de dólares para mejorar sus instalaciones, debido sobre todo a la cantidad de nuevos efectivos que ahora poblarán sus instalaciones.

La historia de esta base está ligada a las de Rota, Torrejón de Ardoz y Zaragoza (esta última ya desocupada), y tiene mucho que ver con la relación amistosa en temas militares que, salvo excepciones, siempre han mantenido los gobiernos de España y Estados Unidos.

1.- ¿Desde cuándo hay soldados estadounidenses en la base de Morón?

El origen de la base de Morón, como de sus cuatro hermanas, hay que buscarlo en los llamados Pactos de Madrid, de 1953. Fueron tres acuerdos paralelos firmados el 23 de septiembre de 1953 entre Estados Unidos y España para instalar las citadas cuatro bases. Supuso el asentamiento definitivo de la dictadura de Franco en el conocido como “bloque occidental” tras su aislamiento desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Fue, además, un intento de entrada en la OTAN, vetada por los países que rechazaban la dictadura franquista. Las bases se han mantenido desde entonces en activo, salvo la de Zaragoza, que dejó de acoger a soldados estadounidenses en 1994.

2.- ¿En qué cambia la situación de la base y de su entorno con el nuevo convenio?

Las bases están consideradas una especie de “mini-ciudad”, con todos los servicios propios de las mismas, aunque localidades como Rota ya se han acostumbrado a ver en sus zonas de ocio a americanos que realizan distintos servicios en la zona o se han multiplicado las parejas “mixtas” de estadounidenses y autóctonos. Para UGT, sin embargo, puede cambiar a peor, a pesar de que se multiplique su población.

El comité de empresa de Vectrus, la empresa gestora de los servicios civiles de la base aérea de Morón, espera que, al menos, el acuerdo implique “estabilidad” para la plantilla, incremento en las contrataciones y la readmisión de varios empleados despedidos. Hasta ahora, los despidos han ido paralelos al crecimiento de la presencia militar estadounidense en la base y, por tanto, a una mayor actividad castrense. El sindicato sospecha de que se pretede sustituir paulatinamente a los trabajadores españoles por personal estadounidense o directamente por militares.

3.- ¿Dónde está exactamente de la base de Morón?

Curiosamente, el suelo pertenece al término municipal de El Arahal, mientras que ocupa distintos términos municipales parte de su uso (el espacio aéreo, por ejemplo). Los americanos la llamaron “Base de Morón”, y de hecho es incorrecto llamarla “Base de Morón de la Frontera”. Los alcaldes de municipios como Morón, El Coronil o Utrera han reclamado contraprestaciones en alguna ocasión, ya que el acuerdo de utilización implica que la base no tiene que pagar Impuesto de Bienes Inmuebles, de Actividades Económicas ni ninguno similar. Además, tampoco paga licencia de obras, con lo que supondría para los ayuntamientos una inyección como la de las nuevas obras de ampliación.

Lo que sí paga es Impuesto de Circulación por los vehículos a motor de la base. En alguna ocasión se ha pedido, sin éxito, el uso incluso de su aeropuerto, de mayores dimensiones que el de San Pablo hispalense.

Lo llamativo es que aunque la base solo pisa suelo de El Arahal, el Ministerio de Defensa la tiene en su web con la siguiente denominación: “Ala 11 y Base Aérea de Morón. Localización: Morón de la Frontera (Sevilla)”.

4.- ¿Sigue siendo de soberanía española el terreno de la base?

Lo es, pero con matices. El nuevo acuerdo permitirá que hasta 3.500 marines se muevan libremente desde suelo sevillano. Si ya era complicado controlar la base antes del acuerdo, ahora el movimiento será similar al de cualquier base en suelo propio de Estados Unidos. Eso sí, el Gobierno español deberá ser informado de cualquier operación que se haga desde la base, aunque no en la base. Las instalaciones tienen casi carácter de embajada, aunque su acceso no está restringido a las mismas por carecer de pasaporte. En esencia, sus medidas de seguridad y acceso son las mismas que para cualquier instalación similar, sea quien sea su gestor.

5.- ¿Cuál es la contraprestación por el uso de la base?

El Gobierno español aún no ha informado de cuáles serán los beneficios del uso ampliado de la base más allá de los 29 millones de euros comprometidos en obras dentro de la base. Aunque ya en su forma original en 1953 se establecieron algunas ayudas concretas. Entre ellas, España recibió entre 1953 y 1963 algo más de 1.500 millones de dólares para comprar productos norteamericanos, sobre todo alimentos, algodón y carbón. En material, se entregaron 456 millones en material de guerra de segunda mano. Estaba obsoleto pero modernizó el que tenía Franco en aquella época.

6.- ¿Cuántas personas viven y/o trabajan en la base de Morón?

Estados Unidos sólo ha dado datos sobre la población militar de la base, que supone actualmente, con distintas fluctuaciones, unas 1.300 personas. El acuerdo casi dobla esa población, e incluye a medio millar de personas de mantenimiento en tareas civiles (en lo que los sindicatos ven una claraa “americanización” de la base y pérdida de empleo). Además, de forma voluntaria u obligatoria, militares españolas la pueden usar para su formación. Oficialmente, pueden usar el 10 por ciento de la base. Algunas zonas son exclusivas para los mandos y soldados americanos.

7.- ¿Cuántas personas se han despedido hasta ahora por distintos motivos?

Desde 2010 se han vivido distintos conflictos sindicales. En ese año, se quisieron eliminar 286 de los 594 puestos de empleo sujetos entonces a servicios externos. Se acordó dejar la cifra en 150, que finalmente se quedó en 119, al descubrirse que 31 de los trabajadores incluidos en el ERE habían causado ya baja en la empresa.

La llegada en 2013 de 500 infantes de marina y ocho aeronaves provocó, curiosamente, otro ERE, que afectó a 66 trabajadores. Los representantes sindicales alertan de que se quiere eliminar poco a poco a los trabajadores españoles para cambiarlos por personal de la misma base.

8.- ¿Qué repercusión han tenido los conflictos sindicales en la base?

Parece ser que bastante, ya que se pueden ver incluso en los telegramas publicados por WikiLeaks. La propia embajada de Estados Unidos en Madrid comunicó en octubre de 2001 al Pentágono que el conflicto laboral podría poner en peligro las relaciones entre España y Estados Unidos, entonces entre Obama y Zapatero.

El entonces ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, llamó personalmente a la Embajada para pedir que se atendiesen las peticiones de los sindicatos. Se advertía en los telegramas de que España podría reclamar el pago de impuestos locales, entre otras contraprestaciones si seguían los despidos.

9.- ¿En qué ha influido la presencia americana en el entorno de la base?

El antiguo corresponsal de ABC y cronista oficial de Morón de la Frontera, Juan José García, recuerda que en los sesenta, el municipio de Morón creció ante la llegada de sus nuevos vecinos, que no tenían residencia fija en la base. Nacieron barrios como El Pantano o Barrio de Santa María.

Pero hubo otra cuestión para la zona que va más hacia lo cultural. Jimmy Hendrix, Bob Dylan o Marvin Gaye eran artistas completamente desconocidos en España, hasta que los americanos trajeron sus discos bajo el brazo. España, por otra parte, les permitió conocer algo que sigue siendo uno de nuestros productos estrella en la cultura: el flamenco.

10.- ¿Supone molestias para la población tener la base?

Las mayores molestias son, precisamente, para los vecinos de El Arahal, ya que su espacio aéreo es el que se usa para aterrizar y despegar sus aviones. Lógicamente, la cercanía de la base hace que el vuelo sea a muy baja altura, con el ruido que ello conlleva. Morón de la Frontera, irónicamente, tiene la “fama” del nombre, pero su cielo está exento de ese tráfico.

Otra pega que no se puede calificar de “molestia” es el riesgo militar que implica contar con una base aérea estadounidense en suelo español, como denuncian algunas fuerzas políticas.