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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

Entre preocupados y confiados: la “incertidumbre” marca la agenda de los municipios de Sevilla en Fitur 2024

Con la llegada del nuevo año, los municipios de la provincia de Sevilla preparan sus mejores galas para exhibirlas en formato de propuestas turísticas durante la Feria Internacional del Turismo (Fitur), que se celebra en la capital de España a finales de enero. En esta ocasión, dicha preparación se ha visto empañada por la polémica que ha desatado el nuevo modelo de asignación del espacio planteado para este 2024 por la Junta de Andalucía, al desdibujar el tradicional reparto del pabellón andaluz en ocho porciones iguales (una para cada provincia) por otro que aporta, según el Gobierno andaluz, “más superficie neta y mayor protagonismo para los destinos y los profesionales”.

Cambio que la Consejería de Turismo atribuye a “una demanda histórica de empresarios turísticos”, pero que cuenta con el rechazo frontal de la Diputación de Sevilla y con el de la de Jaén –las dos únicas que han quedado en manos socialistas tras las pasadas elecciones municipales del 28M. De hecho, el presidente de la institución sevillana, Javier Fernández, junto al vicepresidente de Prodetur (entidad encargada de gestionar los asuntos relacionados con el turismo en la provincia) llevan semanas instando al consejero del ramo a “reconsiderar” esta decisión, al entender que la nueva distribución “rompe el consenso” de Fitur y perjudica al turismo de interior frente al de “costa y masificación”, como también han criticado la Confederación de Empresarios de Sevilla (CES) y los sindicatos provinciales de CCOO y UGT.

Todo este revuelo ha alcanzado a los municipios de la provincia, que han asistido “con mucha incertidumbre” a este choque institucional. De un lado, pueblos como Osuna o Marchena lamentan que con el planteamiento actual las pequeñas localidades que “estamos haciendo verdaderos esfuerzos para ser conocidos y que esperamos como agua de mayo que venga una feria tan importante como esta que es internacional” se van a ver “seriamente perjudicadas”. Otros como Carmona (PP), por el contrario, minimizan el impacto que pueda tener el cambio y dan un “voto de confianza” a la apuesta de Turismo por renovar el formato de presentación.

Municipios pequeños “desamparados”

Preguntada por esta cuestión, la alcaldesa de Osuna, Rosario Andújar (PSOE), asegura que en esta edición el turismo de interior que ofrecen pueblos de la provincia como el suyo se va a ver “muy empequeñecido” en el escaparate que brinda Fitur. Después de 16 años participando en las presentaciones que se llevan a cabo en el pabellón andaluz, esta regidora deplora que vayan a perder “ese hueco tan difícil de conseguir en el mundo salvaje del turismo”.

En este sentido, se muestra preocupada porque prevé ya que la nueva distribución entraña una “limitación tremenda” para los pueblos de la provincia, que repercute no sólo en una reducción de espacio, sino también de visibilidad. A ojos de esta alcaldesa –que se define como una “asidua” en cada edición de Fitur–, la apuesta de la Junta desde la llegada de Moreno al Gobierno autonómico “está muy dirigida al turismo de masas, de costa, de grandes ciudades, olvidándose del turismo de interior rural en el que llevamos trabajando muchos años y cuyas bondades empiezan a apreciarse cada vez más”.

En línea similar, el malestar al que ha hecho alusión el presidente de la diputación provincial en Sevilla, en nombre de los municipios a los que representa, lo ha manifestado también la delegada municipal de Turismo en el Ayuntamiento de Marchena, Teresa Jiménez (PSOE). Mientras la Consejería de Turismo defiende el cambio en positivo porque “por primera vez en la historia de Fitur, las provincias podrán vestir todos los espacios del stand de Andalucía con sus marcas provinciales o locales”, la concejala marchanera lo considera “un maltrato a la provincia de Sevilla y a todos sus pueblos”, en la medida en que “los ayuntamiento pequeños que no tenemos posibilidad de ir a grandes ferias pagándonos un stand nos quedamos desamparados”.

Por esta razón, Teresa Jiménez sostiene que ni entiende ni comparte la decisión de la Junta, primero porque se ha tomado “sin consensuar” con los agentes implicados, según critica la concejala, y segundo porque de esta forma se “limita” la presencia de los pequeños municipios, relegándolos “a un espacio muy pequeño al final del pabellón”. De acuerdo con las cifras que maneja la Diputación de Sevilla, la superficie con la que contará este territorio en IFEMA será de “14 metros cuadrados para atender visitas institucionales” (frente a “los 60 de la edición de 2023”), además de disponer de “una sala cerrada y techada con 15 plazas” para las presentaciones. Sin embargo, fuentes de Turismo consultadas por este periódico garantizan que cada provincia va a contar con un mínimo de 330 metros cuadrados a su disposición (sumando mostradores, almacenes, sala de presentaciones, sala de reuniones y despachos, mesas propias en la zona de trabajo abierta y zona de prensa).

Merma de visibilidad

Por su parte, la delegada de Cultura y Turismo de Écija, Laura Hurtado (PP), cuenta que desde que se incorporó este verano al Consistorio astigitano, su delegación ha estado trabajando “duramente” por relanzar la estrategia turística de su localidad, empezando por “consolidar la marca Écija” y visibilizarla como destino turístico único en la provincia. En esa ruta, Fitur figuraba como una parada clave para impulsar “reuniones con tour operadores” y otros agentes del sector con quienes interesa colaborar en nuevas líneas de trabajo. Pero también ellos se han “encontrado con la polémica” que ha salpicado al pabellón andaluz antes de abrir su puertas.

Al perder la posibilidad de tener un stand propio y al reducir el espacio físico “a una mesa de trabajo”, según explica Hurtado, “visualmente se pierde el sentido para aprovechar esos cuatro días en la feria y poder mostrar nuestra oferta de forma directa y breve a todo el que se acerque”. La sensación del Ayuntamiento de Écija, por tanto, es que “hemos perdido visibilidad sin duda”, así como “un escaparate relevante de promoción en una feria tan importante”.

En cambio, el alcalde de Carmona, Juan Ávila (PP), prefiere “no anticiparse” y esperar a ver “cómo funciona” la nueva distribución de espacios. A diferencia de otros representantes municipales con los que ha contactado este periódico, Ávila se muestra confiado “en el criterio del consejero responsable” y le concede así “un voto de confianza” a la propuesta de distribución de este año. Además, presupone que el nuevo modelo no va a afectar a los pueblos, ya que “allí hay mucho espacio”. De hecho, desde su experiencia, sostiene que “nunca ha habido problema” porque “hay salones disponibles” para llevar a cabo las presentaciones y reuniones que vayan surgiendo. Así pues, recomienda a sus homólogos y al resto de representantes municipales que van a acudir a la cita que se preocupen de “llenar esa sala” y dejen de “politizar las cosas”, pues, asegura, “el trato ha sido el mismo que con las otras diputaciones”.

Afectados antes de empezar

A la espera de conocer cómo se desarrolla finalmente esta edición, lo cierto es que hay localidades que se han visto afectadas por el cambio antes de pisar el pabellón andaluz en Madrid. A menos de 14 días de la fecha prevista, la delegada de Turismo del Ayuntamiento de Santiponce (gobernado por IU en coalición con el PSOE), Carolina Casanova, comparte con SevillaelDiario.es su desconcierto con respecto a esta edición. “Es evidente que afecta”, sostiene esta concejala socialista en alusión a que “la forma de estar” de Santiponce en Fitur 2024 va a ser “más simbólica” que en las anteriores.

“Siempre vamos con Turismo de la Provincia [Prodetur] y llevamos una presentación propia, pero este año con el follón que hay, estamos desorientados y no tenemos clara la distribución de espacio”, cuenta desde el municipio que alberga el conjunto arqueológico de Itálica. En ese contexto, para poder garantizarse su presencia en la cita más importante del turismo, el Consistorio de Santiponce ha optado por “estar” a través de la Ruta Bética Romana que presenta la Junta de Andalucía. “Si no no estábamos, porque hay pueblos que tienen suficientes recursos para tener su propio stand, pero los que tenemos que ir siempre al amparo de una entidad supramunicipal, nos estamos viendo seriamente perjudicados”, asevera Casanova.

Más allá de Fitur

Al no contar con “esa posición de visibilidad de otros años”, Teresa Jiménez afirma desde Marchena que “más que nunca este año tenemos que hacer ese esfuerzo por dejarnos ver, pero no vamos a tirar la toalla”. Al hilo, asegura que “vamos a trabajar para llevar propuestas más atractivas” y, una vez en el pabellón, “nos moveremos por el stand llamando la atención de la gente”. Para ello, este año han dado un paso más en el concepto de la ruta para ofrecer “una experiencia sensitiva” que mezcla el patrimonio de Marchena, con la cultura del arte flamenco local y ese atractivo de la gastronomía marchenera para ofrecer un producto “único y singular”, bajo el título “el sabor de la Marchena flamenca”.

Partiendo de la idea de que estos municipios pequeños pero de gran potencial turístico han perdido “visibilidad”, la delegada de turismo de Écija sugiere para futuras ediciones aprovechar las infinitas posibilidades que brindan las nuevas tecnologías para que se diseñen “otras líneas en las que estar de forma visual, que no tiene por qué ser un stand al uso”. A pesar del cambio en el formato, asegura que va a su primera edición como representante de Écija “con muchas ganas de que se nos conozca y descubran esta joya”. Con este afán, se proyectará un vídeo promocional en el que “de forma visual se mostrará esa riqueza patrimonial de la parte histórica y artística de Écija”.

A ese espíritu de aprovechar el escaparate de Fitur pese al descontento se sumaron también los presidentes de las dos diputaciones discrepantes con el nuevo modelo. Así pues, en una comparecencia conjunta celebrada el pasado viernes, a diez días de Fitur, Javier Fernández (Sevilla) y Francisco Reyes (Jaén) daban ya por “imposible” la reconsideración que le habían pedido al consejero de Turismo. De esta forma, el máximo responsable de la institución provincial en Sevilla aseguraba que “desde las provincias vamos a poner toda la carne en el asador para dar buena imagen” y anunciaba que la Diputación sevillana llevaría a cabo “actos dentro y fuera de IFEMA”, para completar la promoción de los destinos turísticos de su provincia. De su lado, Reyes remarcaba que “vamos a intentar aprovechar al máximo el gran escaparate que supone Fitur para poner en valor el turismo de interior”. Habrá que esperar, por tanto, a que se celebre esta edición marcada por la polémica para evaluar si “funciona o no”.

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