Profesores de Sevilla piden la dimisión del decano de Derecho por anular la charla 'La Universidad ante el genocidio' en Gaza

En un gesto de solidaridad interuniversitaria con el pueblo palestino, profesores de la Plataforma de Solidaridad con Palestina (PalestinUS) han celebrado en la Facultad de Psicología la conferencia 'La Universidad ante el Genocidio' en colaboración con otras 45 universidades y 53 campos que integran la red universitaria por Palestina. Testimonios desgarradores de psicólogos palestinos y figuras internacionales han intervenido destacando no solo “la tragedia del genocidio” sino también la “inquebrantable resistencia y esperanza del pueblo palestino”.

El acto celebrado este miércoles ha estado marcado por contratiempos y cambios de última hora debido a “la censura” por parte del decano de la Facultad de Derecho, Fernando Llano, quien canceló la charla en dicha Facultad tras conocer el título argumentando que se trataba de “un acto político”, según ha denunciado públicamente María José Lera, portavoz de PalestinUs. Todo ello en un contexto en el que, tan solo seis días antes, la misma Facultad de Derecho acogía un coloquio en el que colaboraba el grupo parlamentario Vox titulado 'Crisis Demográfica' en el que se debatían cuestiones de inmigración.

Tras escuchar algunos testimonios, una estudiante Palestina ha roto a llorar delante de todos los asistentes. “Me parece muy necesario y muy triste a la vez que los palestinos tengamos que contar nuestros testimonios para que la gente tome conciencia de que también somos personas”, ha dicho emocionada. Al finalizar, los asistentes, conmovidos por las palabras de sus compañeros, marcharon con la bandera palestina hacia la Facultad de Derecho para pedir la dimisión del decano, tal y como recogieron en un manifiesto en el que denunciaban que el decano había incumplido alguno de los estatutos básicos de la Universidad: “El artículo 3 de los aún vigentes Estatutos de la Universidad de Sevilla establece, entre sus objetivos básicos, en su apartado e) que la Universidad debe propiciar la libertad de pensamiento, la participación, la innovación y el espíritu crítico y riguroso. También, añade, en su apartado f) el estímulo y la formación de sus miembros para el ejercicio de la ciudadanía crítica, solidaria y responsable”.

Debido a ese “factor sorpresa” el acto acerca de Palestina, que contó nada menos con Francesa Albanese, relatora especial de la ONU para el territorio ocupado palestino, tuvo que trasladarse a última hora a la Facultad de Psicología, donde trabaja María José Lera y que, según ha sostenido, “se mostró desde un principio favorable a acoger el acto y resolver los trámites administrativos con la mayor diligencia posible”. Joaquín Urías, jurista y profesor de la Universidad de Sevilla, ha enfatizado la necesidad de “reaccionar” ante un decano que permitió un acto “en el que Vox afirmó que la inmigración está acabando con los españoles” y no una conferencia de apoyo al pueblo palestino, criticando la actitud del decano “permitir que se atente contra derechos humanos”.

Por su parte, fuentes de la Universidad de Sevilla preguntadas por la cancelación de la conferencia de Palestina han explicado que “en la institución se respetan todas las opiniones” pero que la capacidad de ceder o no las instalaciones para una actividad “compete a la dirección de cada centro” y, por tanto, en este caso correspondía al decanato de la Facultad de Derecho el decidir “si es procedente que se realice o no”. En ese sentido, desde la Hispalense han sostenido que en este caso el registro de la iniciativa se hizo con un “matiz y título más jurídico-académico, que los mensajes aparecidos en la cartelería”

La comunidad académica denuncia las acciones llevadas a cabo por el pueblo de Israel

La comunidad académica, una vez más, ha instado a la ruptura de convenios con universidades israelíes y al fomento de convenios para la recepción de estudiantes y académicos palestinos en situación de vulnerabilidad. “Cuando se comete un genocidio tenemos la obligación de posicionarnos, el silencio también es una forma de hacer política”, ha afirmado Lera.

De este modo, Pablo Gutiérrez Vega, profesor de Historia del Derecho, ha destacado la importancia de la Universidad como espacio crítico y de movilización frente a injusticias globales, subrayando el apoyo de la comunidad académica a la causa palestina y la necesidad de acciones concretas más allá del discurso.

Francesa Albanese relatora especial de la ONU para el territorio ocupado palestino, e invitada por stream a los múltiples actos organizados simultáneamente por la red universitaria por Palestina, ha enfatizado algunos de los puntos recogidos en su informe 'Anatomía de un genocidio', entre ellos la violación de normas y reglas internacionales por el estado de Israel bajo la complicidad del silencio de la Unión Europea y la incapacidad de la ONU y la Corte Internacional de Justicia (CIJ) para frenar el genocidio. En consonancia con esto, ha destacado la distorsión por parte de Israel de la distinción entre civiles y combatientes para justificar la violencia contra los palestinos, calificando a la población civil de Gaza como “escudos humanos”. Paralelamente, Albanese ha señalado que estas actuaciones no deben quedar impunes, dado que“ el genocidio en Gaza es la etapa más extrema de un proceso colonial de desplazamientos de los palestinos y negación autodemográfica, social y jurídica”.

La resiliencia del pueblo palestino

Los testimonios de los refugiados palestinos de la Universidad de Sevilla revelan una profunda resiliencia y deseo de vivir a pesar de las circunstancias extremadamente difíciles. Basel Mohammed Abed Ashour, psicólogo de Gaza y estudiante de doctorado, recuerda a su ciudad, Gaza, llena de vida y lujo, resaltando la marcada diferencia con el estado actual de los mismos lugares, ahora en ruinas por los bombardeos de Israel.

Hazem Abed El Rahman Abu Elaish, también psicólogo palestino, refugiado en Sevilla, narra su experiencia personal y la de su comunidad después de la ocupación de 1948. A pesar del bloqueo que ha sufrido Gaza desde 2004 o 2006, “privando a sus habitantes de necesidades básicas como agua y alimentos, la población se esfuerza por mantener una semblanza de normalidad y felicidad”. Hazem relata cómo, incluso en un campo de refugiados, la gente encuentra “maneras de ser felices y llevar una vida normal dentro de lo que cabe, como con bodas improvisadas”.

De esta forma, ha narrado sus vivencias personales cuando, tras dejar a su familia en Gaza para someterse a una operación en Egipto, su mujer embarazada fue advertida de la inminente destrucción de su hogar. “Se vieron obligados a refugiarse con familiares en el centro de Gaza, donde mi mujer, herida y sin los cuidados adecuados, dio a luz a mi hijo Elias”. Además, señala las dificultades impuestas por Israel, como “la restricción de suministros esenciales como la leche infantil y los peligros mortales de los puntos de control”.