El PSOE refuerza sus opciones electorales en Sevilla al sacar adelante con Ciudadanos el presupuesto para 2023
“La mejor noticia con la que podíamos iniciar el año es que Sevilla tuviera presupuestos para 2023, y los va a tener”. El alcalde de Sevilla, Antonio Muñoz (PSOE), anunciaba así este lunes un pacto que se ha fraguado con Ciudadanos y que ha descolocado a las formaciones a su izquierda, IU y Podemos, que parecían los únicos socios posibles para unas cuentas municipales muy difíciles de sacar adelante en año electoral si el gobierno de turno no tiene mayoría absoluta. Muñoz no la tiene (cuenta con 13 de los 31 concejales del pleno) pero lo ha conseguido y, de paso, refuerza sus opciones electorales de cara a estas elecciones municipales del 28 de mayo. Su reto es mantener la ciudad española más importante en la que gobiernan ahora los socialistas, una lucha en la que el PSOE se va a volcar a fondo como demuestra que Pedro Sánchez arranca este sábado en la capital hispalense una larguísima precampaña electoral.
Menos de un mes ha hecho falta para un entendimiento al que Ciudadanos ha dado el visto bueno tras incluir 40 medidas con su sello en el documento presupuestario, que el propio Muñoz presentó el pasado 12 de diciembre. Hubo reuniones formales con IU y Podemos (sobre el papel, los más abiertos a un acuerdo) e incluso con el PP, pero Miguel Ángel Aumesquet, que lleva un par de meses como portavoz municipal naranja, ha sido el que más facilidades ha dado para un acuerdo que le permite ganar visibilidad entre la ciudadanía y posicionar de nuevo a Ciudadanos como una formación útil para la gobernabilidad, la etiqueta de la que siempre ha hecho gala.
Pero el gran beneficiado desde el punto de vista político no es otro que Antonio Muñoz, y con él la marca PSOE. Por lo pronto, cuenta con un presupuesto nuevo íntegro de nada menos que 1.158 millones de euros (86 más que en 2022) y con una considerable partida de 120 millones para inversiones. Esto permitirá un refuerzo en estos meses preelectorales de los principales servicios públicos, lo que no le va a venir nada mal de cara a la cita con las urnas. De paso, puede vender la imagen de un PSOE capaz de llegar a acuerdos más allá de su izquierda, adentrándose así en la lucha por una centralidad política que trata de explotar el PP, con la idea en mente además de hacerse con la mayor parte posible de los restos del previsible naufragio electoral de Ciudadanos.
A izquierda y a derecha
Muñoz, de esta manera, puede repetir la jugada de su predecesor, Juan Espadas, que presentaba como uno de sus principales valores políticos su capacidad de pactar a izquierda y a derecha. “Estamos dando ejemplo a toda España, por encima del ruido político y de los intereses partidistas hemos antepuesto a los sevillanos”, subraya el regidor, que también incide en que “los ciudadanos no podían pagar el peaje de que no haya presupuesto por ser un año electoral”.
“Más allá del rédito político que podamos obtener, los que van a ganar de verdad son los sevillanos”, insiste. Todo ello, además, sin que el PSOE haya tenido que hacer grandes renuncias en este pacto, ya que “las visiones de la ciudad no son antagónicas, lo que hemos hecho es reforzar algunas líneas que ya estaban previstas”. Por lo pronto, Ciudadanos ha renunciado a una de sus banderas más recurrentes, que es una rebaja de impuestos. “Más que bajar impuestos, lo importante es que se gaste bien lo que se recaude para mejorar los servicios municipales”, señalan desde el partido naranja, mientras que el alcalde sevillano celebra que “hemos eliminado la espada de Damocles que tenían los presupuestos” y así se puede “normalizar el funcionamiento ordinario del ayuntamiento y contribuir a la recuperación económica”.
La cuestión ahora es si quitarse de encima esta espada puede generar malestar a su izquierda, y si eso se traduciría en consecuencias de cara a posibles acuerdos electorales tras las municipales de mayo. “Es muy pronto para hablar de pactos electorales”, se escuda un Muñoz para el que a día de hoy lo que tocaba era sacar adelante los presupuestos, “ahora no me preocupa lo que pueda pasar después de mayo”.
Malestar en Izquierda Unida
En IU, por lo pronto, lo ocurrido le sabe a cuerno quemado, tal y como apuntaba su candidato a la alcaldía, Ismael Sánchez: “Desgraciadamente, el Gobierno ha optado por cerrar los presupuestos por la vía cómoda y rápida con quien se lo pone fácil en lugar de con quien quiere mejorar la vida de los sevillanos. Negociaba con la izquierda, pero prefería acordar con la derecha, nada nuevo; está claro que el PSOE no es un partido fiable”. De manera gráfica, se tilda el acuerdo de PSOE y Ciudadanos como el “timo de la estampita”, al tiempo que se advierte del giro a la derecha que el gobierno local da con este paso.-
Por su parte, el candidato a alcalde por el PP, José Luis Sanz, se ha encontrado con un movimiento que no esperaba y que no le pone el camino más fácil de cara a mayo. Así que este lunes ha acusado a Muñoz de “hipotecar” el futuro de Sevilla al declinar una negociación con el PP y pactar con Ciudadanos, un grupo político “que no estará a partir de mayo en el Ayuntamiento y que, por tanto, no va a exigir responsabilidades”. En Vox, su portavoz y candidata, Cristina Peláez, ha puesto el acento en que el acuerdo PSOE-Ciudadanos “sólo beneficia a ambas formaciones políticas en detrimento de los intereses generales de los sevillanos”.
En cuanto a las cifras del presupuesto, al que Muñoz se refiere como “el segundo gasto público más importante de Andalucía” después de las cuentas del Gobierno andaluz, los 1.158 millones de euros previstos suponen un incremento de algo más del 8% con respecto a 2022, lo que se traduce en 86 millones más. De las cuentas se resalta su carácter “eminentemente social”, ya que destina 1 de cada 5 euros a gasto social, además de reforzar los servicios públicos con incrementos para limpieza pública, Policía Local, conservación del viario e inversión en barrios.
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