Queda todavía el turno del Resucitado este domingo, pero a efectos prácticos, la Semana Santa de Sevilla ha puesto su punto final con el ocaso del Sábado Santo. Lo ha hecho en una jornada cargada de simbolismo, con el misterio que aportan los pasos alegóricos del Sol, la Trinidad y la popular Canina. La petalada al palio de la Esperanza trinitaria en La Campana ha sido el último momento de regocijo en el kilómetro cero de la carrera oficial, en la que la Soledad de San Lorenzo se ha encargado de bajar el telón.