Las enormes colas de personas mayores de 80 años que, el viernes pasado, se produjeron en Sevilla cuando acudieron para recibir su vacuna contra el coronavirus han llevado al Servicio Andaluz de Salud (SAS) a “retocar ligeramente” el protocolo de vacunación, con vistas a agilizar en lo posible el proceso y que no vuelvan a repetirse escenas que, se admite, no transmitieron la imagen más adecuada. Y para ello lo que se ha hecho es algo tan simple como eliminar el vídeo informativo que se proyecta en el interior de los puntos de vacunación, lo que permite ganar varios minutos.
No obstante, el SAS insiste en que la principal causa de las largas colas fue la acumulación de personas que acudieron mucho antes de la hora que tenían asignada, lo que provocó el colapso de los accesos al pabellón deportivo que la Universidad de Sevilla tiene en Los Bermejales. Eso y que la mayoría de los ancianos a los que se citó por SMS se presentó para vacunarse, en una proporción bastante más alta de la esperada.
Pabellón de Ramón y Cajal
El complejo de Los Bermejales sólo vacunó la tarde del viernes a personas mayores, que tienen como centro de referencia el pabellón universitario de Ramón y Cajal. Allí el viernes también se produjeron colas pero de un calibre mucho menor, como las que se vivieron este lunes en una jornada de tranquilidad y en la que sólo hubo algún tapón puntual.
Además de eliminar el vídeo informativo, lo que ya se hizo el viernes en Los Bermejales para acelerar una espera que al final no pasó de la media hora, a la entrada de estas instalaciones deportivas ubicadas en Viapol se habilitaron sillas y bancos para hacer más llevadero el trámite. De esta manera, los mayores podían esperar sentados mientras sus acompañantes hacían una cola que, en todo caso, no era muy larga.
Media hora de antelación
Desde el SAS se subraya que al final el viernes, y pese a la cola kilométrica que llegó a formarse, la vacunación concluyó en Los Bermejales media hora antes de lo previsto gracias a que se agilizó el proceso y a que se reforzó el personal de enfermería encargado de inyectar el suero. En lo que también se insiste es en el llamamiento a que se respeten las horas asignadas, para así evitar que vuelva a producirse una congestión similar.
Estos días se vacuna a personas con más de 80 años, empezando por las franjas más altas de edad, y también la están recibiendo en sus domicilios los grandes dependientes. Paralelamente, se continúa administrando al profesorado y personal de centros sanitarios privados (clínicas, farmacias, dentistas…), a los que ahora se sumarán los integrantes de las fuerzas y cuerpos de seguridad.