En Sevilla, tras el aumento del número de contagios en la última semana de 150 a 300 casos por cada 100.000 habitantes, el alcalde de la ciudad, Juan Espadas, ha anunciado nuevas medidas destinadas a reforzar el control de las concentraciones nocturnas en los espacios públicos y de los locales hosteleros que infrinjan las medidas de seguridad.
Estas restricciones se suman a las nuevas medidas implantadas por la Junta de Andalucía para las ciudades de Jaén, Córdoba y Sevilla. A partir de este fin de semana, el Ayuntamiento de Sevilla elevará al máximo legal las sanciones a las botellonas y multará con 300 euros a los infractores, decisión que se tomó hace dos semanas pero que no ha entrado en vigor hasta ahora. Además, también se aumentará el control en la vía pública para evitar que haya concentraciones de cualquier tipo.
Además, el Consistorio también pondrá el foco de vigilancia sobre aquellos locales hosteleros que ya hayan sido sancionados por infringir las medidas de seguridad establecidas, a las que ahora se les suma el cierre a las 10 de la noche, el aforo al 50% y un máximo de seis personas por mesa.
Espadas lo ha dejado claro: “mano dura con los incumplidores”, por lo que aquellos locales que reiteren en el incumplimiento de las normas “serán cerrados y precintados el máximo tiempo que permita la legalidad”. En estas infracciones también se incluye a aquellos locales que generen aglomeraciones en su entorno, ya que, según el alcalde “son completamente perjudiciales para la seguridad de la ciudadanía”.
Además, Espadas apeló a la responsabilidad, tanto a la individual como a la del sector hostelero e informa de que se han endurecido las sanciones “para no llegar a un peor escenario que podría colapsar los centros hospitalarios”. A pesar de estas decisiones, el alcalde de Sevilla se presta a seguir las órdenes de la Junta y comunica una “completa colaboración y lealtad” a las medidas tomadas desde el poder regional.