Sevilla condena el golpe de Estado fascista de julio de 1936. La ciudad certifica su compromiso con la Memoria Histórica y el reconocimiento a las víctimas de la represión franquista. El Ayuntamiento en pleno repudia además al general “genocida” Gonzalo Queipo de Llano. Y rechaza “que los restos de este militar golpista continúen enterrados en la Basílica de la Macarena”. Todo de forma unánime excepto el punto de sacar a Queipo de la Macarena, un punto que ha contado con la oposición del PP y la abstención de Ciudadanos.
La declaración institucional llega tras una moción con motivo del 80 aniversario del alzamiento golpista contra la II República que, con su fracaso, provocó la guerra civil española. Una propuesta que ha sido aprobada de forma unánime por todos los partidos con representación local: PP, PSOE (que gobierna en solitario y en minoría), Participa Sevilla, Ciudadanos e IU, proponentes del acuerdo. Excepto en la cuestión exhumatoria de Queipo de Llano.
“No podemos enterrar en el olvido a quienes padecieron la barbarie fascista, a los miles de hombres y mujeres que fueron asesinados por defender sus ideales de democracia, justicia y libertad”, dice la declaración institucional. Un manifiesto que pide la necesidad de “que se respete y se dé un tratamiento digno a los lugares donde reposan los restos de miles de víctimas del genocidio y la posterior represión franquista”.
Queipo, enterrado donde su familia quiere, según el PP
La concejal de IU, Eva Oliva, pide tratar la memoria democrática “sin tapujos y sin ser maquillada”. El régimen franquista “contó su versión de la historia y condenó al olvido las violaciones de derechos humanos”, sostiene. España es, como ha recordado Oliva, el segundo lugar del mundo con más desaparecidos, tras Camboya.
El concejal de C's, Javier Moyano, valora por su parte que se pueda seguir trabajando en la dignificación de las personas tras lo sucedido en el país. Mientras, la edil de Participa Sevilla, Cristina Honorato, ha relatado el “desgarrador periodo de la historia” a través de la lectura de los testimonios de dos personas del movimiento memorialista.
La responsable municipal de Educación, Participación Ciudadana y Edificios Municipales de Sevilla, Adela Castaño, ha recordado que el Ayuntamiento está trabajando en la mesa de Memoria Histórica. El Consistorio busca, en ese foro, la participación ciudadana y de los expertos desde “el consenso, el diálogo y el entendimiento, buscando la verdad, la justicia y la reparación”. Así, junto al cambio de nombre de las calles, se abordará la señalización de las fosas del cementerio y su análisis. “Es de justicia que los familiares sepan donde está su familia, que los puedan enterrar con dignidad”, concluye.
La moción ha sido aprobada de forma unánime en todos los puntos, salvo el relativo a sacar de la Basílica de la Macarena los restos de Queipo de Llano, un punto en el que C's se ha abstenido y el PP ha votado en contra. El portavoz adjunto del PP, Gregorio Serrano, ha señalado que “cualquiera que lea la biografía de Queipo de Llano no puede más que repudiarlo”. “Traicionó a su rey, a la República y al propio Franco”, añade.
Entienden los populares, sin embargo, que el exgeneral está muerto y enterrado “donde su familia y su hermandad han determinado”. “Nosotros no somos nadie como Ayuntamiento para mostrar nuestro rechazo a lo que diga su hermandad y su familia, que quieren que esté allí, igual que hay multitud de familias que tienen a sus familias en fosas comunes y que están deseando poder enterrarlos con dignidad”, ha dicho.
El estallido “militar fascista” acabó, “tras tres años de cruenta guerra civil, con el legítimo Gobierno instaurado por las urnas y dio paso a casi cuatro décadas de una brutal dictadura encarnada en la figura de Francisco Franco”.
Reconocer “el pasado negro de nuestra historia”
El régimen franquista, continúa el texto, en ese periodo “impuso una historia oficial que ocultó las cifras de la represión y condenó al olvido los hechos acontecidos y las violaciones de derechos humanos cometidas contra la población civil”. De ahí, “mientras no se afronte la recuperación de la memoria histórica y la rehabilitación moral y jurídica de expresos, guerrilleros, represaliados, exiliados y enterrados clandestinamente, no existirá en nuestro país una democracia plena”.
La moción aprobada por unanimidad del plenario sevillano reconoce “el pasado negro de nuestra historia” y tiende a garantizar “tres derechos universales como son la verdad, la justicia y la reparación de las víctimas”. En España, prosigue la exposición de motivos, “aún permanecen zonas de olvido y continúan conservando su validez los procesos ante los tribunales militares franquistas por los que fueron perseguidas y condenadas las personas demócratas que no sólo resistieron legítimamente el golpe de Estado, sino que fueron víctimas de las atrocidades de la dictadura”.
1. Nuestra más firme condena al golpe de Estado militar llevado a cabo el 18 de julio de 1936, que en la ciudad de Sevilla se cobró la vida de miles de personas, siendo imposible todavía hoy, transcurridos 80 años, reconstruir las cifras y los nombres de las víctimas.
2. Nuestro compromiso con la dignificación de la memoria de todas las personas que murieron en Sevilla como consecuencia de esta sublevación militar golpista y la posterior represión franquista.
3. Nuestro reconocimiento a las y los milicianos republicanos que dieron su vida luchando por la libertad y la democracia y, de forma muy especial, a las columnas de mineros procedentes de Huelva que vinieron a Sevilla a combatir a los golpistas y a defender a la República.
4. Nuestro repudio al general genocida Queipo de Llano, que ordenó fusilar a cientos de ciudadanos junto a la muralla de la Macarena, y nuestro rechazo más absoluto a que los restos de este militar golpista continúen enterrados en la Basílica de la Macarena, al constituir esto una clara ofensa para los familiares de las víctimas del franquismo y para el conjunto de los y las demócratas.