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Las lluvias de la semana pasada en Sevilla han dado un respiro de al menos cuatro meses, de ahí que la decisión de bajar la presión del agua por la noche a partir de Semana Santa (anunciada por el propio alcalde, José Luis Sanz) se retrase ahora y no entrará en vigor antes del verano. Así lo ha decidido este miércoles Emasesa, la empresa metropolitana de aguas, que ha puesto en marcha el proceso para esta reducción de presión nocturna, que tendrá lugar entre las 00.00 y las 6.00 horas.
La empresa ha activado la Mesa de la Sequía para “hacer frente” a la situación de emergencia como consecuencia de la bajada de las reservas en los pantanos. En esta línea, la Comisión Ejecutiva de Emasesa ha aprobado “nuevas medidas”, entre las que se encuentran la creación de la citada Mesa de la Sequía y el plan de reducción de la presión nocturna “no antes del verano”. En todo caso, serán “medidas sujetas a cambio” en función de la evolución de las reservas de agua.
El delegado de Urbanismo y Medio Ambiente y consejero de Emasesa, Juan de la Rosa (PP), ha detallado el Plan de Emergencia por Sequía de Emasesa, autorizado por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir. “Con los datos actuales de lluvias y aportaciones de agua en los embalses, previsiblemente, no se bajará la presión antes del verano. La materialización del plan se determinará en función de la evolución de las reservas, y será determinada por el comité de la sequía”, ha sostenido De la Rosa, quien ha insistido en que “son medidas sujetas a cambio en función de la evolución de las reservas de agua”.
Aprobación previa del consejo de administración
Una vez que se ha abordado en la comisión ejecutiva, posteriormente, será llevado al consejo de administración, para su aprobación. La horquilla de reducción de presiones será “entre 0,5 y dos metros de columna de agua, e inicialmente se realizará en horario de 00.00 a 6.00 horas, volviendo al actual régimen de presiones entre las 6.00 y las 00.00 horas”. De la reducción de la presión “se informará previamente a la ciudadanía y a los principales agentes afectados”.
De la Rosa ha explicado que “si bien las precipitaciones de la semana pasada aportaron a los embalses 45 hectómetros cúbicos, esta cifra no deja de ser un balón de oxígeno que suma cuatro meses más a la disponibilidad de agua en los pantanos, pero no logran sacarnos de la situación de emergencia por escasez. Es por ello que Emasesa continúa con la planificación prevista”.
Los embalses que abastecen a Sevilla y parte de su área metropolitana (1,1 millones de personas) disponen en la actualidad de 251 hectómetros cúbicos, lo que implica que están al 39% de su capacidad total. A esto hay que añadir que, gracias a las campañas de concienciación, a las inversiones, a la reducción de fugas y a la colaboración ciudadana, “se ha logrado reducir el consumo diario por habitante de los 176 litros de 1991 a los 105 litros actuales”.
“De forma progresiva”
El delegado municipal responsable de Emasesa ha añadido que “el plan de reducción de presiones nocturnas se plantea como actuación complementaria para seguir aumentando la capacidad de ahorro, y para estimular el cumplimiento de las medidas recogidas en los bandos. Se realizará de forma progresiva y controlada, de manera que se puedan alcanzar los objetivos minimizando las incidencias en el suministro”.
La Mesa de la Sequía es un órgano constituido por los principales agentes institucionales y sociales implicados en la gestión del abastecimiento. Hasta el momento, sus funciones han sido desempeñadas por otros elementos de participación, como el Observatorio del Agua, la Comisión Permanente de Sequía de la CHG y la Mesa de Coordinación Emasesa-Aljarafesa. Sin embargo, alcanzado el estado de emergencia como es el caso “parece oportuno cumplir más explícitamente las determinaciones del Plan de Emergencia y, por ello, proceder a la creación efectiva de dicha mesa de seguimiento de la sequía, como órgano de asesoramiento y participación”, ha defendido el Ayuntamiento.
De esta forma, Emasesa “fomentará la transparencia y comunicación” entre todos los agentes que pudieran verse afectados por la situación de escasez, así como por la implantación de las medidas acordadas por el comité de sequía. Se fijará un marco de difusión y participación específico para alcanzar el máximo consenso en la implantación de estas medidas.