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Objetivo: celebrar el centenario de la Exposición Iberoamericana de 1929 a lo grande y que eso sirva para impulsar el crecimiento de Sevilla. Para ello, se pretende iniciar un camino con la vista puesta en los próximos cinco años, en los que además habrá dos etapas volantes en forma de más efemérides, la primera en 2026 con el 500 aniversario de la boda de Carlos V e Isabel de Portugal en el Alcázar hispalense, y la segunda un año después con el centenario de la Generación del 27, cuyo acto fundacional se vivió en el Ateneo sevillano. La idea es que estos tres hitos sirvan como excusa para relanzar a la ciudad, aprovechando las “oportunidades de crecimiento y avance” que pueden aportar.
La afirmación se recoge en la propuesta que ha aprobado el pleno del Ayuntamiento de Sevilla, en la que también se postula que con el centenario de la Expo del 29 la capital “se mostrará al mundo como una ciudad de historia y tradiciones, al mismo tiempo que moderna, abierta y futuro”. Las palabras parecen más propias de otros tiempos, aunque en definitiva lo que se persigue tampoco es nuevo: consiste en tener un argumento para atraer inversiones, buscar mecenazgos e implicar a otras administraciones en la mejora de la urbe.
El motor principal será la celebración de los cien años de la Exposición de 1929, y para ello ya se ha tomado la primera decisión verdaderamente ejecutiva: la comisaria será Amparo Graciani, catedrática de la Universidad de Sevilla que ha dedicado buena parte de su labor investigadora a este evento. Es una figura de prestigio y que no levanta astillas políticas, con un reconocimiento social traducido en que recibió la medalla de la ciudad en 2022 y la Bandera de Andalucía de las Ciencias Sociales y las Letras en 2023.
El consenso que puede generar el perfil de Graciani no es precisamente el que se ha vivido en la sesión plenaria de este jueves en la que no se ha aprobado formalmente su nombramiento (el nombre lo ha desvelado el alcalde, José Luis Sanz, sobre la marcha), sino crear el Comisariado de Sevilla 2029 y un par de consejos paralelos, uno político y otro social. Los partidos de izquierda (PSOE y Podemos-IU) han coincidido en que el gobierno local del PP les pide “un cheque en blanco” para los próximos cinco años con estos fastos, lamentando la falta de información, concreción y participación.
“Pistoletazo de salida”
Sanz lo ha excusado en que estamos ante el “pistoletazo de salida”, y que si la oposición considera que estamos ante una “propuesta light” en realidad es porque “está abierta a todas las aportaciones” para que “todas las sensibilidades estén en este proyecto”. “Tenemos que aprovechar el tiempo”, ha subrayado, con la mente puesta en que Sevilla asuma una posición de “liderazgo en Iberoamérica”. Y no sólo eso, porque la idea es que –tal y como recoge el acuerdo plenario– la ciudad se consolide como “la gran capital cultural de Europa” a la vez que conserva y recupera el legado urbano y arquitectónico de la Exposición del 29.
La propuesta ha salido adelante gracias a los votos afirmativos de PP y Vox, mientras que PSOE y Podemos-IU han optado por la abstención. La portavoz de la coalición de izquierdas, Susana Hornillo (Podemos), ha reconocido que esta cascada de eventos supone una “oportunidad histórica” para mejorar Sevilla, pero a la vez ha lamentado la “falta de consenso en algo tan trascendente”. De paso, ha fijado como requisito imprescindible que haya más participación social, para que los colectivos ciudadanos participen en este singular rediseño de la ciudad.
El portavoz socialista y exalcalde, Antonio Muñoz, ha utilizado un tono mucho más duro, criticando que les pide “un acto de fe” un gobierno local que “no tiene credibilidad ni confianza”. “Si esto es un proyecto de ciudad requiere trabajarlo de otra manera, parece que le da grima la negociación”, le ha reprochado a Sanz, al que le ha recordado que no tiene mayoría absoluta y pese a ello rebosa “soberbia”.
El entusiasmo de Vox
“Entienden que Sevilla ha nacido cuando ustedes están gobernando, dividen la historia en antes y después de Sanz”, le ha echado en cara. El regidor se ha limitado a lamentar el tono de Muñoz, criticar su gestión (“usted vendía mucho humo pero no hizo nada”) y augurar que no será el candidato socialista en las próximas elecciones municipales.
Vox, por su parte, está encantado con el proyecto. La principal exigencia de su portavoz, Cristina Peláez, es que haya “actos conmemorativos de calidad”, no como los que celebraron el quinto centenario de la primera vuelta al mundo. Como la Expo del 29 tuvo el carácter de iberoamericana, lo ven como la mejor ocasión para celebrar la “gesta histórica” del descubrimiento y conquista de América, poniendo sobre la mesa “la importancia de Sevilla en la historia de la hispanidad”. Eso sí, ya advierte de que lo que hay que hacer es una “puesta en valor del mundo hispánico”, así que nada de incorporar al proyecto a voces “hispanófobas e indigenistas radicales”.
Con todo ello, se dan los primeros pasos para una iniciativa que se plantea como “plural y sin signos políticos”. Es “un proyecto de ciudad” con unas metas cuanto menos ambiciosas: afianzar la capital como referente con Iberoamérica, impulsar el crecimiento de Sevilla, mejorar sus infraestructuras y barrios... Para ello, se pedirá a todas las administraciones que arrimen el hombro y, por lo pronto, se le va a pedir al Gobierno de España que reconozca este centenario como acontecimiento de excepcional interés público, que vendría con incentivos fiscales bajo el brazo.