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Opinión - ¿Misiles para qué? Por José Enrique de Ayala

Cruzada antitabaco en Sevilla contra cientos de bares por crear zonas de fumadores

Sevilla fue pionera a la hora de restringir el consumo de tabaco en espacios públicos: una bula del Papa Urbano VIII penaba el hábito de fumar con la excomunión después de que el archidiácono de Écija, Francisco de Quesada, pusiera en conocimiento de Roma la generalización de su consumo. Híspalis se había convertido en el principal puerto comercial, también de la hebra americana, tras el descubrimiento del Nuevo Mundo. Años antes, en 1620, había visto la luz la primera fábrica de tabaco en Europa a orillas del Guadalquivir. Ahora, 400 años después, la organización Nofumadores.org, quiere que se cumpla la ley antitabaco de 2010, que amplió y consolidó la anterior, de 2005, y ha denunciado ante la Consejería de Salud el supuesto incumplimiento de la norma por parte de cientos de negocios de hostelería, de Sevilla y de Andalucía, que cierran o semicierran sus terrazas para permitir fumar.

“Se nos ha informado que la mala costumbre de tomar por la boca y las narices la hierba vulgarmente denominada tabaco se halla totalmente extendida en muchas diócesis”, decía aquel papa. Si cambiamos 'diócesis' por 'terrazas cerradas durante el invierno' nos encontramos con la base de las denuncias de esta organización, que ha iniciado una cruzada contra los bares que permiten el hábito en sus establecimientos creando zonas de fumadores, especialmente cerrando sus terrazas.

Aquella primera 'ley antitabaco', levantada un siglo después por Benedicto XIII, tuvo de alguna forma continuidad hace unos años cuando España, siguiendo la movilización de la OMS para prevenir y controlar el uso del tabaco dados sus nefastos efectos para la salud pública, aprobó no sin polémica la Ley 28/2005, modificada luego con la Ley 42/2010. “En el ámbito de la hostelería, se entiende por espacio al aire libre todo espacio no cubierto o todo espacio que estando cubierto esté rodeado lateralmente por un máximo de dos paredes, muros o paramentos”, dice concretamente esta última norma.

Pues bien, la organización ha presentado ya más de 200 denuncias en la provincia de Sevilla durante el mes de marzo contra establecimientos hosteleros. El “fraude” alcanza a miles de establecimientos en toda Andalucía, ha señalado Raquel Fernández Megina, presidenta de Nofumadores.org, y consiste en la instalación de terrazas cerradas o semicerradas convertidas en zonas de fumadores. Las denuncias, presentadas ante la Consejería de Salud, han sido recibidas por la Delegación de Sevilla y “se cursará inspección a los locales denunciados para ver si cumplen normativa y actuar en consecuencia”, señalan en este sentido fuentes de la Junta de Andalucía.

Las denuncias por permitir fumar en este tipo de terrazas se han interpuesto de momento en poblaciones como Dos Hermanas, Utrera, Mairena del Aljarafe, Coria del Río y La Puebla del Río, entre otras. “No estamos sino llamando la atención de la ciudadanía y de las administraciones competentes sobre un problema que va mucho más allá de estas denuncias”, indica la presidenta de la asociación, que detalla que “la sensación de impunidad de los hosteleros es tal que se han instalado nuevos tipos de fraude, como el retranqueo del umbral de la fachada del establecimiento, creando una zona de fumadores permanente e ilegal”.

Según Nofumadores.org, la “inacción” de las administraciones ante el incumplimiento de los hosteleros desleales se está cobrando un precio muy alto: el número de fumadores en Sevilla y Andalucía ha aumentado, volviendo a cifras de 2005, justo el año de la primera Ley del Tabaco“. ”Cada día comienzan a fumar en Andalucía 50 niños con una edad media de 13,5 años debido a la relajación en el cumplimiento de la ley“, añaden.

El consumo de tabaco es la primera causa de enfermedad y muerte evitable en España. Las autoridades sanitarias han informado recientemente de que el número de fallecidos en España este año por causa directa del consumo de tabaco es de 52.000, una cifra muy superior a los 1.200 fallecidos por ejemplo en accidentes de tráfico en 2018. El número de personas con secuelas de por vida y el costo a la seguridad social es incalculable, apunta la organización.

Los expertos sostienen que la responsabilidad principal de esa situación se debe al inclumplimiento generalizado de la legislación vigente contra el tabaquismo en el sector de la hostelería principalmente, junto con la inacción y pasividad de las administraciones públicas en perseguir las infracciones y en promover campañas de concienciación. “Desde la promulgación de la ley las autoridades no han hecho prácticamente nada y es difícil hacerlo peor”, apuntan.

“Es intolerable que la Junta de Andalucía y los ayuntamientos permitan este fraude continuado a diario”, señala Fernández Megina, que insta a la Policía Local a actuar de oficio pues “tiene la potestad para ello”, al tiempo que anima a los ciudadanos a “no quedarse de brazos cruzados” y denunciar estos incumplimientos ante la Policía o ante la propia asociación. Estas “infracciones graves” contra la salud pública conllevan sanciones de entre 6.000 y 600.000 euros, pero “el fraude se ha establecido por culpa de la dejadez de los organismos competentes”.

Bordeando la normativa

Tanto las administraciones locales como las autonómicas están haciendo dejación de sus funciones y, por tanto, son también responsables de este atentado contra la salud pública en favor de la industria tabaquera, argumenta la asociación. La Consejería de Salud señala al respecto que desde la entrada en vigor de la ley de 2010 y hasta diciembre de 2018, se han realizado cerca de 600.000 controles en establecimientos donde se ha comprobado el cumplimiento de la Ley. En el 2018, fueron más de 90.000 actuaciones, sin que las fuentes puedan distinguir cuántos de esos controles corresponden a terrazas. “El grado de cumplimiento de la normativa se mantiene estable en estos años. Así, en 2010, el porcentaje de cumplimiento se elevaba al 94,29% y, en 2018, se mantiene en el 97,79%”, añaden.

En el caso de las terrazas la Consejería reconoce que “la situación es compleja y hay un debate abierto a nivel nacional por parte de las distintas administraciones implicadas para garantizar el cumplimiento de la Ley.” “Actualmente, en muchos establecimientos se está bordeando la normativa ante la falta de concreción e cuestiones sobre cómo deben ser los paramentos o qué obligaciones tienen los establecimientos respecto a paramentos portátiles”, apuntan las fuentes.

En este sentido, la Junta considera “necesaria una mayor información tanto a usuarios como a responsables de establecimientos públicos para lograr cumplir con el objetivo de la Ley, que no es otro que avanzar en la protección de la salud de los ciudadanos mediante la prohibición de fumar en lugares públicos y potenciar la deshabituación del tabaco, así como seguir avanzando en la protección de los colectivos especialmente beneficiados: los menores y los trabajadores del sector de la hostelería”.

En ese sentido, fuentes del Ayuntamiento de Sevilla, a quien la organización exige un plan municipal informativo y de sanciones en terrazas y mediante inspecciones periódicas en establecimientos, señala que no tiene competencias a la hora de sancionar por el consumo de tabaco pero sí destaca que el tipo de toldos verticales a los que alude la organización “no son autorizables”, ya que el artículo 11 de la ordenanza reguladora de terrazas de veladores establece que “en ningún tipo de instalación, ya sea enrollable la fachada o aislada de la misma, se podrá disponer de elementos verticales que puedan hacer de cortavientos en todo su perímetro”.

Por este motivo, se encuentran en tramitación numerosos expedientes disciplinarios por la instalación de toldos exentos, como elementos de sombra de la terraza de veladores, sin licencia así como por la instalación de toldos verticales, algunos incluso anclados al pavimento. Se tramitan a través de Policía Local y la Gerencia de Urbanismo.

A juicio de Nofumadores.org, este tipo de terrazas es “solo la punta del iceberg de un fraude más amplio, que incluye bingos, establecimientos de apuestas y determinados negocios hosteleros que han vuelto a llevar el humo al interior”. En ese sentido se trata de un tipo de fraude “muy frecuente” como permitir fumar en interiores, por ejemplo en reservados, o en salas de fiestas, salas de juegos y bingos. “Es ya una costumbre extendida que al final de celebraciones como bautizos, comuniones o bodas, los establecimientos de celebraciones permitan fumar en el interior del local en la fiesta posterior a la comida”, denuncian.

“Hemos comprobado la presencia muy frecuente de niños o incluso bebés recién nacidos en todas estas situaciones. Esto es algo muy grave, porque no se está protegiendo el derecho de los menores a la salud, y la exposición al humo del tabaco en estas edades puede producir graves alteraciones del desarrollo y secuelas de por vida”. Otra modalidad de fraude “y que va al alza” es “permitir fumar tabaco en interiores y espacios cerrados en cachimbas y otro dispositivos, lo cual también está prohibido por la ley”.