Los sindicatos le exigen al Ayuntamiento de Sevilla un compromiso por escrito de que no colaborará con antiabortistas

Cristina Peláez, portavoz municipal de Vox (izquierda), en un acto provida de su partido.

Antonio Morente

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La interpretación de un punto en una moción presentada por Vox en el pleno del Ayuntamiento de Sevilla, y respaldada por el PP, ha disparado la alarma en bloque de todas las secciones sindicales municipales, que han exigido al gobierno local de José Luis Sanz un compromiso por escrito de que no va a colaborar con entidades o activistas antiabortistas. Su temor es que les abra la puerta de los Centros Integrales de Atención a la Mujer (CIAM) para que den asesoramiento a embarazadas con pocos recursos, algo que los populares niegan tajantemente y defienden que lo que van a hacer es una guía para orientar a estar mujeres dónde pueden obtener ayuda.

La propuesta que Vox (por medio de su portavoz, Cristina Peláez) llevó al pleno se desgranaba en cuatro puntos, y el de la polémica era el segundo, que salió adelante con el apoyo del PP y el 'no' de PSOE y Podemos-IU. En concreto, y de manera literal, el punto recoge lo siguiente: “Contar en estas oficinas con la colaboración de voluntarios de entidades de reconocida trayectoria en el apoyo a la mujer embarazada que deseen aportar su amplia experiencia en la ayuda en este campo, que ayuden a coordinar la elaboración de un programa de información para dar soluciones de alimentación, de ropa de bebé y/o premamá, equipamientos tipo carritos y cunas, etc.”.

La oficina a la que hace referencia el texto son unas unidades de Apoyo y Ayuda a la Mujer Embarazada, dependiente del Servicio de la Mujer, que se ubicarían en los CIAM y cuya creación se solicitaba en el primer punto de la moción. Esta opción fue rechazada con el voto en contra de los dos partidos de izquierda y la abstención del PP.

¿Militantes provida?

Del texto que ha disparado las suspicacias (hubo otros dos puntos que se aprobaron con el 'sí' del PP y la abstención de PSOE y Podemos-IU), los sindicatos y también el PSOE se quedan con la primera parte de la frase, mientras que el gobierno local se agarra a la segunda. Para las organizaciones, eso de “voluntarios de entidades de reconocida trayectoria en el apoyo a la mujer embarazada” es poco menos que blanco y en botella, porque teniendo en cuenta que la propuesta es de Vox no les quedan dudas de que hablamos de militantes provida como los que se apostan ante las clínicas de interrupción del embarazo para amedrentar a las mujeres que entran.

Una interpretación en esta línea ha llevado incluso a elaborar un manifiesto en contra por parte de profesionales de la psicología, algunos especializados en trauma, “para expresar nuestro rechazo y preocupación ante tal propuesta”. En su exposición, consideran “fundamental” que las personas que atiendan a usuarias de los CIAM “estén formadas y preparadas y ejerzan esta profesión sin emitir juicio alguno”.

Una guía de recursos

El PP, por su parte, ha explicado por medio de la delegada de Educación, Familia, Igualdad, Juventud y Asociaciones, Blanca Gastalver, que se ha hecho una lectura “equivocada” de la propuesta, y que la clave está en la segunda parte de la frase. En su caso, la traducen en que, a la hora de la verdad, van a contar con “la colaboración de voluntarios de asociaciones, fundaciones y hermandades” que desde hace años realizan trabajos de apoyo a la mujer embarazada que no cuenta con recursos económicos. ¿El objetivo? “Elaborar una guía que facilite la búsqueda de recursos tales como carros, cunas, alimentos y ropa de premamá y de bebé”, según la concejal, que además niega que vaya a haber voluntarios que asesoren a las embarazadas en los CIAM.

Lo cierto es que tras el pleno en el que se aprobó la propuesta, las secciones sindicales expresaron su “más profundo malestar” ante lo que traducían como que “organizaciones no lucrativas anti aborto en los CIAM van a elaborar programas de formación dirigidos a las mujeres usuarias”. Por ello, solicitaron una reunión urgente con Gastalver, que días atrás los recibía junto con el delegado de Seguridad Ciudadana, Movilidad y Recursos Humanos, Ignacio Flores, para negarles que esto vaya a suceder.

Los sindicatos traducen esto como que el PP se desmarca de la iniciativa de Vox, aunque –señalan en un comunicado– les resulta “sorprendente que un grupo político vote a favor de una propuesta de estas características «sin querer»”. Así que le toman la palabra a los dos delegados, que se comprometen a “realizar un escrito con la validez suficiente que aclare que esta propuesta no saldrá adelante ya que lo que han apoyado es una cosa diferente”.

“En contra del adoctrinamiento ideológico”

Eso sí, estipulan que para que esta resolución les valga “el escrito debe ser lo suficientemente claro para no originar dudas al respecto”. Por lo pronto, Gastalver ya ha explicado su interpretación de lo que respaldó el PP en una comisión de control al gobierno, en la que insistió en que lo que se aprobó en el pleno no tiene nada que ver con el sentido que se le ha dado. Esto convenció a medias a la concejal del PSOE Mar González, que saludó lo que entendió como una rectificación pero advirtió que “si siguen adelante se encontrarán con nosotros de frente” y también con el movimiento feminista, que “se les va a enfrentar en la calle”.

Los sindicatos, por su parte, ponen el acento en que la hipotética entrada de voluntarios en los CIAM supondría una falta de respeto a los trabajadores de estos centros y a los de los servicios sociales municipales, “que actúan con total profesionalidad en sus intervenciones con mujeres vulnerables”. De paso, también implicaría poner en riesgo “la necesaria intimidad y seguridad que se debe proporcionar en estos espacios”, por lo que ratifican su compromiso “en contra del adoctrinamiento ideológico dentro de los espacios públicos”.

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