Pastora le ha dado un beso al hueso que acaba de extraer de la tierra. “No sé si es mi abuelo, como si lo fuera, merece el mismo respeto”. Alrededor hay más esqueletos de personas asesinadas. Uno tiene una suerte de hatillo con una cuchara, un mechero, una navaja, un proyectil de Mauser y un penique británico. Los trabajos arqueológicos ya han localizado, por ahora, cinco fosas y doce víctimas del franquismo en el cementerio de Alcalá del Río (Sevilla).
El abuelo de Pastora Aldana, Baldomero González, era el alcalde socialista de Villaverde del Río cuando los fascistas acabaron con su vida a tiros. Junto a él cayeron otras 12 personas más. La fecha de los asesinatos deja marcado a sangre en el calendario el 22 de agosto de 1936.
La nieta de Baldomero vive la jornada con gran emoción tras la deferencia del equipo arqueológico: dejan que ella saque el primer resto óseo exhumado de las fosas. Y recuerda los episodios vividos.
“Un grupo de socialistas, encabezados por mi abuelo, se opuso al intento de la quema de la iglesia”, cuenta Pastora. Porque en el pueblo “no hubo guerra ni víctimas de derechas”, expone. “No pasó nada”, continúa. Pero sí hubo después una dura represión de los golpistas, que acabaron matando a 24 vecinos de Villaverde.
La masacre sucedió en una provincia con unas 14.000 víctimas del franquismo. Y en la región más castigada por la represión del fascismo español: Andalucía suma al menos 45.566 desaparecidos en 708 fosas comunes, más que las dictaduras de Argentina y Chile juntas.
La matanza incluye a los 13 ejecutados aquel día de verano en mitad del terror caliente del genocidio fundacional del franquismo. Los rebeldes, levantados en armas contra la democracia, enfilaron a aquellos militantes.
También a Manuel, hermano del alcalde socialista. Su hijo, Juan José (85 años), lo recuerda a pie de fosa. “Solo me contaban cosas buenas de él y que lo mataron por el simple hecho de ser socialista… si no hicieron nada en el pueblo”, lamenta.
“En mi casa solo he visto llanto”
“Yo en mi casa lo único que he visto ha sido llanto, de hablar nada, llorar y flojito, ese es el recuerdo que tengo, de ver a mi madre y mis hermanas llorando”, cuenta Juan José González. Ahora espera que alguno de los cuerpos localizados, sea el de su padre. A unos metros el equipo arqueológico se afana en las exhumaciones.
Porque las diversas catas arqueológicas han dado resultado. “Han aparecido tres fosas diferentes con distintos conjuntos de personas, en una tenemos cuatro individuos masculinos, en otra un cuerpo que parece femenino y a continuación otra con tres más”, explica la arqueóloga Elisabet Conlin a eldiario.es Andalucía. Luego han encontrado dos tumbas más con dos víctimas en cada una.
Se trata de unos trabajos aprobados en la anterior legislatura por la extinta Dirección General de Memoria Democrática de la Junta de Andalucía. Hasta la fecha, el nuevo Gobierno de PP y Ciudadanos no ha aprobado la apertura de nuevas fosas comunes del franquismo en suelo andaluz.
El proyecto de actuación quedó aprobado por el Comité Técnico de Coordinación el 1 de agosto de 2017. El Ayuntamiento de Alcalá del Río está ofreciendo apoyo a las tareas de exhumación con la colaboración del Consistorio de Villaverde del Río y “familiares de las víctimas”, subraya en un comunicado.
El propio alcalde de Alcalá del Río, Antonio Campos, sigue a pie de fosa los trabajos del equipo de arqueólogos. Las “acciones” en el camposanto alcalareño “responden tanto al deseo de reparación de la memoria personal como al cumplimiento legislativo, atendiendo del mismo modo a las demandas de los ciudadanos”.
El “curioso” utillaje de una víctima
Ocho víctimas recuperadas, con evidencias de muerte violenta. Como “restos de bala alojados en una pierna, varios huesos largos que están fragmentados o astillados por bala, una mandíbula también… de momento todos tienen indicios de violencia”, apunta Conlin.
Con un hallazgo inusual. “Junto a una persona han aparecido una serie de objetos personales curiosos, como una bolsita o algo así donde iba una cuchara, una navaja, un mechero, un penique inglés, del rey Jorge V, y un casquillo de un rifle”, enumera.
Y la posibilidad de continuar los trabajos. “La petición es de familiares de Villaverde, que en principio tienen aquí a 13 víctimas, pero también hay constancia de que hay siete personas de Cantillana, dos de La Rinconada, una de Castilblanco de los Arroyos y otra de Burguillos”, describe la arqueóloga. “Es posible que vamos a ampliar ahí debajo de unos nichos que se van a tirar pronto, quizás en un futuro próximo se amplíe la intervención”, espera:
“Yo estoy aquí por mi abuelo, su hermano, su cuñado y otros familiares”, recuerda Pastora Aldana. Muchos formaron parte de aquel grupo “que se opuso a la quema de la iglesia” del pueblo “Cuentan que los que vinieron eran de Brenes y La Rinconada y que cuando mi abuelo se enteró, reunió a otros compañeros socialistas y se pusieron en el porche de la iglesia, que da frente al Ayuntamiento, razonándoles que en Villaverde no se quemaba, y los convencieron”.
Sin guerra “ni víctimas de derechas”
Porque en el pueblo, recuerda, “no hubo guerra, ni levantamiento de nada, ni víctimas de derechas”. Y “todo eso”, continúa, “demuestra las grandes personas que eran”. Los golpistas, en cambio, “los tuvieron detenidos desde el 26 de julio al 22 de agosto del 36 que los subieron a una camioneta y los llevaron a Alcalá del Río, lo sabemos por testigos directos, y los fusilaron en la tapia del cementerio”.
“Eso dicen, que vinieron a quemar la iglesia y que uno que venía en bicicleta se adelantó y avisó al hermano de mi padre, que era el alcalde, y que se reunió con los socialistas y evitaron que se quemara la iglesia”, corrobora Juan José, asomado a los recuerdos de infancia.
“Mi padre era cabrero, vendía en Sevilla la lecha y los chivos que salían”, atina. “Mi madre no quería ni hablar del miedo que tenía, mataban al que trincaran. Cuando yo preguntaba se liaban a llorar, y de casi todo lo que me he enterado ha sido por fuera de mi casa”.
El niño Juan José conserva un tesoro en su memoria íntima: “me llevaba en hombros y me ponía un pie a cada lado y yo agarrado a los pelos y me cogía así por lo alto”, dice, alzando los brazos al cielo.
La “satisfacción” de entidades memorialistas
“Satisfacción por el inicio de la exhumación de la fosa común del cementerio de Alcalá del Río”, subraya en una nota la Asociación Comarcal Pro Memoria Democrática Vega Media del Guadalquivir. El colectivo, que ha colaborado en el proceso, señala la pertinencia de la iniciativa “tal como habían solicitado de forma reiterada los familiares de las víctimas de la represión militar de Villaverde del Río”.
“En esta fosa común se produjeron en 1936 enterramientos de personas de Villaverde del Río y Cantillana, así como posiblemente de otras localidades”, apuntan. “Según los datos de las investigaciones realizadas”, continúan, “consideramos que puede albergar los restos mortales de 23 ó 25 hombres y una mujer”.
Una representación del colectivo –que presentó en 2018 una petición al Ayuntamiento de Alcalá del Río para “estar presente como Asociación en todo el proceso exhumatorio”– ha visitado el lugar donde se desarrolla “la segunda exhumación que se realiza en la comarca”. La anterior fue en Villaverde “y confiemos que no será la última”, indica la asociación memorialista de la Vega Media.
Continuar la búsqueda de las víctimas del franquismo significa atender “la recomendación del relator de la ONU y el espíritu de la ley memorialista actualmente vigente en Andalucía”, apuntan. Además, explican, se trata de “darle el tratamiento justo y digno que se merecen todas las personas asesinadas en una represión brutal y perfectamente organizada por parte de los militares golpistas que se sublevaron contra el orden constitucional y democrático de la Segunda República”.