Los 70 millones de euros que Estados Unidos factura a las empresas andaluzas, sevillanas esencialmente, que le envían aceitunas negras de mesa peligran seriamente desde este martes. Hasta un 34,75 %, una cantidad insostenible para el sector por mucho producto que se meta en el mercado norteamericano. Y es que es un arancel que el cliente paga en la aduana antes de recoger el producto. El tiempo que aguantará, parece ya escaso.
Hasta ahora, las empresas tenían que asumir una tasa preliminar impuesta, de forma cautelar -calculado a partir de las subvenciones que presuntamente han recibido- del 2,31 % para Aceitunas Guadalquivir; 2,47 para Agro Sevilla; del 7,24 por ciento para Ángel Camacho; las tres empresas sevillanas que han sido investigadas, mientras al resto les afectaba una cantidad media del 4,47 %. Ahora, todo aumenta hasta una cifra mis difícil de sostener.
Con todo, poco después de las 19.00 horas de este martes se sabía oficialmente que el departamento de Comercio de Estados Unidos adoptaba la decisión de aumentar los aranceles de entrada en su territorio de aceituna negra española. Las cifra son demoledoras: las sanciones pasan del 21,60 % provisional en vigor hasta ahora, a un 34,75 %. Es la media ponderada que se saca del aumento que experimentan todas las empresas afectadas. Y es la cantidad que, ahora, tendrá que pagar los clientes para que las aceitunas que compran en España lleguen a los supermercados estadounidenses.
El optimismo relativo que había en el sector hasta ayer, se derrumbó por momentos. Con todo, la Asociación Española de Exportadores e Industriales de Aceitunas de Mesa (Asemesa), ha lamentado la forma en q se pone fin a sus investigaciones antidumping y antisubvenciones contra la aceituna negra de España, ya que son unas resoluciones que no sólo mantienen los aranceles provisionales impuestos en noviembre y enero pasados, sino que los aumentan dramáticamente.
Mientras que el arancel antidumping se aplicará inmediatamente, en cuanto se publique oficialmente, el arancel antisubvención no se aplicará hasta que la ITC (Comisión de Comercio Internacional) -un segundo organismo administrativo- adopte a finales de julio su resolución definitiva en la que determinará si las exportaciones de aceituna negra de España causan daño o son una amenaza para la industria de EEUU.
El secretario general de Asemesa, la patronal del sector, Antonio de Mora, ha reiterado su petición a todas las administraciones, especialmente a la Comisión Europea, “para que defiendan al sector con la misma contundencia que están empleando en los casos del acero y el aluminio porque, además, está en cuestión el modelo de ayudas de la UE a los sectores agrícolas”.
Reacciones políticas
Entre las primeras reacciones políticas, el presidente del PP andaluz, Juanma Moreno pidió a la Junta y Gobierno central una “defensa firme” del sector aceitunero andaluz, diciendo que “es una medida que ”pone en riesgo la economía de miles de familias andaluzas“ y ”espero de Susana Díaz y Pedro Sánchez una defensa firme de nuestra agricultura en Europa“.
A través de su cuenta oficial en Twitter, Moreno decía que el hecho de que Trump “aumente un 60 % los aranceles a la aceituna negra española es una noticia preocupante para el sector olivarero andaluz”.
Por la misma vía, Susana Díaz aseguraba que “la brutal subida de aranceles de Trump a la aceituna negra es intolerable”, tras conocer que los aranceles a este producto aumentan un 60 % para entrar en Estados Unidos, y vaticinaba que dos millones de jornales andaluces peligran “en un sector compuesto por 300 empresas que exporta 70 Millones de euros a Estados Unidos”.
“Esta decisión cuestiona la PAC”, afirma la presidenta andaluza, que ha apelado a la Unión Europea a “defender los intereses de su ciudadanía y empresas”.
En la localidad sevillana de La Roda de Andalucía hay algo más que preocupación. Allí se encuentra Agro Sevilla, la líder mundial del sector. En este pueblo de poco más de 4.000 habitantes hay 270 personas trabajando en la fábrica de sus 450 empleados. Ya cayeron 50 empleos hace un mes por los aranceles provisiones, y ahora puede ser peor.