Una veintena de colegios e institutos de Sevilla se han unido para reclamar al Ayuntamiento que refuerce la plantilla de la biblioteca municipal de su barrio, en el distrito Macarena. La biblioteca Julia Uceda, una de las mas grandes de las 14 que conforman la red municipal, abrió sus puertas en 2011 y lleva prácticamente desde entonces con la sala infantil cerrada por falta de personal.
Ese déficit que denuncian las propias trabajadoras “imposibilita que sea una biblioteca viva, que pueda ser accesible a la población pequeña y grande del barrio y pueda realizar su función de ser un centro de fomento de la lectura y la cultura”, como recoge el escrito que la asociación vecinal Haciendo Barrio ha presentado la tarde de este martes ante el Instituto de la Cultura y las Artes de Sevilla (ICAS), con el respaldo de los consejos escolares y asociaciones de familias del alumnado de 20 centros educativos cercanos.
En la actualidad, la biblioteca cuenta con tres trabajadoras. Una cifra “muy insuficiente” para este centro de 950 metros cuadrados, según traslada la propia plantilla, que ve limitada su capacidad para atender a los usuarios e impulsar su proyecto de convertirla en “un espacio de barrio”. La escasez de recursos humanos es el motivo que aducen las bibliotecarias para explicar por qué una sala infantil “tan bonita” y “bien equipada” lleva más de diez años cerrada a los pequeños del barrio. “Con tres personas es imposible abrirla”, asegura una de ellas, quien recuerda que la de Julia Uceda “está diseñada para que haya 12 trabajadores”.
Desde la asociación Haciendo Barrio, Nadia Harou pone de relieve que la reapertura de la sala infantil de la biblioteca es una de las demandas históricas del vecindario. En 2014, el AMPA del IES Macarena ya remitió un escrito similar a la entonces concejala de Cultura, Educación, Deporte y Juventud. Diez años después, en octubre de 2024, el Ayuntamiento recibió otra petición del AMPA Filigrana del colegio Huerta del Carmen, aprobada por unanimidad en el pleno de la junta municipal del distrito, “debido al interés que despierta en el barrio este problema”, como recuerda Israel Lobato, presidente de la citada asociación de madres y padres del alumnado.
“Es una pena que un barrio infradotado de espacios culturales tenga una sala totalmente dotada de medios y de fondo de libros como la infantil y que esté cerrada por falta de personal”, lamenta este padre, transmitiendo el sentir generalizado de las familias del barrio. En línea similar se expresa Elisabet Padial, presidenta del AMPA del San José Obrero, otro de los colegios firmantes: “La biblioteca Julia Uceda es muy importante porque tiene una sala especializada en la gente joven en un territorio de infancia vulnerable con pocas opciones de acceso a la lectura y la cultura”.
Padial se refiere así al área de influencia que abarca esta biblioteca, próxima a una zona de “especial vulnerabilidad social”, en la que los niños y niñas carecen de “espacios culturales donde desarrollarse”, ya que “en los colegios la oferta es escasa y en sus casas no tienen recursos de fomento de la lectura”. De ahí que el apoyo a esta iniciativa vecinal haya sido “unánime” por parte de los 20 centros educativos colindantes, puesto que “es una necesidad” compartida por todos los agentes del barrio. Este periódico ha preguntado por esta falta de personal al Gobierno municipal sin haber obtenido respuesta hasta el momento.
A esos dos colegios, se han sumado los consejos escolares y asociaciones de familias del alumnado de otros 18 centros educativos cercanos, como los CEIP Huerta Santa Marina, Pedro Garfias, Carmen Benitez o Valdés Leal, así como el IES Cervantes, Llanes y Antonio Machado. Todos ellos han firmado la solicitud formal de la asociación Haciendo Barrio, pidiendo al Ayuntamiento que amplíe el personal de la biblioteca Julia Uceda para garantizar que pueda funcionar como un auténtico “espacio de barrio” al servicio de todos los habitantes de la zona.
Esa es, de hecho, la vocación de las trabajadoras de la biblioteca, que tienen la mirada puesta en “desterrar del imaginario colectivo la idea de biblioteca como una sala de estudio”. “Somos mucho más que eso”, asevera una de las bibliotecarias, que intenta compatibilizar la atención en el mostrador con impulsar proyectos para que la biblioteca se convierta en un “lugar donde generar comunidad” y como “un espacio propio” dentro del barrio y abierto a la ciudadanía.
Un sueño que se ve frustrado por la limitación de la plantilla. En realidad, la falta de personal es “un problema estructural” de la red de bibliotecas municipal, que se agrava en los centros de mayor dimensión como el de Julia Uceda, según el diagnóstico del concejal de Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Sevilla, Ismael Sánchez. Como consecuencia, “se va deteriorando el número de usuarios, las actividades que se pueden prestar en la misma, la vertebración con el barrio”, afirma el edil, recordando “los proyectos con la comunidad educativa y las asociaciones vecinales” que se venían desarrollando.
El concejal de Izquierda Unida achaca el deterioro del papel de la biblioteca como elemento vertebrador de su entorno a que el Gobierno de José Luis Sanz “no apuesta porque la cultura sea un derecho del pueblo”. Por eso, se suma a la reivindicación de las entidades sociales y vecinales del distrito para reclamar que “se apueste porque las bibliotecas sean de verdad espacios de participación ciudadana, de intervención, y pueda la gente disfrutar de la cultura como derecho”, tal y como se perfiló en el último plan estratégico de la red municipal de bibliotecas de Sevilla.
Tras registrar el escrito, la asociación Haciendo Barrio espera que el Ayuntamiento garantice al menos la contratación de dos personas más, “necesarias para poder abrir la sala infantil”. A ojos de las bibliotecarias, que adolecen de un “déficit histórico” y dicen tener “muchas ganas” de poder trabajar en los proyectos que tienen entre manos, contar con cinco trabajadores en plantilla sería “un sueño”, aunque continúen en situación de “precariedad”.
Al menos siendo cinco, podrían compatibilizar la atención en el mostrador en la sala infantil y la de adultos con la organización de talleres, al tiempo que se enfocan en promover actividades culturales para el barrio. Una de las que tienen en mente es “fomentar la poesía de mujeres”, en el marco del centenario del nacimiento de Julia Uceda que se celebra este 2025, la poeta que da nombre a la biblioteca y que el día de su inauguración dijo que “las bibliotecas son lugares difíciles porque representan no solo la cultura, sino también la libertad, y por ello todos los totalitarismos temen al libro y al pensamiento crítico y objetivo”.
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