Virginia Pérez será reelegida el sábado 27 de marzo como presidenta del PP de Sevilla… si no prospera la impugnación que ha anunciado su rival en este proceso, Juan Ávila. Nada más este detalle da cuenta de la virulencia de un combate electoral descarnado, en el que Pérez ha sido proclamada única candidata tras una primera vuelta, celebrada el pasado sábado, en la que cosechó 1.129 votos frente a los 515 de Ávila. Así lo certifica el recuento definitivo ofrecido este lunes, que otorga a Pérez el 68,05% de los votos tras la anulación de las mesas electorales en Carmona, Alcalá de Guadaíra y Lora del Río al registrar 203 votos más que los electores inscritos en el censo. En la conversación, Pérez intenta refutar que ella sea la candidata de la calle Génova (dirección nacional del PP) frente a la opción de la calle San Fernando (dirección regional): “No soy la candidata de nadie”.
¿La ha llamado Juan Ávila para felicitarla?
No.
¿La ha llamado alguien de la ejecutiva regional del PP para felicitarla?
No.
¿La ha llamado alguien de la ejecutiva nacional del PP para felicitarla?
Sí, he hablado con varios miembros de la ejecutiva nacional.
Esto entonces avalaría que usted es la candidata de Génova, ¿no?
Yo no entiendo que esto sea así, yo soy la candidata del PP de Sevilla y lo he dicho ya en otras ocasiones, a mí nadie me ha pedido que me presente a la reelección del cargo. Eso lo anuncié hace unos meses, se lo comenté a gente de mi círculo más cercano, entre ellos Juan Ávila, y se publicó en medios de comunicación. No soy la candidata de nadie, soy la candidata del PP de Sevilla y por supuesto guardo absoluta lealtad a la dirección regional y a la dirección nacional de mi partido.
En esta pugna, usted ha sido Génova y Juan Ávila San Fernando (sede del PP andaluz)...
Es que yo soy de Génova y de San Fernando, yo soy del PP, y soy del PP de Sevilla, del de Andalucía y del nacional, eso es absolutamente incuestionable lo diga quien lo diga.
Pero también es incuestionable que su rival ha tenido el apoyo explícito de miembros destacados de la ejecutiva regional que usted no ha tenido.
Yo he hecho una campaña sin fotos, sin redes, sin exposición pública, y creo que es la mejor campaña que se puede hacer, es una cuestión interna. He hablado con todo el que tenía que hablar y no he pedido el apoyo de ningún miembro ni de la ejecutiva regional ni de la nacional, porque además me hubiese parecido que no habría sido limpio el proceso.
Al tener Juan Ávila este apoyo explícito de la ejecutiva regional, ¿esto deja en mal lugar a Juanma Moreno como presidente del PP en Andalucía? La lectura es que no controla el partido en Sevilla, que su candidato ha perdido.
Yo entiendo que el presidente está gobernando, en una pandemia, en una crisis económica en Andalucía, que está con las vacunaciones, está con la gestión de la educación, de la salud… El presidente no está en esto, y el que quiera meterlo en esto se equivoca. El que quiera meter a Juanma Moreno en esto lo quiere mal y lo quiere poco.
¿La ejecutiva regional ha estado mal aconsejada en este proceso?
Entiendo que las personas que estén al cargo de este proceso podrían haber sido más diligentes.
¿Y en qué se tendría que haber traducido esa diligencia?
En más acuerdos, más diálogo.
¿Teme que ahora se constituya una corriente crítica y que eso debilite al partido?
Eso está prohibido expresamente por los estatutos del PP, ahí lo dejo.
Entonces, ¿entiende que si se constituye esa corriente crítica no va en contra suya sino del partido?
Así es.
¿Teme que Sevilla se convierta en una burbuja dentro del PP de Andalucía?
Sería un error para quien lo quiera enfocar así. Eso lo tienen que decir los demás, pero sería un error.
¿Por qué se ha llegado a este punto? Da la impresión de que había una corriente en su partido que no quería que se presentara a la reelección.
No sé por qué hemos llegado a esta situación, porque como le digo hace muchos meses que comuniqué a mi entorno, y se hizo público, que iba a optar a la reelección. Se lo comuniqué también a la dirección regional, tanto a Loles López como a Elías Bendodo, y a la dirección nacional, y nunca nadie me dijo que no podía optar a la reelección. Tampoco hubiese sido normal que alguien le dijese a una persona si puede optar o no a la reelección de un cargo, eso no me entra en la cabeza. Tenemos unos estatutos y un reglamento, y la democracia va de eso, de que cada uno opta al cargo que entiende que es oportuno.
¿Es usted presidenta gracias al mayor fraude electoral en la historia del PP de Sevilla, como asegura Juan Ávila?
Bajo ningún concepto; es que no ha existido fraude. Es muy complicado además aceptar este tipo de calificaciones por parte de Juan Ávila, que entiendo que está equivocado, y que anuncia eso en la primera comparecencia pública que hace, antes de que se cerrase el censo de electores o de compromisarios, antes incluso de presentar los avales.
¿Teme que el proceso pueda embarrancar desde un punto de vista judicial, que haya motivo de impugnación?
No tengo ningún tipo de género de dudas de que el proceso ha sido conforme a los estatutos y al reglamento del PP, conforme a nuestras normas, así que si alguien se ha sentido en algún momento lesionado en alguno de sus derechos le animo a que acuda tanto a la vía interna del partido como a los órganos ordinarios.
El congreso es el sábado 27, ¿la situación es reconducible todavía, hay margen para llegar con una candidatura de consenso?
Soy una persona de consenso, tengo la mano tendida, lo he hecho siempre. Tuvimos un congreso hace cuatro años que gané por 24 votos, hubo una lista de integración en un comité ejecutivo en el que sólo tenía un voto más que la otra sensibilidad del PP de Sevilla y hemos estado cuatro años en amor y compañía sacando todos los acuerdos prácticamente por unanimidad.
¿Le consta que haya conversaciones entre las direcciones regional y nacional para tratar de ahormar una lista de integración de aquí al sábado?
Yo es que niego la mayor, entiendo que las conversaciones las tienen que tener los candidatos de Sevilla. Esto es un congreso provincial y los acuerdos deben ser de ámbito provincial.
¿Ha tenido alguna conversación en ese sentido?
Sí, he estado hablando con Juan Ávila a lo largo de estas semanas, de hecho teníamos pendiente una reunión a la que yo no asisto porque trasciende un audio con el que me siento tremendamente ofendida y veo una ofensa muy dura hacia mis compañeros y hacia mí, con insultos que entiendo que no se tienen que proferir por muy estresado que uno esté en estas circunstancias.
¿Qué es lo que más le ha dolido de este proceso, qué cicatriz le va a quedar?
Procuro que en política no me quede ningún tipo de cicatriz, relativizo mucho. Creo que esto es política, que los acuerdos están ahí y quienes se exceden en el verbo luego tienen que pedir perdón y dormir con su conciencia. Yo duermo con la mía y le puedo garantizar que duermo muy tranquila, y que gracias a Dios tengo la suerte de no tener cicatrices.
Los que fueron sus compañeros de viaje hace cuatro años la acusan incluso de traición, ¿esperaban que usted fuera una presidenta maleable?
Soy una persona de fuertes convicciones, no soy manejable ni maleable, pero siempre que tomo decisiones lo hago consultando y asumiendo los riesgos de equivocarme. Eso hay gente que a lo mejor no le gusta, pero soy una persona con criterio y confío en é