“Pues sí, pensamos que en vez de tumbar la web del Ministerio de Justicia, era mejor entrar directamente en el cerebro del ministro y bloquearle a él. Al entrar nos dimos cuenta de que no había demasiadas cosas de interés”
Se confirma: el cerebro pirateado de Gallardón es prácticamente un solar. Las imágenes del interior de su cabeza liberadas por el grupo de piratas informáticos del mal “Synonimus” nos muestran la esterilidad de un descampado a medio construir: carteles de Madrid 2012, Madrid 2016, Madrid 2020 y Murcia 2036, nivel cejas tutiplén (sólo superado por el de Martin “Top Score Cejas” Scorsese), fotos de señoras en posición de abortar, peligrosos terroristas sentados en el suelo con las manitas al aire, algunos fetos en frascos de formol y, oh, sorpresa, una multicopista.
Ante el inusitado ataque, el ministro ha manifestado que perseguirá a los ladrones hasta sus últimas consecuencias. A partir de hoy, quien enlace el contenido del cerebro de Gallardón podrá ir a la cárcel, quien hable del tema podrá ir a la cárcel, quien replique su código (¡no lo intentéis en casa!) irá a la cárcel. El propio Gallardón podría ir a la cárcel solo por mencionarlo.
Por su parte, AISGE, SGAE, EUGENESIA y GÓNADA, representantes del séctor de la cultura, el entretenimiento y el beneficio privado, han manifestado su preocupación ante las imágenes de una multicopista instalada en el cerebro de Gallardón.
“No sabemos qué hace ahí semejante aparato”, han dicho.
El ministro se ha disculpado diciendo “Todos tenemos mierda debajo de las uñas. No me siento orgulloso de tener eso ahí metido. Es solo una idea, no tiene más importancia. Las ideas tienden a copiarse y se te acaban quedando”
El grupo Synonimus está en busca y captura en 75 países.
Sobre este blog
Sinsentido Común será un blog de política ficción en el que contaremos cosas que no son reales (aunque lo parecerán y jugaremos a parecer que lo sean, ¿vale?, ese es el pacto).
Ficcionaremos la realidad para que dé más risa aún de lo que ya por sí da. Risa floja, risa histérica, media sonrisa o risa congelada. Eso ya nos lo irán diciendo ustedes (la cara que se les queda al leerlo).
Un blog editado por Silvia Nanclares, Felipe G. Gil y Guillermo Zapata.
