Ni en las peores pesadillas de los militantes pro vida podría haberse dibujado semejante escenario de batalla.
Riadas de bebés muy resueltos colapsaron el pasado domingo ciudades, pueblos, montañas y playas. Pañales bien cargados, ropa heredada, litros de Apiretal y cientos de potitos caseros fueron empleados como peligrosas “babycadas”. “El terrorismo de los bebés es una sofisticada y nueva expresión de la inteligencia colectiva...”, declaró en la rueda de prensa el portavoz de la Policía Municipal de la Infancia, el sargento Coco del Saco.
Su mente “colmenita” les había puesto de acuerdo: no están dispuestos a quedarse a un lado en este debate por la “vida” que tanto, a final de cuentas, les afecta. Después de muchas reuniones clandestinas en parques y guarderías se acordaron las horas y lugares para la reivindicación del ya conocido como Baby Block.
Se cree que estas han sido las manifestaciones de menor recorrido de la historia. Por ejemplo, la de Madrid, se extendió a duras penas, y sólo gracias al tirón final de los de 2 años, desde la Puerta del Sol hasta la puerta del Ministerio de Educación sito en la calle Alcalá, apenas a 500 metros del punto de salida.
Las pancartas, ilegibles pero llenas de expresividad, no dejaban lugar para las dudas: “Lo llaman una Vida y no lo es”, “No hay pañal para tanta cagada”, “Sin guardería, sin papilla, sin cuna, sin MIEDO”, “Nobody expect the Baby's Revolution”, etc... Los gritos eran más bien una maraña de sonidos guturales, pero los sonajeros y las llantinas fueron utilizadas estrategicamente para hacerse entender. El final de la mani ha sido un apoteósico calvo de culetes sonrosados frente a las distintas sedes del ministerio de Sanidad. Algún Baby Molotov (nitrógeneo y oxitocina) también fue lanzado contra las UIP, todo hay que decirlo.
En la rueda de prensa posterior, las portavoces de la Comisión Lengua de Trapo han balbuceado los puntos más importantes de su reivindicación. Varios cuidadores acreditados han efectuado la traducción simultánea:
“La Marea de Bebés declara:
Que no queremos vivir sin más, queremos vivir bien. Para ello, exigimos:
Aborto Libre y Gratuito (el que venga, que sea traído con ganas y “reflexionao”, no está el horno para bebés “porque lo dice la ley”, en este mundo ya somos tela de personas y lo de cuidar es un marrón que requiere unas condiciones materiales idóneas, nosotros avisamos)
Chucherías que no provoquen Caries
Horarios laborales razonables para nuestras madres y padres. A las cinco, a lo sumo, “todo dios fuera de la ofi”.
Medicinas sin sabor a medicina, fresas con sabor a batido de fresa.
Guarderías Públicas Gratuitas
Inversión en I+D para la construcción de robots-padremadre que sustituyan a éstos cuando estén de resaca o agotados.
Prohibición de pellizcos en los carrillos hasta los 14 años
Ciudades con centros y barrios libres de coches o con velocidad restringida
Alternativa Real a Cantajuegos
Espacios abiertos y seguros donde hacer de las nuestras sin vigilancia
Desmentido público del fraude ese de que “Los Reyes son los padres”
Amnistía para los Abuelos secuestrados por la (NO)Conciliación
Jubilación Digna Ya para el Capitán Iglo
Y Renta Básica Vitalicia para las madres por haber pasado el embarazo y parto, porque eso, literalmente, “no está pagado”. ¡Ea!
Avisados quedáis. Si no nos dejáis vivir bien, no os dejaremos dormir. Y os aseguramos que en esto somos EXPERTOS ENTRENADOS POR LA CIA. Sabemos como hacer de vuestras noches pequeños Guantánamos. No nos obliguéis a pasar a otro nivel en la lucha.
¡Salud y biberones!
El Baby Block (We are everywhere)“.