Los profesores del Programa de Enriquecimiento Educativo para alumnos con Altas Capacidades (PEAC) de la Comunidad de Madrid han denunciado públicamente el impago de parte de su salario. CCOO habla, además, de “fraude de ley”, pues el profesorado tampoco está debidamente regularizado. La Comunidad ha admitido por escrito el retraso de los pagos pero asegura que es inminente y que se debe a problemas administrativos.
El PEAC cuenta actualmente con 180 profesores, de los cuales el 85% (150) son profesores funcionarios (bien de carrera o interinos) que aporta la Consejería de Educación directamente. El resto (el 15%) son profesionales proporcionados por la Fundación Max Mazin (autónomos expertos en los diferentes campos de estudio requeridos). Tan sólo este último 15% ha recibido su salario.
Es el primer curso en el que la financiación de este programa es mixta (antes dependía únicamente de la Fundación Max Mazin), pero con la creación del CREACIM (Centro Regional de Enriquecimiento educativo para el alumnado con Altas Capacidades) en octubre del 2023 la Comunidad de Madrid se comprometió a aportar parte de los fondos.
Los problemas vienen desde el principio de este curso
“Los problemas vienen desde el principio de este curso” explica Isabel Galvín, secretaria general de la Federación de Enseñanza de CCOO de Madrid. Los docentes esperaban cobrar en septiembre (ya que el pago se venía haciendo de forma mensual hasta el momento). Sin embargo, no cobraron hasta enero de este año: “Se atrasó el cobro bajo el argumento de que iban a cambiar el sistema de pago, que pasaría a ser bianual. Recibieron el correspondiente al primer trimestre en enero y se les dijo que el siguiente sería en junio, correspondiente al segundo y al tercer trimestre, pero no lo han recibido”.
El centro habla de problemas administrativos
Desde CREACIM les enviaron un correo alegando que el retraso se debía a problemas administrativos: “Dijeron que había habido problemas para inscribir los datos porque no estaban del todo correctos, que había que comprobarlos”, sostiene E. C., portavoz del profesorado, que quiere conservar el anonimato. Por su parte, la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid insiste en que “de los dos pagos anuales uno ya se hizo y el otro se producirá en breve”.
Comisiones Obreras ha exigido una negociación urgente para regularizar la situación de los trabajadores, que ejercen bajo la categoría de “colaboradores” y no de “docentes”. Esto, apunta Isabel Galvín, es una “anomalía” ya que ellos “imparten clases. Su figura profesional es la de profesores y sus retribuciones deberían ir en nómina”.
Bajo esta “anomalía” se encuentra el 100% del profesorado (también los asociados a la Fundación Max Mazin). A todos se les paga en forma de “gratificación”, lo que, señalan desde CCOO, “es fraude de ley”. Esta situación afecta al personal del PEAC tanto a efectos retributivos como profesionales, pues las actividades no les computan como méritos en sus carreras.
Piden apoyo a las familias de los casi 3.000 alumnos
Los docentes piden a las familias de los estudiantes inscritos en este programa que les apoyen, ya que “una educación pública de calidad como la que reciben sus hijos requiere unas condiciones de trabajo dignas”.
“Este es un programa que está muy demandado, con muchas listas de espera. Es un programa, además, que el Partido Popular ha presentado como una de sus grandes prioridades. Sin embargo, lo tienen en la periferia del sistema, con profesorado sin regularizar, con muy poca financiación, y con un número de plazas muy escasas”, sentencia Galvín.
El alumnado de altas capacidades tiene la peculiaridad de ser niños y niñas con mucha inquietud por conocer. “Trabajamos desde el ámbito científico, artístico, tecnológico… Tenemos que preparar actividades que requieren de mucha documentación y profundización en los campos de conocimiento. Tienen que ser temas muy estimulantes para ellos, que nunca los hayan visto. Son talleres muy prácticos que se preparan con mucha antelación”, insiste E.C.
La labor que se hace en estos centros es muy vocacional, pero no se sienten valorados: “Es muy estimulante pero yo este año he pensado en dejarlo porque el estímulo no compensa la cantidad de horas de esfuerzo en relación al sueldo”, asegura la profesora.
Desde Comisiones Obreras ya han asegurado que, de no solucionarse esta situación, acudirán a Inspección de Trabajo.