El año pasado se cometieron en España 22 asesinatos de mujeres a manos de hombres con los que no tenían relación de pareja. Son los datos que ha hecho públicos este viernes la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género del Ministerio de Igualdad, que desde hace un par de años comenzó a contabilizar oficialmente todos los feminicidios convirtiéndose en el primer país europeo en hacerlo.
Desde entonces, la estadística registra, no solo los casos mortales de violencia de género dentro de la pareja o la expareja, algo que lleva haciendo desde 2003, sino también las muertes violentas de mujeres por el hecho de serlo al margen de los que perpetran hombres en el marco de una relación sentimental. Igualdad divide estos últimos en asesinatos sexuales, familiares, sociales o vicarios. El proceso para definir las categorías fue consultado con diferentes organismos, entre ellos, el Consejo General del Poder Judicial o el Instituto Europeo de Igualdad de Género.
Así, los 22 casos registrados el año pasado suponen un descenso del 35,3% si se compara la cifra con 2022, el único del que se disponen datos de esta serie. 13 fueron en el primer semestre del año, entre ellos, los crímenes de tres mujeres prostitutas. Los nueve restantes se han producido en los últimos seis mese del año, según la estadística.
De los 22 casos, la mayoría fueron feminicidios familiares, es decir, cometidos por algún hombre miembro de la familia de la víctima (12, el 54,5%), seis fueron sociales (27,3%) y cuatro sexuales (18,2%), contabiliza Igualdad sin detallar qué tipo de relación o en qué contexto se produjeron los casos. Además, en 2023 hubo un menor de edad asesinado por causa de esta violencia, añade el departamento dirigido por Ana Redondo en una nota de prensa.
Al igual que ocurrió el año anterior, en todos los casos los agresores eran conocidos de las víctimas e incluso la mitad de las mujeres convivían con ellos: más de la mitad, el 54,5%, eran familiares; el 22,7% eran vecinos o compañeros de piso y el 22,7% restante eran otros conocidos. La mayoría, en concreto dos de cada tres asesinadas, tenía más de 40 años y solo el 18,2% había presentado denuncia.