La edad de los creyentes, TRECE y Catalunya: los miedos de la Iglesia a perder dinero en la declaración de la renta
Han ganado más dinero que nunca pero, por primera vez, los obispos han advertido que la gallina de los huevos de oro, la famosa X en la casilla de la declaración de la renta, podría tener los días contados. Los expertos en financiación de la Conferencia Episcopal están “verdaderamente preocupados” por el descenso en el número de contribuyentes que marcan la casilla, y advierten que “lo peor está por venir”, en referencia a las próximas Campaña de la Renta.
A medio plazo el horizonte se vislumbra sombrío para las arcas episcopales, fundamentalmente por una razón ineludible: la edad. El grueso de los españoles que marcan la casilla son personas mayores –aunque la CEE no da datos demográficos, fuentes episcopales admiten que la mayor parte de los fieles que hacen la declaración de la Renta están en la horquilla de los 45 a 64 años–. “Y no hay relevo a corto plazo”, subrayan.
Hace unos días los obispos presentaron las últimas cuentas, que denotan que han recaudado más dinero, pero que cada vez menos gente marca la X. “Yo no estoy contento ni satisfecho con estos datos”, apuntó el gerente de la Conferencia Episcopal, Fernando Giménez Barriocanal. En este escenario, a corto plazo la Iglesia teme que en la próxima Campaña de la Renta, que arranca el 4 de abril, experimenten una importante bajada –los cálculos de algunos expertos de la propia CEE hablan de hasta un 8% de descenso–.
Estiman como riesgos, por un lado, las críticas de los ultracatólicos por el leve cambio de tendencia de TRECE y Cope, que ha comenzado un “lavado de imagen” y quiere apostar por información menos política y más social. Los obispos temen que algunos sectores, a los que no han gustado los cambios porque piden más contundencia y consideran que los canales están siendo demasiado “tibios”, dejen de marcar la casilla de la Iglesia.
Por otro lado, creen que la actitud de los obispos catalanes ante el conflicto en Catalunya puede influir. Algunos apoyaron la celebración del referéndum del pasado 1 de octubre, otros mantuvieron el silencio y recientemente han pedido una “reflexión serena” sobre los presos soberanistas, y han llamado a la formación de un nuevo Govern. Asimismo, han defendido la “la legitimidad moral de las varias opciones sobre la estructura política de Cataluña”. Posicionamientos que no gustan a todos dentro de la Iglesia.
Las rentas altas se mantienen
La preocupación ha hecho que en los últimos días, la secretaría de Economía de la Conferencia Episcopal, el ritmo haya sido frenético. Desde que se conocieron los datos de Hacienda correspondientes a la declaración de la Renta del pasado año, la intranquilidad es una constante. “No podemos estar satisfechos: la evolución ha sido negativa. Hemos tenido una caída del 3%”, asume Barriocanal.
Los números globales, con todo, no son malos. Es más, con 256,21 millones de euros, es la cifra más alta jamás recaudada por la Iglesia católica desde que en 1987 se habilitara la famosa y polémica casilla del IRPF. El dinero que recibirán las arcas eclesiásticas aumenta en 7 millones de euros, un 2,83% más que el año anterior. Sin embargo, más de medio millón de personas han dejado de marcar la X, según las apreciaciones de la CEE, que estiman que el año pasado fueron 9,1 millones los españoles (entre declaraciones individuales y conjuntas) que optaron por la Iglesia católica, mientras que este año la cifra se reduce a 8,5 millones.
¿Cómo se explica esto? Básicamente, en que las rentas altas continúan marcando la casilla de la Iglesia. Este año, 23.000 declaraciones de personas que tributan más de 30.000 euros han optado por la Iglesia para ceder el 0,7% de sus impuestos. El descenso de las declaraciones a favor de la Iglesia asciende a 234.000, lo cual permite apuntar –la Conferencia Episcopal no da todos los datos, aduciendo que Hacienda no los facilita– que más de 250.000 declaraciones que ya no marcan la X corresponden a las rentas más bajas. Por eso, por el momento, el descenso de casillas no tiene un reflejo en el montante económico.
Los obispos cargan contra Hacienda
Entre las razones de este descenso, Barriocanal argumenta que “muchas veces no es sencillo acceder a la asignación tributaria”, apuntando que, sobre todo en los casos en los que se hace la declaración por primera vez, el sistema no recuerda que existe la opción de marcar la casilla de la Iglesia, la de Otros Fines de Interés Social, ambas o ninguna. Sin embargo, preguntada sobre el particular por eldiario.es, la Agencia Tributaria sostiene que el procedimiento sí que indica, paso a paso, todas las casillas que se pueden o no marcar, sin distinción.
Con todo, Barriocanal asegura que “falta mucho por hacer, porque mucha gente no conoce la actividad de la Iglesia”. Así, la gerencia presentará a los obispos un plan de comunicación para mejorar la imagen de la Iglesia española, especialmente indicada para la próxima campaña de la Renta y que seguirá incluyendo la casilla de la Iglesia, por más que distintos grupos parlamentarios hayan instado al Gobierno a eliminar este privilegio.
La iniciativa, que se sumará a la campaña de publicidad que se lleva a cabo desde hace años, y en la que los obispos explicarán el procedimiento para marcar la X y el respaldo a la labor social de la Iglesia que se da con ese dinero. Aunque la realidad es que la práctica totalidad de esos 256,2 millones de euros irán a pagar el sueldo de los sacerdotes y obispos, y la Seguridad Social del clero, desde la CEE se asegura que “con ese dinero las diócesis atienden todas las obligaciones de la Iglesia: actividad celebrativa, asistencial, seguridad social del clero, la retribución de los obispos... y algunas acciones pastorales estratégicas, desde una beatificación..., televisión o cualquier otro...”.