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Vídeos que escapan a la calle para mitigar el encierro

EFE

San Sebastián —

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El confinamiento de la población ha dado lugar a decenas de iniciativas solidarias y a muchas pensadas para mitigar el encierro. La que ha puesto en marcha un matrimonio de Irun (Gipuzkoa) tiene un poco de lo uno y de lo otro.

Verónica Martínez y su marido convierten cada día al anochecer la pared de un edificio cercano, junto al frontón de Santiago, en una gran pantalla donde proyectan lo que su comunidad les pide o sugiere, unos minutos de cine con imágenes familiares que los vecinos consideran ya una cita indispensable.

Pero antes participan todos en el aplauso a los sanitarios de las ocho de la tarde y disfrutan del que también es un “himno” para ellos, la canción “Resistiré” del Dúo Dinámico.

Verónica creyó que el cambio de hora de este domingo iba a alterar la rutina ante la imposibilidad de mostrar las imágenes con luz diurna, y propuso restringir la convocatoria a la noche de los viernes, pero los vecinos, con los que se comunica por chat, le pidieron continuar.

“Todos me dijeron que, por favor no, que esperan el vídeo cada día como agua de mayo, que les daba igual hacerlo más tarde. Así que desde ayer, después del 'himno', vamos a cenar y a las nueve hacemos la proyección”, explica.

Este matrimonio, junto a una socia, es titular de la productora Reflejo Pilomotor, que ha visto como sus encargos para marzo y abril, e incluso el mes siguiente, “se han ido cayendo”.

“Al principio fue una locura, pero un día me levanté y dije que debíamos darle la vuelta a esto, en positivo, porque si no, me iba a dar algo”, explica a EFE.

Lo primero que hicieron fue recurrir a las redes sociales para que la gente les enviara vídeos con mensajes de agradecimiento a personas del entorno -“a la vecina del quinto o al señor de la tienda de comestibles del barrio porque lleva todos los días la compra a casa”-, pero la iniciativa “no tuvo mucho éxito”.

“Como teníamos todo el material de trabajo en casa, mi marido me propuso editar algo bonito para proyectar en el edificio de enfrente. Teníamos 'stock' de imágenes de naturaleza, de personas abrazándose, de estas que cosas que echamos en falta ahora mismo. Lo lanzamos sin decir nada a nadie y la respuesta fue una pasada, la gente se emocionó y fue superbonito”, relata.

Cuando concluyó la sesión empezaron a hablar entre todos, que era algo que no habían hecho “nunca”. “Nos pidieron el teléfono y, como teníamos un micrófono, lo fuimos dando y empezamos a recibir wasap. Fue así como creamos el grupo, en el que estamos más de veinte familias”, explica.

Se propusieron ofrecer “cosas nuevas” cada jornada. Han realizado montajes con fotografías y vídeos con las manualidades que hacen los niños y también han proyectado fotos de los nietos de los vecinos de más edad porque a los abuelos les hace una gran ilusión verlos en el “cine” ahora que no los pueden visitar.

La noche del sábado homenajearon a todos los profesionales que, de una manera u otra, están colaborando para frenar la pandemia, de sanitarios a transportistas y cajeras de supermercado, para lo que utilizaron piezas grabadas por los iruneses con sus móviles, de coches de policía haciendo sonar sus sirenas o de aplausos ante el hospital comarcal del Bidasoa.

Aparecía también gente agradeciéndoles el trabajo, con frases en euskera, como “Gracias y gracias por todo el trabajo que hacéis”, dichas por niños y acompañadas de música.

Han tenido suerte, pues esa parte del bloque, con ventanas pequeñas, hace las veces de gran pantalla muy dignamente. “Además, los vecinos de esos pisos bajan las persianas y se ve superbien”, comenta Verónica Martínez.

El viernes, por primera vez hicieron “efecto espejo” con el proyector de un vecino, que lanzó simultáneamente las imágenes a la fachada opuesta. “Los que no habían ningún vídeo, lo consiguieron por fin”, se congratula.

Pero la labor de esta pareja de productores se está comenzando a diversificar, y montan vídeos para uso privado, en su mayoría mensajes para felicitar cumpleaños y siempre para personas que les conoce “de algo”.

“Han sido cosas muy emotivas y nos han mandado la reacción de la gente al verlos. Eso para mí no tiene precio, he llorado al verlo”, comenta Verónica, quien recalca que la intención de esta iniciativa no ha sido nunca la de publicitar su empresa.

“Es lo que ha ido surgiendo, lo pasamos bien y nos está dando muchísimo. Cualquier persona puede hacer hoy un pequeño montaje, pero a nosotros, que nos dedicamos a esto, nos cuesta muy poco pegar unos vídeos, ponerles música, unos rótulos, caretas... Lo agradecen un montón”, afirma.

Ana Burgueño

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