El pacto de la Cumbre del Clima de Dubái pide a los países un “esfuerzo global” para dejar el petróleo, el carbón y el gas. La prórroga de la COP28 ha generado un acuerdo para solicitar a las partes que contribuyan a realizar esa “transición lejos de los combustibles fósiles” y que se “acelere” en esta “década crítica” si se pretende recortar las emisiones de gases lo suficiente para limitar el calentamiento global a 1,5ºC extra como dicta la ciencia.
El texto que se ha presentado tras un día y una noche completos de negociaciones extra debido al atasco que había generado, precisamente, cómo afrontar un posible fin de la era fósil. Además de esta petición, también se cita entre las tecnologías que hay que acelerar, las energías renovables, la energía nuclear y la captura y almacenamiento de carbono. “Mantiene el objetivo de 1,5ºC al alcance”, ha asegurado el presidente de la COP, Sultan Al Jaber, tras la aprobación. Lo ha llamado “el consenso de los Emiratos Árabes Unidos”.
¿El fin de la era fósil?
El gran escollo de esta COP ha sido la lucha por incorporar o no el abandono del petróleo, el carbón y el gas. La oposición de varios países petroleros, entre los que se ha destacado Arabia Saudí, ha hecho que se se fueran suavizando las fórmulas para pedir ese final hasta llegar a una proposición del presidente de la COP28, Sultan Al Jaber, que causó rechazo frontal por parte de los estados que sí apoyaban el abandono fósil.
La nueva versión que se ha negociado durante la madrugada de este miércoles ha generado una nueva fórmula que no se había manejado hasta ahora. Se ha pasado de discutir durante días si debía producirse un “abandono” o una “reducción progresiva” de estos combustibles a pedirse “transitar lejos” [transition away] de las energías fósiles. Un término usado recientemente por los estados del Pacífico.
La COP28 es una señal para cerrar la página de los combustibles fósiles. Es el comienzo del fin
“Es la primera vez en la historia que se menciona así a los combustibles fósiles”, ha subrayado Al Jaber, que ha recibido aplausos. El secretario ejecutivo de la Convención de la ONU para el Cambio Climático, Simon Stiell, ha dicho después que “la COP28 es una señal para cerrar la página de los combustibles fósiles. Es el comienzo del fin”.
“La señal que temía la industria fósil está aquí: poner fin a su era”, considera la jefa de la delegación de Greenpeace, Kaisa Kosonen. “No es la decisión que el mundo necesita, pero es mejor que lo que había”, añade la activista. Al mismo tiempo, el texto pide que se “acelere” esta transición en “esta década crítica” para llegar a las emisiones netas cero en 2050. El texto “reconoce” que hay que recortar profunda y rápidamente estas emisiones de gases para limitar el calentamiento global en 1,5ºC.
También aparece en el texto la desaparición “lo antes posible” de las subvenciones a los combustibles fósiles si no sirven para combatir la pobreza energética o facilitar la transición justa. Estas ayudas de dinero público no han parado de crecer desde que se alcanzó el Acuerdo de París en 2015
Las concesiones a los petroleros
La mención a dejar atrás el petróleo o el carbón que odiaban petroestados como Arabia Saudí, Kuwait o Irak ha hecho que la “transición”, eso sí, incorpore al pacto otras fuentes energéticas como la nuclear o los “combustibles de transición” que es la palabra utilizada habitualmente para referirse al gas, que es fósil. “Esas palabras podrían haber sido escritas por un gran productor gasístico”, dicen algunos analistas, como son Emiratos Árabes Unidos, Rusia o Qatar.
Además se hace referencia expresa a la captura y almacenaje de carbono que son las tecnologías que estos petreoestados piden continuamente para poder seguir extrayendo y utilizando petróleo o carbón. Esto último ha sido reclamado insistentemente por los productores de petróleo y gas para justificar el uso de fósiles si se atrapan sus emisiones, aunque se le ha añadido que se aplique especialmente en sectores donde es difícil una fuente de energía alternativa.
Estas opciones solo pueden estar ahí porque favorecen los intereses de las grandes empresas. Falsas soluciones que ni existen ni se las espera. Es un puerta peligrosísima. El texto es una cesión a los países petroleros
“Estas opciones solo pueden estar ahí porque favorecen los intereses de las grandes empresas”, considera el responsable de Cambio Climático de Ecologistas en Acción, Javier Andaluz. La organización considera que este acuerdo no se acerca a la ambición y acción requeridas. “Detraen las inversiones necesarias para las renovables que van a falsas soluciones que ni existen ni se las espera. Es un puerta peligrosísima. El texto es una cesión a los países petroleros”.
En este sentido, hay una mención a pedir el abandono progresivo del carbón siempre que no sea mitigado (por esas tecnologías) lo que es el mismo párrafo utilizado en el cierre tormentoso de la COP26 de Glasgow de 2021 forzado por India (este lunes el país asiático anunció sus planes expansión para extraer más mineral y atender así su incremento de demanda ).
El acuerdo de Dubái es positivo aunque tenga agujeros. Es la primera vez que se reconoce en el texto de una COP que hay que dejar los combustibles fósiles“, admite la analista de Climate Trends, Aarti Khosla. Aun así, remata. ”se han hecho concesiones reales al gas y el petróleo que pueden tener implicaciones importantes“.