La mujer de 83 años que acabó con la vida de su hijo a finales de 2015 ha sido condenada a libertad vigilada durante seis años con la obligación de someterse a un tratamiento médico psiquiátrico durante el mismo tiempo. Así lo confirman fuentes judiciales después de que la acusada y la Fiscalía Provincial de Madrid hayan llegado a un acuerdo de conformidad a puerta cerrada sin llegar a celebrarse el juicio que estaba previsto para este viernes.
La mujer, declarada autora de un delito de asesinato con alevosía con la eximente completa de alteración psíquica y agravante de parentesco, se enfrentaba a una pena de seis años de cárcel por, según el escrito del Ministerio Público, “tomar la decisión de acabar con su vida y la de su hijo” el 26 de noviembre de 2015. El hombre, de 64 años, estaba declarado judicialmente incapaz y dependía de forma completa de su madre, que llevaba toda la vida encargándose de su cuidado. Contaba con una discapacidad mental, falta de movilidad y era una persona sorda, ciega y muda.
La mujer decidió acabar con la vida de su hijo al verse sobrecargada e imposibilitada para seguir cuidando de él llegando a actuar, según la Fiscalía, “con sus facultades volitivas y cognitivas gravemente afectadas debido al empeoramiento de su estado de salud a consecuencia de su avanzada edad”. Al verse “mermada en sus capacidades físicas y con el fin de evitar que sus otros hijos tuvieran que asumir la carga futura del mismo cuando ella faltase tomó la decisión de acabar con su vida y con la de su citado hijo”.
La acusación del fiscal especifica que aquel día vació 16 blísteres de medicamentos, los trituró con la batidora y los depositó en dos vasos que bebieron ambos “entrando en un estado de inconsciencia por intoxicación”. Poco después fueron encontrados por la hija y hermana de ambos tumbados en la cama del dormitorio de la vivienda en la que residían, en el municipio madrileño de Torres de la Alameda.
Los dos fueron trasladados al Hospital Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares, donde él falleció un día después. Sus tres hermanos han renunciado a la indemnización que les correspondía en concepto de responsabilidad civil.