Al menos uno de cada cuatro varones se ha iniciado en el consumo de contenidos pornográficos en Internet antes de los 13 años. Esta es una de las principales conclusiones del estudio Nueva pornografía y cambios en las relaciones interpersonales, presentado este lunes en Madrid y elaborado por la Red Jóvenes e Inclusión Social y la Universitat de Illes Baleares en base a casi 2.500 encuestas a jóvenes de 16 a 29 años, en su mayoría heterosexuales (76,7%).
“La edad media se está adelantando por el acceso a la tecnología móvil”, ha explicado el coautor de la investigación, Lluís Ballester. Este experto ha precisado que la primera visualización se suele producir a los ocho años –tanto niños como niñas–porque el “nuevo porno se cuela en Internet”. Carmen Orte, docente de la Universitat de Illes Baleares, ha añadido que el hecho de que el acceso al porno se haya reducido se debe a que “simplemente los menores tienen un móvil, en el que, aunque no busquen la pornografía, se la encuentran”
No obstante, la edad media de inicio en el consumo de pornografía son los 14 años entre los adolescentes hombres, y de 16 años en el caso de las mujeres, según el estudio.
La investigación apunta a que un 70% de los jóvenes españoles ha visto porno alguna vez. Este es el mismo porcentaje de los que revelan que han recibido una educación afectivo-sexual “insatisfactoria”. Para resolver sus dudas, un 72,8% de los entrevistados dice acudir a amistades y un 69,1% dice acudir a Internet. “Los padres y profesores solo son una opción para el 27,5 %”, lo que, a juicio de Ballester, del departamento de Pedagogía de la Universidad balear, significa que “los adultos no existimos para aconsejarlos en materia sexual”.
El informe también revela que son los hombres los que consumen prono mayoritariamente (un 87%), aunque en los últimos 5 años han aumentado en un 20% las visualizaciones por parte de las mujeres. El 43,9% de los entrevistados (62,4 % chicos y 25,3 % chicas) dicen acceder al porno en las redes para masturbarse, por curiosidad el 40% y para aprender sobre sexo el 25,4%.
En la presentación de la investigación, Ballester ha hecho referencia a que “el 50% reconoce haber incrementado las prácticas de riesgo después de consumir pornografía y el 4,5 % ha pagado por encuentros sexuales o estaría dispuesto a hacerlo -el equivalente a 300.000 personas-”. El pedagogo ha denunciado, además, “la avalancha de anuncios de contactos sexuales que se reciben mientras se visiona porno”. Por otro lado, ha insistido en la “cosificación de la mujer” en el porno consumido el la red, que la reduce a objeto sexual disponible para el hombre, ya que “se silencia el deseo femenino y todo empieza y acaba con la erección masculina”.
Ante este panorama, Rosa Martínez, de la Universidad de Vigo, ha demandado la apertura del debate social para desarrollar un modelo educativo “integrador” que “respete la diversidad sexual con actitudes democráticas”.