Las aguas residuales aumentarán un 51 % para 2050, aunque crecerá su aprovechamiento, ya que contienen recursos, como nutrientes y minerales, con aplicaciones industriales, según un estudio del Instituto del Agua de la ONU.
En la actualidad, cada año se producen 380.000 millones de metros cúbicos de aguas residuales en todo el mundo, lo que equivale a cinco veces la cantidad de agua que cae por las cataratas del Niagara anualmente, y suficiente para rellenar el lago Victoria en apenas siete años, dijeron los investigadores.
El estudio del Instituto del Agua, Medio Ambiente y Salud de la Universidad de la ONU (INWEH), con sede en la localidad canadiense de Hamilton, predice que el volumen de las residuales se incrementará un 24 % en una década (lo que supone 470.000 millones de metros cúbicos en 2030) y que el porcentaje será un 51 % superior hacia 2050 (574.000 millones de metros cúbicos para ese año).
Manzoor Qadir, director asistente de INWEH, declaró a Efe que la principal razón de este fuerte incremento es el aumento de la población.
“Un factor es el aumento de la población, el segundo es el crecimiento industrial, pero el otro son los elevados niveles de vida en algunas regiones”, explicó Qadir.
El informe constata las diferencias de generación de aguas residuales con el desarrollo económico y los niveles de vida:
Frente a la media mundial de 95 metros cúbicos, Estados Unidos y Canadá generan 231 metros cúbicos de aguas residuales por habitante, frente a los 46 en el África Subsahariana.
Asia es la región que más aguas residuales produce cada año, con 159.000 millones de metros cúbicos anualmente, aunque la cifra per cápita es de solo 82 metros cúbicos, 2,8 veces menos que en Norteamérica.
Latinoamérica y el Caribe es la segunda región que menos aguas residuales genera en el planeta, tras el África Subsahariana, con solo 65 metros cúbicos por habitante.
A pesar de que económicamente Europa está tan desarrollada como Norteamérica y las dos regiones tienen niveles similares de vida, los europeos causan la mitad de aguas residuales que sus vecinos norteamericanos, 124 metros cúbicos per cápita.
Paradójicamente, una de las regiones habitualmente asociadas con la escasez de agua, Oriente Medio y África del Norte, produce casi tantas aguas residuales como Europa, 114 metros cúbicos por habitante, y es la tercera región generadora tras Norteamérica y Europa.
Oceanía origina 88 metros cúbicos de aguas residuales por habitante.
Qadir destacó las posibilidades económicas que estas aguas residuales representan.
“Dada la escasez de agua provocada por el aumento de la población, el consumo industrial y los cambios causados por la crisis climática, es incluso más importante la recuperación de las aguas residuales; pero las aguas residuales no solo son una fuente de agua, sino también una valiosa fuente de nutrientes y energía”, explicó.
De acuerdo al informe, entre los miles de millones de metros cúbicos de aguas residuales se encuentran 16,6 millones de toneladas de nitrógeno, 3 millones de toneladas de fósforo y 6,3 millones de toneladas de potasio.
La orina humana es responsable del 80 % del nitrógeno y 50 % del fósforo de los residuos que son procesados en las plantas de tratamiento de aguas municipales.
La recuperación de estos nutrientes sería suficiente para atender las necesidades del 13,4 % de la agricultura mundial.
Además, la eliminación de nitrógeno, fósforo y potasio del agua contribuiría a minimizar los efectos de la eutrofización, el exceso de nutrientes en el agua que causa la escasez de oxígeno y la muerte de la vida animal acuática.
Qadir también destacó que los productos energéticos derivados de las aguas residuales son suficientes para proporcionar energía eléctrica a 158 millones de hogares, o lo suficiente para las viviendas de Estados Unidos y México. Solo el metano contenido en ellas se calcula en 53.200 millones de metros cúbicos de metano.
La recuperación del agua también permitiría irrigar 31 millones de hectáreas, alrededor del 20 % de la superficie cultivada en la Unión Europea (UE), lo que facilitaría un ahorro de agua potable actualmente utilizada en muchos cultivos.
Julio César Rivas